C-245-09

    Sentencia C-245-09  

Referencia: expediente D-7567  

Demandante: Universidad del Cauca.  

Demanda  de  inconstitucionalidad  contra los  artículos  144  y 145 de la Ley 1152 de 2007 “por la  cual  se  dicta  el  Estatuto  de  Desarrollo  Rural,  se  reforma  el Instituto  Colombiano    de    Desarrollo    Rural,    Incoder,    y    se   dictan   otras  disposiciones”.    

Magistrado Ponente:  

Dr. JUAN CARLOS HENAO PÉREZ 

    

Bogotá,  D.C., primero (1°) de abril de dos  mil nueve (2009)    

La  Sala Plena de la Corte Constitucional, en  ejercicio  de  sus  atribuciones  constitucionales  y  en  cumplimiento  de  los  requisitos  y  trámites  establecidos  en  el decreto 2067 de 1991, profiere la  presente   

SENTENCIA     

I. ANTECEDENTES.     

En   ejercicio   de  la  acción  pública  consagrada  en  el artículo 241 de la Constitución, la Universidad del Cauca a  través  de  apoderado,  instauró  demanda  de inconstitucionalidad contra los  artículos  144  y 145 de la Ley 1152 de 2007 “por la  cual  se  dicta  el  Estatuto  de  Desarrollo  Rural,  se  reforma  el Instituto  Colombiano    de    Desarrollo    Rural,    Incoder,    y    se   dictan   otras  disposiciones.”    

Cumplidos  los  trámites  previstos  en  el  artículo  242  de  la  Constitución  y  en  el  Decreto 2067 de 1991, la Corte  Constitucional    procede    a    decidir    acerca    de    la    demanda    en  referencia.   

II.     NORMAS  DEMANDADAS.   

El  texto de las disposiciones demandadas es  el siguiente:   

“LEY 1152 DE 2007  

(Julio 25)  

Diario  Oficial  No. 46700 de 25 de julio de  2007   

“CAPÍTULO III  

Procedimiento  administrativo  de extinción  del dominio   

   

ARTÍCULO     144°.-     Establézcase  en  favor de la Nación la extinción del derecho de  dominio  o  propiedad  sobre  los  predios  rurales  en  los cuales se dejare de  ejercer  posesión  en  la  forma  establecida  en  el artículo 131 de esta Ley  durante  tres  (3) años continuos, salvo fuerza mayor o caso fortuito, o cuando  los  propietarios  violen  las disposiciones sobre conservación, mejoramiento y  utilización   racional   de   los   recursos  naturales  renovables  y  las  de  preservación y restauración del ambiente.   

   

Lo dispuesto en este artículo no se opone a  la  declaratoria  de  extinción del dominio cuando, a la fecha en que empiece a  regir   esta   Ley,   hubiere  transcurrido  un  lapso  de  tres  (3)  años  de  inexplotación  del  inmueble,  o  si  dicho  término se cumpliere dentro de la  vigencia de esta norma.   

   

Cuando  la  posesión  se  hubiere ejercido  sobre  una parte del predio solamente, la extinción del dominio no comprenderá  sino  las porciones incultas que no se reputen poseídas conforme a lo dispuesto  en el artículo 131 de esta Ley.   

   

La  Unidad  Nacional  de  Tierras  Rurales  tendrá  a  su  cargo  adelantar las diligencias y dictar las resoluciones sobre  extinción  del  derecho  de  dominio  privado  sobre predios rurales, según lo  previsto en la presente Ley.   

   

Parágrafo:  La  acción  de  dominio  no  procederá  en  los  casos  de  predios  de resguardos  indígenas,  los  de  propiedad colectiva de comunidades negras y los demás que  de   acuerdo   con   la   Constitución   Nacional   ostenten   la   calidad  de  imprescriptibles, inalienables e inembargables.   

   

ARTÍCULO     145°.-     En  el  estatuto  que  regule  el  procedimiento  administrativo de  extinción   de   dominio,  además  de  las  disposiciones  que  se  consideren  necesarias, se incluirán las siguientes:   

   

1.   La   resolución   que   inicie   el  procedimiento   será  inscrita  en  la  oficina  de  Registro  de  Instrumentos  Públicos  correspondiente.  Quien  adquiera  derechos  reales  a partir de este  registro,  asumirá  desde  entonces  las  diligencias  en  el  estado en que se  encuentren.   

