C-072-09

    Sentencia C-072-09  

Referencia: expediente RE-134.  

Revisión constitucional del Decreto 3955 del  11  de octubre de 2008, “Por  el  cual  se otorgan facultades a la Sala Administrativa del Consejo Superior de  la Judicatura y se dictan otras disposiciones”.   

Magistrado Ponente:  

Dr.  Nilson Pinilla  Pinilla.   

Bogotá,  D. C., febrero doce (12) de dos mil  nueve (2009).   

La Sala Plena de la Corte Constitucional, en  cumplimiento  de sus atribuciones constitucionales y legales y de los requisitos  y   trámite   establecidos  en  el  Decreto  2067  de  1991,  ha  proferido  la  siguiente   

SENTENCIA  

I. ANTECEDENTES  

En  desarrollo de lo previsto en el artículo  214-6  superior,  el Presidente de la República, mediante oficio PS 3326 del 14  de  octubre de 2008, recibido en la Corte Constitucional el mismo día, remitió  a  esta  corporación  el  texto  del  Decreto  3955  del 11 de octubre de 2008,  “Por  el  cual  se otorgan  facultades  a  la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura y se  dictan  otras  disposiciones”, expedido en ejercicio  de  las  facultades conferidas por el artículo 213 ibídem y de lo dispuesto en  el   Decreto   3929   del   9   de   octubre   del   mismo   año,  “Por    el    cual    se   declara   el   estado   de   conmoción  interior”.   

Avocado   el  conocimiento,  el  Magistrado  sustanciador  mediante  providencia  de octubre 16 de 2008 decretó la práctica  de  algunas  pruebas  y ordenó oficiar al Presidente del Consejo Superior de la  Judicatura  para  que  informara  acerca de la materia regulada en el Decreto en  revisión  atinente  a  la  problemática  en  la  notificación personal de los  procesos  judiciales,  señalando  sus causas y explicando qué medidas han sido  adoptadas   por   esa   corporación   para   conjurarla   y  cual  ha  sido  su  efectividad.   

También dispuso oficiar al Secretario General  de  la  Presidencia  de  la  República,  para que tramitara con las respectivas  dependencias  gubernamentales  el  envío  de información sobre los motivos por  los  cuales  se adoptaron las medidas contenidas en el Decreto 3955 de 2008, con  explicación  sobre  el  significado  y  alcance de las mismas y su relación de  finalidad,  necesidad  y  proporcionalidad con el estado de conmoción interior,  declarado     mediante     el     citado    Decreto  3929.   

Vencido  el  período  probatorio,  se  dio  traslado  del  asunto  al  Procurador  General  de la Nación, quien se declaró  impedido,  al  igual que el Viceprocurador; aceptado el relevo por esta Corte en  decisión   dividida,   el  concepto  fue  emitido  dentro  del  término  legal  correspondiente  por  la  Procuradora  Auxiliar  para Asuntos Constitucionales y  así,  agotados  los  trámites  respectivos,  procede  la  Corte  a examinar la  constitucionalidad del decreto sometido a su análisis.   

II.    TEXTO   DEL   DECRETO   BAJO  REVISIÓN   

El  texto del Decreto 3955 del 11 de octubre  de  2008, tal como aparece publicado en el Diario Oficial N° 47.139 de la misma  fecha, es el siguiente:   

“DECRETO 3955 DE 2008  

(octubre 11)  

    

Por el cual se otorgan facultades a la Sala  Administrativa  del  Consejo  Superior  de  la  Judicatura  y  se  dictan  otras  disposiciones.   

