C-176-09

Sentencias 2009

    Sentencia  C-176-09   

Referencia:  Expediente  RE-149   

Revisión  de  Constitucionalidad del Decreto  021  de  enero  8  de  2009  “Por  el  cual  se  levanta el Estado de Conmoción  Interior”.   

Dra.  CLARA  ELENA REALES  GUTIÉRREZ   

Bogotá, D.C., dieciocho (18) de marzo de dos  mil nueve (2009)   

La  Sala Plena de la Corte Constitucional, en  ejercicio  de sus atribuciones constitucionales, en especial las previstas en el  artículo  241  numeral  7  de la Constitución Política, y cumplidos todos los  trámites  y requisitos establecidos en el Decreto 2067 de 1991, ha proferido la  siguiente   

SENTENCIA   

En el proceso de revisión constitucional del  Decreto  Legislativo  021  del  ocho  (08)  de  enero  de 2009 “Por el cual se  levanta el Estado de Conmoción Interior”.   

     

I. ANTECEDENTES     

El trece (13) de enero de 2009 el Ministro del  Interior  y  de Justicia, delegatario de funciones presidenciales, de acuerdo al  Decreto  017  de  2009, Fabio Valencia Cossio remitió a la Corte Constitucional  el  Decreto  021  de  ocho  (8)  de  enero  del  mismo  año  para  su revisión  constitucional.   

Mediante  auto  del  9 de febrero de 2009, la  magistrada  ponente  avocó  el  conocimiento  del  proceso  de  la  referencia.  Cumplidos  los  trámites constitucionales y legales estatuidos para procesos de  esta índole, procede la Corte Constitucional a decidir.      

I. TEXTO DE LA NORMA  ACUSADA     

Se  transcribe  a  continuación el texto del  decreto legislativo sometido  a revisión:   

DECRETO 021 DE ENERO 8 DE  2009   

“Por el cual se levanta el  Estado de Conmoción Interior”   

EL  PRESIDENTE  DE  LA  REPÚBLICA DE COLOMBIA   

en ejercicio de la facultades que le confiere  el artículo 213 de la Constitución Política, y   

CONSIDERANDO   

Que por Decreto 3929 de octubre 9 de 2008, se  declaró  el  Estado  de  Conmoción  Interior  en todo el Territorio Nacional a  partir de la vigencia de dicho decreto.   

Que  las  medidas  adoptadas contribuyeron a  conjurar  las  causas  que  motivaron  la  declaratoria del Estado de Conmoción  Interior.   

Que de conformidad con el artículo 213 de la  Constitución  Política  los  decretos legislativos que dicte el Gobierno dejan  de regir tan pronto como se declare restablecido el orden público.   

DECRETA  

ARTÍCULO PRIMERO: A  partir  del día 8 de enero de 2009, levantase el Estado de Conmoción declarado  por Decreto 3929 de 2008.   

ARTÍCULO     SEGUNDO:    El   presente   Decreto   rige   a   partir   de   la  fecha  de  su  expedición.   

PUBLÍQUESE    Y  CÚMPLASE.   

Dado  en Bogotá D.C., a  ocho (8) de enero de 2009.   

Siguen   firmas   del   Presidente  de  la  República,  de 10 Ministros y de 3 Viceministros encargados de las funciones de  los  despachos  de los ministerios de  Relaciones Exteriores, de Hacienda y  Crédito Público y de Comercio, Industria y Turismo.   