   

2.  Los  términos  probatorios  no podrán  exceder  de  treinta  (30)  días,  distribuidos  como indique el reglamento. La  resolución  sobre  extinción  de dominio deberá dictarse dentro de los quince  (15) días siguientes al vencimiento del término probatorio.   

   

3.  Contra  la  resolución que declare que  sobre  un  fundo  o  parte de él se ha extinguido el derecho de dominio privado  sólo  proceden  el  recurso  de  reposición,  dentro  de  los  cinco (5) días  siguientes  a  su  notificación,  y  la acción de revisión ante el Consejo de  Estado,  Sala  de  lo Contencioso Administrativo, en única instancia, según lo  previsto   en   el  numeral  8o.  del  artículo  128  del  Código  Contencioso  Administrativo.  La  demanda  de  revisión  deberá  presentarse  dentro de los  quince  (15)  días  siguientes a la fecha de ejecutoria del acto administrativo  correspondiente.  Si  no  se  presenta  la  demanda  de revisión en el término  indicado,  o  si  aquella  fuere rechazada, o la sentencia del Consejo de Estado  negare  la  revisión  demandada, la Unidad procederá a remitir a la Oficina de  Registro  de  Instrumentos Públicos correspondiente copia de la resolución que  decretó   la  extinción  del  dominio  privado,  para  su  inscripción  y  la  consecuente   cancelación   de   los  derechos  reales  constituidos  sobre  el  fundo.   

   

   

5.    En   todos   los   procedimientos  administrativos  de  extinción  del  derecho de dominio deberá practicarse una  inspección  ocular  al  predio intervenido por la Unidad. Cuando se trate de la  causal  relacionada  con el incumplimiento de la función social de la propiedad  prevista  en  la  presente  Ley, los dictámenes serán rendidos por dos peritos  que   contrate  la  Unidad  de  Tierras  con  personas  naturales  o  jurídicas  legalmente  autorizadas  para ello, pero la práctica, elaboración y rendición  del  experticio  se  someterá  a  las  reglas establecidas en esta Ley y lo que  disponga el decreto reglamentario.   

   

Cuando   la   causa   que   origine   el  adelantamiento  del  proceso  administrativo  de  extinción  del  dominio esté  relacionada   con  la  violación  de  las  disposiciones  sobre  conservación,  mejoramiento  y utilización racional de los recursos naturales renovables y las  de   preservación   del   ambiente,   los  experticios  se  rendirán  por  dos  funcionarios   calificados   de   la   Corporación   Autónoma   Regional   con  jurisdicción  en  el  municipio  de  ubicación  del  inmueble, conforme a ¡as  regias y metodología que para tai efecto señale el reglamento.   

   

6. Cuando se trate de probar aprovechamiento  de  la  tierra  con ganados, en superficies cubiertas de pastos naturales, será  indispensable  demostrar de manera suficiente el aprovechamiento económico o la  realización  de  inversiones  durante el término fijado para la extinción del  dominio.”   

      

I. LA DEMANDA.     

El demandante manifiesta  que  los  artículos 144 y 145 de la Ley 1152 de 2007 vulneran los artículos 34  y 58 de la Constitución.   

En  los  términos de la  demanda,  los  artículos materia de reclamo contemplan la extinción de dominio  por  vía  administrativa, procedimiento que a juicio del actor solo procede por  la  vía  judicial,  según lo dispuesto por el artículo 34 de la Constitución  Política :   

“Artículo   34.  ‘(…)  No  obstante,  por  sentencia judicial, se  declarará   extinguido   el  dominio  sobre  los  bienes  adquiridos,  mediante  enriquecimiento   ilícito,  en  perjuicio  del  tesoro  público  o  con  grave  deterioro de la moral social.”   

Así  mismo  invocó  el  demandante  el  artículo  58  constitucional  por  el  cual  se señaló que el  procedimiento  que  puede adelantar el Estado, para obtener el dominio de bienes  lícitos  de  una persona natural o jurídica por motivos de utilidad pública o  interés  social, es el proceso de expropiación mediante indemnización previa,  alcance  que  es  totalmente contrario a lo previsto en los artículos 144 y 145  de  la  Ley  1152  de 2007, en virtud de los cuales la extinción se aplica para  todos los bienes indistintamente del origen de su dominio.   

El   actor  apoya  su  argumento  en  la  sentencia  C-740 de 2003, en la cual se sostiene que se puede  adelantar  proceso  de  extinción  de dominio por incumplimiento de la función  social  y  ecológica de la propiedad pero no por ello se “autoriza,   ni   expresa   ni  tácitamente,  la  realización  de  un  proceso  administrativo  para  tal  fin,  como  si lo hace  expresamente    en    el    caso    de    la    expropiación”,  de  manera que la acción de extinción del  derecho   de   dominio   tiene   que   ser   declarada   en  sede  judicial,  no  administrativa.   

Así,  el  precedente  consagrado  en  dicha  providencia  fue  reiterado  por  la Corte Constitucional  mediante  la  sentencia  C-1118  de  2004,  cuando  al referirse a la acción de  extinción    de    dominio    expresó    que    “[…]   la  propiedad  que  garantiza  el  artículo  58  constitucional  es  aquella adquirida de conformidad con las leyes civiles; a su  vez  el  artículo  34  superior  permite  la  declaración de la extinción del  derecho  de  dominio  sobre  bienes  adquiridos  a  través  de  enriquecimiento  ilícito,  en  perjuicio  del  Tesoro Público o con grave deterioro de la moral  social,   normas   cuya   interpretación  ya  fue  desarrollada  por  la  Corte  Constitucional    en    la    sentencia    C-740    de   2003”.   

Manifiesta la demandante  que  si  bien al legislador le asiste la facultad para desarrollar legalmente la  Constitución,  éste  debe  hacerlo sobre los mismos preceptos constitucionales  sin   pretender  superarlos,  de  manera  que  el  “[…]  artículo  34  de  la  Constitución Política de  1991  debe prevalecer por encima de los desarrollos legales del mismo, y que las  competencias  del  legislador no pueden ir más allá de lo que el constituyente  primario  ya ha elevado a norma constitucional. No compete reglar al Congreso de  la  República  algo distinto a lo que claramente se ha definido en el contenido  del  derecho  constitucional, para nuestro caso en particular definir un proceso  administrativo  para   la  extinción  del  derecho  de  dominio,  cuando  ya la Carta Política ha definido en concreto que  debe         hacerse        a        través        de        un        trámite  jurisdiccional.”.    

Por  lo  expuesto,  la Universidad del Cauca  solicita  se  declare  la inconstitucionalidad de los artículos 144 y 145 de la  Ley 1152 de 2007.     

IV.          INTERVENCIONES.   

4.1          Ministerio de Agricultura.   

Señaló el apoderado del  Ministerio  de  Agricultura  que  la  Corte  se  ha  pronunciado  en  múltiples  oportunidades  sobre  el  derecho  de  propiedad  a  propósito  de la figura de  extinción  del  dominio  prevista  en  el  artículo  34  de  la  Constitución  Política.  Es  así  como desde la Constitución de 1886 se ha venido limitando  progresivamente  el  régimen  constitucional  de  la propiedad, que ha incluido  entre  otros, la acción de extinción del dominio respecto de bienes adquiridos  mediante  enriquecimiento ilícito, en perjuicio del Tesoro Público o con grave  deterioro de la moral social.   

Esta evolución progresiva  del  derecho  a  la  propiedad ha delineado tres aspectos fundamentales que son:  “(i)   la  exigencia  de  licitud  del título que origina el derecho de propiedad; (ii) la atribución de  una  función  social  y ecológica de este derecho; y (iii) la subordinación o  sujeción  de  su  ejercicio a razones de utilidad pública o interés social”  en  esa  vía  se tiene que la extinción de dominio prevista en el artículo 34  de  la  Constitución  opera  cuando  la  propiedad  adolece  del primero de los  aspectos   citados,   es   decir   la  ilicitud  del  título.”   

En ese orden, consideró  el  representante  del  Ministerio  de  Agricultura, que la reserva judicial que  demanda  el artículo 34 superior “[…] no  aplica  para toda clase de acción o procedimiento de extinción  del  dominio,  sino para aquella que única y exclusivamente tiene como causa el  enriquecimiento   ilícito  […]”,  de  forma  que mal podría exigirse al legislador que configure dicho  procedimiento      con      los      postulados      de     esa     disposición  constitucional.   

De   otra  parte,  el  Ministerio  estima que el procedimiento administrativo de extinción del dominio  tampoco  es  contrario  al  artículo  58  constitucional,  ya  que  éste no se  equipara  al  procedimiento  de  expropiación  previsto en la norma respecto de  bienes  adquiridos  en  forma  lícita,  para  los  cuales el precepto exige que  medien  motivos  de utilidad pública e interés social e indemnización previa.  En  este caso, se trata de una figura que se remonta más allá de la ley 135 de  1965,  por  la cual se sanciona la omisión de darle a la propiedad una función  social  y,  hoy  día,  una  función  ecológica; mientras que la expropiación  opera  de  manera  independiente a que se satisfagan exigencias relacionadas con  tales  funciones o con la licitud del título. Distinción que se hace de manera  explicita y detallada en la sentencia C-740 de 2003.   

En  ese  orden,  son los  artículo  64,  65  y  66  de  la  Constitución  Política,  los  que sirven de  fundamento  para  que  el  Estado cree condiciones necesarias para garantizar el  acceso  progresivo  de los trabajadores agrarios a la propiedad de la tierra, de  manera  que a través de mecanismos administrativos como el de la extinción del  dominio,  ingresan al patrimonio de la Nación, en calidad de baldíos, aquellos  predios  rurales  en  los cuales ha dejado de ejercerse la posesión agraria por  un   término   de  tres  (3)  años  ó  cuando  sus  propietarios  violen  las  disposiciones  sobre conservación, mejoramiento, y utilización de los recursos  naturales    renovables    y    la    preservación    y    restauración    del  ambiente.   

Adicionalmente, frente a  la  medida  administrativa  y,  como  garantía  la misma, la Ley 1152 prevé la  acción  de  revisión  de  grado  jurisdiccional,  a  que  sean  los jueces, en  últimas,     quienes     decidan     sobre     la     juridicidad     de     la  actuación.   

4.2          Ministerio  de  Hacienda  y  Crédito  Público.   

La  representante  del  Ministerio   de  Hacienda  y  Crédito  Público,  señaló  que  el  recurrente  confundió  la  acción  penal  de  extinción  del dominio que procede frente a  bienes  que  provienen  de  una  actividad ilícita con el proceso de extinción  administrativa  que  opera  sobre bienes ociosos e incultos, cuya inexplotación  contraría   los   principios   que   soportan   la   función   social   de  la  propiedad.   

Precisó además, que la  noción  de  propiedad  dejó ser absoluta a partir de la reforma constitucional  de  1936,  en  tanto  se  introdujo respecto de ella una función social que fue  reiterada  y  acentuada  en  la constitución de 1991, además de incorporar una  función  ecológica,  todo  ello  dentro  del  contexto  de un estado social de  derecho.   

Así,  la  extinción de  dominio  administrativa  opera  cuando  el  propietario  ha  dejado  de  ejercer  posesión   agraria   sobre  un  inmueble,  evento  en  el  cual  el  fundamento  constitucional  de  la  medida  no  deviene  del  artículo  34  superior  sino,  precisamente,  de  la  función social de la propiedad que impone obligaciones y  supone  limitaciones  en  los  términos  previstos  en  el  artículo  58 de la  Carta.   

Precisa  entonces  la  apoderada  del  Ministerio, que una cosa es el proceso de extinción del dominio  y,  otra  muy  distinta, que el Estado dentro de la facultad de intervención en  la  economía y por razones de utilidad pública e interés social, requiera del  uso  de un predio específico, caso en el cual, la expropiación no procede como  sanción y supone una indemnización previa.   

En  consecuencia,  nada  impide  que  en  desarrollo  del  artículo  58  constitucional se desarrolle la  figura  de  extinción  administrativa  del  dominio,  sin perjuicio del control  jurisdiccional  posterior,  una  vez  se  agote la vía gubernativa. Por lo cual  solicita  se  declaren  exequibles  los artículos demandados.      

V.            CONCEPTO  DEL  PROCURADOR  GENERAL DE LA  NACIÓN.    

En su concepto del 25 de febrero de 2009, el  Procurador  General de la Nación, Alejandro Ordóñez Maldonado, solicitó a la  Corte  Constitucional  declarar  la exequibilidad de los artículos 144 y 145 de  la Ley 1052 de 2007.    

En  concepto de la Vista Fiscal el artículo  58  de  la  Carta  Política consagró que “ […] la  propiedad  es  una  función  social  que  implica obligaciones. Como tal, le es  inherente  una  función  ecológica  […]”.  Así,  “La  función  social de la propiedad, que existe en  nuestro  país desde la reforma constitucional de 1936, implica que, en aras del  interés  general  (artículo  1º  superior)  los  bienes  deben  ser útiles o  provechosos  tanto  para su dueño o poseedor como para la comunidad en general.  (…)’.   

‘(…)  4.2.  Cuando  el propietario de un predio desconoce la función social o ecológica de  la   propiedad  está  incumpliendo  una  obligación  constitucional,  lo  cual  comporta,  entre  otras  sanciones,  la  extinción de la propiedad del bien, la  cual  en  relación con los predios rurales está regulada por las disposiciones  acusadas.   

4.3. El artículo 144 de la ley 1152 de 2007,  demandado,  consagra  a favor de la Nación la extinción del derecho de dominio  o  propiedad  sobre predios rurales en los cuales se dejare de ejercer posesión  en  la  forma establecida en el artículo 131 de esa ley, durante tres (3) años  continuos,  salvo  fuerza  mayor o caso fortuito, cuando los propietarios violen  las  disposiciones  sobre conservación, mejoramiento y utilización racional de  los  recursos  naturales  renovables  y las de preservación y restauración del  ambiente.   

El legislador, en ejercicio de su libertad de  configuración,  a  través  de  la  misma  disposición  le otorgó a la Unidad  Nacional  de  Tierras  Rurales  la  competencia para adelantar las diligencias y  dictar  las  resoluciones  sobre extinción del derecho de dominio privado sobre  tales predios.   

Por  su  parte,  el  artículo  145  ibídem  consagra  algunas  disposiciones  que  deben  ser observadas en el procedimiento  administrativo  de  extinción  de dominio de predios rurales. (…)’   

‘(…)  hay que  decir  que  el  actor interpreta de manera errada la disposición constitucional  invocada  como vulnerada, si se tiene en cuenta que la extinción del derecho de  dominio   contemplada   en  el  artículo  34  de  la  Carta  Política  es  una  consecuencia  de  la  adquisición  de  bienes  de  manera  ilegítima, esto es,  obtenidos  a  través  de una actividad ilícita, mientras que la extinción del  dominio  prevista  en  el  Estatuto  de  Desarrollo  Rural  es  el resultado del  incumplimiento  de la función social o ecológica de la propiedad, para lo cual  la     Constitución     no     exige    sentencia    judicial.(…)’   

‘(…) 4.5. Así  mismo,  el  demandante  confunde  la  extinción  del  derecho  de  dominio  por  incumplimiento  de  la  función  social o ecológica de los predios respectivos  con  la  expropiación  consagrada  en  el  artículo  58 de la Carta Política,  institución  que  si  bien,  a  diferencia  de  la  extinción  del  dominio no  constituye  una sanción para el propietario, pues su fin es la satisfacción de  necesidades de utilidad pública o interés social.   

Es  del  caso  señalar  que el artículo 58  superior  consagra la expropiación mediante sentencia judicial e indemnización  previa,  pero  también  prevé  que  en  los casos que determine el legislador,  dicha   expropiación  podrá  adelantarse  por  vía  administrativa, sujeta a posterior acción contenciosa  administrativa,        incluso       respecto       del       precio.”   

En consecuencia, sostiene la Vista Fiscal que  las  normas  acusadas  no vulneran los artículos 34 y 58 de la Carta Política,  razón por la cual debe declararse su constitucionalidad.   

VI.            CONSIDERACIONES  Y  FUNDAMENTOS  DE  LA  CORTE.     

1.                    Competencia.    

La  Corte  Constitucional es competente para  conocer  de la presente demanda, en los términos previstos por el numeral 4 del  artículo  241  de la Constitución Política, al dirigirse contra disposiciones  que integran una ley de la república.    

2.            Cosa Juzgada Constitucional. Reiteración  de jurisprudencia.   

El   artículo  241  de  la  Constitución  Política,  confía  a  la  Corte  Constitucional  la  guarda de la integridad y  supremacía  de  la  Constitución,  en  los  términos  de  este mismo precepto  superior.  Por consiguiente y en armonía con lo establecido en el artículo 243  Superior,  de  conformidad  con el cual “[L]os fallos  que    la  Corte  dicte  en  ejercicio  del  control  jurisdiccional  hacen  tránsito   a   cosa  juzgada  constitucional”,  las  decisiones  que en ejercicio de dicha función constitucional adopta el Tribunal  Constitucional  tienen  carácter  definitivo e inmutable, lo cual corresponde a  la  institución  de la Cosa Juzgada Constitucional y desarrolla el principio de  seguridad jurídica.   

Por  tanto, es claro para la Sala, y así lo  ha  establecido  la  jurisprudencia  de  esta  Corte,  que  en relación con las  sentencias  de  constitucionalidad el principio general  es  la  cosa  juzgada  constitucional absoluta, el cual  impide  que  el  juez se pronuncie de nuevo sobre lo que ya ha sido juzgado    por   esta   Corporación   en  providencias   constitucionales   anteriores,   o   inicie   un   nuevo   debate  constitucional  respecto  de  normas  sometidas  a  decisiones  constitucionales  definitivas,        dado       el       carácter  incontrovertible2    de    tales   providencia  judiciales.  En  este  sentido,  la  institución  jurídica  de la cosa juzgada  constitucional,  promueve  la  estabilidad  de  las  sentencias  judiciales,  la  certeza3          respecto   de  sus  efectos,  y    la    seguridad    jurídica.    4   

A este respecto, debe la Sala resaltar que el  principio  de cosa juzgada constitucional absoluta cobra mayor relevancia cuando  se  trata de decisiones de inexequibilidad, por cuanto en estos casos las normas  analizadas  y  encontradas  contrarias  a  la Carta Política son expulsadas del  ordenamiento  jurídico, no pudiendo sobre ellas volver a presentarse demanda de  inconstitucionalidad  o  ser  objeto  de nueva discusión o debate. Lo anterior,  máxime  si  se trata de una declaración de inexequibilidad de la totalidad del  precepto  demandado o de la totalidad de los preceptos contenidos en una ley. En  tales  casos,  independientemente  de  los  cargos,  razones y motivos que hayan  llevado  a  su  declaración de inconstitucionalidad, no es posible emprender un  nuevo  análisis  por  cuanto  tales  normas  han  dejado de existir en el mundo  jurídico.   

Ahora  bien, en el caso de las declaraciones  de  inexequibilidad  parcial  o  declaratorias de exequibilidad, observa la Sala  que  prima  facie existe cosa  juzgada  constitucional  absoluta,  y  que  la excepción, que como tal debe ser  expresamente  señalada  en la Sentencia, bien sea en su parte resolutiva o bien  sea  en su parte motiva, es la cosa juzgada relativa, que se refiere únicamente  a  uno  o más motivos determinados de inconstitucionalidad y, por consiguiente,  deja  abierta  la  posibilidad  de nuevas demandas contra la misma disposición,  por otros motivos o razones.   

Para  el  análisis  del  presente  caso, es  importante  para  la Sala resaltar (i) en primer lugar, que el principio general  es  que las sentencias de la Corte hacen tránsito a cosa juzgada constitucional  absoluta;  (ii) en segundo lugar, que las declaraciones  de  INEXEQUIBILIDAD  que  hace  la Corte, siempre  hacen  tránsito  a  cosa juzgada  constitucional  absoluta,  por  cuanto  en  estos  casos  las  normas  acusadas,  analizadas   y   encontradas   inconstitucionales   por  esta  Corporación  son  expulsadas  del  ordenamiento jurídico, y por tanto, respecto de ellas no puede  volver   a   entablarse   ningún   tipo   de   discusión  o  debate  sobre  su  constitucionalidad;  y  (iii) en tercer lugar, que la anterior regla cobra mayor  relevancia  cuando  la declaratoria de inexequibilidad se refiere a la totalidad  de   los  enunciados  normativos  demandados  o  de  los  enunciados  normativos  contenidos  en  una  ley, caso en el cual las normas acusadas, al ser declaradas  inexequibles  y  salir  con ello del ordenamiento jurídico, no pueden ni seguir  produciendo  efectos  jurídicos  ni  volver a ser demandadas,  y ello aún  cuando  se  trate  de  cargos  diferentes,  por  cuanto  desde un punto de vista  lógico-jurídico  las normas en cuestión han dejado de existir en el mundo del  derecho.   

Al  entrar al análisis de fondo respecto de  las  disposiciones  acusadas  se  encuentra  que  la  Sala  Plena  de  la  Corte  Constitucional  se  pronunció  respecto  de  la  constitucionalidad  del  texto  completo  de la Ley 1152 de 2007, la cual fue demandada por omisión de consulta  previa  a  las  comunidades  indígenas  y  afrodescendientes  del  país en los  términos  del  Convenio  169  de  la OIT, declarando inexequible el texto de la  ley.   

En efecto, mediante sentencia C- 175 de 2009,  la Corte estudió y resolvió lo siguiente:    

“Declarar INEXEQUIBLE la Ley 1152 de 2007  “Por  la  cual  se  dicta  el  Estatuto  de  Desarrollo  Rural,  se reforma el  Instituto   Colombiano   de   Desarrollo  Rural,  INCODER,  y  se  dictan  otras  disposiciones”.   

Por lo expuesto, la Corte habrá de estarse a  lo resuelto en la sentencia C- 175 de 2009.   

VII.                   DECISIÓN.    

En  mérito  de  lo  expuesto,  la  Corte  Constitucional,  administrando  justicia,  en nombre del pueblo y por mandato de  la Constitución,   

RESUELVE   

   

ESTARSE    A   LO   RESUELTO  en  la  sentencia  C-  175  de  2009, mediante la cual se declaró  inexequible la Ley 1152 de 2007.   

Cópiese,   notifíquese,   comuníquese,  insértese  en  la  Gaceta de la Corte Constitucional, cúmplase y archívese el  expediente.   

   

NILSON PINILLA PINILLA  

Presidente  

Magistrado  

CLARA ELENA REALES GUTIÉRREZ  

Magistrada (E)  

LUIS ERNESTO VARGAS SILVA  

Magistrado  

GABRIEL EDUARDO MENDOZA MARTELO  

Magistrado  

Magistrado  

Ausente con Excusa  

CRISTINA PARDO SCHLESINGER  

Magistrada (E)  

HUMBERTO ANTONIO SIERRA PORTO  

Magistrado  

JORGE IVAN PALACIO PALACIO  

Magistrado  

MARTHA     VICTORIA     SACHICA    DE  MONCALEANO   

Secretaria General  

    

1  Sentencia C- 037 de 1996.   

2  Sentencia  C-397 de 1995. En el mismo sentido, en la sentencia C-489 de 2000, se  dijo   que   “el  fenómeno  de  la  cosa  juzgada  constitucional,  tal  como lo ha reiterado la Corte, no sólo se presenta cuando  existe  una decisión anterior del juez constitucional en relación con la misma  norma  que nuevamente es objeto de demanda, sino también cuando dicha decisión  recae  sobre  una  disposición  distinta  pero que es literalmente igual o cuyo  contenido normativo es idéntico”.   

3  Sentencia C-153 de 2002.   

4 Ver  Sentencia C-337-07 .     

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