   

EL   PRESIDENTE   DE   LA  REPÚBLICA  DE  COLOMBIA,   

en    ejercicio   de   sus   facultades  constitucionales  y  legales, en especial las conferidas por el artículo 213 de  la  Constitución  Política  y en desarrollo de lo dispuesto en el Decreto 3929  del 9 de octubre de 2008,   

DECRETA:  

   

ARTÍCULO  1°.  La Sala Administrativa del Consejo Superior  de  la  Judicatura  tomará  las medidas necesarias para agilizar el trámite de  las  notificaciones personales que se deban surtir en cualquier tipo de proceso,  incluidas   las   acciones   de   tutela,   con   sujeción   a  las  siguientes  reglas:   

   

1.   La   notificación  personal  podrá  practicarse  válidamente  a  través de la entidad contratada por la Dirección  Ejecutiva  Nacional  o  las  Direcciones Seccionales de Administración judicial  sin   que   sea   necesaria   la   intervención   de  un  empleado  o  servidor  judicial.   

   

2. El Director Ejecutivo de Administración  Judicial  y  los  Directores Seccionales de la Rama Judicial podrán, de acuerdo  al  procedimiento  establecido  en  el  artículo  44  del Decreto 2474 de 2008,  contratar  empresas de mensajería para que realicen notificaciones personales y  las diligencias relacionadas con las mismas.   

   

3.  En  los  procesos  contractuales que se  realicen  en desarrollo de lo previsto en el numeral anterior se garantizará la  transparencia de la selección de los contratistas.   

   

4. En ningún caso las empresas contratadas  para  practicar notificaciones personales podrán asumir funciones judiciales al  efectuar las mismas.   

   

ARTÍCULO  2°.  Facúltase  a  la  Sala  Administrativa del  Consejo  Superior  de  la  Judicatura  para que adopte las medidas necesarias en  materia de suspensión de términos.   

   

ARTÍCULO 3°. El presente decreto rige a partir de la fecha  de  su  expedición  y  suspende,  por todo el tiempo que estuviere vigente, las  normas contrarias.   

    

Publíquese,     comuníquese     y  cúmplase.   

Dado  en Bogotá, D. C., a 11 de octubre de  2008.   

    

ÁLVARO URIBE VÉLEZ  

    

El   Ministro   del   Interior   y   de  Justicia,   

FABIO VALENCIA COSSIO.  

La  Viceministra de Asuntos Multilaterales,  encargada   de   las   funciones   del   Despacho  del  Ministro  de  Relaciones  Exteriores,   

ADRIANA MEJÍA HERNÁNDEZ.  

   

La  Viceministra  General del Ministerio de  Hacienda  y  Crédito  Público,  encargada  de  las  funciones del Despacho del  Ministro de Hacienda y Crédito Público,   

MARÍA   CRISTINA  GLORIA  INÉS  CORTÉS  ARANGO.   

   

El  Comandante  General  de  las  Fuerzas  Militares,  encargado  de  las  funciones  del  Despacho del Ministro de Defensa  Nacional,   

GENERAL FREDDY PADILLA DE LEÓN.  

   

El  Ministro  de  Agricultura  y Desarrollo  Rural,   

ANDRÉS FELIPE ARIAS LEYVA.  

   

El    Ministro    de   la   Protección  Social,   

DIEGO PALACIO BETANCOURT.  

   

El Ministro de Minas y Energía,  

HERNÁN MARTÍNEZ TORRES.  

   

El  Viceministro  de  Comercio  Exterior,  encargado  de  las  funciones del Despacho del Ministro de Comercio, Industria y  Turismo,   

EDUARDO MUÑOZ GÓMEZ.  

   

La     Ministra     de     Educación  Nacional,   

CECILIA VÉLEZ WHITE.  

El   Ministro  de  Ambiente,  Vivienda  y  Desarrollo Territorial,   

JUAN LOZANO RAMÍREZ.  

   

La Ministra de Comunicaciones,  

MARÍA   DEL   ROSARIO   GUERRA   DE   LA  ESPRIELLA.   

   

El Ministro de Transporte,  

ANDRÉS URIEL GALLEGO HENAO.  

   

La Ministra de Cultura,  

PAULA MARCELA MORENO ZAPATA.”  

III.         PRUEBAS RECIBIDAS   

1.  Mediante oficio de octubre 22 de 2008, el  Presidente  del  Consejo  Superior  de  la  Judicatura  hizo  llegar  a la Corte  Constitucional   el   documento   “Soporte  Técnico  Decreto 3935 del octubre 11 de 2008”.   