     

I. CONCEPTO  DEL  PROCURADOR GENERAL DE LA NACION     

En la oportunidad legal, el señor Procurador  General  de  la  Nación  rindió  el  concepto  de  rigor  y  solicitó  a esta  Corporación  declararse  inhibida  por  falta  de  competencia para estudiar el  Decreto  021  del  8 de enero de 2009 “Por el cual se  levanta  el  Estado  de  Conmoción  Interior”  o en  subsidio  la INEXEQUIBILIDAD del mismo por la ocurrencia del fenómeno jurídico  de  la  inconstitucionalidad  por  consecuencia.  La solicitud de inhibición la  fundamentó en los siguientes argumentos:   

1.  El decreto de levantamiento de conmoción  interior  no  es  un  decreto  legislativo  de  desarrollo,  porque en él no se  adoptan  medidas  para  conjurar  la  crisis,  por  el contrario, su expedición  evidencia,   que  han  desaparecido  las  circunstancias  que  condujeron  a  la  declaratoria de tal estado.   

2.   La   expedición   de  un  decreto  de  levantamiento  del  estado de conmoción interior, sólo es procedente cuando se  termina  por decisión gubernamental con anterioridad al plazo que el decreto de  declaración  haya  fijado, pues si dicho plazo se cumple y no hay prórroga, no  se   requiere   que   un   nuevo   decreto   establezca   el  levantamiento  del  mismo.   

3.  El decreto de levantamiento del estado de  excepción  no  contiene  elementos  normativos que desarrollen la declaratoria,  sino  la  mera  voluntad del Gobierno Nacional de adoptar tal determinación, es  por  tanto  que  se  constituye  en una disposición sin contenido jurídico que  pueda  ser  objeto  de  control de constitucionalidad y, en consecuencia, no hay  lugar a verificar la integridad y supremacía de la Constitución.   

4.   Un   examen  por  parte  de  la  Corte  Constitucional  del  decreto  que  levanta  la  conmoción  interior conduciría  exclusivamente  a  la  declaratoria de exequibilidad del mismo, lo cual no es el  propósito  de  dicho  control, ya que su inexequibilidad, implicaría una orden  del  Gobierno  Nacional  para que se mantenga la medida de estado de excepción,  desconociéndose    así    la    estructura    misma    de    los    principios  democráticos.   

En subsidio, el señor Procurador solicitó a  la  Corte  declarar  la inexequibilidad por consecuencia del decreto que levanta  la   conmoción   interior,   con   el   argumento   de  que  al  declararse  la  inexequibilidad  del  decreto habilitante, los decretos expedidos con fundamento  en  el  mismo carecen de sustento jurídico, quedan cobijados por el manto de la  inconstitucionalidad y deben desaparecer de la órbita jurídica.   

     

I. CONSIDERACIONES DE  LA CORTE CONSTITUCIONAL     

     

1. Competencia     

La  Corte  Constitucional  es competente para  conocer  de este proceso, por tratarse de la revisión de un decreto legislativo  dictado  por el Gobierno con fundamento en el artículo 213 de la Constitución,  de  conformidad con lo dispuesto en los artículos 214 numeral 6º y 241 numeral  7º de la Constitución.   

     

1. El  control  constitucional   del   decreto  legislativo  mediante  el  cual  se  levanta  la  conmoción interior.     

Según lo plantea el Procurador General de la  Nación,   la  Corte  Constitucional  carece  de  competencia  para  revisar  la  constitucionalidad  del  Decreto  021  de  2009,  por  no  ser  este  un decreto  legislativo  de  desarrollo  y porque el control del decreto mediante el cual se  declara restablecido el orden público es inocuo.   

Esta Corporación no comparte esta posición.  Según  lo  disponen  los  artículos  214, numeral 6 y el 241, numeral 7, de la  Constitución  Política,  a  la Corte Constitucional se le confía la guarda de  la  integridad  y supremacía de la Constitución y con tal propósito le asigna  la  competencia  para decidir definitivamente sobre la constitucionalidad de los  decretos  legislativos  que  dicte  el gobierno con fundamento en los artículos  212, 213 y 214 de la Constitución.   

