C-851-09

    Sentencia C-851-09  

Referencia: expediente D-7721  

Demandante: Juan Trujillo Cabrera.  

Demanda  de  inconstitucionalidad  contra  el  inciso  segundo del artículo 257 del Código Penal, modificado por el artículo  1º  de  la  Ley  1032  de  2006, “De la prestación,  acceso   o   uso  ilegales  de  los  servicios  de  telecomunicaciones”.    

Magistrado Ponente:  

Dr. JUAN CARLOS HENAO PÉREZ  

 

   

Bogotá,  D.C., veinticinco (25) de noviembre  de dos mil nueve (2009)    

La  Sala Plena de la Corte Constitucional, en  ejercicio  de  sus  atribuciones  constitucionales  y  en  cumplimiento  de  los  requisitos  y  trámites  establecidos  en  el decreto 2067 de 1991, profiere la  presente   

SENTENCIA  

I. ANTECEDENTES.  

En ejercicio de la acción pública consagrada  en  el  artículo  241  superior,  el ciudadano Juan Trujillo Cabrera, instauró  demanda  de inconstitucionalidad  contra  el  inciso  2  del  artículo 257 del  Código  Penal,  modificado  por el artículo 1º de la Ley 1032 de 2006, por el  cual  se  regula  “De  la  prestación, acceso o uso  ilegales     de     los    servicios    de    telecomunicaciones”.        

Cumplidos  los  trámites  previstos  en  el  artículo  242  de  la  Constitución  y  en  el  Decreto 2067 de 1991, la Corte  Constitucional    procede    a    decidir    acerca    de    la    demanda    en  referencia.   

II. NORMA DEMANDADA.  

A  continuación se trascribe la disposición  normativa   demandada,   en   la   cual   se   destaca   el  aparte  acusado  de  inconstitucionalidad:   

“LEY 599 DE 2000  

Por   la   cual   se   expide   el  Código  Penal.   

EL CONGRESO DE COLOMBIA  

(…)  

“Artículo 257. (Modificado por el artículo  1  de  la  Ley  1032  de  2006)  De la prestación, acceso o uso ilegales de los  servicios  de  telecomunicaciones.  El que, sin la correspondiente autorización  de  la autoridad competente, preste, acceda o use servicio de telefonía móvil,  con   ánimo   de   lucro,   mediante  copia  o  reproducción  de  señales  de  identificación  de  equipos  terminales de estos servicios, o sus derivaciones,  incurrirá  en prisión de cuatro (4) a diez (10) años y en multa de quinientos  (500) a mil (1.000) salarios mínimos legales mensuales vigentes.   

En las mismas penas incurrirá el que, sin la  correspondiente  autorización,  preste,  comercialice, acceda o use el servicio  de  telefonía  pública  básica  local, local extendida, o de larga distancia,  con ánimo de lucro.   

Iguales  penas  se impondrán a quien, sin la  correspondiente  autorización,  acceda, preste, comercialice, acceda o use red,  o  cualquiera  de  los  servicios  de telecomunicaciones definidos en las normas  vigentes.   

Parágrafo   1°.  No  incurrirán  en  las  conductas  tipificadas en el presente artículo quienes en virtud de un contrato  con  un  operador  autorizado  comercialicen  servicios  de  telecomunicaciones.   

Parágrafo 2°. Las conductas señaladas en el  presente  artículo, serán investigables de oficio.”  (El aparte subrayado y resaltado es de la demanda)   

III.          LA DEMANDA.   

    

1. Normas vulneradas.     

El demandante manifiesta que el inciso segundo  del  artículo 257 del Código Penal  modificado por el artículo 1º   de  la  Ley  1032,  vulnera  los  artículo 333 superior, en concordancia con el  Preámbulo   y  los  artículos  2,  13,  29,  38  y  336  de  la  Constitución  Política.   

2.            Concepto  de la violación. Vulneración  al principio de legalidad y al derecho de defensa.   

Según  el  demandante, el inciso segundo del  artículo  257  del Código Penal consagra un tipo penal en blanco, en tanto las  conductas  punibles  acusadas  hacen  referencia  a  una  serie  de  actuaciones  relacionadas   con   temas  técnicos,  económicos  y  comerciales  que  no  se  encuentran  claramente  definidos por la Ley, los reglamentos de la Comisión de  Regulación    en   Telecomunicaciones   (CRT)   ni   por   el   Ministerio   de  Telecomunicaciones,  especialmente  la  expresión  “la  correspondiente   autorización”,  la  cual  no  es  clara  en  la  legislación  debido  a  las  diferentes  licencias,  lo  que  evidencia la inexactitud y vaguedad de la norma  impugnada,  permitiendo que los vacíos pueden ser arbitrariamente definidos por  el  operador  jurídico.  En  consecuencia, considera que con ello se vulnera el  principio  de  legalidad,  según  el  cual  los  jueces  sólo pueden sancionar  conductas  previamente  establecidas  en  la  ley,  que  se  definan  de  manera  inequívoca   como  conductas  punibles,  principio  que  desconoció  la  norma  impugnada  vulnerando  el  artículo  29  de  la  Constitución Política.    

El actor considera que el legislador no puede  desplazar  en  el operador jurídico la tarea de establecer con claridad cuáles  son  los  ingredientes  normativos  porque  con  ello se lesiona el principio de  reserva  legal.  De  esta  manera,  por  ejemplo, para las llamadas locales y de  larga  distancia  que se realizan por voz sobre IP ( Protocolo  de Internet  –VoIP-),  el ordenamiento  jurídico  no  ha  definido  si se trata de un servicio o de una tecnología, al  punto  que  para  el  Ministerio  de Comunicaciones es una Tecnología y para la  Superintendencia  de Servicios Públicos es un servicio, lo que determina que el  ingrediente   normativo   “sin  la  correspondiente  autorización”  haga  ambiguo  e  impreciso  el tipo  penal en blanco que se acusa.   

Advierte   que  el  régimen  de  servicios  públicos  evidencia  la  falta  de  conceptos  claros, aspecto que dificulta en  reenvío  del  tipo  penal en blanco a normas claras y precisas. Esta situación  ha  llevado  a  que  los  jueces, de manera arbitraria y discrecional, produzcan  condenas  penales  por  la  utilización  de  la  VoIP,  cuando aún no se tiene  claridad sobre su uso.    

Con    ocasión    de   la   demanda   de  inconstitucionalidad se presentaron las siguientes intervenciones:   

1.        Ministerio     de  Comunicaciones.   

El apoderado del Ministerio de Comunicaciones,  solicita  la  declaratoria de exequibilidad del inciso segundo del artículo 257  del Código Penal, en virtud de las siguientes consideraciones:   

1.1  Afirma  que el  demandante  no  concreta cargo alguno contra el inciso segundo del artículo 257  del  Código  Penal,  razón por la cual no es posible determinar de qué manera  se  vulnera  el  precepto  constitucional  contenido  en  el artículo 333 de la  Constitución  Política,  relativo a la libre actividad económica e iniciativa  privada.   

Señala  que  en efecto se está ante un tipo  penal  en  blanco,  y  por  lo  mismo,  es  posible complementar el tipo penal a  través  de  normas  claras  y  precisas  en  su  contenido.  Para  soportar  su  afirmación,  señala  que  la  norma  acusada de inconstitucionalidad indica de  manera  expresa y clara los servicios de telecomunicaciones que son objeto de la  respectiva  conducta  típica:  1)   Servicios  de telefonía móvil que se  definen  en  el  artículo  1 de la Ley 37 de 1993. y 2) Servicios de telefonía  pública  básica  conmutada  local,  local  extendida y de larga distancia, que  fueron  declarados  exequibles por la Corte Constitucional en Sentencia C-311 de  2002,  por  no  encontrar vulneración alguna al principio de legalidad al estar  “(…)  definidas  de manera precisa en el artículo  14,  numerales  14.26  y  14.27  de  la  Ley 142 de 1994 y en el artículo 1 del  Decreto   1641  de  1994(…)”  (Cita  hecha  en  la  intervención       del      Ministerio      de      Comunicaciones).   

1.2  Respecto de la  falta    de   claridad   de   la   expresión   “la  correspondiente   autorización”,   manifiesta   el  representante  del  Ministerio  de  Comunicaciones que la Constitución de 1991,  otorgó   especial   importancia   a   los   servicios  públicos  esenciales  y  domiciliarios,  sobre  los  cuales  se debe garantizar su prestación efectiva y  eficaz,  razón  por  la  cual  existe una autorización expresa de regulación,  control   y   vigilancia   por  parte  del  Estado  en  temas  de  servicios  de  telecomunicaciones.   