2.  Con  oficio OFI108-00125065/AUV 13200, el  Secretario  Jurídico  de  la  Presidencia  de  la República remitió copia del  documento  relacionado  en  el  punto  anterior, con el informe que presentó el  Gobierno  Nacional al Congreso de la República en relación con la declaración  del estado de conmoción interior.   

3.  Mediante oficio de octubre 23 de 2008, el  Jefe  de la Oficina Jurídica del Ministerio del Interior y de Justicia explicó  el  significado  y  alcance  de  las  medidas  adoptadas  en  el Decreto 3935 de  2008.   

4.  Con  oficio  recibido el 24 de octubre de  2008  es  enviado  por  la  Policía  Nacional  (DIJIN)  el  documento  titulado  “Incidencia  del  paro  judicial  en la criminalidad  (periodo   03   de   septiembre   al   09  de  octubre  de  2008)”.    

IV. INTERVENCIÓN DEL MINISTRO DEL INTERIOR Y  DE JUSTICIA   

Dentro  del  término legal, el Ministro del  Interior  y  de  Justicia  intervino  para  defender  la  constitucionalidad del  Decreto  3955  de 2008, indicando que “hace parte del  conjunto  de  medidas  adoptadas por el Gobierno Nacional con el fin de conjurar  la  congestión  judicial  generada  por  la inactividad del servicio judicial e  impedir   la   extensión   de   las   consecuencias  que  dicha  situación  ha  generado”.   

Expresa que la administración de justicia es  un  servicio  público  esencial  cuya adecuada prestación permite alcanzar los  fines  del  Estado;  las  consecuencias  producidas  por  el cese de actividades  “agudizaron   ostensiblemente   los   problemas  de  congestión  que  tiene  la Justicia”, por lo cual el  Gobierno declaró la conmoción.   

Señala  que  durante el tiempo que duró el  cese  de  actividades  en  sectores  mayoritarios  de la rama judicial del poder  público,  la imposibilidad de los ciudadanos de acceder a la administración de  justicia  y  la de los jueces de ejercer sus funciones, aunado al grave problema  de  congestión,  se  convirtieron  en  una amenaza o violación de los derechos  fundamentales  de  toda  la  ciudadanía,  “hasta el  punto  de  poner en peligro el núcleo esencial de derechos humanos, como son la  vida,   la   integridad   e   incluso   la   libertad   y   seguridad   de   las  personas”.    

Indica que la suspensión en la prestación  del   servicio  público  de  la  justicia,  es  un  grave  atentado  contra  la  estabilidad  institucional y el normal funcionamiento de la rama jurisdiccional,  con  grave  detrimento del orden público y social, al igual que de la seguridad  del  Estado  y  la  convivencia  ciudadana, “en buena  medida  por  la  inminente  salida  de  las  cárceles de personas sindicadas de  delitos  relacionados  con  los  trágicos  hechos  de  la  toma  del palacio de  justicia,  de  secuestro y de otros graves delitos, por vencimiento de términos  en   la   definición   de  los  procesos  penales  que  se  adelantaban  contra  ellas”.   

Expresa  que  el  Consejo  Superior  de  la  Judicatura  le  informó  que las atribuciones previstas en los artículos 256 y  257  de la Constitución y en la Ley 270 de 1996, no resultaban suficientes para  conjurar  los  efectos del cese de actividades, dada su duración, el volumen de  los  procesos sin evacuar y el acceso a la administración de justicia entrabado  durante   44  días;  agrega  que  en  el  tema  de  las  notificaciones,  dicha  corporación  precisó  que  era  necesario  adoptar  como  complemento  medidas  adicionales,  pues resultaría muy costoso nombrar citadores para hacer la labor  interna.   