El  numeral  6  del  artículo  214 Superior,  establece expresamente lo siguiente:   

6.   El   Gobierno  enviará  a  la  Corte  Constitucional    al    día   siguiente   de   su   expedición,   los    decretos    legislativos    que   dicte   en   uso   de   las  facultades   a   que   se   refieren  los  artículos  anteriores,    para    que    aquella    decida    definitivamente    sobre   su  constitucionalidad.  Si  el  Gobierno no cumpliere con el deber de enviarlos, la  Corte   Constitucional   aprehenderá   de   oficio  y  en  forma  inmediata  su  conocimiento. (Resaltado agregado al texto)   

Como   se   puede   observar,   la   norma  constitucional  no  distingue  entre  tipos  de  decretos  legislativos, ya sean  declaratorios  o  de  desarrollo,  ni  restringe el control constitucional a los  decretos  de desarrollo expedidos en virtud de la declaratoria de los estados de  excepción.  Por  el  contrario  la  norma  cobija  a  todos los decretos que se  expidan  con  fundamento  en los artículos 212, 213 y 214, esto es, tanto a los  decretos  declarativos  del  estado  de  excepción,  como a los decretos que lo  desarrollan, prorrogan o levantan.   

Al    respecto    ha    señalado    esta  Corporación:   

“Es  incuestionable  que el Decreto que se  revisa  de  levantamiento del estado de conmoción interior ostenta el carácter  de  Decreto  Legislativo, pues se trata de un ordenamiento jurídico dictado por  el  Presidente   de  la República dentro del mismo proceso de declaratoria  de  tal  estado   y que obedece al mandato de la Carta Política que prevé  la  declaratoria  de  restablecimiento del orden público cuando cesen las   causas  que  originaron la conmoción interior (arts. 214-4 y 213 inciso 3, CP).  Tal  restablecimiento traerá como consecuencia la extinción de los decretos de  conmoción  interior,  sin perjuicio de que pueda prorrogarse la vigencia de los  decretos  proferidos  al amparo de tal conmoción por 90 días más.1   

Incluso,  la  Corte  ha  ido  más  allá  al  señalar  que estos decretos deben ser objeto de un control total, por vicios de  procedimiento  en  su  formación  y  por  su contenido material, siendo esta la  única  manera  de  garantizar  la  primacía  de la Constitución como norma de  normas.2   

     

1. Levantamiento de  los estados de excepción     

El  numeral  4  del  artículo  214  de  la  Constitución  dispone  que  “tan pronto hayan cesado  la  guerra  exterior  o  las  causas  que  dieron  lugar al Estado de conmoción  interior,  el gobierno declarará restablecido el orden público y levantará el  estado de excepción”.   

Esta declaratoria no es meramente formal, sino  que  tiene  como  finalidad  asegurar  que  las  medidas que se hayan dictado al  amparo  del  estado  de  guerra exterior o de conmoción interior dejen de regir  tan   pronto  se  declare  restablecido  el  orden  público,  lo  cual  resulta  particularmente  importante  cuando se han suspendido leyes incompatibles con el  estado de excepción.   

De  conformidad  con  lo  que  establecen los  artículos  93  de  la  Carta,  27  de  la Convención Americana de los Derechos  Humanos,   4°   del  Pacto  Internacional  de  Derechos  Civiles  y  Políticos  ‑que  hacen  parte  del  bloque    de    constitucionalidad   ‑  y  el  16 de la Ley 137 de 1994, Ley Estatutaria de los Estados de  Excepción,  el  Gobierno  debe enviar “al Secretario  General  de  la  Organización  de Estados Americanos y al Secretario General de  las  Naciones  Unidas, una comunicación en que de aviso a los Estados Partes de  los   tratados   citados,  de  la  declaratoria  del  estado  de  excepción”,  así   como  “cuando  sea  levantado el estado de excepción.”   

Por  lo  tanto, el control constitucional del  decreto  legislativo  mediante el cual se levanta la conmoción interior permite  constatar  si el Gobierno cumplió con la obligación constitucional o si por el  contrario  abusó  del  estado  de  excepción y prolongó la vigencia del mismo  más  allá  de  lo  debido  a pesar de que las causas que lo originaron habían  desaparecido.   