De  otro lado, las normas administrativas que  informan  en  qué  consiste  la  correspondiente  autorización  son evidentes,  claras  y  preexistentes,  complementando  así,  el  tipo  penal en blanco. Las  normas  que  según el representante del Ministerio de Comunicaciones indican la  correspondiente   autorización  para  la  prestación  del  servicio  de  larga  distancia  son:  Decreto  Ley  1900 de 1990 en sus artículos 2, 24, 27, 28, 39,  40,  41, 42, 43, 44 y 50; Resolución 087 de 1997 de la Comisión de Regulación  en  Telecomunicaciones  (CRT);  Ley  142 de 1994; Decreto 2926 de 2005 y Decreto  2870  de  2007,  sobre las condiciones mínimas para la prestación del servicio  de  larga  distancia  y  la  obtención  del  título  habilitante  convergente,  respectivamente.   

En  relación con la discusión planteada por  el  actor,  de  si  la  plataforma  de  VoIP  es  una tecnología o un servicio,  considera  que  tal  distinción  no  tiene  incidencia  en la pertinencia de la  autorización.  El  Ministerio  de  Comunicaciones  considera  que el accionante  plantea  un  falso  problema,  que  deviene  del  desconocimiento  pleno  de los  significados  de  los términos tecnología y servicio. Explica entonces, que la  tecnología   es  el  medio  para  la  prestación  de  un  servicio  y  que  la  legislación   en   Colombia,   en   protección  del  precepto  de  neutralidad  tecnológica,  regula  la  prestación  del servicio, más no el medio utilizado  para  prestarlo.  En ese sentido, la transmisión de VoIP es tan solo una de las  muchas   tecnologías   mediante   las   cuales  se  puede  transmitir  la  voz.   

En  este  orden  de ideas, como la plataforma  tecnológica  de  VoIP  presta  un  servicio  de telecomunicaciones, se requiere  autorización  previa  para  la prestación del servicio, y la ausencia de éste  trae  consigo consecuencias penales. Además, insiste en que la autorización es  para  la  prestación  del servicio y no para el modo en que  se presta, es  decir,  la  tecnología  con  que  se  quiere llevar el servicio a los usuarios.  Así,  una  cosa  es  el  servicio de larga distancia y otra la red  por la  cual se presta dicho servicio.   

Con  la finalidad de controvertir lo afirmado  por  el  actor,  continúa  afirmando que a nadie se ha sancionado por el uso de  VoIP.  Advierte  también, que cuando se comunica de computador a computador por  un  servicio  de  transmisión  de  voz,  no  se viola la ley, pues aunque está  utilizando  el  protocolo  de  voz  por  Internet  (VoIP), no se está prestando  ningún servicio de telecomunicaciones.   

Concluye  el  Ministerio  afirmando  que  en  Colombia   nadie   puede   prestar   un   servicio   de  telecomunicaciones  sin  autorización  previa del Ministerio de Comunicaciones (Artículo 39 del Decreto  Ley  1900  de  1990),  y  que  a  ello  se  refiere  la  expresión “correspondiente           autorización”           contenida  en  el  inciso  2º    del  artículo  257  del  Código  Penal,  razón por la cual solicita la declaratoria de exequibilidad de  la norma acusada.   

2.    Ministerio  del  Interior  y  de  Justicia.   

El representante del Ministerio del Interior y  de  Justicia,  defiende la constitucionalidad de la norma acusada, indicando que  en  la  sentencia  C-739 de 2000, la Corte Constitucional se pronunció sobre la  exequibilidad  de  una disposición de características similares, contenidas en  el  artículo  6 de la Ley 422 de 1998, salvo los apartes subrayados, que debido  a su vaguedad e imprecisión fueron declarados inexequibles:   

“Artículo   6.  Del  acceso  ilegal  o  prestación  ilegal  de los servicios de telecomunicaciones. El que acceda o use  el  servicio  de  telefonía  móvil  celular  u otro  servicio  de  telecomunicaciones  mediante la copia o  reproducción   no   autorizada   de  señales  de  identificación  de  equipos  terminales  de  estos  servicios,  derivaciones,  o uso de líneas de telefonía  pública  básica  conmutada  local,  local  extendida  o  de larga distancia no  autorizadas,  o  preste  servicios  o  actividades de  telecomunicaciones    con    ánimo    de   lucro   no   autorizadas,    incurrirá    en    prisión    de    (…)”    (Texto  subrayado  declarado  inexequible)   

Sobre  la  disposición  la  Corte  expresó  que   “No  hay  duda de que la redacción de la  norma  cuestionada  no  es  perfecta,  que  ella  adolece  de  errores; pero que  circunscrita  al  servicio de telefonía móvil celular, no puede ser calificada  como  ambigua e inexacta, a punto que derive en vacíos que arbitrariamente deba  llenar  el  juez  penal, violando así, no sólo el principio de legalidad, sino  el  principio  de  reserva  legal,  que  le  atribuye  al  legislador  de manera  exclusiva  la  función  de  definir las conductas punibles a través de la ley.  Por  eso,  salvo  las  expresiones antes anotadas, el inciso primero de la norma  impugnada será declarado exequible”.   

Precisa el apoderado, que si bien la sentencia  hizo  referencia  a  la  telefonía  móvil  celular, la exequibilidad  del  precepto  es igualmente aplicable para el caso de la telefonía pública básica  conmutada  local,  local  extendida  y  larga distancia, las cuales requieren la  correspondiente autorización del Estado.   

Resalta  también la sentencia C-311 de 30 de  abril  de  2002,  que examinó la constitucionalidad del mismo artículo 257 del  Código  Penal  en  su  redacción  anterior a la Ley 1032 de 2006, que declaró  exequible   la   expresión   “o  uso  de  líneas  de  telefonía  pública  básica  conmutada  local,  local  extendida  o  de  larga  distancia  no  autorizadas”,  al  encontrar  que estas  expresiones  técnicas fueron definidas claramente en el artículo 14, numerales  14.26  y  14.27  de  la  Ley 142 de 1994 y en el artículo 1 del Decreto 1641 de  1994.   

Efectuado  el  recuento  jurisprudencial,  el  apoderado  del Ministerio del Interior y de Justicia propone la comparación del  artículo  257  del  Código  Penal  antes y después de la Ley 1032 de 2006. En  dicho  ejercicio  el interviniente no encontró mayores diferencias, descartando  las  expresiones  declaradas  inexequibles,  razón  por la cual concluye que la  Corte  Constitucional  puede  sujetarse  a  lo expuesto en la sentencia C-311 de  2002,  en  cuanto  a  que  el  aparte  que se demanda ya fue declarado exequible  “y   dada  su  reproducción  en  una  disposición  posterior,  se  seguirá  el  precedente  establecido  en  la sentencia C-739 de  2000”.       

Por lo expuesto, solicita a la Corte declarar  exequible la disposición acusada.   

3.            Superintendencia  de Servicios Públicos  Domiciliarios.   

   

A  petición  de  la Corte Constitucional, la  Superintendencia  de Servicios Públicos Domiciliarios emitió concepto sobre la  demanda   de   inconstitucionalidad  impetrada,  en  los  siguientes  términos:   

El que la norma acusada contenga un tipo penal  en  blanco  no  la convierte automáticamente en una disposición violatoria del  principio  de  legalidad  y, mucho menos, en inconstitucional, pues precisamente  el  tipo  en  blanco  reclama  el reenvío a normas complementarias de carácter  extrapenal, que dan sentido y alcance a la disposición.   

Al  respecto,  ya  la sentencia C-739 de 2000  había  declarado exequible el artículo 257 del Código Penal entonces vigente,  que  se  repite  en el aparte de la disposición acusada; además, en caso de no  existir   remisión  a  normatividad  precedente, las expresiones técnicas  pueden  entenderse  por  medio  del  lenguaje  cotidiano  o  ser dilucidadas por  expertos  a  los  que  se  acuda  en  virtud  del  artículo  257 del Código de  Procedimiento Penal.   