Según  datos  del  Consejo  Superior de la  Judicatura,  “se dejaron de producir 127.596 egresos,  calculados  con  base  en  el  porcentaje  de  egresos diarios que corresponde a  4.116.  Dentro  del número de egresos que no se produjeron, 66.349 corresponden  a  sentencias.  Así  mismo,  la  parálisis  en  la  prestación  del  servicio  judicial,   afectó   ostensiblemente   el   trámite   de   42.465  tutelas”.  Manifiesta  que  dicho organismo también ha informado  que  con  los  cálculos estimados por mes, “se tiene  que  por  efectos  del  cese de actividades, el cual duró 44 días (36 de ellos  hábiles),  se  dejaron  de  practicar  aproximadamente 1.845.720 notificaciones  durante      este      periodo      en      todo     el     país”.        

Sostiene  que  mediante  el Decreto 3955 de  2008,  se faculta a la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura  para  adoptar  medidas  necesarias  con  el  fin  de agilizar el trámite de las  notificaciones  personales  que  se  deban  surtir en cualquier tipo de proceso,  incluidas    las    acciones    de    tutela,    según    las    reglas   allí  previstas.   

En  relación con el alcance de esa medida,  se  refiere  a  las  providencias  que deben ser notificadas personalmente, como  sucede  en  los  procesos  contencioso  administrativos (art. 103 CCA) y civiles  (art.  314  CPC),  y  advierte que la importancia de tal actuación “deriva  de  la naturaleza de los actos que de esa forma deber ser  notificados  para  el  normal  avance del proceso y no del funcionario a través  del cual se realizan”.   

En su parecer, como la labor de la persona a  quien  se  encomienda la notificación corresponde a una actividad indispensable  para  el impulso procesal, “más no imprescindible en  lo  que  al funcionario que la realiza concierne”, se  estimó  pertinente  asegurar  la  continuidad  en  la  efectiva  notificación,  “sin  que ello implique detrimento alguno del normal  desarrollo del proceso”.   

Afirma que la medida adoptada en el Decreto  que   se   revisa  “busca  agilizar  el  cúmulo  de  notificaciones  represadas como consecuencia del cese de actividades, en aras de  avanzar   en   la  descongestión  de  los  despachos  judiciales”  y  en  ese orden de ideas “se ampara el  derecho  constitucional  de  los intervinientes en el proceso a obtener justicia  de  forma  pronta,  a  la  vez que se contrarrestan los efectos generados por el  cese                        de                        actividades”.               

A  continuación,  el  Ministro  acude a la  jurisprudencia  y  la  doctrina para resaltar la importancia de la notificación  personal  como presupuesto de aplicación de postulados constitucionales como el  debido  proceso,  el  derecho de defensa y contradicción y la publicidad, entre  otros,  precisando que su ausencia puede generar nulidad de lo actuado. Así, la  notificación  personal representa, en el Estado Social de Derecho, “un   instrumento   de   concreción  del  debido  proceso  y,  en  consecuencia,  del  derecho  constitucional  de  toda  persona para acceder a la  administración de justicia”.   

Por  último,  anota  que  del  listado  de  providencias   que   según   el   ordenamiento   legal  deben  ser  notificadas  personalmente,   “se   infiere   la   necesidad  de  implementar  medidas  acordes  con la magnitud del problema con el fin de evitar  que  miles  de  procesos colapsen por falta de una debida notificación que bien  se  puede  adelantar  a través de los mecanismos de notificación señalados en  el  Decreto”, lo cual “no  solo  incide  de  forma  directa en el derecho de acceso a la justicia, sino que  además     da     aplicación    efectiva    al    principio    de    celeridad  procesal”.            

V.  CONCEPTO DE LA PROCURADURÍA GENERAL DE  LA NACIÓN   

Dentro de la oportunidad legal, la funcionaria  designada  por el Procurador General de la Nación para rendir concepto ante los  impedimentos  aceptados,  solicitó declarar la inexequibilidad del Decreto 3955  de  2008, que surgiría como consecuencia de la inconstitucionalidad del Decreto  3929 de 2008, también pedida por ese mismo órgano.   