     

1. Inconstitucionalidad por consecuencia     

En  cuanto  a  los requisitos formales que el  decreto  legislativo  revisado debe cumplir, la Corte observa que el Decreto 021  de   enero   8   de   2009:   1)  se  dictó  en  ejercicio  de  las  facultades  constitucionales  y  legales, en especial las conferidas por el artículo 213 de  la  Constitución Política, en desarrollo de lo dispuesto en el Decreto 3929 de  octubre  9  de  2008,  que  declaró el Estado de Conmoción Interior en todo el  territorio  nacional;  2)  está  firmado  por  el Presidente de la República y  todos  sus  ministros,  bien  sea como ministros titulares o encargados de una o  varias  carteras,  o  por funcionarios encargados de las funciones de dirección  de  un ministerio; 3) Tiene una parte motiva; y 4) fue expedido el 8 de enero de  2009,  es  decir,  dentro  del  término de los noventa (90) días del Estado de  Conmoción  Interior  declarado  por el Decreto 3929 de 2008. En conclusión, el  decreto  cumplió  con  los requisitos constitucionales previstos para este tipo  de decretos.   

No  obstante lo anterior, cuando es declarada  inexequible  el  decreto  declaratorio  del  estado de excepción, esto es de la  norma  que  es  el  fundamento  para  la expedición de otras, deben desaparecer  también  del  ordenamiento  jurídico todas las que se expidieron en desarrollo  de  aquélla, por ausencia de causa jurídica. Sin embargo es necesario tener en  cuenta,  que  este  tipo de inconstitucionalidad resulta sólo cuando existe una  relación  de  causa  a  efecto  entre  la  norma  causal  o  determinante  y la  derivada,3  que  es  lo que en efecto sucede entre el decreto declarativo y el  que pone fin al estado de excepción.    

Mediante sentencia C-070 del 12 de febrero de  2009,  ésta  Corporación declaró la inexequibilidad del Decreto 3929 del 9 de  octubre  de  2008,  por medio del  cual se decretó el Estado de Conmoción  Interior,  esto  implica  que, la causa jurídica que sirvió de fundamento para  dictar  el  Decreto  021 de 2009 objeto de revisión ha desaparecido. Por tanto,  al   no   existir   el   fundamento   jurídico   para   dictar  dicho  decreto,  consecuencialmente  éste deviene en inconstitucional y no puede la Corte entrar  a hacer el análisis que le compete.   

La Sentencia C-488 de 1995 ilustra claramente  la posición de la Corporación:   

“Entre  los  decretos que puede expedir el  Presidente  de  la  República  con  base  en las atribuciones excepcionales que  consagra  el  artículo  213  de  la  Constitución Política, debe distinguirse  entre  el  decreto  inicial  -por  el  cual  se  declara el Estado de Conmoción  Interior  en  todo  o  en  parte  del  territorio  nacional,  en  cuya virtud el  Presidente   asume   los   poderes   extraordinarios  que  el  aludido  precepto  constitucional   supone-;   los  decretos  legislativos  que  se  dictan  en  su  desarrollo  -es  decir,  los  que plasman las medidas encaminadas a conjurar las  causas  de  la  perturbación  y  a  impedir  la extensión de sus efectos-; los  decretos  legislativos  por  medio  de  los  cuales  se  prorroga  el  Estado de  Conmoción  Interior  -lo  cual puede ocurrir hasta por dos períodos de noventa  (90)  días,  fuera  de  los iniciales, el segundo previo concepto favorable del  Senado  de  la  República-;  el  decreto por el cual se declara restablecido el  orden  público y, en consecuencia, se levanta el Estado de Conmoción Interior;  y  el decreto por medio del cual, si así lo considera el Ejecutivo, se prorroga  la vigencia de las medidas adoptadas, hasta por noventa (90) días.   

“La  declaración  de inconstitucionalidad  del   Decreto   declaratorio   del   Estado   de   Conmoción  Interior  implica  necesariamente  que  corran  la  misma suerte las demás disposiciones adoptadas  por  el  Gobierno  en  el  marco de la excepcional institución consagrada en el  artículo 213 de la Carta Política.   

“Se  trata de una inconstitucionalidad por  consecuencia,  es  decir, del decaimiento de los decretos posteriores a raíz de  la  desaparición  sobreviniente  de  la  norma que permitía al Jefe del Estado  asumir   y   ejercer   las   atribuciones   extraordinarias   previstas   en  la  Constitución.   

“Cuando  tal  situación  se  presenta, la  Corte  Constitucional  no  puede entrar en el análisis de forma y fondo de cada  uno  de  los  decretos  legislativos  expedidos,  pues  todos  carecen  de causa  jurídica  y  son  inconstitucionales  por  ello,  independientemente de que las  normas  que  consagran,  consideradas en sí mismas, pudieran o no avenirse a la  Constitución”.   

Para el caso que nos ocupa, esta Corporación  mediante  sentencia C-070 del 12 de febrero de 2009, declaró la inexequibilidad  del  Decreto  3929  del  9 de octubre de 2008, por medio del cual se decretó el  Estado  de Conmoción Interior, por consiguiente, la causa jurídica que sirvió  de  fundamento  para dictar el decreto objeto de revisión ha desaparecido. Así  las  cosas,  al  no  existir  el fundamento jurídico para dictar dicho decreto,  consecuencialmente éste deviene en inconstitucional.   

Sin embargo, resulta necesario precisar, como  lo  ha  hecho  la  Corte  en  otras  oportunidades,4 que la inconstitucionalidad de  los  decretos  dictados  con fundamento en un estado de excepción, en el evento  de  que  el  decreto  que  lo  adopta  es declarado inexequible, produce efectos  jurídicos  a  partir  del  momento  en  que  se  notifique el fallo respectivo.   

De  conformidad  con  lo  expuesto,  y  sin  necesidad  de  verificar  los  aspectos formales y materiales del Decreto 021 de  2009,   debe   forzosamente   concluirse   en   su   inconstitucionalidad,  como  consecuencia del aludido fallo.   

V.  DECISION   

En mérito de lo expuesto, la Sala Plena de la  Corte  Constitucional, administrando justicia en nombre del pueblo y por mandato  de la Constitución,   

RESUELVE:   

Primero.-         Declarar      INEXEQUIBLE  el Decreto Legislativo 021 del 8 de enero de 2009 “por medio del  cual     se    levanta    el    Estado    de    Conmoción    Interior”    por  consecuencia.   

Cópiese,   notifíquese,   comuníquese,  cúmplase,  insértese  en  la Gaceta de la Corte Constitucional y archívese el  expediente.   

NILSON PINILLA PINILLA  

Presidente  

MAURICIO   GONZALEZ   CUERVO                       JUAN    CARLOS   HENAO   PEREZ    

Magistrado                                                            Magistrado   

Ausente  con excusa            

                                                                   

GABRIEL       EDUARDO      MENDOZA  MARTELO      CRISTINA PARDO SCHLESINGER   

                            Magistrado                                                                        Magistrada (E)   

JORGE   IVAN  PALACIO  PALACIO               CLARA ELENA REALES GUTIÉRREZ   

Magistrado                                                                   Magistrada (E)   

HUMBERTO  ANTONIO  SIERRA  PORTO               LUIS ERNESTO VARGAS SILVA   

Magistrado                                                                          Magistrado   

MARTHA VICTORIA SACHICA MENDEZ  

Secretaria General  

Impedimento aceptado  

IVAN HUMBERTO ESCRUCERIA MAYOLO  

Secretario Ad-hoc  

    

1  Sentencia C-579 de 1992.   

2  Sentencias C-579 de 1992 y C-004 de 1992.   

3  Sentencia C-530 de 2000.   

4  Sentencia C-186 de 1997.     

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