En  relación  con  el  caso  concreto,  la  Superintendencia  concluye  que  en  la norma acusada de inconstitucionalidad se  identifican  de manera precisa los servicios de telecomunicaciones que delimitan  el  tipo  penal:  i.  Servicio  de  telefonía pública básica local, ii. Local  extendida  y iii. Larga distancia. Cada uno de ellos debidamente regulado según  se  señala en el artículo 1.2 de la Resolución 575 de 2002 de la Comisión de  Regulación  de  Telecomunicaciones. Así, el aparte que hoy se demandada cumple  con  los  criterios señalados por la Corte Constitucional en la sentencia C-739  de 2000.   

Finalmente, la Superintendencia frente al tema  VoIP,   remite   a  su  concepto  030  de  2008,  según  el  cual  “para  la  transmisión  de voz a través de la tecnología IP, se  requiere  licencia  previa  del  Ministerio  de  Comunicaciones”. En  consecuencia,  solicita  declarar  la  exequibilidad  del inciso  segundo del artículo 257 del Código Penal.   

4.           Universidad del Norte.   

La  Universidad  del  Norte,  por medio de la  profesora    Judith    Echeverría    Molina    emitió    concepto   sobre   la  constitucionalidad de la norma acusada de la siguiente manera:   

Al  adelantar  un  estudio  de las sentencias  C-739  de 2000 y C-311 de 2002, por las cuales se examinó la constitucionalidad  del  artículo  6  de la Ley 422 de 1998 y del artículo 257 parcial del Código  Penal  antes  de  la  modificación introducida por la Ley 1032 de 2006, resulta  pertinente  concluir  que  la  Corte  Constitucional  ya  se pronunció sobre la  exequibilidad   de   las   expresiones   “telefonía  pública  básica  conmutada  local,  local extendida y larga distancia (…) no  autorizadas”.   

No  obstante,  advierte la posible violación  del  principio  de reserva legal, en la medida que el tipo penal en blanco puede  remitir  a  normas  de inferior jerarquía lo cual, estima, vulnera el principio  de reserva legal.     

5.            Intervención  de  la ciudadana de Paula  Cadavid Londoño.   

La  ciudadana  Cadavid  Londoño analiza tres  aspectos    esenciales    en    relación    con    la    demanda   materia   de  inconstitucionalidad:  (i)  un  prolijo recuento de la normatividad aplicable al  servicio  de  telecomunicaciones;  (ii)  una  referencia  a los tipos penales en  blanco  y su adaptación al caso concreto; y (iii) una exposición de argumentos  a favor de la exequibilidad del aparte normativo demandado.   

Frente a la normatividad aplicable al servicio  de  telecomunicaciones, la interviniente menciona  las disposiciones que de  manera  expresa   regulan  los  servicios  de  Telefonía  Pública Básica  Conmutada Local, Local Extendida y Larga Distancia, entre ellas:   

    

* El  artículo  75  de  la Constitución Política mediante el cual se dispone que el  espectro  electromagnético  es  un  bien de uso público sujeto a la gestión y  control del Estado.     

    

* La  Ley  142  de  1994,  por  la  cual  se regula el servicio de Telefonía Pública  Básica  Conmutada,  como servicio público esencial  -Artículos 1º y 4º  -.  Esta  Ley  define además en qué consiste dicho servicio a nivel nacional e  internacional  y,  lo más importante, indica de manera expresa que “el  legislador  estableció  las reglas respecto a la prestación  de  los  servicios públicos en atención al tipo de servicio de que se trate, y  no a la tecnología a través de la cual se preste (…)”.     

    

* El  Decreto  1900  de  1990,  por  el  cual  se  organizó  de  manera  general  las  telecomunicaciones  y  potestades  del Estado en relación con su intervención.  Esta   disposición  define  conceptos  tales  como  “telecomunicaciones”  y  “operador”,  clasifica  los  servicios de telecomunicaciones en básicos, de  difusión,  telemáticos y de valor agregado y determina que es el Ministerio de  Comunicaciones  la entidad encargada de la regulación, inspección y vigilancia  de la prestación de estos servicios, entre otros.     

    

* El  Decreto  1641  de 1994, reglamentario de la Ley 142 de 1994, mediante el cual se  definen  los  conceptos  de  Telefonía  Pública Básica Conmutada Local, Local  Extendida y Larga Distancia.     

    

* La  Resolución  No. 87 de 1997 de la CRT, por la cual se precisan desde el punto de  vista  técnico las definiciones sobre Telefonía Pública Básica Conmutada, en  sus  niveles  local, local extendida y larga distancia nacional e internacional.  (TPBCL,  TPBCLE,  TPBCLDN y TPBCLDI). Tales definiciones técnicas son similares  a  las  contenidas  en  disposiciones  precedentes,  de  manera  que  no  existe  confusión  o  contradicción  alguna en torno al significado de estos servicios  de comunicaciones.     

    

* Los  Decretos  2542  de 1997, 2926 de 2005 y 2870 de 2007, relativos al  sistema  para   otorgar   licencias   en   los   servicios   de   telecomunicaciones   de  telefonía.      

Hecho el recuento normativo, la interviniente  pasa  a  exponer  su  posición frente a los tipos penales en blanco. Señala al  respecto,  que  los tipos penales en blanco responden a una técnica legislativa  orientada  a  abordar problemáticas de sectores especializados que se mantienen  en   constante   evolución,   respecto   de   los   cuales   la  jurisprudencia  constitucional  ha  reconocido  su  necesidad  para  acoger  ciertos  fenómenos  delincuenciales1.  Un  tipo  penal  en  blanco  se ajusta al principio de legalidad,  cuando  el  intérprete  puede  acudir  a  una  norma  extrapenal que defina con  claridad  el  concepto  correspondiente y cuando dicha norma tiene efectos hacia  el futuro.   

Sugiere  que  a partir del recuento normativo  efectuado,  se  encuentran  normas extrapenales que establecen los requisitos de  acceso  a la autorización para prestar servicios de Telefonía Pública Básica  Conmutada  Local,  Local Extendida y Larga Distancia; dichas normas vigentes son  las  que  complementan  de manera clara el tipo penal en blanco demandado, en el  aspecto  atinente  a  la  expresión “correspondiente  autorización”.     

Acerca  de  la constitucionalidad de la norma  acusada,  plantea  que  no  existe  una vulneración del principio de legalidad,  pues  en  el  ordenamiento  jurídico colombiano cuenta con normas precisas, que  señalan  tanto  los  conceptos  que  rodean  a  la  telefonía pública básica  conmutada   como  la  correspondiente  autorización  para  la  prestación  del  servicio.  Adicional  a  esto,  hace  notar  cómo  las expresiones “telefonía  pública  básica  conmutada local, local extendida y  larga  distancia”  y  “no  autorizadas”,  ya  habían  sido objeto de análisis  por  parte de la Corte Constitucional en las sentencias C-739 de 2000 y C-311 de  2002, mediante las cuales se les encontró exequibles.   

Con  base  en las anteriores consideraciones,  solicita  la  declaratoria  de exequibilidad del inciso 2o del artículo 257 del  Código Penal.   

6.             Intervención   ciudadana  de  Ángela  Natalia Guerra Caicedo.   

La  ciudadana Ángela Natalia Guerra, explica  en  un primer momento la calificación de tipo penal en blanco del artículo 257  del  Código Penal, para luego poner de manifiesto que las expresiones que deben  ser     complementadas     con    normas    extrapenales    son:    “Servicio  de  Telefonía Pública Básica Local, Local Extendida,  o    de    Larga    Distancia”    y   “sin      la      correspondiente     autorización”.   

Se  aparta  de la tesis del accionante, en el  sentido  de que encuentra para las expresiones acusadas una norma extrapenal que  las  regula y las define claramente. En su concepto, no existe violación alguna  al  principio  de legalidad. Con fundamento en ello, solicita la declaratoria de  exequibilidad  del  aparte  demandado  del  artículo  257  del  Código  Penal.   

V.            CONCEPTO  DEL  PROCURADOR  GENERAL DE LA  NACIÓN.   

Por  medio del Concepto No. 4810 del 2009, el  Procurador   General   de   la  Nación,  se  pronunció  sobre  la  demanda  de  inconstitucionalidad  presentada  contra el inciso segundo del artículo 257 del  Código Penal.   

Respecto de las normas penales en blanco y la  supuesta  indeterminación  existente  respecto  de  los servicios y actividades  sobre   los  cuales  recae  la  conducta,  así  como  frente  a  la  expresión  “la    correspondiente   autorización”,  la Vista Fiscal señala que no le asiste razón al demandante,  en  tanto  que  la norma acusada comporta los elementos necesarios para subsumir  las  conductas  violatorias  del  régimen  de  telecomunicaciones, como son los  sujetos,  los  verbos  rectores  y  el  bien jurídico tutelado; además existen  definiciones  legales  que  complementan de manera diáfana el artículo 257 del  Código  Penal.  Para  soportar  su  afirmación, señala las siguientes normas:  Decreto  1900  de 1990, Ley 142 de 1994, Decreto 1641 de 1994 y las Resoluciones  de la CRT 87 de 1997 y 469 de 2002.   

Observa,  al igual que se hace en la mayoría  de  las intervenciones, que las expresiones “Servicio  de  Telefonía  Pública Básica Local, Local Extendida, o de Larga Distancia”  y  “sin la correspondiente  autorización”   se   hallan   determinadas  en  el  ordenamiento jurídico colombiano vigente.   

Sin embargo, la apreciación anterior no lleva  al  Ministerio Público a la petición de exequibilidad de la norma, sino que lo  dirige  a  la  conclusión  de que los cargos que el actor le atribuye al inciso  segundo  del artículo 257 del Código Penal son inexistentes, es decir, carecen  de  certeza  por  no  surgir  del  texto  normativo demandado.      

En  virtud  de  lo  anterior,  solicita  el  Ministerio  Público  a la Corte Constitucional, declararse inhibida para fallar  de  fondo el asunto, en cuanto: “(…) es inadmisible  decidir  sobre  la  constitucionalidad  de  una  disposición  legal con base en  argumentos  ambiguos,  amplios,  indirectos,  gaseosos y globales que no guardan  conexidad concreta y directa con la norma legal que se acusa”.   

VI.            CONSIDERACIONES  Y  FUNDAMENTOS  DE  LA  CORTE.   

Competencia.  

    

1. La   Corte   Constitucional  es  competente  para  conocer de la presente demanda, en los términos previstos por  el  numeral  4  del  artículo  241  de la Constitución Política, al dirigirse  contra disposiciones que integran una ley.      

Consideraciones previas.  

2.  Ninguna  de las  manifestaciones  realizadas  por  el  actor hace referencia, si quiera somera, a  las  razones  por  las  cuales  el  inciso segundo del artículo 257 del Código  Penal  vulnera  los  artículos 2, 13, 38, 333 y 336 superiores, relativos a los  fines  del  Estado,  a  la  igualdad,  al  debido  proceso,  al derecho de libre  asociación,  la libre iniciativa privada, la libre competencia económica o con  la  prohibición  para  establecer  monopolios,  aspecto que impide concretar un  cargo  constitucional  cierto  y concreto, en la medida en que su reclamo radica  en  que los ingredientes normativos de carácter técnico consagrados en el tipo  penal  no  se  encuentran  claramente  definidos  en  la  ley,  sin ninguna otra  precisión al respecto.   

La  imposibilidad de concretar una causa que  permita  confrontar  los  preceptos   constitucionales  en  cita y la norma  acusada,  impide su trámite por vía de la acción pública que se depreca, por  ineptitud  sustancial,  de  conformidad  con el Decreto 2067 de 19912.   

La  formulación del cargo constitucional es  uno  de  los  requisitos materiales de la acción pública de constitucionalidad  que  impone  al  ciudadano como carga mínima sustentar de manera específica el  concepto   de   la  violación,  a  fin  de  que  pueda  existir  una  verdadera  controversia              constitucional3.   Al   respecto,  la  Corte ha establecido que un cargo es  apto  para  propiciar  un juicio de inexequibilidad, sólo cuando cumple con los  requisitos     de    claridad,    certeza,    especificidad,    pertinencia    y  suficiencia4,  ninguno  de  los  cuales  se reúne respecto de las disposiciones  señaladas.   

3. Coincide en este  sentido  la  Sala  con  el  concepto  emitido por el Ministerio Público, cuando  califica  la demanda de falta de rigor en cuanto a la formulación de los cargos  y  la  inexistencia  de un hilo conductor que permita a la Corte comprender qué  se  demanda  y cuáles son las razones para apoyar la petición, razón de sobra  para solicitar la inhibición.   

En   cuanto   al  cargo  que  se  pretende  estructurar  por  violación  al principio de legalidad, tampoco resulta posible  determinar  la  verdadera causa de reproche, en la medida que el actor lo radica  en   que   los   ingredientes   normativos   del   tipo   penal  “no    están   claramente   definidos”,  incurren  en  “vaguedad” y  a   que  existen  “diferentes  licencias”  y  “posiciones encontradas frente al  tema”,  circunstancia  que  revela  una apreciación  personal  sobre un sin número de leyes, decretos y resoluciones que regulan las  telecomunicaciones  lo  que impide concretar qué normas de reenvío son las que  estima  insuficientes,  oscuras  o  ambiguas.  Así,  el  solo hecho de que a su  juicio  los  conceptos  resulten  vagos  o existan diferentes tipos de licencias  dicha  apreciación  no  constituye  por  si  misma  un  problema  que  conlleve  inconstitucionalidad.   

En  esos  términos,  recordará la Corte su  jurisprudencia  respecto  de  los  tipos  penales  en  blanco  y la necesidad de  concretar    las    normas   de   reenvío   para   efectuar   el   estudio   de  constitucionalidad,  para  luego  presentar  los  argumentos  por  lo  cuales se  desestiman  las  intervenciones  que  señalan la existencia de una cosa juzgada  constitucional.  Finalmente,  procederá  a declararse inhibida ante la falta de  concreción, especificidad y suficiencia de los cargos.    

El     tipo     penal    en    blanco.  reiteración.   

4.  En  términos  generales,  un  tipo  penal  en  blanco  es aquel en que el supuesto de hecho se  encuentra   desarrollado  total  o  parcialmente  por  una  norma  de  carácter  extrapenal.   Los  tipos  penales  en  blanco  responden  a  una  clasificación  reconocida  por  la  doctrina  y  aceptada  por la jurisprudencia constitucional  colombiana5  ante la incapacidad práctica de abordar temas especializados y en  permanente   evolución,   siempre   que   la  remisión  normativa  permita  al  intérprete  determinar  inequívocamente el alcance de la conducta penalizada y  la          sanción         correspondiente6.   

5. Frente al punto  se  plantea  la  discusión  de  si  la  normatividad  a  la  cual  se acude por  remisión,  debe  ser  preexistente  o  precedente  al  tipo penal en blanco. Al  respecto,  esta  Corporación  ha  expresado  que  se  protege  el  principio de  legalidad  no  con  la  exigencia  de  preexistencia  de la norma de complemento  respecto  de  la  disposición  penal, sino con la simple existencia de ésta al  momento  de  conformación  del tipo integrado. En esa línea la sentencia C-605  de 2006, señaló:   

“(…)  se permite que la disposición que  complementa  el  tipo penal básico se expida con posterioridad a éste, pero se  exige  la  existencia de la norma de complemento para la conformación final del  tipo  penal.  En  otros  términos, la existencia de la norma de complemento del  tipo  penal  en  blanco es requisito de configuración definitiva del tipo penal  integrado.  Sólo  de  dicha  manera  se  garantiza  la  previsibilidad  de  las  circunstancias  punibles  y  de  la sanción penal y sólo así se efectiviza el  principio  del  debido proceso que garantiza que nadie sea juzgado sino conforme  a  leyes  preexistentes  al acto que se le imputa. Este requisito permite que la  norma  penal  se  complete  de  manera definitiva antes de que el ciudadano o el  juez ajusten su conducta a lo dispuesto por ella.”   

6.  En  el  mismo  sentido,  mucho  se  ha  cuestionado  si  es  posible  que la remisión a normas  extrapenales  suceda respecto de disposiciones que  no tengan la entidad de  ley  en sentido formal. Frente a este interrogante la Corte ha distinguido entre  la  remisión  que  ocurre  frente a disposiciones de igual jerarquía y aquella  que  ocurre  frente  a normas de inferior jerarquía, denominada remisión   propia  e  impropia,  según  el  caso,   para  concluir  que es posible el  reenvío  a normas de inferior jerarquía, en la medida que una vez integrado el  tipo    penal    este    adquiere    unidad   normativa   pues   “ …  la  remisión que opera por virtud  del  tipo  penal  en  blanco  constituye simplemente una técnica legislativa de  integración  del  tipo.  La norma complementaria se adosa al tipo penal básico  para  integrar  el  “tipo  penal”,  momento  a  partir  del cual éste tiene  vigencia  y  poder  vinculante  completo.  Ambas forman una unidad normativa que  tiene           plena           vigencia”7.   

Como  se  indicó,  en  la Sentencia C-559 de  1999,  la Corte Constitucional admitió la legitimidad del mecanismo alternativo  de  integración  del tipo en blanco, a través del reenvío a otra disposición  expedida  por  una  autoridad administrativa. En este sentido, la jurisprudencia  sigue  el  camino  de  la  doctrina  especializada,  cuando,  al decir de ésta,  concluye  que  “la integración de estos tipos puede  ser  hecha  por  el propio legislador o por una autoridad de inferior categoría  perteneciente  a  una cualquiera de las ramas del poder público, siempre que se  trate    de    una    norma    legal    de    carácter   general”.   

7.  Ahora  bien, la  remisión  o  reenvío del tipo penal en blanco a normas de rango administrativo  tiene  sus  propias reglas. Según se señaló en la sentencia C-605 de 2006, la  remisión  que  opera  en  la  complementación  del  tipo  penal en blanco debe  cumplir  cuatro requisitos fundamentales: En primer lugar, la remisión debe ser  precisa;  en  segundo  lugar, la norma  a la cual se remite debe existir al  momento  de  conformación  del  tipo  penal.  En  tercer  término  la norma de  complemento  debe  ser  de  conocimiento público y, finalmente, debe preservar,  como    cualquier   norma   del   ordenamiento,   los   principios   y   valores  constitucionales.   

La  claridad, precisión e identificación de  la  normativa  de  destino  de  la  remisión  es  en últimas la que permite al  usuario  de  la regulación penal conocer el alcance exacto del tipo integrado y  garantizar  su  derecho  de  defensa.  En  concepto  de  la  Corte  “esas  descripciones  penales  son  constitucionalmente  válidas,  siempre  y  cuando  el correspondiente reenvío normativo permita al intérprete  determinar  inequívocamente  el  alcance  de  la  conducta  penalizada  y de la  sanción     correspondiente,     lo  que  la Corporación pretende resaltar es la necesidad de que la  remisión  goce  de  tal  nivel  de  claridad,  que  el intérprete comprenda su  alcance  sin ambages, anfibologías o equívocos. Ello porque, sólo a partir de  la  certeza  de la remisión se garantiza plenamente el principio constitucional  dependiente  del  debido  proceso  que impone la prohibición de que alguien sea  condenado  por  motivo  no  establecido en la ley”8.   

9.  Lo  anterior,  evidencia  la  imposibilidad  de  adelantar un estudio de exequibilidad debido a  que   se   incumple   con   los   requisitos  de  especificidad,  suficiencia  y  pertinencia.   

No  obstante,  antes  de pasar a declarar la  inhibición  considera la Corte necesario despejar la inquietud que plantean los  intervinientes  respecto  de  la  existencia de una cosa juzgada constitucional.   

Las sentencias C-739 de 2000 y C-311 de 2002.  Inexistencia   de   cosa  juzgada  material  respecto  del  enunciado  normativo  demandado.   

10.    Las  intervenciones   sobre   el   punto   han   hecho   referencia   al   precedente  jurisprudencial  contenido  en las sentencias C-739 de 2000 y C-311 de 2002, por  las  cuales  se  declaró  la exequibilidad parcial de algunos apartes tanto del  artículo  6  de  la  reforma  introducida  por  la  Ley  422  de 1998, como del  artículo  257  de  la  Ley  599 de 2000- Código Penal-, en la medida en que el  texto  que es materia de reclamo reproduce los preceptos exequibles en el inciso  2   del  artículo  257  del  Código  Penal  modificado  por  la  Ley  1032  de  2006.   

Pues   bien,   las  providencias  en  cita  declararon  la  inexequibilidad de las expresiones “u  otros    servicios    de    telecomunicaciones”   y  “o   preste   servicios    o   actividades  de  telecomunicaciones    con    ánimo    de   lucro   no   autorizados”  contenidas  en  el  artículo  6  de la Ley 422 de 1998 y en el  artículo  257  de  la  Ley  599  de  2000, al verificar que dada su vaguedad se  impedía  otorgar  sentido  normativo  al  tipo  penal  en  blanco. No obstante,  declararon  que las expresiones “o uso de líneas de  telefonía  pública  básica  conmutada  local,  local  extendida  o  de  larga  distancia   no  autorizadas”  contenidas  en  dichos  artículos,  no  vulneraban  el  principio  de  legalidad  y,  en  consecuencia,  resultaban exequibles.   

11. La reproducción  normativa  de  textos declarados exequibles ha sido estudiada y decantada por la  Corte  Constitucional, al referirse al fenómeno de la cosa juzgada de carácter  material,  la  cual  opera  tanto en sentido estricto como en sentido amplio. La  cosa  juzgada  material  en sentido amplio, que corresponde a la que se alega en  las  diferentes  intervenciones,  está relacionada con la posibilidad de que el  legislador  promulgue  una  disposición  cuyo  contenido  normativo  haya  sido  declarado                  exequible9.   

Para  saber cómo proceder frente a la nueva  norma  la  Corte  “deberá  apreciar  si en el nuevo  contexto  dentro  del  cual  fue  expedida,  ésta  adquirió  un alcance o unos  efectos  distintos,  lo  cual  justificaría  un  fallo  de  fondo en un sentido  diferente  al  anterior.  Lo  mismo sucedería en caso de que la Corte encuentre  razones   poderosas   para   introducir   ajustes   en   su   jurisprudencia   o  cambiarla10.   De   esta   forma,   la  Corte  clarifica  los  alcances  y  las  consecuencias  de la llamada cosa juzgada material de un fallo de exequibilidad:  El  fallo  anterior constituye un precedente respecto  del  cual  la  Corte  tiene  diversas  opciones,  ya  que no queda absolutamente  autovinculada     por    sus    sentencias    de    exequibilidad”11   

12.  Como  bien  lo  sostiene  la  jurisprudencia,  para que se configure la cosa juzgada material no  basta  con  la  identidad  del  contenido  entre  el  aparte  que se acusa y los  declarados  exequibles,  pues  en  todo caso, será necesario hacer un examen de  constitucionalidad  con  el  fin de establecer si en relación con los preceptos  acusados   subsisten   las   razones   que   condujeron  al  pronunciamiento  de  exequibilidad  en  la  decisión  previamente  adoptada. Así, las disposiciones  exequibles  operan  como  precedentes, con el fin de asegurar la consistencia de  las  decisiones,  preservar  la seguridad jurídica y garantizar el derecho a la  igualdad,  pero  tal  como  se  concluyó  en  la  sentencia  C-860  de 2006, la  constitucionalidad   de  una  disposición no depende solamente de su tenor  literal  sino  también  del  contexto jurídico en el cual se inserta, al igual  que  de  las  circunstancias  fácticas  que  rodean la aplicación de la norma.   

En   conclusión,  la  identidad  entre  un  enunciado  o  un  contenido  normativo  declarado  previamente  exequible y otro  reproducido  en un nuevo cuerpo normativo, no puede ser el argumento concluyente  para  negarse a examinar el nuevo precepto por haberse producido la cosa juzgada  material,    pues   dicha   figura   –entendida  como  la  obligación  de  estarse  a  lo  resuelto en un  pronunciamiento  anterior-  está  supeditada a la concurrencia de los elementos  que sistematizó la sentencia en cita:   

“(i)   Que   exista  una  sentencia  de  constitucionalidad  sobre  la  misma  disposición  incluida  en el mismo cuerpo  normativo,  respecto  de  la  cual  se  solicita  estudio  posterior  (identidad  formal).   

(ii)  Que exista  identidad  entre  los  cargos  que fundamentaron el juicio de constitucionalidad  que  dio  lugar  a  la  sentencia proferida por esta Corporación y aquellos que  sustentan la nueva solicitud de estudio.   

(iii)  Que  no  se  hayan producido cambios  económicos,   sociales,   culturales,   políticos   e,  incluso,  ideológicos  sustancialmente   significativos   que  hagan  insostenible,  a  la  luz  de  la  Constitución,  el  pronunciamiento  anterior.  Esto  es,  que  se  presente una  identidad  en  el contexto fáctico y normativo entre el momento en que la Corte  hizo  su  anterior  pronunciamiento  y  el  momento  en que se solicita el nuevo  análisis.”12   (resaltado   fuera   de  texto)   

De   conformidad  con  las  consideraciones  expuestas,  la  Corte entrará a determinar si con fundamento en los parámetros  jurisprudenciales   expuestos   operó   del   fenómeno   de  la  cosa  juzgada  constitucional en relación con las expresiones legales demandadas:   

13.  En  el  caso  concreto  se  evidencia  una identidad formal entre las disposiciones declaradas  exequibles y el precepto que se demanda.    

En  el  presente  caso  se  confirma que los  alcances  de  las  disposiciones  que en su momento fueron declarados exequibles  coinciden  con  los  alcances  del  aparte  dispositivo  en  estudio,  según el  siguiente cuadro comparativo:   

1.   Artículo  6, Ley 422 de 1998. Declarado exequible parcialmente por  la sentencia C-739 de 2000.             

2.   Artículo  257,  Ley  599  de  2000.  Declarado  exequible  parcialmente  por  la sentencia C-311 de 2002.             

3.   Artículo  257,  Ley  599 de 2000, modificado por el artículo 1 de  la Ley 1032 de 2006.  

Del  acceso  ilegal o  prestación   ilegal   de  los  servicios  de  telecomunicaciones.  El  que  acceda  o  use  el  servicio de  telefonía   móvil   celular   u  otro  servicio  de  telecomunicaciones  mediante copia o reproducción no  autorizada  de  señales  de  identificación  de  equipos  terminales  de estos  servicios,   derivaciones,   o  uso  de  líneas  de  telefonía  pública  básica  conmutada  local,  local  extendida  o  de  larga  distancia  no autorizadas, o  preste  servicios  o  actividades  de  telecomunicaciones con ánimo de lucro no  autorizados,  incurrirá  en prisión de cuatro (4) a  diez  (10)  años y multa de  quinientos   (500)   a   mil   (1.000)   salarios   mínimos  legales  mensuales  vigentes.   

La pena anterior se aumentará de una tercera  parte  a  la  mitad,  para  quien hubiese explotado comercialmente por sí o por  interpuesta   persona,   dicho   acceso,  uso  o  prestación  de  servicios  de  telecomunicaciones no autorizados.   

Igual  aumento  de  pena  sufrirá  quien  facilite  a  terceras  personas  el  acceso,  uso  ilegítimo  o  prestación no  autorizada del servicio de que trata este artículo.   

(Texto      subrayado     declarado  inexequible)             

Del  acceso  ilegal o  prestación   ilegal   de  los  servicios  de  telecomunicaciones.  El  que  acceda  o  use  el  servicio de  telefonía   móvil   celular   u  otro  servicio  de  comunicaciones  mediante  copia  o  reproducción  no  autorizada  por  la  autoridad  competente  de  señales  de  identificación de  equipos  terminales  de estos servicios, derivaciones,  o  uso  de  líneas  de  telefonía  pública básica  conmutada    local,    local    extendida    o    de    larga    distancia    no  autorizadas,   o  preste  servicios   o   actividades   de  telecomunicaciones  con  ánimo  de  lucro  no  autorizados, incurrirá en prisión de dos (2) a ocho  (8)   años  y  multa  de  quinientos   (500)   a   mil   (1.000)   salarios   mínimos  legales  mensuales  vigentes.   

La pena anterior se aumentará de una tercera  parte  a  la  mitad,  para  quien hubiese explotado comercialmente por sí o por  interpuesta   persona,   dicho   acceso,  uso  o  prestación  de  servicios  de  telecomunicaciones no autorizados.   

Igual  aumento  de  pena  sufrirá  quien  facilite  a  terceras  personas  el  acceso,  uso  ilegítimo  o  prestación no  autorizada del servicio de que trata este artículo.   

(Texto      subrayado     declarado  inexequible)             

De  la  prestación,  acceso  o  uso  ilegales  de  los  servicios  de telecomunicaciones.   El   que,   sin  la  correspondiente  autorización  de  la  autoridad  competente,  preste,  acceda o use servicio de  telefonía  móvil,  con  ánimo  de  lucro,  mediante  copia o reproducción de  señales  de  identificación  de  equipos  terminales de estos servicios, o sus  derivaciones,  incurrirá en prisión de cuatro (4) a diez (10) años y en multa  de  quinientos (500) a mil (1.000) salarios mínimos legales mensuales vigentes.   

En las mismas penas incurrirá el que, sin la  correspondiente  autorización,  preste,  comercialice, acceda o use el servicio  de  telefonía  pública  básica  local, local extendida, o de larga distancia,  con ánimo de lucro.   

Iguales  penas se impondrán a quien, sin la  correspondiente autorización, acceda, preste,   

Parágrafo 1°. No  incurrirán  en  las  conductas  tipificadas en el presente artículo quienes en  virtud  de  un  contrato  con  un operador autorizado comercialicen servicios de  telecomunicaciones.   

Parágrafo 2°. Las  conductas   señaladas   en  el  presente  artículo,  serán  investigables  de  oficio.   

(Texto resaltado demandado)  

De  la comparación de los elementos del tipo  penal de cada disposición se infiere lo siguiente:   

    

* En  los  tres  casos  se  está  frente  a un tipo penal completo  que contiene  tanto un precepto como una sanción.     

    

* La  conducta  en  los  tres  casos  se  circunscribe  a  los servicios de telefonía  pública    básica    conmutada    local,   local   extendida,   o   de   larga  distancia.     

    

* El  precepto  define  el sujeto activo del hecho punible, a través de la expresión  “el  que  acceda  o  use”,  la  cual indica que se trata de un sujeto activo  indeterminado,  en  la  medida  en  que  cualquier persona puede incurrir en las  acciones que se prohíben.     

    

* En  cuanto  al  sujeto pasivo, esto es el titular del bien jurídico que se protege,  éste  también  se  encuentra  definido,  tácita,  pero inequívocamente en la  norma  acusada,  pues  de la redacción de la misma se desprende que lo será el  Estado   ,    como   titular   de   los   servicios   públicos   de  telecomunicaciones.  En  igual  medida   las personas públicas y privadas,  debidamente autorizadas para prestar estos servicios.     

    

* En  cuanto  a  la  conducta  que se señala como punible, el verbo rector es plural:  usar,  prestar,  acceder y comercializar. Si bien, en los dos primeros preceptos  el  verbo  rector es “usar”, este por su generalidad comporta la posibilidad  de que “prestar”  y “comercializar”.     

    

* En  los   tres   casos    se   prescribe   que   el  verbo  rector  “usar”,  “prestar”,  “acceder”  y  “comercializar”  se  ejecute   “sin  autorización”    o   sin   la   “correspondiente  autorización”       

Por  lo  anterior,  para  la  Corte  resulta  evidente  que  el  inciso 2º del artículo 257 del Código Penal modificado por  la  Ley  1032  de 2006, reproduce lo dispuesto en el artículo 257 de la Ley 599  de  2000  y  en  el  artículo  6º de la Ley 422 de 1998, puesto que su sentido  normativo formalmente es el mismo.   

No  existe  identidad  absoluta  entre  los  cargos  que  fundamentaron  el  juicio de constitucionalidad que dio lugar a las  sentencias  C-730  de  2000 y C-311 de 2002 proferidas por esta Corporación por  inexistencia actual de cargo.    

14.  Pese a que se  reproduce  materialmente  el  tipo  penal  no  se  cumple  con  el  requisito de  identidad  entre  los  cargos,  lo  cual  descarta  la cosa juzgada tantas veces  mencionada  en  las  intervenciones  de  esta  acción  pública. En el presente  asunto  el  actor  se  limitó  a  plantear  la  vulneración  del  principio de  legalidad    de    la    disposición    penal    in  genere,  apoyada  en  la  proliferación  de normas en  materia  de  telecomunicaciones  y  la  ambigüedad entre ellas, de forma que se  deja  al  arbitrio del juzgador identificar los ingredientes normativos o normas  de  reenvío del tipo penal en blanco, para luego establecer si ellas integradas  al  tipo  penal  vulneran  el  principio  de  legalidad  en  los términos de la  Constitución    Política,   aspecto   que,   por   sustracción   de   materia  impide    concluir  la  existencia  de identidad de cargos que permita  reconocer la existencia de una cosa juzgada material.   

.  