En  subsidio, frente a la eventualidad de que  la  Corte  Constitucional  considere  ajustada  a  la  Carta  la declaratoria de  conmoción   interior,   plantea   la  inexequibilidad  del  mencionado  decreto  legislativo  por  razones  de  fondo,  opinando  que  en  lo que hace al aspecto  meramente  formal  esa  preceptiva  respeta  las normas adjetivas superiores que  rigen al efecto.   

Explica  que  para  efectuar  la revisión de  fondo  del  Decreto  3955  de 2008, tuvo en consideración que de acuerdo con la  Carta,  en  los  estados  de excepción las facultades del Gobierno Nacional son  las  estrictamente  necesarias  para  conjurar  las  causas  que determinaron la  declaratoria  e  impedir  la extensión de sus efectos, por lo cual los decretos  pertinentes  sólo  pueden  referirse  a materias que tengan relación directa y  específica  con  dicha  situación  y  las  medidas  que  se  adopten deben ser  proporcionales a la gravedad de los hechos.   

Sobre  la  naturaleza  de  esa verificación,  afirma  que  esta  corporación  no ha adoptado una posición definitiva, puesto  que  en  algunas  oportunidades  la  ha  abordado  como parte del estudio de los  requisitos  del  control  de  forma  y,  en  otras,  la ha asumido dentro de las  consideraciones  normativo-materiales,  propias  del  análisis de fondo, siendo  claro,   de   todas   formas,   en   materia   de  conexidad,  que  “es  un  elemento determinante del control de inexequibilidad, con  carácter   independiente   y   autónomo   en   las  consideraciones  del  Juez  Superior”.     

Indica  que  la  declaratoria  del  estado de  conmoción  interior,  realizada  mediante el Decreto 3929 de 2008, “tuvo  como  causa  el  ‘anormal’  e  inadecuado  funcionamiento  de  la  Administración  de Justicia, a partir de la  huelga  de  los  funcionarios  y  empleados  de  la rama judicial”,  cuya manifestación concreta fue la parálisis de las actividades  jurisdiccionales  y  el agravamiento de los problemas de congestión, que impide  el  acceso  de  los  ciudadanos  ante las autoridades judiciales para reclamar y  hacer efectivas sus prerrogativas jurídicas.   

A su vez, el Decreto 3955 de 2008 fue expedido  con  el  fin de otorgar facultades a la Sala Administrativa del Consejo Superior  de  la Judicatura para contratar la notificación en los procesos judiciales, lo  cual  para el Ministerio Público en principio se ajusta a la Constitución y la  ley,  en  tanto  que  a  esa  entidad  compete por mandato superior, entre otras  funciones,  adelantar  actividades  y gestiones para el eficaz funcionamiento de  las corporaciones y despachos judiciales (arts. 256 y 257 Const.).   

Con todo, al confrontar las medidas adoptadas  en   el   Decreto   bajo   revisión,   atinentes  a  la  contratación  de  las  notificaciones  de los procesos judiciales, encuentra que éstas corresponden al  giro  ordinario  de  las  funciones del Presidente de la República y de la Sala  Administrativa  del  Consejo  Superior  de  la  Judicatura, siendo en su parecer  evidente  que ni el primero requería acudir a las facultades extraordinarias de  la  conmoción  interior para impartir tales directrices, que bien pudo fijar en  ejercicio  de su potestad reglamentaria; ni la segunda requería mandato expreso  para  adoptar  medidas  en  uno  u otro sentido, “las  cuales  bien  puede  implementar,  según  su  criterio  autónomo, en cualquier  tiempo   y   lugar,   en   ejercicio  de  sus  competencias  constitucionales  y  legales”.    

Expresa,  además,  que  tales medidas no son  estrictamente  necesarias para conjurar las causas que motivaron la declaración  de  la conmoción interior y sustentaron su expedición, por cuanto “en    nada    contribuyen   a   reestablecer   del   (sic)  estado de  cosas  judicial  existente  con  anterioridad  al  cese  de  actividades  de los  funcionarios  y empleados de la rama jurisdiccional”,  razón   por   la   cual  solicita  declarar  inexequible  el  Decreto  3955  de  2008.   

