T-092-09

Tutelas 2009

    Sentencia T-092-09  

(Bogotá DC, febrero 17 de 2009)  

Referencia:  Expediente T-2.035.809.   

Accionante: Graciela  Albornoz de Correa.   

Accionado: Oficina de  Bonos    Pensionales    adscrita    al   Ministerio de Hacienda y Crédito Público.   

Derechos fundamentales invocados:  derecho a la seguridad social, debido proceso, vida digna, mínimo  vital   y   “especial  protección  de  las  personas  que  se  encuentran  en  circunstancias        de       debilidad       manifiesta”.       Vulneración  alegada:  no emisión ni pago  del  bono  pensional,  por  la  accionada,  al que la accionante considera tiene  derecho.   Pretensión:  se  ordene  a  la  accionada  levantar  la  restricción  de  emisión del bono y en  consecuencia  proceda  a  emitirlo  y  efectuar  el  pago inmediato.   

Fallo   objeto  de  revisión:  sentencia  de  la  Sala  de Casación Civil de la Corte Suprema de  Justicia,    del    14    de    agosto    de   20081, confirmatoria de sentencia de  la  Sala Civil –Familia del  Tribunal  Superior  del  Distrito  Judicial,  del 1 de julio de 20082.   

Magistrado Ponente:  Mauricio González Cuervo.   

I. ANTECEDENTES.  

1.   Demanda   y   pretensión   de   la  accionante3.    

La  señora  Graciela  Albornoz  de  Correa,  invocando  su  condición  de  persona  de  la tercera edad y sujeto de especial  protección4,  instauró  acción  de  tutela  en  contra de la Oficina de Bonos  Pensionales      adscrita      al     Ministerio   de   Hacienda   y  Crédito  Público,  por  considerar  vulnerados  sus  derechos  fundamentales  a la seguridad social, debido proceso,  vida  digna,  mínimo  vital y “especial protección  de   las   personas   que   se   encuentran   en   circunstancias  de  debilidad  manifiesta”, como consecuencia de la decisión de la  accionada  de  no  emitir  ni  pagar  el  bono  pensional al que considera tiene  derecho.   

Asevera  la  accionante  que el requisito de  cotización  por  170  semanas más, para completar las 500 semanas previstas en  la  legislación5,        resulta        para        su       caso       “desproporcionado,         absurdo         y        materialmente  imposible”  de lograr, por cuanto a su edad no puede  conseguir  empleo  para volver a cotizar. Por lo que la exigencia del Ministerio  es    violatoria    del   mandato   constitucional6.   

Sostiene  que  interpone la acción toda vez  que  es  una  persona  de  la  tercera  edad, desempleada, que no cuenta con los  recursos  económicos para satisfacer las necesidades básicas de su familia, ni  cumplir   con   las   obligaciones  económicas  que  ha  adquirido. 7   

Con base en lo anterior, solicita se tutelen  los  derechos  fundamentales  invocados  y  se ordene a la accionada levantar la  restricción  de  emisión  del  bono  y  en  consecuencia  proceda a emitirlo y  pagarlo inmediatamente.   

2. Respuesta del accionado.  

2.1.  El  Ministerio  de Hacienda y Crédito  Público,8    respondió    que    la    acción    de   tutela   “no  puede  convertirse  en  instrumento que facilite PRETERMITIR  los  procedimientos  legales  y  los  requerimientos  establecidos en las normas  vigentes  para  otorgar  los bonos pensionales”. Para  el  caso  la  accionante no ha completado los requisitos de que trata el literal  b)   del   artículo  61  de  la  Ley  100  de  19939,  motivo  por  el  cual  tiene  plena  aplicación  el  artículo  18  del  Decreto  3798 de 2003, que impide la  emisión  del  bono sin el requisito de las 500 semanas cotizadas después de la  entrada en vigencia de la aludida ley.   

Resalta   igualmente  que:  i)“para  la  AFP  PORVENIR,  como  para  el ISS, y esta Oficina, la  señora  GRACIELA  ALBORNOZ  DE CORREA, NO HA COTIZADO  LAS  500 SEMANAS ADICIONALES, ORDENADAS POR EL LITERAL  B)  DEL  ARTÍCULO  61  DE  LA LEY 100, NO SE ENCUENTRA VALIDAMENTE VINCULADA AL  RÉGIMEN  DE  AHORRO  INDIVIDUAL”;  ii) la accionante  nació  el  12  de septiembre de 1941, contando para el 1° de abril de 1994 con  52      años      de      edad;     iii) no se puede  tramitar  la solicitud de emisión, redención y pago del bono pensional a favor  de  la  accionante  “en cumplimiento de lo dispuesto  en  los  fallos  de  tutela  T-084  y  T-707  DE  2006  de  la  honorable  CORTE  CONSTITUCIONAL” ya que estas sentencias “se  encuentran  ceñidas  al  caso particular y concreto de cada  uno  de  los  accionantes,  y  no  poseen  efecto  “inter pares”,  además son casos distintos”.     