El  contexto fáctico y normativo existente  al  momento en que la Corte hizo sus anteriores pronunciamientos y el momento en  que  se  realiza la revisión del la presente demanda ha variado lo que confirma  que la falta de precisión del actor impide un estudio concreto.   

15.  Al momento de  presentación  de  la  demanda se encontraban vigentes el  Decreto ley 1900  de  1990,  expedido  con anterioridad a la Constitución de 1991, según el cual  los  servicios  de telecomunicaciones se clasificaban en básicos, de difusión,  telemáticos  y de valor agregado, auxiliares de ayuda  y especiales. Entre  los  servicios  básicos  se  encontraban,  los servicios de Telefonía Pública  Básica  Conmutada  Local  y  Local  Extendida (TPBCL y TPBCLE), larga distancia  nacional  e  internacional  y  telefonía  móvil  rural,  los cuales a su turno  comprendían  –artículo 28  ibídem-:  i.  Los servicios  portadores  que  proporcionan  la  capacidad  necesaria  para la transmisión de  señales  entre  dos  o  más puntos definidos de la red de telecomunicaciones y  comprendía  los servicios a través de redes conmutadas de circuitos o paquetes  y  a  través  de redes no conmutadas y ii.  Los  teleservicios  que  proporcionan  en  sí mismos la capacidad  completa  para  la  comunicación  entre  usuarios  incluidas  las funciones del  equipo  Terminal.  (telefonía fija como móvil y móvil celular, la telegrafía  y el telex).   

16.  También  se  encontraban  produciendo  efecto  el  artículo  14  de  la Ley 142 de 1994 y el  Decreto  reglamentario 1641 del mismo año, así como las resoluciones expedidas  por  la  Comisión de Regulación de Telecomunicaciones (hoy de Comunicaciones),  en  la  cuales  se  definía  de  manera  concreta el alcance de las expresiones  telefonía  pública  básica  conmutada,  local  extendida  y servicio de larga  distancia nacional e internacional, así:   

    

* Artículo 14 Ley 142 de 1994:     

     

“(…)   14.26.   Servicio   público  domiciliario  de  telefonía  pública básica conmutada. Es el servicio básico  de  telecomunicaciones, uno de cuyos objetos es la transmisión conmutada de voz  a  través  de la red telefónica conmutada con acceso generalizado al público,  en un mismo municipio. (…)’   

‘(…)14.27.  Servicio  público  de  larga distancia nacional e internacional. Es el servicio  público  de  telefonía  básica  conmutada que se presta entre localidades del  territorio nacional o entre estas en conexión con el exterior.”   

    

* Artículo 1 del Decreto 1641 de 1994     

“Para  efectos  de  que  la  Comisión de  Regulación  de  Telecomunicaciones  pueda ejercer las funciones que le han sido  otorgadas   mediante   el   Decreto   1524  de  1994,  adoptase  las  siguientes  definiciones:   

1.  Servicio de Telefonía Básica Pública  Conmutada,  que  en  adelante  se  denominará  TBPC.  Es el servicio básico de  telecomunicaciones  cuyo objeto es la transmisión conmutada de voz a través de  la Red Telefónica Conmutada con acceso generalizado al público.   

2.  El  servicio  de  telefonía  pública  básica  conmutada  local.  Es  el  servicio de TBPC, uno de cuyos objetos es la  transmisión  conmutada  de  voz a través de la red de telefonía conmutada con  acceso generalizado al público, en un mismo municipio.   

3.  Servicio de telefonía básica pública  conmutada  local  extendida.  Es  el  servicio  de  TBPC  prestado  por un mismo  operador  a  usuarios de un área geográfica continua conformada por municipios  adyacentes,   siempre   y  cuando  ésta  no  supere  el  ámbito  de  un  mismo  departamento.   

4. Servicio de telefonía pública conmutada  de  larga  distancia  nacional.  Es  el  servicio de TBPC que proporciona en sí  mismo   capacidad  completa  de  comunicación  telefónica  entre  usuarios  de  distintas redes de TBPC y/o local extendida del país.”   

    

* Resolución 87 de 1997.     

“Artículo  1.3.  Para  los efectos de la  interpretación   de   la   presente  Resolución,  se  adoptan  las  siguientes  definiciones,  las  contenidas  en  las  demás  normas legales reglamentarias y  regulatorias,  y  las  que señale la Unión Internacional de Telecomunicaciones  (UIT):   

‘(…)  1.3.57.   Servicio  de  Telefonía  Pública  Básica  Conmutada  “TPBC”:  Es  el servicio básico de telecomunicaciones cuyo objeto es  la  transmisión conmutada de voz o a través de la RTPC con acceso generalizado  al  público.  Cuando  en  la  presente  Resolución  se  haga  referencia a los  servicios  u  operadores  de los servicios de TPBC, se entenderán incluidos los  servicios   de   Telefonía  Pública  Básica  Conmutada  Local  (TPBCL)  Local  Extendida   (TPBCLE),  Telefonía  Móvil  Rural  (TMR)  y  Telefonía  Pública  Conmutada de Larga Distancia (TPBCLD).   

1.3.58.  Servicio  de  Telefonía  Pública  Básica  Conmutada  de  Larga  Distancia  “TPBCLD”:  Es  el servicio de TPBC que  proporciona  en  sí mismo capacidad completa de comunicación telefónica entre  usuarios  de  distintas  redes  de  TPBCL,  TPBCLE  y  TMR del País, o entre un  usuario  de  la  RTPC  en  Colombia y un usuario situado en un país extranjero.  Este servicio comprende los servicios de TPBCLDN y TPBCLDI.   

1.3.59.  Servicio  de  Telefonía  Básica  Pública  Conmutada  de  Larga  Distancia  Nacional  o  Servicio  de  Telefonía  Pública  Básica  Conmutada  de  Larga  Distancia  Nacional  “TPBCLDN”:  Es  el  servicio   de   TPBC   que  proporciona  en  sí  mismo  capacidad  completa  de  comunicación  telefónica  entre  usuarios de distintas redes de TPBC local y/o  local extendida del país.   

1.3.60.  Servicio  de  Telefonía  Pública  Básica  Conmutada de Larga Distancia Internacional “TPBCLDI”: Es el servicio de  TPBC   que   proporciona  en  sí  mismo  capacidad  completa  de  comunicación  telefónica  entre  un usuario de la RTPC en Colombia y un usuario situado en un  país extranjero.   

1.3.61.  Servicio  de  Telefonía  Pública  Básica  Conmutada Local “TPBCL”: Es el servicio de TPBC uno de cuyos objetos es  la  transmisión  conmutada de voz a través de la Red Telefónica Conmutada con  acceso generalizado al público, en un mismo municipio.   

1.3.62.  Servicio  de  Telefonía  Básica  Pública  Conmutada  Local  Extendida  o Servicio de Telefonía Pública Básica  Conmutada  Local  Extendida  “TPBCLE”:  Es  el  servicio de TPBC prestado por un  mismo  operador  a  usuarios  de  un  área  geográfica continua conformada por  municipios  adyacentes,  siempre y cuando ésta no supere el ámbito de un mismo  Departamento.”   

17. Por su parte,  la  prestación  de los servicios de Telefonía Pública Básica Conmutada Local  y  Local  Extendida  (TPBCL  y TPBCLE) se sujetaban a un régimen de libertad de  entrada  previsto  por  la Ley 142 de 1994  y la resolución 575 de 2002 de  la  Comisión  de  Regulación  de  Telecomunicaciones,  según  la  cual:    

    

* Resolución  575 de 2002 de la CRT.  Por medio de la cual se modificó la resolución 87 de  1997 de la misma entidad.     

“  (…)“ARTÍCULO 2.1.5 PRESTACIÓN DE  LOS  SERVICIOS DE TPBCL, TPBCLE Y TMR. La prestación de los servicios de TPBCL,  TPBCLE    y    TMR    no   requiere   concesión   de  licencia,  salvo los permisos y licencias descritos en  los  artículos  25  y  26  de la Ley 142 de 1994.” (  Subrayado y resaltado fuera de texto)   

18.  Ahora  bien,  para  la  prestación  del  servicio de Telefonía Pública Básica Conmutada de  Larga  Distancia  (TPBCLD),  fue necesaria hasta el año 2007,  la licencia  otorgada  por  el  Ministerio de Comunicaciones, la cual se regía, entre otras,  por  las  siguientes  disposiciones:  Decreto  2542  de  1997, modificado por el  Decreto 2926 de 2005.   

No   obstante,  en  consideración  a  la  velocidad  con  que se registraban los cambios tecnológicos y la expiración de  las  primeras  licencias  otorgadas  a  los  operadores  de  larga distancia, el  Gobierno   Nacional   optó  por  facilitar  las  condiciones  de  acceso  a  la  prestación  del  servicio  a partir de la expedición del Decreto 2870 de 2007,  por  el  cual  estableció  un  Título  Habilitante  Convergente,  del  cual se  excluyeron  expresamente  los  servicios  de  telefonía  básica  local y local  extendida,     al     igual    que    los    servicios    de    televisión    y  radiodifusión.   

19. Posteriormente,  y  durante  el  trámite de la presente demanda se expidió la Ley 1341 de 2009,  que     no     modificó     los    conceptos    técnicos    de    “telefonía  pública  básica  local, local extendida, o de larga  distancia,   y   que   con  fundamento  en  el  artículo  73  dispuso  derogar  e  inaplicar las siguientes normas:   

“Artículo 73.  VIGENCÍA Y DEROGATORÍAS.   

Sin  perjuicio del régimen de transición  previsto  en  esta  ley,  quedan  derogadas  todas las disposiciones que le sean  contrarias  y,  en  especial, la Ley 74 de 1966, la Ley 51 de 1984, la Ley 72 de  1989,   el  Decreto  ley  1900  de  1990,  la  ley  1065  de  2006, la Ley 37 de 1993, lo pertinente de los  artículo  33,  34,  35  y  38  de  la  Ley  80  de  1993,  la  Ley 422 de 1998,  la  ley  555  de  2000, el  artículo  11  de  la  Ley  533  de 1999 y el artículo 6 de la Ley 781 de 2002.  Todos  exclusivamente en cuanto hagan referencia a los servicios, las redes, las  actividades  y  los  proveedores,  y  en  cuanto resulten contrarios  a las  normas y los principios contenidos en la presente ley.   

A las telecomunicaciones, y a las empresas  que  prestan  servicios  de  telefonía  pública  básica conmutada, telefonía  local  móvil en el sector rural y larga distancia no les será aplicable la Ley  142  de  1994  respecto de  estos servicios[…]” ,   

Dicha  ley introdujo de manera práctica el  concepto  de  convergencia  de  las  telecomunicaciones,  el cual implica que el  operador   puede   ofrecer   dentro   del   mercado   todos   los  servicios  de  telecomunicaciones  que  la  red que utiliza esté en capacidad de soportar. Con  la  llegada  de  la  Ley 1341 de 2009, se introduce el concepto de habilitación  general  para  la  provisión  de  servicios  y redes de telecomunicaciones, con  excepción  de los servicios públicos de televisión y radiodifusión, mediante  el artículo 10, según el cual:   

“10.  HABILITACIÓN  GENERAL.  A  partir  de  la  vigencia  de  la  presente  ley,  la  provisión  de  redes y servicios de telecomunicaciones, que es un servicio bajo  la  titularidad  del  Estado,  se  habilita de manera  general,  y causará una contraprestación periódica  a  favor  del Fondo de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.  Esta  habilitación  comprende  a su vez, la autorización para la instalación,  ampliación,    modificación,   operación   y   explotación   de   redes   de  telecomunicaciones,  se  suministren  o  no  al público. La habilitación a que  hace  referencia el presente artículo no incluye el derecho al uso del espectro  radio eléctrico.”     

Dicha habilitación según la ley  1341,  no  opera  para  el  uso  del  espectro  radioeléctrico,  en  los términos del  artículo  11,  para  cuyo acceso se requiere de un permiso previo y expreso del  Ministerio     de     Tecnologías    de    la    Información     y    las  Comunicaciones.   

Todo  lo anterior, sin perjuicio de que, como  lo  señala  el  artículo  15  de  la ley, los proveedores de redes y servicios  queden  incorporados  en  el  Registro  de  proveedores  de redes y servicios de  telecomunicaciones,  mediante  una  notificación  que se realizará al Estado a  través  del  registro  con  el  cual  “se entenderá  formalmente   surtida   la   habilitación   a   que  se  refiere  el  artículo  10”.   

De  allí  que  todas  esas  variaciones, han  modificado  el  contexto  normativo  revisado en anteriores oportunidades por la  Corte,  razón  de más para rechazar la afirmación relativa a la existencia de  una cosa juzgada material.   

20.   Lo  expuesto  confirma  la  ineptitud  sustantiva  de  la demanda pues para la Sala es claro que el actor estructura el  cargo  sobre  una apreciación subjetiva  e inconexa de la normatividad que  regula  la  prestación de los servicios de telefonía, pero omite precisar qué  normas  de  tal  ordenamiento  integradas al tipo penal que reprocha originan su  inconstitucionalidad,  lo  que conlleva a que los cargos elevados carezcan de la  certeza  y suficiencia debidas para que la Corte Constitucional estudie de fondo  la materia.   

Adicionalmente,  si  se  tiene  en  cuenta el  cambio  reciente  de  legislación en materia de servicios de telecomunicaciones  y,  específicamente  del  servicio  de  telefonía,   no  puede  la  Corte  desconocer  el  carácter  participativo  del proceso de control constitucional,  que  debe  permitir  el  más  amplio  debate  ciudadano sobre las disposiciones  examinadas   por   la   Corporación  (CP  artículos  1,  40  ord.  6  y  241),  participación  que  se  haría  nugatoria  en  este caso si la Corte entrará a  referirse  a  la  nueva  reglamentación como elemento normativo de reenvío del  tipo penal acusado.   

Teniendo  en  cuenta  lo  anterior, aunque la  presente  demanda  fue  admitida por el Magistrado Ponente en el correspondiente  auto  admisorio,  el  estudio  detenido  de  la  misma  lleva  a  la  Corte a la  conclusión   que  en  este  caso  no  se  estructuraron  verdaderos  cargos  de  inconstitucionalidad.  En  ese sentido y en consonancia con lo solicitado por el  Ministerio  Público,  la Corte se declarará inhibida para proferir un fallo de  fondo por estar demostrada la ineptitud sustantiva de la demanda.   

En mérito de lo expuesto, la Sala Plena de  la  Corte  Constitucional,  administrando  justicia  en  nombre del Pueblo y por  mandato de la Constitución,   

RESUELVE:  

INHIBIRSE   de  proferir  un  pronunciamiento de fondo acerca de la constitucionalidad del   solicitud  de  inconstitucionalidad  del  inciso  segundo  del Artículo 257 del  Código  Penal  modificado  por  el  artículo  1  de  la  Ley 1032 de 2006, por  ineptitud sustantiva de la demanda.   

   

Notifíquese,   comuníquese,  publíquese,  insértese  en  la Gaceta de la Corte Constitucional, archívese el expediente y  cúmplase.   

   

NILSON PINILLA PINILLA  

Presidente  

MARIA VICTORIA CALLE CORREA  

Magistrado  

MAURICIO GONZÁLEZ CUERVO  

Magistrado  

Impedimento aceptado  

JUAN CARLOS HENAO PÉREZ  

Magistrado  

GABRIEL EDUARDO MENDOZA MARTELO  

Magistrado  

JORGE IVÁN PALACIO PALACIO  

Magistrado  

JORGE IGNACIO PRETELT CHALJUB  

Magistrado  

HUMBERTO ANTONIO SIERRA PORTO  

Magistrado  

LUIS ERNESTO VARGAS SILVA  

                                                       Magistrado   

MARTHA VICTORIA SACHICA MENDEZ  

Secretaria General  

    

1 Cita  sentencias  de  la Corte Constitucional: C-133 de 1999, C-1490 de 2000, C-599 de  2000, C-605 de 2006, entre otras.   

2  Sentencias  C-509  de  1996, C-236 de 1997, C-013 de 2000, C-362 de 2001 y   C-045 de 2003.   

3  Sentencia C-044 de 1997.   

4 Ver  sentencia C-1052 de 2001.   

5   Sentencias  C-1490  de  2000,  C-599  de  2000,  C-605  de  2006,  entre  otras.   

6   Sentencia C-559 de 1999.   

7  Sentencia  C-605 de 2006.   

8  Sentencia C-605 de 2006.   

9   Sentencia C-259 de 2008.   

10  Corte Constitucional, Sentencia C-836 de 2001.   

11  Sentencia C-311 de 2002   

12  Sentencia C-860 de 2006.     

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