VI.    CONSIDERACIONES    DE   LA   CORTE  CONSTITUCIONAL   

1. Competencia  

De  conformidad  con  lo  dispuesto  por  los  artículos  214-6  y 241-7 de la Constitución Política, corresponde a la Corte  Constitucional  ejercer  control   oficioso  de constitucionalidad sobre el  Decreto  N°  3955  de  2008,  expedido  por  el  Presidente de la República en  ejercicio   de   las   facultades  que  le  confiere  el  artículo  213  de  la  Constitución  Política  y  en  desarrollo del Decreto N° 3929 de octubre 9 de  2008, por medio del cual se declaró el estado de conmoción.   

Sería  ésta  la  oportunidad  para que la  Corte  reconociera  si  los  problemas  en  la  notificación  de  los  procesos  judiciales,  a  los cuales se quiso hacer frente con las medidas adoptadas en el  Decreto  3955 de 2008, se “agudizaron” con  la  aberrante  suspensión  en las actividades judiciales, como  consecuencia  “directa y específica” de  tal  suspensión,  dificultades  que  en realidad le anteceden y  ello   constituiría   base  para  excluir  dicha  preceptiva  del  ordenamiento  jurídico.   

    

Pero mediante sentencia C-070 de 2009 (febrero  12),  Ms.  Ps. Humberto Antonio Sierra Porto y Clara Elena Reales Gutiérrez, la  Corte  Constitucional  declaró  la   inexequibilidad  del  Decreto 3929 de  2008,  por  el  cual  se dispuso el Estado de Conmoción Interior. Así pues, al  haber  desaparecido  la causa jurídica que sirvió de fundamento para dictar el  Decreto  3955  de 2008, objeto de revisión, dicha preceptiva consecuencialmente  deviene inconstitucional.   

Como lo ha establecido esta corporación en  anteriores  pronunciamientos  (Cfr.  C-129  de  marzo  19 de 1997, M. P. Antonio  Barrera   Carbonell),   ante  tal  situación  basta  a  la  Corte  realizar  un  “pronunciamiento  formal”  sobre       la       inexequibilidad       “por  consecuencia”,  de  cada  uno  de  los  decretos que  dieron  lugar  a  medidas  en desarrollo del correspondiente estado excepcional,  atendiendo   que   el   artículo   241  superior  le  asigna  competencia  para  “decidir     definitivamente”     sobre  los  decretos  legislativos  expedidos  con fundamento en los  artículos 212, 213 y 215 superiores.   

Con  base  en  la terminante consideración  anterior,  la  Corte declarará la inexequibilidad del Decreto 3955 de 2008, por  vulnerar consecuencialmente la Constitución Política.   

VII. DECISIÓN    

En mérito de lo expuesto, la Sala Plena de  la  Corte  Constitucional,  administrando  justicia  en  nombre del pueblo y por  mandato de la Constitución,       

RESUELVE      

Declarar         INEXEQUIBLE  el Decreto Legislativo 3955 de  octubre 11 de 2008.   

Notifíquese,  comuníquese,  publíquese,  insértese  en  la Gaceta de la Corte Constitucional y archívese el expediente.  Cúmplase.   

NILSON PINILLA PINILLA  

Presidente  

               Magistrado                                                                                                      Magistrada   

    Con Aclaración de Voto  

JAIME  CORDOBA  TRIVIÑO                                                                       GABRIEL EDUARDO MENDOZA MARTELO   

               Magistrado                                                                       Magistrado   

MAURICIO                     GONZÁLEZ  CUERVO               MARCO GERARDO MONROY CABRA   

               Magistrado                                                                      Magistrado   

HUMBERTO             ANTONIO            SIERRA  PORTO            CLARA    INÉS   VARGAS  HERNÁNDEZ   

               Magistrado                                                                         Magistrada   

                                        

MARTHA  V. SÁCHICA DE  MONCALEANO   

Secretaria General  

                                                                          Impedimento  Aceptado   

IVÁN ESCRUCERÍA MAYOLO  

Secretario Ad-hoc    

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *