C-520-09

    Sentencia C-520-09  

LIBERTAD  DE  CONFIGURACION  LEGISLATIVA  EN  MATERIA          PROCESAL-Alcance/LIBERTAD     DE     CONFIGURACION     LEGISLATIVA     EN     MATERIA  PROCESAL-Límites   

LEGISLADOR-Competencia        para       consagrar       recursos/LEGISLADOR-Proporcionalidad        y  razonabilidad en la definición de las formas   

El alcance de la potestad legislativa ha sido  precisado  por  esta  Corporación, en diversas ocasiones, habiendo resaltado la  corte  que  el  legislador  dispone de un amplio margen de discrecionalidad para  regular  los  procesos judiciales, esto es para determinar el procedimiento, las  actuaciones,   acciones  y  demás  aspectos  que  se  originen  en  el  derecho  sustancial,  al  igual  que goza de un amplio margen de libertad para determinar  los  recursos  que  proceden en cada instancia contra las decisiones judiciales,  las  circunstancias  en  las  que éstos proceden y la oportunidad procesal para  incoarlos  y  decidirlos.  No obstante, dicha potestad no es absoluta, pues ella  encuentra  sus  límites  en  los  principios  y  valores constitucionales, y ha  considerado,  la  doctrina  constitucional  que  la  competencia  normativa  del  legislador  resulta  acorde  con el estatuto superior, siempre y cuando tenga en  cuenta  los  siguientes  aspectos:  i)  que  atienda  los principios y fines del  Estado  tales  como  la  justicia y la igualdad entre otros; ii) que vele por la  vigencia  de  los  derechos  fundamentales  de  los  ciudadanos  que  en el caso  procesal  civil puede implicar derechos como el debido proceso, defensa y acceso  a  la  administración  de  justicia; iii) que obre conforme a los principios de  razonabilidad  y  proporcionalidad  en  la  definición  de las formas y iv) que  permita  la  realización  material  de  los  derechos  y  del  principio  de la  primacía del derecho sustancial sobre las formas.   

RECURSO EXTRAORDINARIO DE REVISION-Finalidad   

RECURSO EXTRAORDINARIO DE REVISION-Excepción al principio de cosa juzgada   

RECURSO EXTRAORDINARIO DE REVISION-Causales taxativas   

RECURSO  DE  REVISION  EN  LA  JURISDICCION  CIVIL-Procedencia  contra  sentencias  incluidas  las  proferidas por jueces municipales en única instancia   

En  un  asunto  similar  al  que es objeto de  estudio  en  el  presente  proceso,  en  la  sentencia  C-269  de 1998, la Corte  declaró  inexequible  una norma del Código de Procedimiento Civil que excluía  de  la  posibilidad  de  acudir  al  recurso  extraordinario  de  revisión  las  sentencias  dictadas  por  los  jueces  municipales  en  única instancia, al no  encontrar  la  Corte  que  existiera  un  principio  de  razón  suficiente, que  justifique  que  una norma como la acusada, excluya a determinadas sentencias de  ser   revisadas  mediante  este  recurso  extraordinario,  a  pesar  de  haberse  configurado  una de las causales analizadas. La Corte recordó, en primer lugar,  que  “el  recurso  de  revisión  fue  estatuido como un mecanismo excepcional  contra  la  inmutabilidad  de  la  cosa  juzgada,  por la ocurrencia de hechos y  conductas  contrarios  a  derecho  que,  una  vez  configurados,  desvirtúan la  oponibilidad  de  la  sentencia, y por ende, la seguridad jurídica que le sirve  de  fundamento,  al   carecer de un elemento esencial: la justicia que debe  inspirar  toda  decisión  judicial. Su finalidad es, (…)  restablecer la  buena  fe, el debido proceso, el derecho de contradicción  y  la cosa  juzgada,  entre  otros. Por esta razón, se ha dicho que más que un recurso, es  un  verdadero  proceso.”  En  segundo  lugar,  la Corte examinó las distintas  causales  que  hacían  viable  el  recurso  extraordinario  de revisión en los  procesos  civiles, y encontró que no existía justificación para excluir a las  sentencias de única instancia dictadas por los jueces municipales.   

RECURSO  EXTRAORDINARIO  DE  REVISION  EN  LA  JURISDICCION                CONTENCIOSO               ADMINISTRATIVA-Finalidad/RECURSO   EXTRAORDINARIO   DE  REVISION    EN    LA    JURISDICCION    CONTENCIOSO   ADMINISTRATIVA-Excepción al principio de la cosa juzgada   

También  la  jurisprudencia  del  Consejo de  Estado  ha reconocido que el recurso extraordinario de revisión, no obstante la  autoridad  de  la cosa juzgada que ampara las sentencias ejecutoriadas, y previa  la  constatación  de  la  ocurrencia  de  alguna  de  las expresas causales que  autorizan  su  utilización,  permite enmendar errores o ilicitudes cometidos en  la  expedición  de la sentencia, con el fin de restituir el derecho al afectado  a través de una nueva sentencia.   

RECURSO  EXTRAORDINARIO  DE  REVISION  EN  LA  JURISDICCION  CONTENCIOSO  ADMINISTRATIVA-Término para  interponerlo/RECURSO  EXTRAORDINARIO DE REVISION EN LA  JURISDICCION    CONTENCIOSO   ADMINISTRATIVA-Término  establecido por el legislador   

El  Código Contencioso Administrativo regula  el  recurso  extraordinario  de  revisión y prevé para su procedencia causales  similares  a  las  estatuidas  para los recursos extraordinarios de revisión en  materia  civil,  penal y laboral, que cuando se presentan, autorizan al afectado  a  cuestionar  la  firmeza  de  la  sentencia  ejecutoriada,  con el fin de  corregir  los  errores  o  ilicitudes  que  llevaron a una sentencia contraria a  derecho.  En estos eventos se considera que existen razones de justicia material  que  justifican  desconocer  la  cosa  juzgada,  porque la sentencia cuestionada  está  basada  en  hechos  falsos, o erróneos, cuya falsedad o incorrección no  pudo   ser   conocida   en   el   momento  en  que  se  profirió  la  sentencia  recurrida.   

DERECHO  DE  ACCESO  A  LA  ADMINISTRACION DE  JUSTICIA    O    DERECHO    A    LA    TUTELA    JUDICIAL   EFECTIVA-Alcance   

RECURSO  EXTRAORDINARIO  DE  REVISION  EN  LA  JURISDICCION  CONTENCIOSO ADMINISTRATIVA-Desarrollo del  derecho a acceder a la administración de justicia   

RECURSO  EXTRAORDINARIO  DE  REVISION  EN  LA  JURISDICCION  CONTENCIOSO  ADMINISTRATIVA-Restricciones  para  su  procedencia  desconoce  los  derechos  a  la igualdad y al acceso a la  justicia/RECURSO  EXTRAORDINARIO  DE  REVISION  EN  LA  JURISDICCION  CONTENCIOSO ADMINISTRATIVA-Exclusiones de  procedencia     carecen     de     justificación    constitucional/RECURSO  EXTRAORDINARIO  DE  REVISION EN LA JURISDICCION CONTENCIOSO  ADMINISTRATIVA-No  exigencia  de la interposición del  recurso de apelación   

En todos los eventos previstos en el artículo  188  CCA, que precisa las causales de revisión, se garantiza al perjudicado con  una  sentencia  que  desconoce la justicia material, la posibilidad de acceder a  la  justicia  y  obtener la protección de sus derechos, pudiendo, cualquiera de  las  causales  que  dan  lugar  al  recurso  extraordinario  de  revisión en lo  contencioso  administrativo,  configurarse  en  cualquier  clase de proceso cuya  naturaleza  permita  su  ocurrencia,  al  igual  que  dada  la naturaleza de las  causales   del  recurso  extraordinario,  la  mayoría  referidas  a  hechos  no  conocidos  al  momento  en  que se dicta la sentencia, no resulta jurídicamente  viable  sujetar  el ejercicio de recursos extraordinarios al uso de los recursos  de  naturaleza  ordinaria.  Una  exigencia  de este tipo forzaría a que siempre  fuera  necesario apelar la sentencia, con el fin de dejar abierta la puerta para  la  eventual  ocurrencia  de  alguna  de  las  causales  que da lugar al recurso  extraordinario   de   revisión.  Por  ello,  la  disposición  cuestionada  que  Restringe   el   recurso   extraordinario   de  revisión  en  la  jurisdicción  contencioso  administrativa  a  las  sentencias  ejecutoriadas  dictadas por las  Secciones  y  Subsecciones  de  la  Sala  de  lo  Contencioso Administrativo del  Consejo  de  Estado  y  por  los Tribunales Administrativos, en única o segunda  instancia,  excluyendo  del  precitado  recurso  las  sentencias  proferidas  en  procesos  de  única instancia de competencia de los jueces administrativos, las  sentencias  no  apeladas  proferidas  en  los  procesos conocidos por los jueces  administrativos  en  primera  instancia,  las  sentencias  proferidas en segunda  instancia  por los jueces administrativos y las sentencias proferidas en primera  instancia  por  los  Tribunales Administrativos, niega la posibilidad a quien se  ha  visto perjudicado con una sentencia fundada en pruebas o hechos fraudulentos  o  erróneos,  de  obtener  la  tutela  judicial  efectiva, como tampoco resulta  compatible  con el derecho a la igualdad y al acceso a la justicia, que se exija  la  interposición  de  un  recurso  de apelación como condición procesal para  acceder  al  recurso  extraordinario  de  revisión.  Por tanto, no encuentra la  Corte  que  exista  un  principio  de  razón suficiente, que justifique que una  norma  como  la  acusada,  excluya  a  determinadas  sentencias de ser revisadas  mediante  este recurso extraordinario, a pesar de haberse configurado una de las  causales  analizadas,  y  en esa medida resulta contraria al derecho a acceder a  la justicia, al derecho a la igualdad y al debido proceso.   

OMISION  LEGISLATIVA  RELATIVA-Configuración   por   no  permitir  el  recurso  extraordinario  de  revisión      contra      sentencias      de      juzgados     y     tribunales  administrativos   

Encuentra   la   Corte  que  la  expresión  “dictadas  por  las  Secciones  y  Subsecciones  de  la Sala de lo Contencioso  Administrativo  del  Consejo  de Estado y por los Tribunales Administrativos, en  única  o  segunda  instancia”,  contenida en el artículo 57 de la Ley 446 de  1998,  sería  inconstitucional  por haber incurrido en una omisión legislativa  relativa  al  no  permitir que las sentencias ejecutoriadas de primera o segunda  instancia  de  los  Juzgados  Administrativos  y las de primera instancia de los  Tribunales  Administrativos,  fueran  pasibles  del  recurso  extraordinario  de  revisión,   por   lo  que  detectada  esta  inconstitucionalidad  por  omisión  legislativa  relativa,  es  necesario  definir  cuál  es  la  mejor  manera  de  subsanarla,  siendo  la  que  mayor seguridad jurídica genera, la que conduce a  declarar  la  inexequibilidad  de  la expresión “dictadas por las Secciones y  Subsecciones  de  la Sala de lo Contencioso Administrativo del Consejo de Estado  y  por  los Tribunales Administrativos, en única o segunda instancia”, con el  fin  de  que  bajo  la  expresión “sentencias ejecutoriadas” empleada en el  artículo  cuestionado,  queden cobijadas todas las hipótesis de sentencias que  admitirían  el  recurso  extraordinario  de revisión: (i) las dictadas por las  Secciones  y  Subsecciones  de  la  Sala  de  lo  Contencioso Administrativo del  Consejo  de Estado; (ii) las dictadas en única, primera o segunda instancia por  los  Tribunales  Administrativos  y  (iii)  las  dictadas  en  primera o segunda  instancia   por   los   Jueces   Administrativos,  cuya  naturaleza  permita  la  interposición de tal recurso.   

JURISDICCION        CONTENCIOSO  ADMINISTRATIVA-Procesos   en   los   que  no  resulta  procedente el recurso extraordinario de revisión   

RECURSO  EXTRAORDINARIO  DE  REVISION  EN  LA  JURISDICCION  CONTENCIOSO  ADMINISTRATIVA-Remisión al  código     de     procedimiento     civil     para    determinar    competencia  funcional   

Dada  la ausencia de una norma específica en  el  Código  Contencioso  Administrativo que establezca la competencia funcional  del  Consejo  de  Estado y de los Tribunales Administrativos para conocer de los  recursos   extraordinarios   de   revisión  promovidos  contra  las  sentencias  ejecutoriadas  de  primera o segunda instancia de los Juzgados Administrativos y  de  primera  instancia  de los Tribunales Administrativos, es necesario acudir a  las  normas del Código de Procedimiento Civil, a las cuales remite expresamente  el  artículo  267  del  CCA.  Es  así  como  de conformidad con las normas del  Código  de  Procedimiento Civil que regulan la competencia funcional de la Sala  de  Casación  Civil  de  la  Corte  Suprema  de  Justicia  y  de los Tribunales  Superiores  de  Distrito Judicial frente al recurso extraordinario de revisión,  éste  debe  ser conocido siempre por el superior jerárquico, y al aplicar esta  regla  al  asunto  bajo  estudio,  resulta  que  los recursos extraordinarios de  revisión  interpuestos  contra las sentencias de primera y segunda instancia de  los   juzgados   administrativos  deberán  ser  conocidos  por  los  Tribunales  Administrativos  y  los promovidos contra las sentencias de los Tribunales y las  de  las  Secciones  y Subsecciones del Consejo de Estado, deberán ser conocidos  por  la  Sala  Contencioso  Administrativa del Consejo de Estado, conforme a las  normas de competencia aplicables al caso.   

RECURSO  EXTRAORDINARIO  DE  REVISION  EN  LA  JURISDICCION   CONTENCIOSO  ADMINISTRATIVA-Procedencia  contra sentencias ejecutoriadas   

Referencia: expediente D-7485  

Actor: Javier Domínguez Betancur  

Demanda  de  inconstitucionalidad  contra  el  artículo 57 (parcial) de la Ley 446 de 1998.   

Magistrada Ponente:  

Dra. MARÍA VICTORIA CALLE CORREA  

Bogotá,  D.C.,  cuatro  (4)  de  agosto  de dos mil nueve  (2009).   

La  Sala Plena de la Corte Constitucional, en cumplimiento  de   sus   atribuciones   constitucionales   y  de  los  requisitos  y  trámite  establecidos en el Decreto 2067 de 1991, ha proferido la siguiente:   

SENTENCIA  

     

I. ANTECEDENTES     

En  ejercicio  de  la  acción  pública  de  inconstitucionalidad           consagrada  en  los artículos 40-6 y 241 No. 45 de la Constitución  Política,  el  ciudadano  Javier  Domínguez  Betancur demandó el artículo 57  (parcial),  de  la  Ley 446 de 1998, considerando que la norma acusada viola los  artículos   2,   13,   228   y  229   de  la  Constitución  Política  de  1991.   

Mediante  Auto  del  treinta  y  uno  (31) de  octubre  de  dos mil ocho (2008), el Magistrado sustanciador admitió la demanda  y  ordenó  comunicar  la  iniciación  del  proceso  al señor Presidente de la  República,  al  Ministerio  del  Interior  y  de  Justicia,  de  acuerdo con lo  dispuesto  en  el artículo 11 del Decreto 2067 de 2001, al Instituto Colombiano  de  Derecho Procesal y a la Academia Colombiana de Jurisprudencia, con arreglo a  lo  prescrito  por  el  artículo 13 del Decreto 2067 de 1991. Asimismo, ordenó  correr  traslado  al señor Procurador General de la Nación, dando cumplimiento  a  lo  prescrito  por el artículo 7° del referido Decreto. Finalmente, ordenó  fijar  en  lista las normas acusadas para efectos de la intervención ciudadana,  cumpliendo   lo   establecido   en   el   artículo  7°  del  Decreto  2067  de  1991.   

Cumplidos  los  trámites  constitucionales y  legales,  propios de los procesos de constitucionalidad, la Corte Constitucional  procede a decidir acerca de la demanda en referencia.   

     

I. NORMA  DEMANDADA     

Se  trascribe  el texto de la norma, tal como  aparece  publicado  en el Diario Oficial No. 43.335, de 8 de julio de 1998, y se  subraya el aparte demandado:   

“LEY  446  DE  1998   

(julio 7)  

Por  la  cual  se adoptan como legislación  permanente  algunas  normas del  Decreto 2651 de 1991, se modifican algunas del  Código  de  Procedimiento   Civil, se derogan otras de la Ley 23 de 1991 y del  Decreto  2279  de  1989,  se modifican y expiden normas del Código Contencioso  Administrativo   y   se    dictan  otras  disposiciones  sobre  descongestión,  eficiencia y acceso a la justicia.   

EL CONGRESO DE COLOMBIA  

DECRETA:  

“Artículo  57.  Recursos  ordinarios, consulta y recursos  extraordinarios.  El  Título  XXIII  del  Libro  4o.  del  Código  Contencioso  Administrativo, quedará así:   

TITULO XXIII.  

RECURSOS  ORDINARIOS,  CONSULTA  Y RECURSOS  EXTRAORDINARIOS   

(…)  

CAPITULO 3  

RECURSOS EXTRAORDINARIOS  

SECCION 1a.  

EL    RECURSO    EXTRAORDINARIO    DE  REVISION   

ARTICULO    185.  Procedencia.  El  recurso  extraordinario  de  revisión procede  contra  las  sentencias ejecutoriadas dictadas por las  Secciones  y  Subsecciones  de  la  Sala  de  lo  Contencioso Administrativo del  Consejo  de  Estado  y  por  los Tribunales Administrativos, en única o segunda  instancia”.   

     

A juicio del actor, mediante la disposición  acusada  se  delimita  el  ámbito  de  ejercicio del recurso de revisión a las  sentencias  dictadas  por  las  Secciones  y  Subsecciones  de  la  Sala  de  lo  Contencioso   Administrativo   del  Consejo  de  Estado  y  por  los  Tribunales  Administrativos,  en  única o segunda instancia. De ese modo, queda excluida la  revisión  de  las  providencias  “que profieren  los   diferentes  jueces  que  conforman  la  jurisdicción  de  lo  contencioso  administrativo”,  como  pueden  ser  las dictadas en  primera  instancia por parte de los juzgados o tribunales administrativos cuando  no     hayan     sido     apeladas.      El     legislador     –dice  el  demandante-  introduce  así  implícitamente,  como  requisito de procedibilidad del recurso de revisión, la  interposición de la alzada.   

El   demandante   expone   tres  cargos  de  inconstitucionalidad   contra   la   norma  demandada  que  pueden  sintetizarse  así:   

En primer lugar, el actor aduce que la norma  demandada  vulnera  el principio de justicia consagrado en el preámbulo y en el  artículo   2º   de   la   Constitución   Política.   Señala:   “caracteriza  al  recurso  extraordinario de revisión el hecho de  que  su  procedencia  se  presenta  contra  fallos  ejecutoriados  que han hecho  tránsito  a cosa juzgada material, sin que se requiera el agotamiento previo de  los  recursos ordinarios que frente a las sentencias proceden toda vez que no es  un  requisito connatural de la revisión (…). En este sentido, se tiene que el  legislador  al  hacer  depender  la revisión de sentencias de primera instancia  del  oportuno  ejercicio  del recurso de apelación, desconoce flagrantemente el  principio  de  la justicia que impera en nuestro ordenamiento jurídico, pues no  se ve motivo justificable para ello”.   

Ahora  bien,  según el demandante, se aduce  como  razón  de  la norma acusada, el hecho de que contra una sentencia dictada  en  primera  instancia  no  es posible interponer el recurso de revisión porque  ésta  tiene  otros medios de impugnación. Pero, en su sentir, tal razonamiento  es  equivocado, porque las razones y finalidades de la apelación y la revisión  son  diferentes.  En  consecuencia,  puede darse el caso que una persona no haya  apelado  la  providencia  de  primera  instancia,  por no encontrar motivos para  hacerlo,  y  que  sin  embargo  encuentre  motivos  para  solicitar su revisión  posteriormente.  Todo  lo  cual conduce a pensar que la restricción introducida  por  la  norma  demandada,  implica  convalidar  decisiones de primera instancia  injustas o producto del fraude.   

En  segundo  lugar,  el  actor indica que se  vulnera  la  prevalencia del derecho sustancial y el acceso a la administración  de  justicia,  consagrados  en  los  artículos  228  y  229 de la Constitución  Política.  Asegura que la exigencia de interponer el recurso de apelación para  que   proceda   el   recurso   de   extraordinario   de  revisión  “resulta  ser  un  medio inadecuado e inconducente para garantizar  el  acceso  a  la justicia, pues las causales de revisión previstas por la ley,  como  se  expuso,  no  pueden  esgrimirse en la apelación debido a que, como el  lógico  ellas  surgen  cuando la sentencia ya ha hecho tránsito a cosa juzgada  material.   Entonces  frente  a  las  sentencias  referidas,  el  Legislador  ha  consagrado  unas  causales  de revisión que de ninguna forma pueden utilizarse,  es     decir,     establece     causales     pero     no     es     ‘recurso  judicial efectivo’   del   que   habla   la   H.  Corte  Constitucional para materializarlas”.   

Finalmente,  el  actor  expresa que la norma  viola  el  derecho  a  la  igualdad,  tanto  al  interior  de  la  jurisdicción  contencioso   administrativa,   como   en   consideración  a  la  jurisdicción  ordinaria.  Frente a lo primero, indica que no existe ninguna razón válida que  justifique   que   las   sentencias   proferidas   por   juzgados  o  Tribunales  Administrativos  en  primera instancia, no sean susceptibles de revisión cuando  las  mismas  no  hayan  sido  apeladas.  Agrega  que  también  se  presenta una  discriminación   frente   a   los   casos   que   son  susceptibles  del  grado  jurisdiccional  de  consulta, pues pese a que dichas sentencia no sean apeladas,  sí   es   procedente  el  recurso  de  revisión,  toda  vez  que  “el  fallo  que  se  profiere  dentro  de tal proceso [consulta]   adquiere   el  carácter  de  segunda instancia”.   

Frente  a  la  posible  vulneración  que se  presenta  del derecho a la igualdad en relación con la jurisdicción ordinaria,  precisa  el  libelista  que  tanto en materia civil, desde la Sentencia C-269 de  1998,  como  en  laboral  y  penal,  el recurso de revisión puede hacerse valer  contra  todas las decisiones judiciales ejecutoriadas, sin la exigencia de haber  utilizado    los   recursos   ordinarios.   Y,   de   ese   modo,   “se  tiene  que existe una discriminación entre quienes acceden a  la  administración  de  justicia  en  la jurisdicción ordinaria con los que lo  hacen  en  lo  contencioso  administrativo”, sin que  existan razones justificables para tal diferencia.   

El  actor  solicita  a la Corte “como  petición principal que declare la inconstitucionalidad del  artículo  57  (parcial) de la ley 446 de 1998 que modifica el artículo 185 del  Código   Contencioso   Administrativo,   y   como   petición   subsidiaria  la  declaratoria  de  exequibilidad  condicionada  de  la menciona norma para que en  todo  caso  las  sentencias  proferidas  en  primera  instancia por los jueces o  tribunales   administrativos   no   apeladas,  puedan  ser  objeto  del  recurso  extraordinario de revisión”.   

     

I. INTERVENCIONES     

     

1. Instituto  Colombiano de Derecho Procesal     

El  Instituto  Colombiano de Derecho Procesal  interviene   en   el   presente   proceso  para  solicitar  que  se  declare  la  inexequibilidad de la norma acusada.   

Para  empezar,  el Instituto considera que el  precepto   demandado  “carece  de  justificación  y  resulta   incoherente   con   el   propósito   mismo   de    este  recurso  extraordinario”, razón por la cual viola el derecho  de acceso a la administración de justicia.   

En  su concepto, la norma acusada excluye del  recurso  de  revisión  tres  clases  de  sentencias:  (i)  las dictadas por los  Tribunales  Administrativos en primera instancia y que no son apeladas, (ii) las  proferidas  por  los  jueces  administrativos  en  única  instancia,  (iii) las  expedidas  por  estos  últimos  en  primera  instancia,  que  no  son apeladas.   

Advierte  que  la  finalidad  del  recurso de  revisión  es  “otorgarle al justiciable un medio de  defensa  cuando,  luego  de  proferida  una  decisión  judicial  que  ha  hecho  tránsito  a cosa juzgada, aparecen circunstancias que no fueron conocidas en el  curso  del proceso, o aparecen pruebas que no fueron incorporadas al mismo, o se  evidencias  graves  irregularidades  procesales  que resulta imperativo concluir  que  la  decisión  recurrida  fue adoptada sobre bases probatorias o procesales  afectadas  de una grave irregularidad”. El recurso de  revisión   es   idóneo   para   obtener   una  nueva  decisión,  “teniendo  en  cuenta  los  elementos  que  debieron  ingresar  al  proceso  o  corrigiendo las graves irregularidades que lo afectan”.   

Si   eso  es  así,  asegura  el  Instituto  Colombiano  de  Derecho Procesal, cuando el justiciable no tiene conocimiento de  las  citadas  circunstancias  o  no  tiene la oportunidad de defenderse de ellas  mediante  un recurso de apelación, es injustificado que se lo prive del recurso  de  revisión.  Para  ilustrarlo,  formula  el siguiente ejemplo: si un Tribunal  Administrativo   emite   un  fallo  con  base  en  determinado  documento  y  el  perjudicado  no  apela  porque  considera que fue ajustado a derecho, pero luego  advierte  que  mediante  decisión  judicial  se declaró la falsedad del citado  documento,  en realidad no estaban sentadas las bases para interponer el recurso  de  apelación  pues  la  decisión no fue incorrecta, sino que se adoptó sobre  bases equivocadas desde el punto de vista procesal.   

Por otra parte, el Instituto cuestiona que de  modo  previo  a  la  interposición  del  recurso  de  revisión,  se  exija  la  apelación,  ya que una de las causales de la revisión reside justamente en que  exista  “nulidad  originada en la sentencia que puso  fin  al  proceso  y  contra  la  que  no  procede  recurso alguno”.  Dado  que  se  exige  que  contra la sentencia no proceda recurso  alguno,  es  absurdo  exigir  al  mismo  tiempo que se agote de manera previa el  recurso de apelación.   

Pero,  a juicio del Instituto, la norma viola  también  el  derecho  a  la  igualdad.  Según  sus  palabras,  al  limitar  la  procedencia  del  recurso  a las hipótesis contempladas por la disposición que  se  demanda, en un sistema de competencias establecido en razón de la cuantía,  lleva  a que sólo sean pasibles del mencionado recurso las sentencias que ponen  fin  a  los pleitos más cuantiosos, y sin consideración a los pleitos de menor  cuantía  que,  sin  embargo,  pueden comprometer la totalidad del patrimonio de  una persona con pocos recursos.   

Para el efecto, trae a colación el precedente  que  se  fija  en  la  Sentencia  C-269  de  1998,  mediante  la  cual  la Corte  Constitucional   consideró  que  era  inexequible  una  norma  del  Código  de  Procedimiento  Civil,  que  excluía  del  catálogo de providencias pasibles de  recurso,  las  proferidas  por los jueces municipales. En especial, el Instituto  destaca el siguiente apartado de la referida sentencia:   

Por último, el interviniente hace referencia  al  salvamento  de  voto del Magistrado Enrique Gil Botero en la providencia del  15  de agosto de 2007, CP: Ramiro Saavedra Becerra, Radicación 30514, proferida  por  la  Sección  Tercera  del Consejo de Estado. El Instituto destaca de dicho  salvamento, entre otros, el siguiente apartado:   

“No  resulta  jurídicamente viable hacer  depender  el  ejercicio  de  los  recursos  extraordinarios,  del  uso de los de  naturaleza  ordinaria;  lo  contrario,  supone  crear una exigencia que no está  consagrada   en  el  ordenamiento  jurídico  y,  adicionalmente,  desfigura  el  propósito   para   el   cual  fueron  establecidos  los  primeros  –los  extraordinarios-,  esto  es,  la  búsqueda  de  la  verdad  material,  aunque  la  misma,  en ocasiones, necesite  levantar los efectos de cosa juzgada de que goza la sentencia”.   

El  Instituto  Colombiano de Derecho Procesal  concluye  solicitando  la declaratoria de inexequibilidad de la norma demandada,  “por  establecer  una restricción en la procedencia  del  recurso  extraordinario  de  revisión  violatoria  de  los  derechos  a la  igualdad y al acceso a la administración de justicia”.   

     

1. Intervención de  la ciudadana Gloria Domínguez Betancur     

La ciudadana Domínguez Betancur interviene en  el  presente  proceso  para  coadyuvar  con  la  demanda  de la referencia, y en  consecuencia, solicita la inexequibilidad de la norma en cuestión.   

Para  empezar,  señala que no existe ningún  motivo  constitucional  que  justifique la exigencia de la interposición de los  recursos  ordinarios  para que proceda el recurso extraordinario de revisión, y  en  los informes de ponencia al proyecto de ley que contempló esta norma, no se  dice   nada  sobre  las  razones  que  llevaron  a  imponer  esta  restricción.   

La interviniente reseña la jurisprudencia del  Consejo  de  Estado  sobre la procedencia del recurso de revisión, supeditado a  la  interposición  de los recursos ordinarios. Así mismo, hace referencia a la  posición  contraria  adoptada  por  el Magistrado Enrique Gil Botero, según la  cual  no  es  posible  subordinar  la  procedencia del recurso de revisión a la  interposición del recurso de apelación.   

También  hace  referencia  a  la  doctrina  nacional  e  internacional  sobre  la  naturaleza  del recurso extraordinario de  revisión.  Indicó:  “ha dicho la Corte Suprema, con  mejor   lógica,  que  ‘a  través  del  recurso  de  revisión  se  ejercita una impugnación de carácter  extraordinario,  en  la  medida  en  que  mediante  ella  se ataca una sentencia  provista   del   sello   de   inmutabilidad   de   la  cosa  juzgada’, sello de certeza que surge cuando la  sentencia  hace  tránsito  a  cosa  juzgada material, la cual puede provenir de  sentencias   de   única   instancia  –cuando  la apelación no ha sido prevista-, de sentencias de primera  instancia   –cuando  la  apelación   siendo   procedente,  no  se  presentó-  o  de  segunda  instancia  –cuando  de  ella se hizo  uso-,  pues recuérdese que de todas esas formas se puede llegar a una sentencia  ejecutoriada y definitiva”.   

Seguidamente,  la  interviniente  explica las  diferencias  que  existen  entre el recurso ordinario de apelación y el recurso  extraordinario  de revisión, para concluir que si bien ambos tiene la finalidad  de  controvertir una sentencia, “cada uno de ellos lo  hace  de  forma  distinta, bajo motivos diversos y en oportunidades opuestas, lo  cual,  a  las  claras, evidencia sus profundas diferencias y de contera la plena  autonomía e independencia de la revisión”.   

Finalmente,  aduce  que  con  la disposición  acusada  se  vulnera  el  derecho  a  la  igualdad,  toda  vez  que “en  la jurisdicción ordinaria la revisión si procede contra las  sentencias  ejecutoriadas  de  primera instancia, sin que sea válido argumentar  que  es  razonable  aquella  diferencia  de  trato  en  consideración  a que la  jurisdicción  de  lo contencioso administrativo sea una jurisdicción especial,  debido  a  que  el  recurso  extraordinario  de revisión no es precisamente una  materia  que  deba  regularse  de  forma  distinta es esta última puesto que la  revisión  se  presenta  en  circunstancias  similares  a  como  acontece  en la  jurisdicción  ordinaria,  lo  cual  se  explica,  naturalmente, debido a que la  revisión  en  la  jurisdicción  de  lo  contencioso administrativo tuvo origen  inmediato   en   el   recurso   extraordinario  de  revisión  existente  en  la  jurisdicción civil”.   

     

I. CONCEPTO  DEL  PROCURADOR GENERAL DE LA NACIÓN     

El  Procurador  General de la Nación, Doctor  Alejandro  Ordóñez  Maldonado,  en el concepto Nº 4738 de 2009, solicita  a  esta  Corte  que declare exequible el artículo 57 (parcial) de la Ley 446 de  1998.   

Según la Vista Fiscal, el excluir del recurso  de  revisión  de las providencias de primera instancia, dictadas por los jueces  o   tribunales  administrativos  es  constitucional  y  no  viola  los  derechos  invocados   por  el  libelista.  Considera  que  “la  exclusión  de  la  procedencia  del  recurso  de  revisión para las sentencias  ejecutoriadas,  proferidas  en  primera  instancia  por  la justicia contencioso  administrativa,  no  vulnera  la  justicia  como valor y, por consecuencia, como  derecho  fundamental  en  cuanto  a  la  igualdad  de  acceso a la misma y en el  ejercicio  del  derecho de defensa, puesto que mediante el recurso de apelación  también  se  pueden  discutir sentencias viciadas de injusticia, de acuerdo con  las  causales de revisión. El agotamiento del proceso, ordinariamente antes que  de  manera  extraordinaria,  mediante apelación constituye un deber procesal, a  cargo  de  la parte inconforme, que materializa su obligación constitucional de  colaborar  para  el  buen  funcionamiento  de la administración de justicia”.   

Ahora       bien       –continúa  el  Procurador-,  una  vez  agotado  el  proceso  ordinario,  es  procedente acudir al recurso de revisión.  Justamente  por  eso se habla de aquél como un recurso extraordinario, que debe  usarse  para  anular  sentencias  debidamente  ejecutoriadas en los casos en los  cuales  se  presenten “circunstancias extraprocesales  (anormales  al debido proceso en forma ordinaria) que inciden en la justicia del  proceso  en  el  caso  concreto”.  Y  añade que, en  último  término, “[l]o que se pretende con la norma  legal  cuestionada  es  evitar  que  la revisión pierda su carácter de recurso  extraordinario  judicial  (lo  cual implica un uso y procedencia muy excepcional  del  mismo),  y se convierta en una instancia más para resolver casos concretos  cuando,  por  negligencia  procesal  de  las  partes,  no se hizo uso debido del  recurso  de  apelación en el momento procesal que correspondía (descongestión  y  eficiencia  judicial  como  política pública para garantizar el acceso a la  justicia  a  todos  los  integrantes  de  la  Nación  colombiana”.   

     

I. CONSIDERACIONES Y  FUNDAMENTOS     

     

1. Competencia     

De  conformidad  con  lo  dispuesto  en  el  artículo  241  numeral  4 de la Constitución Política, la Corte es competente  para conocer de la presente demanda.   

     

1. Problema  jurídico     

En el presente caso, la Corte debe resolver el  siguiente  problema jurídico: ¿Resulta contrario a los derechos de acceso a la  administración   de   justicia  y  a  la  igualdad,  que  en  la  jurisdicción  contencioso  administrativa una norma procesal restrinja el recurso de revisión  a    las    sentencias   ejecutoriadas   dictadas  por  las  Secciones  y  Subsecciones  de  la  Sala  de  lo  Contencioso   Administrativo   del  Consejo  de  Estado  y  por  los  Tribunales  Administrativos,  en  única  o  segunda  instancia,  y  excluya tal posibilidad  frente  a  otras  sentencias,  a  pesar  de  que  existan  las mismas razones de  justicia  material  que justifican el recurso extraordinario de revisión?    

Con  el fin de resolver el problema jurídico  planteado  la  Corporación, en primer lugar, recordará la jurisprudencia sobre  el  ejercicio  de  la  potestad  de  configuración  en  materia  procesal y los  límites  constitucionales  para su ejercicio. En segundo lugar, hará una breve  referencia  a  las finalidades que cumple el recurso extraordinario de revisión  en  general  y  a  la  jurisprudencia  constitucional  sobre el mismo. En tercer  lugar,     examinará     la     constitucionalidad     de    la    disposición  cuestionada.   

     

1. Libertad  de  configuración del Legislador en materia procedimental     

En   reiteradas   oportunidades,  la  Corte  Constitucional  ha  señalado  que  fue  voluntad  del  Constituyente asignar al  Legislador  un  amplio  margen  de  configuración  para  regular  los  procesos  judiciales,  como  manifestación  de la cláusula general de competencia que le  faculta  para  “interpretar,  reformar y derogar las  leyes”   (art.  150-1,  CP.)  y  para  “expedir  códigos  en  todos  los  ramos  de  la  legislación  y  reformar   sus  disposiciones”  (art.  150-2,  CP.).   

No   obstante  esta  discrecionalidad,  el  ejercicio  de  esta  potestad  debe  hacerse  dentro de los límites que fije la  Constitución   (art.   4º).  Estos  límites  están  representados  por  la  prevalencia y el respeto de los valores y fundamentos de  la  organización  político  institucional,  tales  como la dignidad humana, la  solidaridad,  la prevalencia del interés general, la justicia, la igualdad y el  orden  justo  (Preámbulo  art.  1º  de  la  Constitución); en la primacía de  derechos  fundamentales  de  la  persona,  entre  ellos  la  igualdad, el debido  proceso,  la  defensa  y el acceso a la administración de justicia (CP arts. 5,  13,  29  y  229)  o  el  postulado  de  la  buena  fe  de las actuaciones de los  particulares        (CP        art.       83).1   

En    atención    a    los   referentes  constitucionales  señalados,  la  Corte  ha resaltado que la legitimidad de las  normas  procesales  y  el  desarrollo del derecho al debido proceso están dados  por  su  proporcionalidad  y  razonabilidad  frente  al  fin para el cual fueron  concebidas.  Por  ende,  “la  violación  del debido  proceso  ocurriría no sólo bajo el presupuesto de la omisión de la respectiva  regla  procesal  o de la ineficacia de la misma para alcanzar el propósito para  el  cual  fue  diseñada,  sino especialmente en el evento de que ésta aparezca  excesiva  y  desproporcionada frente al resultado que se pretende obtener con su  utilización”.2   

El alcance propio de esta potestad legislativa  ha  sido  precisado  por  esta  Corporación, en diversas ocasiones.3  Así,  en la  sentencia  C-798  de  2003, la Corte resaltó que “el  legislador  dispone  de  un  amplio  margen de discrecionalidad para regular los  procesos  judiciales, esto es para determinar el procedimiento, las actuaciones,  acciones    y    demás    aspectos    que    se    originen   en   el   derecho  sustancial.4   

En  el  mismo orden de ideas, en la sentencia  C-1091  de  20035  la  Corte  reiteró  que  “el margen de  configuración  legislativa  de  los procedimientos judiciales es amplio. … la  Constitución  Política concede al legislador un amplio margen a su potestad de  configuración  en  el  diseño  de  los procedimientos judiciales, que sólo se  excede  cuando  se  afectan  claramente  derechos  fundamentales”.   

En este contexto, la Corte ha señalado que el  legislador  goza  de  un  amplio margen de libertad para determinar los recursos  que   proceden   en   cada  instancia  contra  las  decisiones  judiciales,  las  circunstancias  en  las  que  éstos  proceden  y  la  oportunidad procesal para  incoarlos   y   decidirlos.   Al  respecto,  ha  dicho  la  Corte:  “Así,  pues,  si  el  legislador  decide  consagrar un recurso en  relación  con  ciertas  decisiones  y  excluye  del  mismo otras, puede hacerlo  según  su  evaluación  acerca  de  la  necesidad y conveniencia de plasmar tal  distinción,  pues  ello  corresponde  a  la función que ejerce, siempre que no  rompa  o desconozca principios constitucionales de obligatoria observancia. Más  todavía,  puede,  con  la  misma  limitación,  suprimir  los recursos que haya  venido  consagrando  sin  que,  por  el  sólo  hecho  de  hacerlo,  vulnere  la  Constitución              Política”.6   

No  obstante,  dicha potestad no es absoluta,  pues  ella  encuentra sus límites en los principios y valores constitucionales.  “En  este  sentido,  la  doctrina  constitucional ha  considerado  que  la  competencia normativa del legislador resulta acorde con el  estatuto  superior, siempre y cuando tenga en cuenta los siguientes aspectos: i)  que  atienda  los  principios  y  fines  del  Estado tales como la justicia y la  igualdad   entre   otros;   ii)  que  vele  por  la  vigencia  de  los  derechos  fundamentales       de      los      ciudadanos7  que en el caso procesal civil  puede  implicar  derechos  como  el  debido  proceso,  defensa  y  acceso  a  la  administración   de  justicia  (artículos  13,  29  y  229  C.P.);8 iii) que obre  conforme  a los principios de razonabilidad y proporcionalidad en la definición  de  las  formas9  y  iv)  que permita la realización material de los derechos y del  principio  de  la  primacía  del derecho sustancial sobre las formas (artículo  228   C.P.).10  De  allí que no se estimen válidas, las disposiciones procesales  “que  anulan  u  obstaculizan  irrazonablemente  el  ejercicio  del derecho de  acción”,11  precisamente  porque un objetivo constitucional legítimo es el de  “realizar     objetiva,     razonable     y     oportunamente    el    derecho  sustancial”12”.13   

     

1. El  recurso  extraordinario de revisión en la jurisprudencia colombiana     

4.1.  La Corte Constitucional ha señalado en  numerosas                 ocasiones,14  la  finalidad que cumple el  recurso  extraordinario  de  revisión,  como excepción al principio de la cosa  juzgada  que  ampara  a  todas  las  sentencias  ejecutoriadas,  para que puedan  enmendarse  los errores o ilicitudes cometidas en su expedición, y se restituya  el  derecho al afectado a través de una nueva providencia fundada en razones de  justicia   material,   que   resulte   acorde  con  el  ordenamiento  jurídico.   

El  recurso  extraordinario  de  revisión,  previsto  por  la  ley  para  la  mayoría  de  las  áreas del derecho, ha sido  diseñado   para   proceder  contra  las  sentencias  ejecutoriadas,15  por  las  causales  taxativas  que  en  cada caso haya definido el legislador, las cuales,  por  regla  general,  giran  en torno a hechos o circunstancias posteriores a la  decisión  y que revelan que ésta es injusta. En la Sentencia C-871 de 2003, la  Corte puntualizó lo siguiente sobre la acción de revisión:   

“Con todo, el principio de la cosa juzgada  no  tiene  carácter  absoluto  pues  puede  llegar a colisionar con la justicia  material  del  caso  concreto. Para enfrentar tal situación se ha consagrado la  acción  de  revisión,  la  cual permite en casos excepcionales dejar sin valor  una  sentencia  ejecutoriada  en  aquellos  casos en que hechos o circunstancias  posteriores  a  la  decisión  judicial  revelan  que  ésta es injusta. En este  sentido  puede  afirmarse  que  la  revisión se opone al principio “res  iudicata pro veritate habertur”  para  evitar  que prevalezca una injusticia, pues busca aniquilar los efectos de  la  cosa  juzgada  de una sentencia injusta y reabrir un proceso ya fenecido. Su  fin  último  es,  entonces, buscar el imperio de la justicia y verdad material,  como fines esenciales del Estado”.   

La Corporación ha precisado la naturaleza del  recurso    extraordinario    de   revisión   señalando   que   “la  revisión  no  pretende  corregir  errores “in judicando” ni  puede  fundamentarse  en  las  mismas  pruebas  que  sirvieron  de  soporte a la  decisión  que puso término al proceso, pues para estos yerros están previstos  los  recursos  ordinarios  y  extraordinarios  dentro  del  propio  proceso.  La  revisión,  que  no  es  un  recurso  sino  una  acción,  pretende,  como lo ha  señalado  la  doctrina  y  la  jurisprudencia,  un  examen detallado de ciertos  hechos  nuevos que afectan la decisión adoptada y el sentido de justicia que de  ella  emana.  La  acción  de  revisión,  en la medida en que afecta la certeza  brindada  por  la  cosa  juzgada,  es  no  sólo extraordinaria sino que además  procede  por  las  causales taxativamente señaladas por la ley, y no es posible  aducir  otras  distintas.  Y  esta  taxatividad  es  razonable, pues se trata de  “una  figura  que  modifica  providencias  amparadas  en  el principio de cosa  juzgada”,  y  por  ello  “las causales previstas para la revisión deben ser  aplicadas  e interpretadas en sentido restringido”16”.                    17   

La   Corte   Constitucional   en   diversas  oportunidades  también  ha  destacado  la relevancia del recurso como garantía  del   derecho   de   defensa   dentro   de   los   procesos   de   pérdida   de  investidura.18  “Ha puesto de presente la Corporación  que,  tal  como  fue  previsto  por el legislador, el recurso no se limita a los  eventos  propios  de la acción de revisión, que son, generalmente, externos al  proceso  y  sobrevinientes  al  mismo, sino que además procede para corregir el  eventual           error          judicial,19  aspecto  sobre  el  cual el  Consejo  de  Estado  ha  manifestado que “[e]n este orden de ideas, el recurso  extraordinario  especial  de revisión participa de la naturaleza del recurso de  casación  en cuanto puede implicar un análisis de los vicios in judicando o in  procedendo  en  que  pueda  haberse  incurrido  en  la  sentencia de pérdida de  investidura,  a  través  de  la  invocación del debido proceso; pero, además,  conserva  las  características  propias  de  la  acción de revisión en cuanto  permite  revivir  la controversia inicial, al allegar otros medios de prueba que  no   fueron   conocidos   al   tiempo   de   dictarse   el  fallo.  ‘Así,  el  recurso  de  revisión  se  convierte  en  vía apta para resolver, no sólo asuntos externos y generalmente  sobrevinientes  al  proceso,  sino  también  aquellos  que se deriven del error  judicial  en el curso mismo del proceso’20.”21”22   

En  un  asunto  similar  al  que es objeto de  estudio  en  el  presente  proceso,  en  la  sentencia  C-269  de 1998, la Corte  declaró  inexequible  una norma del Código de Procedimiento Civil que excluía  de  la  posibilidad  de  acudir  al  recurso  extraordinario  de  revisión  las  sentencias  dictadas  por  los  jueces municipales en única instancia. La Corte  recordó,  en  primer  lugar,  que  “el  recurso  de  revisión  fue  estatuido  como un mecanismo excepcional contra la inmutabilidad  de  la  cosa  juzgada,  por  la  ocurrencia  de  hechos y conductas contrarios a  derecho  que, una vez configurados, desvirtúan la oponibilidad de la sentencia,  y  por ende, la seguridad jurídica que le sirve de fundamento, al  carecer  de  un elemento esencial: la justicia que debe inspirar toda decisión judicial.  Su  finalidad  es,  (…)   restablecer  la buena fe, el debido proceso, el  derecho  de  contradicción  y  la cosa juzgada, entre otros. Por esta  razón,   se   ha   dicho   que   más   que   un   recurso,   es  un  verdadero  proceso.”23  En  segundo lugar, la Corte  examinó  las distintas causales que hacían viable el recurso extraordinario de  revisión  en  los  procesos civiles, y encontró que no existía justificación  para  excluir  a  las  sentencias  de  única  instancia dictadas por los jueces  municipales. Dijo entonces lo siguiente:   

Como puede observarse, las causales 2, 3, 4,  5   y   6,   tienen  como  fundamento  la  ocurrencia  de  hechos  delictivos  o  fraudulentos,  que fueron decisivos en la adopción de la sentencia que se busca  dejar  sin  efectos.  En  otros  términos, de no haberse configurado los hechos  delictuosos  o las conductas fraudulentas, la decisión habría sido, en un alto  grado,  distinta  a  la adoptada. Es por esta razón,  que se afirma que el  recurso  de  revisión  busca  ajustar  a la realidad, la decisión inicialmente  adoptada,  realidad  que  no  pudo ser conocida por el fallador, en razón a los  hechos y conductas fraudulentas.   

Las   causales   7   y   8,  por  su  parte,   buscan   restablecer  el  debido  proceso,  más aún, cuando  contra  la  decisión  proferida no procedía ninguno de los recursos ordinarios  (tal  como acontece con las decisiones que dictan los  jueces   municipales   en   única   instancia,  por  disposición  expresa  del  legislador).  Mientras  la  causal  1,  se  convierte  en   una extensión del derecho de contradicción, al permitir demostrar la  existencia  de  pruebas  que, por no haberse  podido aportar al proceso por  fuerza   mayor   o   caso   fortuito,  dejan   sin  sustento  la  decisión  inicialmente adoptada.   

La  última  causal, por su parte, no sólo  busca  la  protección del debido proceso, sino mantener la intangibilidad de la  cosa  juzgada,  desconocida  con  la sentencia que es objeto de revisión.    

La naturaleza misma de estas causales, hace  que  ellas puedan configurarse en cualquier clase de proceso, independientemente  de  su  cuantía  o  trámite.  Por  tanto,  no encuentra la Corte que exista un  principio  de  razón  suficiente, que justifique que una norma como la acusada,  excluya  a  determinadas  sentencias  de  ser  revisadas  mediante  este recurso  extraordinario,   a   pesar   de   haberse   configurado  una  de  las  causales  analizadas.   

Nada  más  contrario a derecho que admitir  que,   a  pesar de que una decisión fue adoptada con fundamento en pruebas  falsas  (testimonios, documentos, pruebas periciales, etc.), o en contradicción  del  debido proceso, por mencionar alguna de las causales de revisión, no pueda  ser  objeto  de  este  mecanismo  excepcional,  creado  precisamente  para hacer  justicia,  sólo  porque la sentencia correspondiente fue adoptada en un proceso  tramitado  en  única  instancia,  carente,  por  ese  hecho,  de  todo  recurso  ordinario.24   

4.2. En la jurisprudencia de la Corte Suprema  de  Justicia,  también  se  ha  perfilado  la  fisonomía  propia  del  recurso  extraordinario  de  revisión,  como excepción a la cosa juzgada, a través del  cual  es  posible  volver  sobre asuntos respecto de los cuales existe sentencia  ejecutoriada,  cuando  ésta  ha  sido  proferida  con violación del derecho de  defensa,  o  con  respaldo  en  medios  probatorios  luego descalificados por la  justicia   penal.   “Base   fundamental  del  orden  jurídico  y  garantía  de  los  derechos  ciudadanos es la inmutabilidad de la  sentencia  ejecutoriada, que los legisladores han reconocido y aceptado mediante  la  consagración  positiva  del  principio  de  cosa  juzgada.  Fundado  en  la  presunción  de  legalidad y acierto que ampara al fallo definitivo, el anterior  postulado  no  es sin embargo, absoluto: razones de equidad impulsan a exceptuar  de  él  las  sentencias  proferidas  en  procesos  en  los  cuales faltaron los  elementos  esenciales  para  la  garantía  de  la justicia. Con este fundamento  aparece,  consagrado  por  el  derecho  positivo  como remedio que se endereza a  quebrantar  la  fuerza  de  la  cosa  juzgada,  el  recurso  de  revisión, cuya  finalidad  es  pues  invalidar  por  injusta  una  sentencia firme, para que por  consiguiente  la  jurisdicción pueda considerar nuevamente el litigio planteado  en   proceso   anterior   y   fallarlo  con  arreglo  a  derecho”.25   

Más recientemente, la Sala de Casación Civil  de  la  Corte  Suprema  de  Justicia,  al examinar la procedencia del recurso de  revisión  fundado  en  la  causal  octava  del  artículo  380  del  Código de  Procedimiento  Civil,  señaló la necesidad de acompasar la comprensión de las  causales  del  recurso extraordinario de revisión en el proceso civil, a la luz  de las exigencias constitucionales, señaló lo siguiente:   

2. Sobre el carácter restricto del recurso  de  revisión  suelen  citarse, entre otros, el fallo 6 de diciembre de 1991, en  él  la  Corte expreso que “La revisión es entonces  un   recurso   eminentemente   extraordinario   y,  por  lo  tanto,  sometido  a  específicas  causales  señaladas  con  criterio  limitativo,  al  punto  de no  resultar  procedente  la  vía impugnativa si oportuna y cabalmente no se prueba  la  existencia de una de ellas” (GJ. Tomo CCXII, No.  2451,  pág.  311).  En  el  mismo  sentido las sentencias de 12 de noviembre de  1974,  25  de  noviembre de 1986, 27 de marzo de 1987, 16, 19 y 30 de septiembre  de  1996,  14 de enero de 1998, 22 de septiembre de 1999, 4 de diciembre de 2000  y  16 de febrero de 2004; criterio reiterado además en los autos de 19 de enero  de 1994, 22 de junio y 15 de marzo de 1994.   

Igualmente, la naturaleza extraordinaria del  recurso  de  revisión  se  muestra  en  que, a juicio de la Corte, tal medio de  impugnación   “Fue  instrumentado  con  la  única  finalidad  de  aniquilar los efectos de la cosa juzgada material que se predique  de  una  sentencia,  cuando ella ha sido proferida con violación del derecho de  defensa,  o  con  respaldo  en  medios  probatorios  luego descalificados por la  justicia  penal”  (Sent. Rev. de ene. 13/2004, Exp.  0211-01).   

Se  ha  dicho  entonces  que  el recurso de  revisión  no  puede  ser usado como intento de revivir el debate probatorio, ni  para  volver sobre aspectos de pura interpretación legal. De ello da muestra la  sentencia  de  13  de  enero  de  2004,  Expediente  0211-01, en la que la Corte  doctrinó  acerca  de  que  el  recurso  extraordinario no autoriza un análisis  panorámico  del  debate  procesal,  sino  de  establecer,  por  las  precisas y  taxativas  causales que estableció el legislador en el artículo 380 Código de  Procedimiento  Civil,  si  el  fallo, desde esa perspectiva, arremete contra las  garantías  procesales  que  dichas  causales  protegen. De allí, entonces, que  ‘los    errores   de  apreciación  probatoria  en que haya podido incurrir el juez al proferirlo, son  aspectos       ajenos       al       recurso       de      revisión’,     pues    este    ‘no  constituye  una tercera instancia  en      la      que      pueda      replantearse      el     litigio’,      ni     es     ‘medio   conducente   para   reparar  cualquier     irregularidad     de     la     sentencia,     o    su    indebida  fundamentación’.   

(…)  

10.  Volviendo la mirada sobre la necesidad  de  acompasar  las  causales del recurso de revisión a las exigencias de hoy, y  atendiendo   especialmente   que   las   reglas   legales  que  gobiernan  dicha  impugnación  extraordinaria  son  anteriores  a  la  Constitución  de 1991, es  menester  registrar  que  el deber de motivar las decisiones no se satisface con  la  expresión  objetiva de las razones que acompañan la resolución, sino que,  desde  una perspectiva constitucional, se impone hurgar con mirada penetrante si  esa  motivación  satisface  o  no  las  actuales  exigencias  constitucionales.   

Esta Sala, al conocer de acciones de tutela  contra  providencias  judiciales,  ha protegido el derecho fundamental al debido  proceso,    cuando    quiera    que    este    sufre  mengua  por obra de sentencias en las que, a pesar de  la  existencia  objetiva  de  argumentos  y  razones, la motivación resulta ser  inaceptable frente a los requerimientos constitucionales. (…)   

La  muestra  recogida,  evidencia de manera  ostensible  la imposibilidad de ocultar que los defectos de argumentación son y  han   sido  causa  de  aniquilación  de  los  fallos  judiciales.  Además,  la  recensión  hecha demuestra abrumadoramente el efecto deletéreo que tiene sobre  una  sentencia  el déficit absoluto de argumentación y cómo a pesar de que en  todos  los  casos  examinados  en sede constitucional las providencias mostraban  objetivamente   unas   razones,   ellas   fueron  obviamente,  inaceptables  por  insuficientes,  precarias  o contradictorias como ya se vio. Por supuesto que en  tales  casos  la  presencia  objetiva de argumentos no fue bastante para dar por  cumplida  la  exigencia  de  motivar,  pues  en  cada caso se determinó que los  argumentos     eran     intolerables,     y    apenas    cumplían    como    la  apariencia.26   

4.3. También la jurisprudencia del Consejo de  Estado  ha reconocido que el recurso extraordinario de revisión, no obstante la  autoridad  de  la cosa juzgada que ampara las sentencias ejecutoriadas, y previa  la  constatación  de  la  ocurrencia  de  alguna  de  las expresas causales que  autorizan  su  utilización,  permite enmendar errores o ilicitudes cometidos en  la  expedición  de la sentencia, con el fin de restituir el derecho al afectado  a  través  de  una  nueva sentencia. Así lo señaló en una sentencia del año  2005:   

Este  medio de impugnación ha sido erigido  por  el  Legislador  como una excepción al principio de la inmutabilidad de las  sentencias  que hacen tránsito a cosa juzgada materia; y con él se abre paso a  la  posibilidad  de  controvertir  un  fallo ejecutoriados, en relación con los  hechos  y sus pruebas, siempre que el mismo resulte contrario a la Justicia y al  Derecho,  y  de acuerdo con las causales establecidas y con único fin de que se  produzca  una  decisión  ajustada  a  la  ley.  Es presupuesto del citado medio  extraordinario,  que  constituye  una verdadera acción impugnatoria con efectos  rescisorios,  que  exista  una  relación  procesal cerrada y por lo mismo no se  pueden  discutir los asuntos de fondo (fuente de la mencionada relación), ni se  pueden  fiscalizar  las  razones  fácticas y jurídicas debatidos en el proceso  que  dio  lugar  al  aparecimiento  del  fallo  que se impugna. Dicho recurso se  dirige  contra  un  fallo  en  firma  cuando  después  de  su  firmeza aparecen  situaciones  de hecho, con su prueba, que pueden hacer evidente que el fallo fue  erróneo o injusto.   

(…)  

Desde  otro  punto  de  vista  el  recurso  extraordinario  de  revisión no puede confundirse con una nueva instancia, pues  presupone  que  exista  una  sentencia  ejecutoriada,  de  única  o  de segunda  instancia,  creadora  de  la  cosa  juzgada  material, la cual sólo podría ser  desconocida  con  la  comprobación  de  una  de  las causales legales taxativas  indicadas  en  el  artículo 188 del Código Contencioso Administrativo y con la  necesaria  y  concurrente  conclusión  de  que  el  fallo atacado es erróneo o  injusto  por  esa causa, es decir que la prosperidad de la causal conduciría en  la   realidad,   a   otra   decisión  distinta.”27   

Con  base  en  la  anterior doctrina, pasa la  Corte  a  examinar  si  la  regulación  cuestionada resulta conforme a la Carta  Política.   

     

1. Restringir   el   recurso  extraordinario  de  revisión  en  la jurisdicción contencioso administrativa a  las  sentencias  ejecutoriadas  dictadas  por las Secciones y Subsecciones de la  Sala  de  lo  Contencioso  Administrativo  del  Consejo  de  Estado  y  por  los  Tribunales  Administrativos,  en  única  o  segunda  instancia,  desconoce  los  derechos a la igualdad y al acceso a la justicia     

5.1. El recurso extraordinario de revisión se  encuentra  regulado  en  el  Título  XXIII, capítulo III, Sección Primera del  Código  Contencioso  Administrativo.  De  conformidad  con  lo que establece el  artículo  188  del  Código Contencioso Administrativo, tal como fue modificado  por  el  artículo  57  de  la  Ley  446  de  1998.28   

Estas causales son similares a las estatuidas  para  los  recursos  extraordinarios  de revisión en materia civil,29  penal30           y           laboral.31   Cuando   se   presentan,  autorizan    al   afectado   a   cuestionar   la   firmeza   de   la   sentencia  ejecutoriada,   con  el  fin  de  corregir  los  errores  o  ilicitudes que  llevaron  a una sentencia contraria a derecho. En estos eventos se considera que  existen  razones de justicia material que justifican desconocer la cosa juzgada,  porque  la  sentencia  cuestionada  está  basada en hechos falsos, o erróneos,  cuya  falsedad  o  incorrección  no  pudo  ser conocida en el momento en que se  profirió la sentencia recurrida.   

Según  lo  establece  el  artículo  189 del  Código  Contencioso Administrativo, el recurso extraordinario de revisión debe  interponerse,  dentro  de  los  dos  años  siguientes  a  la  ejecutoria  de la  sentencia,32  mediante  demanda  que cumpla con los requisitos del artículo 137  del            mismo            estatuto,33 con la indicación precisa y  razonada  de la causal en que se funda, acompañada de los soportes documentales  necesarios,34  y  del  pago  de  una  caución para garantizar los perjuicios que  pueda  causar  a  quienes  fueron  parte  del  proceso  cuestionado,35  cuando  a  ella            hubiere            lugar.36   

A diferencia de lo que establecía el Decreto  Ley           01          de          1984,37   la   Ley   446   de  1998  restringió  tal  posibilidad  de  interponer  este  recurso  a  cierto  tipo de  procesos.  En  efecto,  el  artículo  185  cuestionado  en  el presente proceso  establece   que   este   recurso   extraordinario  de  revisión  sólo  procede  “contra  las  sentencias  ejecutoriadas dictadas por  las  Secciones  y  Subsecciones  de la Sala de lo Contencioso Administrativo del  Consejo  de  Estado  y  por  los Tribunales Administrativos, en única o segunda  instancia.”   

En  esta  medida,  de acuerdo con esta regla,  quedarían  excluidas  del  recurso  extraordinario de revisión, las sentencias  proferidas  en  procesos  de  única  instancia  de  competencia  de  los jueces  administrativos,38  las  sentencias no apeladas  proferidas  en  los procesos conocidos por los jueces administrativos en primera  instancia;39  las  sentencias  proferidas  en  segunda  instancia por los jueces  administrativos;40  y las sentencias proferidas  en            primera            instancia41    por    los   Tribunales  Administrativos.42   

5.2.  Como  puede  observarse,  las causales  consagradas  en  los  numerales  1,  2  (parcial),  5, y 7 del artículo 188 del  Código  Contencioso  Administrativo  se  fundan  en la necesidad de obtener una  sentencia  conforme  a  derecho  frente  a  la ocurrencia de hechos delictivos o  fraudulentos:  la  detección de documentos falsos o adulterados o de peritazgos  fraudulentos,  que fueron decisivos en la adopción de la sentencia que se busca  dejar  sin  efectos,  la  aparición de documentos que no pudieron ser conocidos  porque  la contraparte los ocultó, o el señalamiento penal de que la sentencia  fue producto de cohecho o violencia.   

Por su parte, las causales consagradas en los  numerales  2  (parcial), 3, y 4, permiten corregir errores por circunstancias no  conocidas  al  momento  de  proferir la sentencia cuestionada, que de haber sido  conocidas,  hubieran  dado  lugar  a  una  sentencia  distinta: la aparición de  documentos  esenciales  que  no  pudieron  ser conocidos por fuerza mayor o caso  fortuito,  la  existencia de un tercero con mejor derecho que el beneficiado con  la  sentencia cuestionada, o la desaparición, al momento del reconocimiento, de  las  circunstancias  que  justificaban  que se hubiera decretado una prestación  periódica.   

La causal del numeral 6, busca restablecer el  debido  proceso,  al permitir corregir una nulidad originada en la sentencia que  puso  fin  al  proceso  que  no  era  susceptible  del  recurso  de  apelación.  Finalmente,  la  causal  del  numeral 8, protege tanto el debido proceso como la  intangibilidad  de  la  cosa juzgada, desconocida con la sentencia que es objeto  de revisión.    

En  todos  los  eventos  previstos  en  el  artículo  188  CCA, se garantiza al perjudicado con una sentencia que desconoce  la  justicia  material,  la  posibilidad  de  acceder a la justicia y obtener la  protección  de  sus  derechos.  Tal  como  lo ha señalado esta Corporación en  distintas  oportunidades,  el  recurso extraordinario de revisión constituye un  desarrollo  armónico  del  derecho  a acceder a la administración de justicia.  Así,  ha  sido  puesto  de  presente  por la Corte al señalar que “[e]l   artículo  229  de  la  Constitución  Política  consagra  expresamente  el  derecho  de  acceso a la administración de justicia, también  llamado  derecho  a  la  tutela  judicial  efectiva,  el  cual  se traduce en la  posibilidad  reconocida  a  todas  las  personas residentes en Colombia de poder  acudir  en  condiciones  de  igualdad  ante los jueces y tribunales de justicia,  para   propugnar  por  la  integridad  del  orden  jurídico  y  por  la  debida  protección  o  el  restablecimiento de sus derechos e intereses legítimos, con  estricta  sujeción  a  los  procedimientos previamente establecidos y con plena  observancia  de  las  garantías sustanciales y procedimentales previstas en las  leyes.       43   

En estos eventos ha señalado la Corte que si  bien  el  legislador  goza  de  un amplio margen de configuración al regular el  derecho   de   acceso   a   la   justicia,   la   garantía   efectiva   de  tal  derecho  impone “la  necesidad  de  que  el  ordenamiento  jurídico  consagre las  acciones   y   los  recursos  necesarios  para  garantizar  a  las  personas  la  posibilidad  de  resolver  ante los jueces las situaciones que las afecten, a la  luz  del  ordenamiento  jurídico.  Este  componente  del  derecho  de acceso se  refiere  no  solo a la necesidad de que se establezcan los mecanismos judiciales  adecuados  para  la solución de las distintas controversias, sino que comprende  la  garantía  de  que  tales  mecanismos  habrán  de estar al alcance de todos  aquellos  que  en  un  momento  dado  requieran  acudir a los mismos, sin que se  presenten     exclusiones     injustificadas”.44   

La   disposición   cuestionada  niega  la  posibilidad  a  quien  se  ha  visto  perjudicado  con  una sentencia fundada en  pruebas  o  hechos  fraudulentos  o  erróneos,  de  obtener  la tutela judicial  efectiva.  Las  causales que dan lugar al recurso extraordinario de revisión en  lo  contencioso  administrativo,  pueden  configurarse  en  cualquier  clase  de  proceso   cuya   naturaleza   permita  su  ocurrencia.  No  obstante,  la  norma  cuestionada  excluye  del  recurso  de revisión ciertas sentencias, sin que tal  exclusión tenga justificación constitucional.   

Igualmente, tampoco resulta compatible con el  derecho  a la igualdad y al acceso a la justicia, que se exija la interposición  de  un  recurso  de  apelación como condición procesal para acceder al recurso  extraordinario  de  revisión.  Dada  la  naturaleza de las causales del recurso  extraordinario,  la  mayoría  referidas a hechos no conocidos al momento en que  se  dicta la sentencia, no resulta jurídicamente viable sujetar el ejercicio de  recursos  extraordinarios  al  uso de los de naturaleza ordinaria. Una exigencia  de  este  tipo  forzaría a que siempre fuera necesario apelar la sentencia, con  el  fin  de dejar abierta la puerta para la eventual ocurrencia de alguna de las  causales  que  da  lugar  al  recurso extraordinario de revisión. Tal exigencia  procesal,  crea  un  requisito  no  establecido  en el ordenamiento, que no solo  aumenta  la carga de trabajo de la jurisdicción contenciosa, encarece de manera  innecesaria  el  acceso  a  la  justicia, sino que desconoce la finalidad por la  cual  fueron  establecidos  los  recursos extraordinarios, que no es otra que la  búsqueda de la verdad material.   

Por  tanto, no encuentra la Corte que exista  un  principio  de  razón  suficiente,  que  justifique  que  una  norma como la  acusada,  excluya  a  determinadas  sentencias  de  ser  revisadas mediante este  recurso  extraordinario,  a  pesar  de  haberse  configurado una de las causales  analizadas,  y  en  esa  medida  resulta  contraria  al  derecho  a acceder a la  justicia, al derecho a la igualdad y al debido proceso.   

Por  lo  anterior, la expresión   “dictadas   por   las   Secciones  y  Subsecciones  de  la Sala de lo Contencioso Administrativo del Consejo de Estado  y  por  los  Tribunales  Administrativos,  en  única  o  segunda  instancia”,  contenida  en  el  artículo  57 de la Ley 446 de 1998, sería inconstitucional por  haber  incurrido  en  una  omisión  legislativa relativa al no permitir que las  sentencias  ejecutoriadas  de  primera  o  segunda  instancia  de  los  Juzgados  Administrativos  y  las  de primera instancia de los Tribunales Administrativos,  fueran posibles del recurso extraordinario de revisión.   

Detectada   esta  inconstitucionalidad  por  omisión  legislativa relativa, es necesario definir cuál es la mejor manera de  subsanarla.  Frente  a este tipo de problemas, la Corte ha escogido entre varias  alternativas:  (i)  declarar  inexequible  una  parte del texto cuestionado para  cobijar   la  hipótesis  no  incluida  por  el  legislador;  (ii)  declarar  la  exequibilidad  condicionada  del  texto  cuestionado  y modular sus efectos para  incluir  la  hipótesis  omitida;  (iii)  declarar  la exequibilidad de la norma  cuestionada   y   exhortar   al   Legislador   para  que  emita  la  regulación  correspondiente que supere el vacío inconstitucional.   

De  estas  tres  alternativas,  la  que mayor  seguridad  jurídica genera en el presente caso, es la que conduce a declarar la  inexequibilidad   de   la  expresión  “dictadas  por  las  Secciones  y  Subsecciones  de  la  Sala  de  lo  Contencioso   Administrativo   del  Consejo  de  Estado  y  por  los  Tribunales  Administrativos,  en  única  o  segunda  instancia”,  contenida  en  el  artículo 57 de la Ley 446 de 1998, con el fin de que bajo la  expresión   “sentencias  ejecutoriadas”  empleada  en  el  artículo cuestionado, queden cobijadas todas  las  hipótesis  de  sentencias  que  admitirían  el  recurso extraordinario de  revisión:45  (i) las dictadas  por  las  Secciones  y  Subsecciones de la Sala de lo Contencioso Administrativo  del  Consejo de Estado; (ii) las dictadas en única, primera o segunda instancia  por  los  Tribunales  Administrativos  y (iii) las dictadas en primera o segunda  instancia   por   los   Jueces   Administrativos,  cuya  naturaleza  permita  la  interposición de tal recurso.   

En  esa  medida,  no serían susceptibles del  recurso  extraordinario  de revisión los siguientes procesos cuya naturaleza no  permite  la  ocurrencia  de  ninguna  de  las  causales que dan lugar al recurso  extraordinario  de  revisión:  (i)  Los  procesos  de  única  instancia  ante  los jueces administrativos que  de  conformidad con lo que establece el artículo 134 del CCA (Adicionado por la  Ley  446 de 1998, artículo 42), se refieren al recurso de insistencia contra la  providencia  motivada  proferida  por  el  funcionario  o  autoridad  del  orden  municipal  o  Distrital  que  niegue  la  posibilidad  de  consultar,  copiar  o  fotocopiar  ciertos  documentos  (artículos 21 y 24 de la Ley 57 de 1985). (ii)  En  los  procesos  de  jurisdicción coactiva regulados por el artículo 5 de la  Ley          1066          de          2006,46 las  apelaciones  contra  el mandamiento de pago, el auto aprobatorio de liquidación  de   crédito,   y   el  auto  que  decrete  nulidades  procesales,   cuando   la  cuantía  no exceda de quinientos (500) salarios mínimos legales mensuales, que  según  el  numeral  1  del artículo 134 del Código Contencioso Administrativo  son    de    competencia    de    los    jueces   administrativos   en   segunda  instancia.47   

Dada  la ausencia de una norma específica en  el  Código  Contencioso  Administrativo que establezca la competencia funcional  del  Consejo  de  Estado y de los Tribunales Administrativos para conocer de los  recursos   extraordinarios   de   revisión  promovidos  contra  las  sentencias  ejecutoriadas  de  primera o segunda instancia de los Juzgados Administrativos y  de  primera  instancia  de los Tribunales Administrativos, es necesario acudir a  las  normas del Código de Procedimiento Civil, a las cuales remite expresamente  el       artículo       267      del      CCA.48  En  este  caso,  no resulta  aplicable   el    artículo   128,   numeral  13  del  Código  Contencioso  Administrativo,   pues   esta  cláusula  residual  de  competencia  se  refiere  expresamente  a  los asuntos de competencia material del Consejo de Estado, vale  decir,  de  los procesos y las acciones contencioso administrativas.49   

En  efecto, el artículo 128 del CCA., emplea  el  término  “procesos” y  bajo  este  encabezado, se enumeran los distintos procesos y acciones que pueden  ser  conocidos  por  la Sala Contencioso Administrativa del Consejo de Estado. A  su  turno,  el  numeral  13, emplea la expresión “De  todas  las  demás”,   con lo cual, sólo puede  referirse        a        otras        acciones        contenciosas.   En esa medida, dado que el recurso  extraordinario  de  revisión  tiene  una naturaleza distinta a la de un proceso  administrativo  o  de  una  acción  contenciosa, la norma que permite llenar el  vacío  se  encuentra  en  el  artículo  267  del CCA, que remite al Código de  Procedimiento   Civil   “en  los   aspectos   no   contemplados  (…)   en  lo  que  sea  compatible con la naturaleza de los  procesos  y  actuaciones  que  correspondan a la jurisdicción en lo contencioso  administrativo.”   

De  conformidad con las normas del Código de  Procedimiento  Civil  que  regulan  la  competencia  funcional  de  la  Sala  de  Casación  Civil  de la Corte Suprema de Justicia y de los Tribunales Superiores  de  Distrito  Judicial frente al recurso extraordinario de revisión, éste debe  ser  conocido  siempre  por el superior jerárquico.50  Al  aplicar  esta  regla al  asunto  bajo  estudio,  resulta  que  los  recursos extraordinarios de revisión  interpuestos  contra  las  sentencias  de  primera  y  segunda  instancia de los  juzgados   administrativos   deberán   ser   conocidos   por   los   Tribunales  Administrativos  y los recursos extraordinarios promovidos contra las sentencias  de  los  Tribunales y las de las Secciones y Subsecciones del Consejo de Estado,  deberán  ser  conocidos  por  la Sala Contencioso Administrativa del Consejo de  Estado, conforme a las normas de competencia aplicables al caso.   

Por lo anterior, esta Corporación declarará  inexequible     la     expresión    “dictadas  por  las  Secciones  y  Subsecciones  de  la  Sala  de  lo  Contencioso   Administrativo   del  Consejo  de  Estado  y  por  los  Tribunales  Administrativos,  en  única  o  segunda  instancia”,  contenida en el artículo 57 de la Ley 446 de 1998.   

VII.  DECISION   

En   mérito   de  lo  expuesto,  la  Corte  Constitucional  de  la  República de Colombia, administrando justicia en nombre  del pueblo y por mandato de la Constitución,   

RESUELVE  

Primero.-  Declarar     INEXEQUIBLE  la  expresión  “dictadas por las Secciones  y  Subsecciones  de  la  Sala  de  lo  Contencioso Administrativo del Consejo de  Estado  y  por los Tribunales Administrativos, en única o segunda instancia”,  contenida  en   el    artículo   57   de   la   Ley   446   de  1998.   

Segundo.- COMUNIQUESE  el  presente  fallo  a  la  Sala  Administrativa  del  Consejo  Superior  de  la  Judicatura para lo de su competencia.   

Notifíquese,   comuníquese,  publíquese,  insértese   en   la   Gaceta   de  la  Corte  Constitucional  y  archívese  el  expediente.   

NILSON PINILLA PINILLA  

Presidente  

MARIA VICTORIA CALLE CORREA  

Magistrada  

MAURICIO GONZALEZ CUERVO  

Magistrado  

JUAN CARLOS HENAO PEREZ  

Magistrado  

Ausente en comisión.  

GABRIEL EDUARDO MENDOZA MARTELO  

Magistrado  

Salvamento de voto.  

JORGE IVAN PALACIO PALACIO  

Magistrado  

JORGE   IGNACIO   PRETELT   CHALJUB   

Magistrado  

HUMBERTO ANTONIO SIERRA PORTO  

Magistrado  

Salvamento de voto.  

LUIS ERNESTO VARGAS SILVA  

Magistrado  

MARTHA VICTORIA SACHICA MENDEZ  

Secretaria General  

    

1 C-798  de 2003, MP: Jaime Córdoba Triviño   

2   Corte  Constitucional.  Sentencia  C-1512-00,  MP.  Álvaro Tafur Gálvis. En el  mismo   sentido   ver   la  sentencia  C-925-99,  MP.  Vladimiro  Naranjo  Mesa.   

3 Ver,  entre   muchas  otras,  las  sentencias:  C-005  de  1996,  MP,  José  Gregorio  Hernández  Galindo, C-346 de 1997, MP. Antonio Barrera Carbonell, C-680-98, MP.  Carlos  Gaviria  Díaz, C-1512-00, MP. Álvaro Tafur Galvis, C-1104 de 2001. MP.  Clara  Inés  Vargas  C-426 de 2002, MP: Rodrigo Escobar Gil, C.316 de 2002, MP:  Marco  Gerardo  Monroy  Cabra, C-798 de 2003, MP: Jaime Córdoba Triviño, C-204  de  2003, Álvaro Tafur Galvis, C-039 de 2004, MP: Rodrigo Escobar Gil; C-1091 y  C-237  A  de  2003,  MP:  Manuel José Cepeda Espinosa, C-899 de 2003, MP: Marco  Gerardo Monroy Cabra y C-318 de 2003, MP: Jaime Córdoba Triviño.   

4  Cfr.   artículo   150  numerales  1 y 2 de la Constitución Política y sentencias C-680-98, MP. Carlos  Gaviria Díaz, y C-1512-00, MP. Álvaro Tafur Galvis.   

5 MP.  Manuel José Cepeda Espinosa.   

6  Sentencia C-005 de 1996, MP. José Gregorio Hernández Galindo.   

7  Sentencias  C-728 de 2000 y C-1104 de 2001. MP. Clara Inés Vargas, entre otras.   

8  Sentencia C-1512 de 2000. MP. Álvaro Tafur Galvis.   

9  Sentencias  C-1104  de 2001. MP. Clara Inés Vargas y C-1512 de 2000.MP. Álvaro  Tafur Galvis.   

10  Sentencia C-426 de 2002. MP. Rodrigo Escobar Gil.   

11  Sentencia C-346 de 1997. MP. Antonio Barrera Carbonell.   

12  Sentencia T-323 de 1999. MP. José Gregorio Hernández Galindo.   

13  Sentencia C-662 de 2004, MP, Rodrigo Uprimny Yepes.   

14 Ver  entre  muchas otras, las sentencias C-418 de 1994, C-372 de 1997, C-090 de 1998,  MP:  Jorge Arango Mejía; C-269 de 1998, MP (e): Carmenza Isaza de Gómez; C-680  de  1998  y  C-252  de 2001, MP: Carlos Gaviria Díaz; SU-858 de 2001 y C-207 de  2003,  MP:  Rodrigo  Escobar  Gil;  T-1013 de 2001, MP: Alfredo Beltrán Sierra;  T-1031  de  2001, MP: Eduardo Montealegre Lynett; T-086 de 2007 y T-825 de 2007,  MP:  Manuel  José Cepeda Espinosa, y T-584 de 2008, MP: Humberto Antonio Sierra  Porto.   

15 La  procedencia  y  causales  del  recurso extraordinario de revisión se encuentran  regulados   en:   (i)  En  materia  civil,  en el Código de Procedimiento Civil, los artículos    379    y   380.   En   materia  laboral, en la Ley 712 de 2001,  artículos   30   y   31;   (iii)   En   el  ámbito  penal,  en  la  Ley 600 de  2000,   artículo   192;   y  (iv)  En  materia  contencioso  administrativa, en  el  Código  Contencioso  Administrativo,  Artículo  188.  (modificado  por  el  artículo 57 de la Ley 446 de 1998).   

16  Sentencia  C-680  de 1998, MP: Carlos Gaviria Díaz, Fundamento 4.2. En el mismo  sentido,    ver    sentencia    T-039    de    1996,    MP:    Antonio   Barrera  Carbonell.   

17  Sentencia C-004 de 2003, MP, Eduardo Montealegre Lynett.   

18 Ver  Sentencias  C-247-1995,  MP. José Gregorio Hernández Galindo y SU-858 de 2001,  MP. Rodrigo Escobar Gil.   

19  Ibíd.   

20  Sentencia  de  la  Corte  Constitucional  SU-858  de  2001,  MP: Rodrigo Escobar  Gil.   

21  Radicación  número  11001-03-15-000-2001-0280-01(REVPI-004)  de  agosto  13 de  2002, MP: Ricardo Hoyos Duque.   

22  Sentencia C-207 de 2003, MP: Rodrigo Escobar Gil.   

23  Sentencia C-269 de 1998, MP (E): Carmenza Isaza de Gómez.   

24  Sentencia C-269 de 1998, MP: Carmenza Isaza de Gómez.   

25  Sentencia  de  la  Corte  Suprema de Justicia, 31 de enero de 1974, MP: Humberto  Murcia  Ballén  (GJ.  T. CXLVIII, págs. 18 y 19), citada en la sentencia C-680  de 1998, MP: Carlos Gaviria Díaz.   

26  Sala  de  Casación  Civil,  Corte  Suprema de Justicia, Sentencia 2004-00729 de  agosto 29 de 2008   ,   Expediente  11001-0203-000-2004-00729-01,  MP:  Edgardo  Villamil  Portilla.  En  providencia  de  la  Corte Suprema de Justicia, Sala de  Casación  Civil  y Agraria, 8 de junio de 1999, Referencia: Expediente No.7672,  MP:   Pedro   Lafont   Pianetta,   se  señaló  lo  siguiente:  “1.-   La   revisión,  como  recurso  extraordinario,  no  solo  se  diferencia  de  los  demás  medios de impugnación, sino que su conocimiento se  encuentra   atribuido   a   diferentes   autoridades   judiciales.  ║  1.1.-  En  efecto,  la  mencionada  revisión  no  solo  tiene el carácter de recurso extraordinario, como medio de  impugnación  que excepcionalmente procede contra sentencia que hace tránsito a  cosa  juzgada  cuando,  por  causales expresamente previstas por la ley, resulta  ser  una  sentencia injusta, a fin de que los órganos judiciales competentes la  invaliden  y,  por lo general, profieran la que en derecho corresponda; sino que  también   resulta   dar   origen   a   un   proceso  de  única  instancia  con  características     especiales.    ║  De  allí que el mencionado recurso extraordinario difiera de los  demás  recursos y acciones ordinarias civiles, sino también de aquellos medios  de  impugnación  especiales, como lo es el medio de impugnación constitucional  de  carácter  excepcional  y  sumario  llamado  acción  de  tutela y que se ha  instituido  para el amparo de derechos constitucionales fundamentales lesionados  o  amenazados ilegítimamente por autoridad pública (o por particulares, en los  casos  de  ley)  cuando  no  hay medio judicial de defensa o existe necesidad de  prevenir  un  perjuicio  irremediable. ║  1.2.-  Además,  el  conocimiento  del  recurso extraordinario de  revisión   se   encuentra  asignada  a  las  autoridades  judiciales  en  forma  independiente  y  exclusiva:  De  una  parte,  corresponde  la competencia a los  Tribunales  Superiores  de  Distrito el conocimiento “en única instancia, del  recurso  de  revisión  de  sentencias  dictadas  por  los  jueces  de circuito,  municipales,  territoriales  y  de  menores…”  (art.  26, num.2, C.P.C.); en  tanto  que a la Sala de Casación Civil y Agraria le corresponde el conocimiento  de  los  “recursos  de  revisión  que  no  estén atribuidos a los Tribunales  Superiores”       (art.       25,       num.2,      C.P.C.).      ║   De  allí  que  si  la  autoridad  judicial  carece  de la necesaria competencia no solamente deberá proceder a su  rechazo,  sino  que, por su carácter funcional único y sin pares también debe  ordenarse  la  devolución  de  los  anexos  sin  necesidad  de  desglose, ni de  remisión  alguna  a  otro  juez  (art.  383,  inc. 4º y 85, penúltimo inciso,  C.P.C.).”   

27  Consejo  de  Estado,  Sala  Plena  de  lo Contencioso Administrativo, CP: María  Elena  Giraldo  Gómez, Sentencia de 18 de octubre de 2005, Radicación número:  11001-03-15-000-1998-00173-00    (REV–173).   Actor:   Sociedad  Urbanización  Las  Sierras  del  Chicó  Limitada.   

28 El  recurso  extraordinario  de  revisión  procede  cuando  se  presenta una de las  siguientes causales:   

Artículo  188.  Causales  de revisión. 1.  Haberse  dictado la sentencia con fundamento en documentos falsos o adulterados.  2.  Haberse recobrado después de dictada la sentencia documentos decisivos, con  los  cuales  se  hubiera  podido  proferir  una  decisión  diferente,  y que el  recurrente  no  pudo  aportar  al proceso por fuerza mayor o caso fortuito o por  obra  de  la  parte  contraria.  3. Aparecer, después de dictada la sentencia a  favor  de  una  persona,  otra  con mejor derecho para reclamar. 4. No reunir la  persona  en  cuyo  favor  se  decretó  una  pensión  periódica, al tiempo del  reconocimiento,   la   aptitud   legal  necesaria,  o  perder  esa  aptitud  con  posterioridad  a  la sentencia, o sobrevenir alguna de las causales legales para  su  pérdida.  5. Haberse dictado sentencia penal que declare que hubo violencia  o  cohecho  en  el pronunciamiento de la sentencia. 6. Existir nulidad originada  en  la  sentencia  que puso fin al proceso y contra la que no procede recurso de  apelación.  7.  Haberse  dictado  la  sentencia con base en dictamen de peritos  condenados  penalmente  por  ilícitos  cometidos  en  su expedición. 8. Ser la  sentencia  contraria  a  otra  anterior  que  constituya  cosa juzgada entre las  partes  del  proceso  en que aquella fue dictada. Sin embargo, no habrá lugar a  revisión  si  en  el segundo proceso se propuso la excepción de cosa juzgada y  fue rechazada.   

29 En  materia  civil, el Código  de   Procedimiento   Civil,   establece:   Art.  379.  Procedencia.  El  recurso extraordinario de revisión  procede  contra las sentencias ejecutoriadas de la Corte Suprema, los tribunales  superiores,  los  jueces  de  circuito,  municipales  y de menores. ║    Se  exceptúan   las   sentencias  que  dicten  los  jueces  municipales  en  única  instancia.  (Aparte  tachado  declarado  inexequible  mediante  sentencia C-269 de 1998, MP (e) Carmenza Isaza de Gómez) ║  Art. 380.  Causales.  Son  causales  de  revisión: ║  1.  Haberse  encontrado después de  pronunciada  la sentencia documentos que habrían variado la decisión contenida  en  ella,  y  que el recurrente no pudo aportarlos al proceso por fuerza mayor o  caso    fortuito    o   por   obra   de   la   parte   contraria.   ║  2.  Haberse declarado falsos por la  justicia  penal  documentos  que  fueren decisivos para el pronunciamiento de la  sentencia  recurrida. ║ 3.  Haberse  basado  la sentencia en declaraciones de personas que fueron condenadas  por     falso     testimonio     en     razón     de     ellas.    ║  4. Haberse dictado la sentencia con  base  en dictamen de peritos condenados penalmente por ilícitos cometidos en la  producción   de   dicha   prueba.   ║  5. Haberse dictado sentencia penal que declare que hubo violencia  o  cohecho  en  el  pronunciamiento  de  la  sentencia  recurrida.  ║  6.  Haber existido colusión u otra  maniobra  fraudulenta de las partes en el proceso en que se dictó la sentencia,  aunque  no  haya  sido  objeto de investigación penal, siempre que haya causado  perjuicios     al    recurrente.    ║  7.  Estar  el  recurrente  en  alguno  de  los  casos de indebida  representación  o  falta  de  notificación  o emplazamiento contemplados en el  artículo   152,   siempre   que   no  haya  saneado  la  nulidad.  ║  8.  Existir nulidad originada en la  sentencia  que  puso  fin  al  proceso  y  que  no  era  susceptible de recurso.  ║  9.  Ser  la sentencia  contraria  a  otra  anterior  que  constituya cosa juzgada, entre las partes del  proceso  en que aquella fue dictada, siempre que el recurrente no hubiera podido  alegar  la  excepción  en  el  segundo proceso por habérsele designado curador  ad  litem y haber ignorado  la  existencia  de dicho proceso. Sin embargo no habrá lugar a revisión cuando  en  el  segundo  proceso  se  propuso  la  excepción  de  cosa  juzgada  y  fue  rechazada.   

30 En  el   ámbito   penal,  la  Ley 600 de 2000, establece:  Art.  192.Procedencia.  La  acción  de revisión procede contra sentencias ejecutoriadas, en los siguientes  casos:  ║  1.  Cuando se  haya  condenado  a  dos  (2)  o más personas por un mismo delito que no hubiese  podido  ser  cometido  sino  por una o por un número menor de las sentenciadas.  ║  2.  Cuando se hubiere  dictado  sentencia condenatoria en proceso que no podía iniciarse o proseguirse  por  prescripción de la acción, por falta de querella o petición válidamente  formulada,  o  por  cualquier  otra  causal  de  extinción de la acción penal.  ║  3. Cuando después de  la  sentencia condenatoria aparezcan hechos nuevos o surjan pruebas no conocidas  al  tiempo  de  los  debates,  que  establezcan la inocencia del condenado, o su  inimputabilidad.   ║4.  Cuando  después  del  fallo  absolutorio  en  procesos  por  violaciones de derechos humanos o infracciones  graves  al  derecho  internacional humanitario, se establezca mediante decisión  de  una  instancia  internacional de supervisión y control de derechos humanos,  respecto   de   la   cual  el  Estado  colombiano  ha  aceptado  formalmente  la  competencia,  un  incumplimiento  protuberante de las obligaciones del Estado de  investigar  seria  e  imparcialmente  tales  violaciones.  En este caso no será  necesario  acreditar existencia de hecho nuevo o prueba no conocida al tiempo de  los  debates.  (La  expresión  tachada  fue  declarada inexequible por la Corte  Constitucional  en  sentencia  C-979  del  26  de septiembre de 2005, magistrado  ponente   Jaime  Córdoba  Triviño)  ║  5. Cuando con posterioridad a la sentencia se demuestre, mediante  decisión  en firme, que el fallo fue determinado por un delito del juez o de un  tercero.  ║ 6. Cuando se  demuestre  que el fallo objeto de pedimento de revisión se fundamentó, en todo  o  en  parte,  en  prueba  falsa  fundante  para  sus conclusiones. ║  7.  Cuando mediante pronunciamiento  judicial,  la  Corte  haya  cambiado  favorablemente  el  criterio jurídico que  sirvió   para  sustentar  la  sentencia  condenatoria,  tanto  respecto  de  la  responsabilidad       como       de       la      punibilidad.      ║   Párr.  Lo  dispuesto en los numerales 5º y 6º se aplicará  también en los casos de preclusión y sentencia absolutoria.   

31 En  materia    laboral   la  Ley  712 de 2001, establece  lo  siguiente:  Art.  30.  Recurso  extraordinario de  revisión.  Procedencia. El recurso extraordinario de  revisión  procede  contra las sentencias ejecutoriadas de la Sala Laboral de la  Corte  Suprema  de  Justicia, las salas laborales de los tribunales superiores y  los  jueces laborales del circuito dictadas en procesos ordinarios. ║             Art.31.           Causales   de   revisión:  ║  1.  Haberse declarado falsos por la  justicia  penal  documentos  que  fueron decisivos para el pronunciamiento de la  sentencia  recurrida. ║ 2.  Haberse   cimentado  la  sentencia  en  declaraciones  de  personas  que  fueron  condenadas   por   falsos   testimonios   en   razón   de  ellas.  ║  3.  Cuando después de ejecutoriada  la  sentencia  se  demuestre  que  la  decisión  fue  determinada  por un hecho  delictivo   del   juez,   decidido   por   la   justicia   penal.   ║  4.  Haber  incurrido  el  apoderado  judicial  o mandatario en el delito de infidelidad de los deberes profesionales,  en  perjuicio  de  la  parte  que representó en el proceso laboral, siempre que  ello  haya  sido determinante en este. ║  Par.—Este  recurso  también  procede  respecto  de  conciliaciones  laborales en los casos  previstos  en  los  numerales  1º,  3º  y  4º de este artículo. En este caso  conocerán los tribunales superiores de distrito judicial.   

Por    su    parte,    la   Ley  797  de  2003,  en su artículo 20,  establece  lo  siguiente:  Artículo  20.  Revisión  de  reconocimiento  de  sumas  periódicas a cargo del  tesoro  público o de fondos de naturaleza pública. Las providencias judiciales  que  en  cualquier tiempo hayan decretado o decreten reconocimiento que impongan  al  tesoro  público  o a fondos de naturaleza pública la obligación de cubrir  sumas  periódicas  de  dinero  o  pensiones de cualquier naturaleza podrán ser  revisadas  por  el  Consejo de Estado o la Corte Suprema de Justicia, de acuerdo  con  sus  competencias,  a solicitud del Gobierno por conducto del Ministerio de  Trabajo  y Seguridad Social, del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, del  Contralor  General  de  la  República  o  del Procurador General de la Nación.  ║  La revisión también  procede  cuando  el  reconocimiento  sea  el  resultado  de  una  transacción o  conciliación        judicial        o        extrajudicial.        ║  La  revisión  se tramitará por el  procedimiento  señalado  para  el  recurso  extraordinario  de revisión por el  respectivo  código  y podrá solicitarse en cualquier  tiempo  por  las causales consagradas para este en el  mismo    código    y    además:    ║  a)  Cuando  el  reconocimiento se haya obtenido con violación al  debido  proceso,  y  ║ b)  Cuando  la cuantía del derecho reconocido excediere lo debido de acuerdo con la  ley,  pacto  o  convención  colectiva  que  le  eran legalmente aplicables. [La  expresión  “en  cualquier tiempo” fue declarada inexequible en la Sentencia  C-835 de 2003].   

32     Código  Contencioso  Administrativo,  Artículo     187.  Término  para interposición del recurso. El recurso deberá interponerse dentro  de  los  dos  (2)  años  siguientes a la ejecutoria de la respectiva sentencia.   

33     Código   Contencioso   Administrativo,   Artículo   189.  Requisitos   del  recurso.  (Modificado  por  el  artículo  57  de  la  Ley  446  de  1998) El recurso debe  interponerse  mediante  demanda  que  reúna  los  requisitos  prescritos por el  artículo  137 del Código Contencioso Administrativo, con indicación precisa y  razonada   de  la  causal  en  que  se  funda,  acompañada  de  los  documentos  necesarios.    ║   El  recurrente  deberá  presentar con la demanda las pruebas documentales que tenga  en su poder y pretenda hacer valer.   

34  Consejo  de  Estado,  Sala  Plena de lo Contencioso Administrativo, Auto de 4 de  agosto de 1999, CP: Alier Eduardo Hernández Enríquez, Exp. Q-063.   

35     Código    Contencioso    Administrativo,    Artículo 190.  Necesidad  de  caución. (Modificado por el artículo  57  de  la Ley 446 de 1998) El ponente, antes de resolver sobre la admisibilidad  de  la  demanda,  determinará  la naturaleza y cuantía de la caución que debe  constituir  el  recurrente,  en  el  término  que  al  efecto  le  señale para  garantizar  los  perjuicios  que  pueda  causar  a  quienes  fueron  parte en el  proceso.  Si  la  caución no se presta oportunamente, se declarará desierto el  recurso.   

36     Código   Contencioso   Administrativo,   Artículo   191.  Trámite.  (Modificado  por  el artículo 57de la Ley  446  de  1998)  Prestada  la  caución,  cuando a ella hubiere lugar, el ponente  admitirá  la demanda, si reúne los requisitos legales, y ordenará que el auto  admisorio  se  notifique  personalmente  al  demandado o demandados, para que la  contesten,  si  a bien tienen, y pidan pruebas, dentro del término de diez (10)  días.   ║   El   auto  admisorio  de  la demanda también debe notificarse personalmente, al Ministerio  Público.  ║ Si la demanda  no  se  admite,  en el mismo auto se debe ordenar la devolución de la caución,  previa ejecutoria.   

37  Decreto   1   de   1984:  Artículo  185. Procedencia. El recurso extraordinario  de  revisión  procederá  contra  las  sentencias ejecutoriadas dictadas por el  Consejo de Estado y por los tribunales administrativos.   

38     Código    Contencioso    Administrativo,    Artículo  134-A.  Competencia  de  los  jueces  administrativos en  única  instancia. (Adicionado por el artículo 42 de  la  Ley  446 de 1998.) Los Jueces Administrativos conocerán en única instancia  del  recurso  prescrito  por los artículos 21 y 24 de la Ley 57 de 1985, cuando  la  providencia  haya  sido  proferida  por  funcionario  o  autoridad del orden  municipal o Distrital.   

39  Código       Contencioso      Administrativo,      Artículo      134-   B.  Competencia  de  los  jueces  administrativos en primera  instancia.  (Adicionado  por  el artículo 42 de la Ley 446 de 1998.) Los Jueces  Administrativos  conocerán  en  primera instancia de los siguientes asuntos: 1.  De  los procesos de nulidad y restablecimiento del derecho de carácter laboral,  que  no  provengan  de  un  contrato  de trabajo, en los cuales se controviertan  Actos  Administrativos  de  cualquier autoridad, cuando la cuantía no exceda de  cien     (100)     salarios    mínimos    legales    mensuales.    ║  2.  De  los  procesos  de nulidad y  restablecimiento  del  derecho  que  carezcan  de  cuantía,  cuando se trate de  controversias  que  se originen en una relación laboral legal y reglamentaria o  cuando  se  controviertan  Actos  Administrativos de carácter laboral expedidos  por  autoridades del orden nacional, con excepción de los actos referentes a la  declaratoria  de  unidad  de  empresa  y  a  la  calificación  de  huelga, cuya  competencia  corresponde  al Consejo de Estado en única instancia. ║  3.  De  los  procesos  de nulidad y  restablecimiento  del  derecho  en que se controviertan Actos Administrativos de  cualquier  autoridad, cuando la cuantía no exceda de trescientos (300) salarios  mínimos    legales    mensuales.    ║  4. De los procesos que se promuevan sobre el monto, distribución  o  asignación de impuestos, contribuciones y tasas nacionales, departamentales,  municipales  o  distritales,  cuando  la cuantía no exceda de trescientos (300)  salarios  mínimos  legales mensuales. ║  5.  De  los  referentes a contratos de las entidades estatales en  sus  distintos órdenes, y de los contratos celebrados por entidades prestadoras  de  servicios  públicos  domiciliarios,  cuando  su  finalidad  esté vinculada  directamente  a  la  prestación  del  servicio, cuando la cuantía no exceda de  quinientos    (500)    salarios   mínimos   legales   mensuales.   ║  6.  De  los  de reparación directa  cuando  la  cuantía  no  exceda  de  quinientos (500) salarios mínimos legales  mensuales.  ║  7. De los  procesos  ejecutivos  originados  en  condenas  impuestas  por  la jurisdicción  contencioso-administrativa,  cuando  la  cuantía  no  exceda  de mil quinientos  (1.500)      salarios      mínimos      legales     mensuales.     ║  8.  De  las acciones de repetición  que  el Estado ejerza contra los servidores o ex servidores públicos y personas  privadas  que  de  conformidad con la ley cumplan funciones públicas, cuando la  cuantía  no  exceda  de quinientos (500) salarios mínimos legales mensuales, y  cuya   competencia  no  estuviere  asignada  al  Consejo  de  Estado  en  única  instancia.  ║  9. De los  relativos  a  la  acción de nulidad electoral de los Alcaldes y miembros de los  Concejos  de  los  municipios que no sean Capital de Departamento, como también  de  los  miembros de las Juntas Administradoras Locales de cualquier Municipio y  demás   elecciones  celebradas  dentro  del  respectivo  territorio  municipal.  ║  Igualmente  de  los  relativos  a  la acción de nulidad electoral que se promuevan con motivo de las  elecciones  o  nombramientos  hechos por las Corporaciones o funcionarios de que  trata  el  inciso  anterior  o por cualquier organismo o servidor de los citados  municipios.  ║ 10. De las  acciones  dirigidas  al cumplimiento de normas con fuerza material de ley o acto  administrativo.   

40     Código   Contencioso   Administrativo,   Artículo  134-C.  Competencia  de  los  jueces  administrativos  en  segunda instancia.  (Adicionado  por  el  artículo  42  de la Ley 446 de 1998.) Los  Jueces  Administrativos  conocerán,  en  segunda  instancia,  de los siguientes  asuntos:  ║  1.  De  las  apelaciones  contra el mandamiento de pago, la sentencia de excepciones, el auto  aprobatorio  de  liquidación  de  crédito  y  el  auto  que  decrete nulidades  procesales,  que  se  interpongan  en los procesos por jurisdicción coactiva de  que  conozcan  los funcionarios de los distintos órdenes, cuando la cuantía no  exceda  de  quinientos  (500)  salarios mínimos legales mensuales. ║  2.  De los recursos de queja contra  la  providencia  que  niegue  el recurso de apelación o se conceda en un efecto  distinto  del  que corresponda, en los asuntos de que trata el numeral anterior.  ║  3.  De la consulta de  las  sentencias dictadas en los mismos procesos contra quien estuvo representado  por curador ad litem, sin consideración a la cuantía.   

41  Existe  una  posición minoritaria en el Consejo de Estado que considera posible  interpretar   la  expresión  “única  instancia”  para  incluir  tanto  las  providencias  proferidas  en  única  instancia,  como  por  loas  proferidas en  primera  instancia  que  no  hayan  sido apeladas. Ver por ejemplo, la sentencia  Consejo  de  Estado,  Sala  Plena de lo Contencioso Administrativo, Sentencia de  octubre    7    de    2003,    CP:    Ana    Margarita    Olaya   Forero,   Rad.  11001-03-15-000-2003-0859-01, Actor: Álvaro Araújo Noguera   

42     Código   Contencioso   Administrativo,   Artículo   132.  Competencia  de los tribunales administrativos en primera instancia.  Los Tribunales Administrativos conocerán en primera instancia de  los  siguientes asuntos: ║  1.  De los de nulidad de los Actos Administrativos proferidos por funcionarios u  organismos  del orden Departamental, Distrital y Municipal, o por las personas o  entidades  de  derecho  privado  cuando cumplan funciones administrativas de los  citados  órdenes.  ║2. De  los  de  nulidad  y  restablecimiento  del  derecho  de carácter laboral que no  provengan  de  un  contrato  de  trabajo,  en  los cuales se controviertan Actos  Administrativos  de cualquier autoridad, cuando la cuantía exceda de cien (100)  salarios  mínimos  legales mensuales. ║  3.  De  los  de  nulidad y restablecimiento del derecho en que se  controviertan  Actos  Administrativos de cualquier autoridad, cuando la cuantía  exceda  de  trescientos  (300) salarios mínimos legales mensuales. ║  4. De los que se promuevan sobre el  monto,   distribución  o  asignación  de  impuestos,  contribuciones  y  tasas  nacionales,  departamentales,  municipales o Distritales, cuando la cuantía sea  superior  a  trescientos (300) salarios mínimos legales mensuales. ║  5. De los referentes a contratos de  las  entidades estatales en sus distintos órdenes y de los contratos celebrados  por  entidades  prestadoras  de  servicios  públicos  domiciliarios,  cuando su  finalidad  esté vinculada directamente a la prestación del servicio, cuando la  cuantía  exceda  de  quinientos  (500)  salarios  mínimos  legales  mensuales.  ║   6.   De   los   de  reparación  directa  cuando  la  cuantía  exceda  de quinientos (500) salarios  mínimos    legales    mensuales.    ║  7. De los procesos ejecutivos derivados de condenas impuestas por  la  jurisdicción  contencioso-administrativa,  cuando la cuantía exceda de mil  quinientos   (1.500)   salarios   mínimos   legales   mensuales.   ║  8. De los relativos a la acción de  nulidad  electoral  de  los  Gobernadores,  de  los  Diputados  a  las Asambleas  Departamentales,  de  cualquier  otra  elección celebrada dentro del respectivo  Departamento,  de  los  Alcaldes  y  miembros  de los Concejos de los municipios  capital   de  Departamento  o  poblaciones  de  más  de  setenta  mil  (70.000)  habitantes   de  acuerdo  con  la  certificación  que  expida  el  Departamento  Administrativo  Nacional  de Estadística, DANE, del Alcalde Mayor, Concejales y  Ediles  de  Santa  Fe  de  Bogotá. Cuando se trate de elecciones nacionales, la  competencia  será  del  Tribunal  correspondiente  al  lugar  donde  se haga la  declaratoria    de    elección.    ║  .Igualmente  de  los  relativos a la acción de nulidad electoral  que  se  promuevan con motivo de las elecciones o nombramientos hechos por estas  corporaciones  o  funcionarios  de  que trata el inciso anterior o por cualquier  organismo  o  servidor  de  los  departamentos,  de los citados municipios o del  Distrito  Capital. ║ 9. De  los  de  nulidad  de  los Actos Administrativos de las entidades territoriales y  descentralizadas  de  carácter  departamental,  distrital o municipal que deban  someterse  para  su  validez a la aprobación de autoridad superior, o que hayan  sido  dictados  en  virtud  de  delegación  de  funciones  hecha  por la misma.  ║ 10. De las acciones de  repetición  que  el  Estado  ejerza  contra  los  servidores  o  ex  servidores  públicos  y  personas  privadas que de conformidad con la ley cumplan funciones  públicas,  cuando  la  cuantía  exceda  de  quinientos (500) salarios mínimos  legales  mensuales,  y  cuya  competencia  no  estuviere  asignada al Consejo de  Estado    en   única   instancia.   ║  11.  De  las  acciones  de  nulidad  contra  las  resoluciones de  adjudicación    de    baldíos.    ║  12.  De  las  acciones  de  expropiación de que tratan las Leyes  Agrarias.  ║  13. De las  acciones contra los actos de expropiación por vía administrativa   

43  Sentencia C-426 de 2002, MP: Rodrigo Escobar Gil.   

44  Sentencia C-207 de 2003, MP: Rodrigo Escobar Gil.   

46 Ley  1066  de  2006,  Artículo  5°. Facultad de cobro coactivo y procedimiento para  las  entidades  públicas.  Las  entidades  públicas  que  de manera permanente  tengan  a su cargo el ejercicio de las actividades y funciones administrativas o  la  prestación  de  servicios  del  Estado  colombiano y que en virtud de estas  tengan   que   recaudar   rentas  o  caudales  públicos,  del  nivel  nacional,  territorial,   incluidos  los  órganos  autónomos  y  entidades  con  régimen  especial  otorgado por la Constitución Política, tienen jurisdicción coactiva  para  hacer  efectivas  las  obligaciones  exigibles  a  su  favor y, para estos  efectos,  deberán  seguir  el procedimiento descrito en el Estatuto Tributario.  ║  Parágrafo  1°.  Se  excluyen  del  campo  de  aplicación de la presente ley las deudas generadas en  contratos  de  mutuo  o aquellas derivadas de obligaciones civiles o comerciales  en  las  que las entidades indicadas en este artículo desarrollan una actividad  de  cobranza  similar  o  igual  a  los particulares, en desarrollo del régimen  privado  que  se aplica al giro principal de sus negocios, cuando dicho régimen  esté  consagrado  en  la  ley  o  en  los  estatutos  sociales  de la sociedad.  ║  Parágrafo  2°.  Los  representantes  legales  de  las  entidades  a  que  hace referencia el presente  artículo,  para  efectos de dar por terminados los procesos de cobro coactivo y  proceder  a su archivo, quedan facultados para dar aplicación a los incisos 1°  y    2°    del    artículo   820   del   Estatuto   Tributario.   ║  Parágrafo 3°. Las Administradoras  de  Régimen  de  Prima  Media  con Prestación Definida seguirán ejerciendo la  facultad  de cobro coactivo que les fue otorgada por la Ley 100 de 1993 y normas  reglamentarias.   

47  Código  Contencioso  Administrativo, Artículo 134 C. Competencia de los jueces  administrativos  en segunda instancia. Los Jueces Administrativos conocerán, en  segunda  instancia,  de  los siguientes asuntos: 1. De las apelaciones contra el  mandamiento  de  pago,  la  sentencia  de  excepciones,  el  auto aprobatorio de  liquidación  de  crédito  y  el  auto que decrete nulidades procesales, que se  interpongan  en  los  procesos  por  jurisdicción  coactiva de que conozcan los  funcionarios  de  los  distintos  órdenes,  cuando  la  cuantía  no  exceda de  quinientos (500) salarios mínimos legales mensuales.   

48  Código       Contencioso       Administrativo,      Artículo 267.-  Aspectos  no  regulados.  En  los  aspectos  no  contemplados en este código se  seguirá  el  Código  de  Procedimiento  Civil  en lo que sea compatible con la  naturaleza  de los procesos y actuaciones que correspondan a la jurisdicción en  lo contencioso administrativo.   

49  Código  Contencioso Administrativo, Artículo 128. Modificado por la Ley 446 de  1998,  artículo  36.  Competencia del Consejo de Estado en Única Instancia: El  Consejo  de  Estado,  en  Sala  de  lo  Contencioso Administrativo, conocerá  de  los  siguientes  procesos  privativamente  y en única instancia: ║                       1. De los de nulidad de  los  actos  administrativos  expedidos  por las autoridades del orden nacional o  por  las  personas  o  entidades  de  derecho  privado  cuando cumplan funciones  administrativas    del    mismo   orden.   ║      2. De los de nulidad y  restablecimiento  del  derecho  que  carezcan  de  cuantía,  en  los  cuales se  controviertan   actos   administrativos  expedidos  por  autoridades  del  orden  nacional,  con  excepción  de  los  de  carácter  laboral.  No  obstante,  las  controversias   sobre   los  actos  de  declaratoria  de  unidad  de  empresa  y  calificación  de  huelga  son  de  competencia  del Consejo de Estado en única  instancia.   ║                       3. De los de nulidad de  elecciones   del  Presidente  y  vicepresidente  de  la  República,  senadores,  representantes  a  la  cámara,  así como de los de nulidad de las elecciones o  nombramientos  hechos  por  el  Presidente  de  la  República, el Congreso, las  Cámaras,  la  Corte  Suprema  de  Justicia, la Corte Constitucional, el Consejo  Superior  de la Judicatura, la Fiscalía General de la Nación, la Procuraduría  General  de  la  Nación,  la Contraloría General de la República, el Gobierno  Nacional   o  por  cualquier  autoridad,  funcionario,  corporación  o  entidad  descentralizada,   del   orden   nacional.  ║      4. De los que se promuevan  contra   actos   administrativos   relativos   a   la   nacionalidad   y   a  la  ciudadanía.  ║                       5.  Del recurso de  anulación  de  los  laudos  arbitrales  proferidos  en conflictos originados en  contratos  estatales,  por  las  causales y dentro del término prescrito en las  normas  que  rigen la materia. Contra esta sentencia sólo procederá el recurso  de  revisión. ║                       6. De los que se promuevan  sobre  asuntos  petroleros  o  mineros en que sea parte la Nación o una entidad  territorial   o   descentralizada,   con   excepción   de   las   controversias  contractuales,  de  reparación  directa y las de nulidad y restablecimiento del  derecho  que  versen  sobre  impuestos  mineros, contribuciones y regalías, que  seguirán    las    reglas    generales.   ║      7. De los relativos a la  propiedad  industrial,  en  los casos previsto en la ley.  ║ 8. De las acciones de  nulidad  con restablecimiento, contra los actos administrativos expedidos por el  Instituto  Colombiano de la Reforma Agraria, Incora, que inicien las diligencias  administrativas  de  extinción  del  dominio;  clarificación  de la propiedad,  deslinde   y  recuperación  de  baldíos.  ║      9. De las acciones de  revisión  contra  los  actos  de  extinción  del dominio agrario, o contra las  resoluciones  que  decidan  de  fondo  los  procedimientos sobre clarificación,  deslinde   y  recuperación  de  baldíos.  ║      10. De los relacionados  con  la  declaración  administrativa  de  extinción del dominio o propiedad de  inmuebles   urbanos   y   de   los  muebles  de  cualquier  naturaleza.  ║ 11. De los de nulidad de  los  actos  del Instituto Colombiano de la Reforma Agraria, Incora, en los casos  previstos      en      la      ley.     ║      12. De las acciones de  repetición  que  el Estado ejerza contra el Presidente de la República o quien  haga  sus  veces, senadores y representantes, ministros del despacho, directores  de  departamento  administrativo, Procurador General de la Nación, el Contralor  General  de la República, Fiscal General de la Nación, magistrados de la Corte  Suprema  de  Justicia,  de  la  Corte Constitucional, del Consejo Superior de la  Judicatura,   de   los  tribunales  superiores  de  distrito  judicial,  de  los  tribunales  administrativos y del tribunal penal militar.  ║ 13. De todas las demás de carácter Contencioso  Administrativo,    para    los    cuales    no    exista   regla   especial   de  competencia.  ║                       Parágrafo.- De las  acciones  de repetición que el Estado ejerza contra los magistrados del Consejo  de Estado, conocerá la Corte Suprema de Justicia en Sala Plena.   

50  Código    de    Procedimiento   Civil,   Artículo  25.-“Competencia  funcional de la Sala de Casación  Civil  de  la  Corte Suprema de Justicia. La Corte Suprema de Justicia conoce en  Sala    de    Casación    Civil:    ║    1.    De    los    recursos    de    casación.    ║  2. De los recursos de revisión que  no    estén    atribuidos    a    los   tribunales   superiores.   ║  3.  De los recursos de queja cuando  se   deniegue   el   de   casación.  ║  4. Del exequátur de sentencias y laudos arbitrales proferidos en  país   extranjero,   sin   perjuicio   de   lo   estipulado   en  los  tratados  internacionales.  ║ 5. De  los  procesos  contenciosos  en  que sea parte un agente diplomático acreditado  ante  el  gobierno  de  la  república,  en  los  casos previstos por el derecho  internacional.  ║  6. De  los  procesos  de  responsabilidad  de  que  trata  el  artículo 40, contra los  magistrados  de  la Corte y de los tribunales cualquiera que fuere la naturaleza  de  ellos.”  Artículo 26.-“Competencia funcional  de   los   tribunales   superiores.  Los  tribunales  superiores   de   distrito   judicial,  en  sala  civil,  conocen:  ║    1.    En   segunda   instancia:  ║  a) De los recursos de  apelación  y  de  las  consultas  en  los  procesos  de  que conocen en primera  instancia  los jueces de circuito, y de los recursos de queja cuando se deniegue  el  de  apelación, y ║ b)  Derogado   por   el   Decreto   2272   de   1989,   Artículo   3.  ║  2. En única instancia, del recurso  de  revisión  contra  las  sentencias  dictadas  por  los  jueces  de circuito,  municipales,  territoriales  y  (de menores) [hoy jueces de familia y promiscuos  de  familia],  y de los procesos sobre responsabilidad de que trata el artículo  40,  contra  los  jueces  cualquiera  que  fuere  la  naturaleza de ellos.” El  Decreto  2272  de 1989 establece en su artículo 3.-“Competencia. Las Salas de  Familia      conocen     de     los     siguientes     asuntos:     ║   1.   De   la  apelación  de  las  sentencias  dictadas  en  primera  instancia por los jueces de familia, y de los  recursos   de   queja,   cuando  se  deniegue  el  de  apelación.  ║   2.  De  las  apelaciones  que  se  formulen  contra  los  autos interlocutorios dictados por los jueces de familia,  en  los  casos  señalados por la ley. ║  3.  De  las  consultas  de  las  sentencias  dictadas  en primera  instancia  por  los  jueces  de  familia  en  los  casos  señalados por la ley.  ║   4.   Del   recurso  extraordinario  de  revisión  contra  las sentencias ejecutoriadas dictadas por  los jueces de familia.”     

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