Para concluir sostiene que de tener éxito la  tutela   “se   estaría   sentando  un  precedente  gravísimo”,   toda   vez   que,   se  “estaría  actuando  en  contra  de  la normatividad vigente y en  desmedro    de    los    dineros    públicos    que    también    deben    ser  protegidos”. 10   

3.-   Hechos   relevantes   y   medios  de  prueba.   

3.1.  La señora Graciela Albornoz de Correa  nació  el  12  de  septiembre  de  1941,  contando  a  la fecha con 67 años de  edad.11   

3.2. Efectúo aportes al Sistema de Seguridad  Social  en  Pensiones desde el 21 de enero de 1982 hasta el 30 de junio de 1994,  con          algunas          interrupciones.12   

3.3. El 1º de julio de 1994 se trasladó al  Régimen  de  Ahorro  Individual  con  Solidaridad  vinculándose  al  Fondo  de  Pensiones    Obligatorias    administrado    por    Porvenir    S.A.13   

3.4.  Por  no completar el capital necesario  para  financiar una pensión mínima, la actora solicitó al mencionado fondo la  devolución  del  saldo  depositado  en  su  cuenta  de  ahorro  individual y la  negociación  de  bono  pensional.  A lo primero se accedió por parte del Fondo  Privado  de  Pensiones, motivo por el cual recibió la suma de $ 4.922.244 el 19  de julio de 2002.   

3.5.  Quedó  pendiente  la cancelación del  valor del bono pensional a cargo de la entidad accionada.   

3.6.  La  oficina  accionada  suspendió  la  emisión  y  pago  del bono pensional por cuanto su situación se enmarca dentro  de  lo  consagrado  en  el  literal  b)  del artículo 61 de la Ley 100 de 1993,  razón  por  la  cual, la accionante tiene la obligación de cotizar 170 semanas  más  para  completar  las  500  semanas a las que hace referencia la mencionada  norma14.   

3.8. La señora Albornoz de Correa interpone  la  acción, toda vez que es una persona de la tercera edad, desempleada, que no  cuenta  con  los  recursos  económicos para satisfacer las necesidades básicas  suyas   ni   de   su   familia   y   las   obligaciones   económicas   que   ha  adquirido.      17   

4.   Decisiones   judiciales   objeto   de  revisión.   

4.1.  Fallo de Primera Instancia (Sala Civil  –Familia  del  Tribunal  Superior del Distrito Judicial de Ibagué).   

El  Juez  de  instancia  negó  el amparo al  estimar  que  ésta  no  se  encontraba  dentro de las personas a quienes se les  debían  otorgar los beneficios previstos en el artículo 28 del Decreto 1513 de  1998,  toda  vez  que  su  traslado  al fondo privado se produjo el 1° de julio  1994,  esto  es,  antes de la expedición de la citada normatividad.18   

4.2. Impugnación  

Mediante escrito presentado el 8 de julio de  2008,   la   accionante  impugna  la  decisión  adoptada  por  el  A  Quo  con  base en que se desconocieron  los   precedentes   jurisprudenciales  de  la  Corte  Constitucional19 aplicables a  su caso.20   

4.3.  Fallo  de  Segunda  Instancia (Sala de  Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia)   

El     Ad  Quem   confirma   el   fallo  de  primera  instancia,  fundamenta  su  decisión  en  lo  siguiente:  i)  lo  suplicado  por la señora  Graciela  Albornoz  de  Correa  se  orienta,  básicamente,  a  que se ordene la  emisión  y  pago de su bono pensional, pretensión que en multitud de ocasiones  se  ha puntualizado, desborda la órbita restringida y excepcional de la acción  de  tutela;  ii)  la  demandante  cuenta  con las acciones ante la jurisdicción  ordinaria  laboral  para solicitar el reconocimiento del derecho que dice tener,  lo   que   conllevaría   a  reafirmar  la  improcedencia  de  la  solicitud  de  amparo.21   

5.    Trámite   y   pruebas   en   sede  revisión.   

Mediante  auto  del  26 de enero de 2008, el  Magistrado  Ponente  solicitó  al  FONDO  PRIVADO  DE  PENSIONES  Y  CESANTÍAS  PORVENIR  S.A., informar a este despacho: “1. ¿Cual  es  la  fecha en la que la señora Graciela Albornoz de Correa, identificada con  la   cédula  de ciudadanía No. 28.527.005 de Ibagué, se trasladó a este  fondo  privado de pensiones? 2. Si la accionante solicitó la devolución de los  saldos  depositados  en su cuenta de ahorro individual, si esto se llevo a cabo,  informe:  ¿En  que fecha se realizó esta solicitud? y ¿cuál fue la respuesta  dada  a  este  requerimiento?  3.  ¿Si  la  accionante  solicitó  a través de  Porvenir,  realizar  los  trámites correspondientes para la emisión de su Bono  Pensional.  En  caso  afirmativo  indique  cuando  se realizó la solicitud a la  Oficina  de  Bonos  Pensionales  adscrita  al  Ministerio de Hacienda y Crédito  Público  y  cual  fue  la respuesta dada a ese requerimiento? y, 4. Se solicita  igualmente  enviar fotocopia de la documentación que sirvió como soporte, así  como  los  anexos  correspondientes relacionados con la solicitud presentada por  la  señora Graciela Albornoz de Correa relativos a la devolución de los saldos  depositados   en  su  cuenta  de  ahorro  individual  y  la  emisión  del  bono  pensional.”   

En  cumplimiento  de lo dispuesto, el doctor  Álvaro  Ayala Aristizabal, Director Jurídico de Procesos de Porvenir, mediante  escrito   fechado   el   2   de   febrero   de  200922,  informó que: “La  señora  Graciela Albornoz Correa (…) se traslado al fondo  de  pensiones  Porvenir  S.A.  mediante  afiliación que cobro vigencia el 01 de  julio  de  1994 -actualmente en estado 51-reintegro por  vejez-23;  (…)  que  solicitó  la  devolución  de  los  saldos depositados a su nombre el 16 de abril de 2002. Una  vez  validada la solicitud, se procedió a entregar el monto de $4.922.244 el 19  de          junio         de         2002”24.   

Adicionalmente  adjunto:  i)  El  registro  histórico   de   gestión,   desde   el  año  199725,   para   evidenciar   que  “alrededor   de  140  ocasiones  a  partir  de  la  vigencia   de  la  afiliación  a  Porvenir  S.A  se incluyó y/o solicitó  validación  de  la información de los vínculos laborales de la accionante. No  obstante  la  oficina  de Bonos Pensionales adscrita al Ministerio de Hacienda a  sido  reiterativa al reportar que el bono pensional favor de la señora Albornoz  no  es  emitible por encontrarse inmersa en lo señalado en el artículo 61 B de  la   Ley  100  de  1993  respecto  a  la  obligación  de  cotizar  500  semanas  adicionales”.   Con  base  en  este  documento,  se  constata  que  desde  1997 se ha solicitado a la oficina de Bonos Pensionales la  liquidación  del bono pensional de la accionante. ii)  Reporte  emitido  por  la Oficina de Bonos Pensionales  adscrita  al  Ministerio  de  Hacienda y Crédito Público, señalando que no es  emitible   el  bono pensional toda vez que, “EL  BENEFICIARIO    COBIJADO    POR    ART.    61B   DE   LA   LEY   100”26.    iii)    Formato    de  Autorización  y  Reclamación  de  Prestaciones  Económicas  por  medio de los  cuales,   la   señora  Graciela  Albornoz  Correa  solicitó  a  Porvenir  S.A.  adelantara  los  trámites  para  la  devolución de saldos y negociación de su  bono  pensional,  con  fecha  del 16 de abril de 200227  y,  iv)  fotocopia  de  la  historia  laboral de la accionante para iniciar el proceso de reclamación de su  bono                    pensional.28   

II. CONSIDERACIONES.  

1. Competencia.  

Esta  Sala  es  competente  para revisar la  providencia  de  tutela antes reseñada, con base en la  Constitución  Política,  artículos  86 y 241 numeral 9; en el Decreto 2591 de  1991,  artículos  33  a 36; y en el Auto del 9 de octubre de 2008 de la Sala de  Selección de Tutela Número Diez de la Corte Constitucional.   

2.  El Problema Jurídico.  

La  Sala  deberá  determinar  si la entidad  accionada  ha vulnerado los derechos fundamentales a la seguridad social, debido  proceso,  vida  digna,  mínimo  vital  y  “especial  protección  de  las  personas  que se encuentran en circunstancias de debilidad  manifiesta”  con  la decisión de negar a la señora  Albornoz  de  Correa,  la  emisión y pago del bono pensional, aduciendo para el  efecto,  el  incumplimiento del requisito de 500 semanas, que exige el artículo  61B de la Ley 100 de 1993.   

Con  tal  fin  la  Sala  estudiará lo temas  relativos  a:  (i)  la  procedencia  excepcional  de  la  acción de tutela para  resolver  litigios  entre  los  afiliados  al  Sistema  de Seguridad Social, sus  beneficiarios  o usuarios, los empleadores y las entidades administradoras; (ii)  la  iinterpretación  del  artículo  61-b  de la Ley 100 de 1993 a la luz de la  Constitución  y  la posición de la Corte sobre la procedencia de la acción de  tutela  para  resolver  la  controversia  planteada,  atendiendo los precedentes  constitucionales  en  la  materia;  (iii) finalmente se procederá a resolver el  caso concreto.   

3. Consideraciones generales.  

3.1. Procedencia excepcional de la acción de  tutela para reconocimiento de  prestaciones sociales   

3.1.1.   En   principio,   los  conflictos  jurídicos  en  materia  de  reconocimiento  prestacional  o pensional deben ser  tramitados  a  través  de los mecanismos judiciales ordinarios, como el proceso  laboral  o  la  acción contencioso administrativa de nulidad y restablecimiento  del  derecho,  según  el  caso. Sin embargo, el amparo constitucional de tutela  procede  cuando la persona que reclama el amparo se halla en estado de debilidad  manifiesta,  ya sea por su condición económica, física o mental: en tal caso,  el  derecho  a  la  seguridad social se torna fundamental, al estar “contenido  dentro de valores tutelables como son el derecho a la  vida,      el     mínimo     vital     (…)”29,  lo  que hace indispensable  la  intervención  del  juez  constitucional  para  el  restablecimiento  de los  derechos vulnerados o amenazados.   

3.1.2.  Así,  en  protección  de  personas  sujetos  de  especial  protección constitucional, como los discapacitados y las  personas  de  la  tercera  edad  que  se encuentran en incapacidad económica de  garantizarse  por  sí solas su subsistencia mínima vital, procede el amparo de  tutela  definitivo  y no transitorio, cuando para el reconocimiento prestacional  o económico se exige un requisito legal imposible de cumplir.   

3.2  Interpretación constitucional del  contenido del artículo 61-b de la Ley 100 de 1993.   

3.2.1. La Corte Constitucional se pronunció  en  la  sentencia C-674 de 2001, sobre la constitucionalidad del artículo 61 de  la  Ley  100  de  1993,  y  en  particular  sobre la exigencia contemplada en su  literal  b),  consistente  en  cotizar  mínimo  quinientas  (500)  semanas para  pertenecer  al  Régimen  de  Ahorro  Individual  con  Solidaridad, de contar el  hombre  con  55  años  o más y la mujer con 50 años o más el 1º de abril de  1994.  Concluyó  que  el  requisito  en  mención era razonable y ajustado a la  transición   que   implicó   la   entrada   en  vigencia  de  la  Ley  100  de  199330, con fundamento en lo siguiente:   

(…)  “resulta  entonces ajustada a la  Carta  Política  la  exigencia  de  que  trata el artículo 61 de la Ley 100 de  1993,  pues  previendo  traumatismos  dentro  del  Sistema  General de Seguridad  Social,  evitó  el  cambio  de  régimen  a personas que la fecha de entrada en  vigencia  de  la  Ley 100 estuvieran próximas a obtener el derecho pensional, a  fin  de  que las entidades que tenían a su cargo esas pensiones, como el Seguro  Social,  no  se  vieran  obligadas  a  pagar  inmediatamente  el respectivo bono  pensional  a  los  nuevos  fondos pensionales que tendrían a su cargo el manejo  del  régimen  de  ahorro  individual,  por lo mismo la disposición en mención  permite  dicho cambio a quienes se comprometieran a cotizar en el nuevo régimen  al      menos     durante     500     semanas.”31   

3.2.2.  Posteriormente  la  Corte  en  la  sentencia         T-084         de        200632,  complementó  el  criterio  anterior,  señalado  que  en  la  aplicación del artículo 61 de la Ley 100 de  1993  debía  subyacer el principio de equidad. En tal sentido indicó, a partir  de   sentencias   tales   como   la  T-518  de  199833,  SU-837 de 199834  y C-1547 de  200035, que:   

Así,  la  Corte  ha  establecido  que  la  constitucionalidad  del artículo 61 de la Ley 100 de 1993 no es óbice para que  su  contenido  se aplique atendiendo las particularidades de cada caso concreto,  entre  ellas,  la  incapacidad para cotizar, a efectos de evitar la negación de  los  derechos  a  una vida digna y al mínimo vital de las personas de que habla  el  mencionado  artículo  61,  las  cuales  cuentan  con  edades en las que les  resulta  especialmente difícil tener una relación laboral o poder cotizar como  independientes.  Además,  el  mismo  Sistema  de  Seguridad Social en Pensiones  contempla  alternativas,  como la indemnización sustitutiva (art. 37 L. 100/93)  y  la devolución de saldos (art. 66 L.100/93), para quienes teniendo la edad de  pensión, no cumplan con los demás requisitos.    

3.2.3.  De  otro  lado, se advierte, que el  artículo  28  del Decreto 1513 de 1998, incluyó una salvedad a la prohibición  de  negociar  el  bono  pensional para solicitar la pensión o la devolución de  saldos,   antes   de   completar  quinientas  (500)  semanas,  a  partir  de  la  manifestación  jurada  del  usuario sobre su imposibilidad de seguir cotizando.  Por  ello,  es evidente para la Sala que la salvedad establecida en el artículo  28  del  Decreto  1513  de  1998,  impide  aducir  como obligación insalvable y  requisito  sine  quanon  la  cotización   de  quinientas  (500)  semanas  para  negociar  el  bono  y  pedir  devolución   de   saldos.   Además,   los   diferentes  regímenes  contemplan  excepciones  legales  para  sortear  situaciones en que los ciudadanos no puedan  acreditar  el  cumplimiento  de  los  requisitos  para acceder a sus derechos de  seguridad  social,  tal  como se puso de presente en la sentencia T-084 de 2006,  respecto  de  los  artículos  37 y 66 de la Ley 100 de 1993, que a juicio de la  Corte  “disponen que las personas que han alcanzado  la  edad  para  pensionarse  y  no  cumplieron los requisitos para acceder a una  pensión  cuenten con la alternativa de recibir una indemnización sustitutiva o  devolución  de  saldos,  si  están  en imposibilidad de seguir cotizando, o de  continuar  aportando  hasta  alcanzar  el derecho. De manera que está claro que  las  mismas  no  pueden ser compelidas, sin más, a trámites que de antemano se  sabe no pueden cumplir.”   

3.2.4. En síntesis, partiendo del principio  de  equidad,  la  exigencia  del  artículo 61-b de la Ley 100 de 1993 no es una  restricción  absoluta  para  el  acceso  de  los  ciudadanos  a los derechos de  seguridad                    social38.   

4. Caso concreto.  

4.1. La señora Graciela Albornoz de Correa,  se  trasladó  al  Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad el 1° de julio  de  1994  y  comenzó  a  cotizar en Porvenir S.A cuando contaba con 53 años de  edad.   Posteriormente,   solicitó  la  devolución  de  saldos  de  su  cuenta  individual  y la redención anticipada de su bono, debido a que según sostiene,  no tiene trabajo ni recursos para seguir cotizando.   

4.2.  La  Oficina  de Bonos Pensionales del  Ministerio  de  Hacienda  negó  la  solicitud  por  considerar que la ciudadana  Albornoz  de  Correa  se encontraba cobijada por el artículo 61-b de la Ley 100  de  1993.  Según el artículo 61, están excluidas del RAIS las personas que al  entrar  en  vigencia  el sistema tuvieren cincuenta y cinco (55) años o más de  edad,  si  son  hombres,  o cincuenta (50) años o más de edad, si son mujeres,  salvo  que  optaran  por  cotizar  mínimo  quinientas (500) semanas39. Invocando el  literal  b)  de  esta  norma,  la  entidad  demandada  aduce  que mientras estas  personas   no   coticen   por  lo  menos  quinientas  (500)  semanas  no  pueden  considerarse   incluidos   dentro   del   Sistema   de   Ahorro  Individual.  En  consecuencia,  no  pueden  gozar  de  sus  beneficios, tales como devolución de  saldos  por redención anticipada del bono. A esta conclusión  se llega al  interpretar  sistemáticamente  el  artículo  61  de  la  Ley  100 de 1993 y el  artículo  18  del Decreto 3798 de 2003, el cual prescribe que estas personas no  podrán  negociar  el  bono  pensional  para solicitar pensión o devolución de  saldos,  antes  de  cumplir  la  condición  de cotizar mínimo quinientas (500)  semanas              al             RAIS.40   

4.3.  El  artículo  28 del Decreto 1513 de  199841,  establecía  similar  prohibición  de negociar el bono pensional  para  solicitar la pensión o la devolución de saldos, pero la restringía a la  existencia  de  una  relación laboral o a la posibilidad de seguir cotizando, y  también  contemplaba una excepción a dicha prohibición, consistente en que el  usuario    manifestara    bajo    juramento    la    imposibilidad   de   seguir  cotizando42.  Así,  en  el punto específico de la negociación anticipada del  bono,  el  artículo  18  del  Decreto  3798  de  2003  derogó  tácitamente el  artículo    28    del   Decreto   1513   de   199843.   

4.4.  La  prohibición vigente, tal como se  establece  en  el  artículo  18  del Decreto 3798 de 2003, rige a partir del 30  diciembre   de   2003,   fecha   en   la   cual   se   publicó   en  el  Diario  Oficial44.  Para  el  caso,  se  observa  que la ciudadana Albornoz de Correa  solicitó  la liquidación de su bono pensional desde el año 2002 -hecho que se  puede  constatar  en el Registro Histórico de Gestión allegado por el Director  Jurídico  de  Procesos  de Porvenir en sede de revisión-, bajo la vigencia del  artículo  28  del  Decreto  1513  de 1998, que contemplaba como excepción a la  prohibición  de  negociar  el  bono  para  pedir  la  devolución de saldos, la  imposibilidad  de  seguir  cotizando  o  la  manifestación bajo juramento de no  poder cotizar las quinientas (500) semanas.   

4.5.   Igualmente   se  observa,  que  la  interpretación  que la OBP del Ministerio de Hacienda, propone en el caso de la  accionante,  va dirigida ha aplicar la  prohibición general de negociar el  bono  pensional  para  pedir  la  devolución  de  los  saldos  antes de cotizar  quinientas  (500)  semanas,  tal  como  la contempla el artículo 18 del Decreto  3798  de  2003, sabiendo que cuando se hizo la solicitud de devolución de saldo  y  negociación  del  bono  no  estaba  vigente dicha disposición. Lo anterior,  resulta  a todas luces contrario a la garantía de los derechos fundamentales de  la  señora  Graciela  Albornoz  de Correa, pues se optó por la interpretación  más   restrictiva   a   sus   derechos.   A  ese  respecto,  la  jurisprudencia  constitucional  ha  señalado que “quienes aspiran a  recibir  su  pensión,  como  resultado  de  su  trabajo,  no  pueden perder las  condiciones   en   las   que   aspiraban   a   recibir  su  pensión45”,  pues no resulta constitucionalmente válido desconocer  las  expectativas  legítimas  de  quienes  ingresaron a un determinado Régimen  pensional.46   

4.6.  En  armonía  con  lo  expresado,  la  jurisprudencia  de  la  Corte  ha  precisado  que de acuerdo con el principio de  equidad,  cuando  el  juez  está  en la tarea de aplicar la norma legal al caso  concreto  debe  tener  en  cuenta las circunstancias propias del mismo, como una  forma  de  adecuar  la legislación a la vida real, sin desatender la expresión  normativa  del  legislador. Así las cosas, debe tenerse en cuenta la situación  específica   de   la  actora,  quien  solicitó  la  devolución  de  saldos  y  negociación  de bono pensional desde el 16 de abril de 2002, quedando pendiente  solo  la  cancelación  del  valor  del  bono  pensional  a  cargo de la entidad  accionada.   

4.7. Además, la tutelante es una persona de  la              tercera              edad47  que no está en condiciones  de   seguir  cotizando  para  ningún  régimen  de  pensiones  obligatorias  de  invalidez,  vejez y muerte (así lo declaró ante la Notaria Primera del Circulo  de  Ibagué)  e  igualmente,  no se encuentra en situación de  atenerse al  trámite  dilatado  de  un proceso ordinario. Por tanto, habrá de resolverse la  controversia  planteada  en  armonía con las previsiones de los artículos 46 y  48  de  la Carta y la jurisprudencia constitucional en la materia. Así, para el  caso  concreto,  se  hace indispensable la intervención del juez constitucional  para  hacer  prevalecer  el  derecho  de la señora Graciela Albornoz de Corea a  recibir  un  trato  preferente,  acorde  con  la  situación  que  afronta  y en  consideración  al precedente jurisprudencial en materia de equidad que inspiran  los principios que orientan la seguridad social.   

4.8.  En  consecuencia, se ordenará que la  Oficina  de Bonos Pensionales del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, no  exigir  a la accionante el cumplimiento del requisito señalado en el literal b)  del  artículo  61  de la Ley 100 de 1993 y el artículo 18 del Decreto 3798 del  2003,  para  redimir  su  bono pensional, toda vez que como ya se señaló, esta  disposición  no  se  encontraba  vigente  cuando  la accionante se trasladó al  Fondo  Privado  de  Pensiones  Porvenir  el  1º  de  julio  de  1994, ni cuando  solicitó  la  devolución  de  saldos  y  negociación  de bono pensional y por  tratarse  además  de  un asunto de equidad inspirada en principios que orientan  la seguridad social y el artículo 48 constitucional.   

III. DECISIÓN.  

En mérito de lo expuesto, la Sala Quinta de  Revisión  de  la  Corte  Constitucional,  administrando  justicia en nombre del  pueblo, y por mandato de la Constitución Política,   

RESUELVE:  

Primero.-  REVOCAR    la   sentencia  proferida  por  la  Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia, del  14  de  agosto  de  2008,  que  a  su vez confirmó la dictada por la Sala Civil  -Familia  del Tribunal Superior del Distrito Judicial, del 1º de julio de 2008,  dentro  de  la  acción  de  tutela  instaurada  por Graciela Albornoz de Correa  contra  la  Oficina  de  Bonos  Pensionales adscrita al  Ministerio  de  Hacienda  y  Crédito  Público,   para,  en  su  lugar,  amparar  los  derechos  fundamentales  de  la actora a la  igualdad    y   a   la   seguridad   social.   En   consecuencia,   ORDENAR  a la Oficina de Bonos Pensionales  adscrita  al  Ministerio  de  Hacienda  y Crédito Público, que tan pronto como le sea notificado el presente  fallo  proceda  a  relevar  a  la  accionante  del  requisito   de  cotizar  quinientas  (500)  semanas  al  Régimen  de  Ahorro Individual, a fin de que la  señora  Albornoz  de  Correa  acceda  a  la devolución de saldos, incluidos el  capital, los rendimientos financieros y el bono pensional.   

Segundo.-        Líbrese   por  Secretaría  General  la  comunicación  prevista en el artículo 36 del Decreto  2591 de 1991.   

Notifíquese,  comuníquese, publíquese en  la Gaceta de la Corte Constitucional y cúmplase.   

MAURICIO GONZÁLEZ CUERVO  

Magistrado  

MARCO GERARDO MONROY CABRA  

Magistrado  

NILSON PINILLA PINILLA  

Magistrado  

MARTHA VICTORIA SÁCHICA MÉNDEZ  

Secretaria General  

    

1  Ver  folios 3 a 9 del cuaderno #2.   

2  Ver  folios 77 a 82 del cuaderno #1.   

3  Acción  de  tutela  presentada  el  12  de junio de 2008. Ver folios 3 a 26 del  cuaderno #1.   

4  Actualmente tiene 67 años de edad.   

5  Ver  impresión  del  sistema  interactivo  de  bonos  pensionales  del Ministerio de  Hacienda  y  Crédito  Público  en  la  cual  se  manifiesta  que el bono de la  accionante  es  “NO  EMITIBLE BENEFICIARIO COBIJADO  POR  ART.  61B  DE  LA LEY 100 DE 1993”. Folio 2 del  cuaderno #1.   

6  Ver  acción de tutela folios 3 a 28 del cuaderno # 1.   

7  Afirmación  de  la  accionante  en  la acción de tutela folio 8 del cuaderno #  1.   

8  A  través  del  Jefe  de  la Oficina de Bonos Pensiónales, señor Gustavo Riveros  Aponte.   

9“Están  excluidos  del  Régimen  de  Ahorro  Individual  con Solidaridad b) las personas que al entrar en vigencia el  sistema  tuvieren cincuenta y cinco (55) años o más de edad, si son hombres, o  cincuenta  (50)  años o más de edad, si son mujeres, salvo que decidan cotizar  por  lo  menos  500  semanas  en  el  nuevo  régimen,  caso  en  el  cual será  obligatorio      para      el      empleador      efectuar      los      aportes  correspondientes”.   

10Ver  folios 36 a 76 del cuaderno #1   

11 Ver  acción  de  tutela  folios 3 a 28 del cuaderno # 1 y formato de Liquidación de  Bono Pensional Tipo A folio 2 del cuaderno # 1.   

12 Ver  acción  de  tutela  folios  3  a 28 y formato de Liquidación de Bono Pensional  Tipo A, folio 2 del cuaderno # 1.   

13  Ibídem.   

14 Ver  Impresión  del  Sistema  Interactivo  de  Bonos  Pensiónales del Ministerio de  Hacienda  y  Crédito  Público  en  la  cual  se  manifiesta  que el bono de la  accionante  es  “NO  EMITIBLE BENEFICIARIO COBIJADO  POR  ART. 61B DE LA LEY 100 DE 1993”. Fechado del 23  de Abril de 2008. Folio 2 del cuaderno #1.   

15  Declaración  juramentada  del  28 de abril de 2008  de la señora Graciela  Albornoz  de  Correa,  rendida  ante  la Notaria Primera del Circuito de Ibagué  (Acta  No. 1526), en la que manifiesta: “actualmente  no  estoy laborando en ninguna entidad pública ni privada, y no me encuentro en  la  capacidad  de volver hacerlo ya que tengo actualmente cuento (sic)  con  la  edad  de  66 años lo que me imposibilita para hacerlo, por todo lo anterior  declaro  que no estoy en la capacidad de hacer el respectivo pago a pensión por  lo  que  solicito me sea devuelto el bono pensional emitido por el seguro social  a  PENSIONES  Y CESANTÍAS PORVENIR S.A. con fecha de redención 13 de Diciembre  de  2009 y con fecha de traslado  al régimen el día julio 01 de 1994”-.  Ver folio 29 del cuaderno #1.   

16 Ver  acción de tutela folios 3 a 28 del cuaderno # 1.   

17  Afirmación  de  la accionante en la acción de tutela folio 8 del cuaderno # 1.   

18 Ver  folios 77 a 83 del cuaderno #1.   

19  Sentencias   T-237   de   2008,   T-707   de   2006  y  T  -084  de  2006  entre  otras.   

20  Impugnación  presentada  por  la señora Albornoz de Correa. Ver folios 85 a 97  del cuaderno #1.   

21 Ver  folios 3 a 8 del cuaderno #2.   

22 Ver  folios 12 a 27 del cuaderno principal.   

23 Ver  constancia  emitida  por  Porvenir  S.A,  el  2 de febrero de 2009. Folio 14 del  cuaderno principal.   

24 Ver  folio 26 del cuaderno principal.   

26 Ver  folio 15 del cuaderno principal.   

27 Ver  folios 22 a 26 del cuaderno principal.   

28 Ver  folio 27  del cuaderno principal.   

29  Corte  Constitucional,  sentencias  T-695 de 2000, T-  1283  y  T-1285  de  2001;  T-954  de  2003;  T-1185  y  T-1221  de  2004, entre  otras.   

30 Se  dijo  al  respecto en la C-674 de 2001: “9. Antes de  la  Ley  100 de 1993 sólo existía el régimen de prima media, a veces conocido  también  como de reparto simple. Por esa razón, y además porque la Ley 100 de  1993  modificó  los  requisitos  para  acceder a la pensión en ese régimen de  prima  media,  el  Legislador  consideró  conveniente establecer unas normas de  transición.  Estas  disposiciones  debían  no  sólo  permitir  que  el  nuevo  régimen  de  ahorro  individual  entrara  a funcionar sin traumatismos sino que  además,  en  el  régimen de prima medida, debían proteger las expectativas de  aquellas  personas que ya habían cotizado durante un cierto período de tiempo,  mientras   estuvieron  en  vigor  las  reglas  anteriores,  más  favorables  al  trabajador.  Así,  explícitamente el artículo 36 de la Ley 100 de 1993 prevé  que  quienes al momento de entrar en vigencia la ley tuvieran 35 o más años de  edad,  si  eran mujeres, o 40 o más años de edad, si eran hombres, o 15 o más  años  de  servicios  cotizados,  podrían acogerse a las normas más favorables  del  régimen  anterior, en relación con la edad para acceder a la pensión, su  monto, y el número requerido de semanas cotizadas.   

10.  El literal acusado debe ser analizado  dentro  del  marco  de  ese  régimen  de  transición  del cual forma parte. En  efecto,  el  régimen  dual  previsto por la Ley 100 de 1993 permite al afiliado  optar  libremente  por  cualquier de los dos sistemas (ahorro individual o prima  media),  por  lo  cual  puede  trasladarse  de  uno a otro. Los artículos 113 y  siguientes  de la Ley 100 de 1993 prevén entonces la figura del bono pensional,  de  suerte  que  si  una  persona  desea  pasar  del régimen de prima media con  prestación  definida  al sistema de ahorro individual, entonces tiene derecho a  que  le  reconozcan  el  correspondiente  bono  pensional,  que  es  un  título  nominativo,  endosable en favor de las entidades administradoras o aseguradoras,  con  destino  al  pago  de  pensiones.  En  tales  circunstancias, el Legislador  consideró  que  permitir  que  las  personas  que  ya  estaban  próximamente a  jubilarse  en  el  régimen  anterior pudieran trasladarse al régimen de ahorro  individual  podría  tener  efectos  traumáticos para el sistema, y en especial  para  las  entidades  que  tenían  a  su cargo esas pensiones, como el ISS, que  hubieran  debido pagar inmediatamente esos bonos pensionales a los nuevos fondos  pensionales  que  tendrían  a  su  cargo  el  manejo  del  régimen  de  ahorro  individual.  En  efecto,  debe  tenerse  en  cuenta  que en el régimen de prima  media,  las  mesadas  de los pensionados son cubiertas periódicamente, mientras  que  el  pago  del  bono  pensional  implica  el  traslado del total del capital  acumulado  en  un  solo  contado, por lo cual, era razonable que la ley previera  mecanismos  de  transición  para evitar desequilibrios en el sistema. Por ello,  la  norma acusada que las personas ya próximas a jubilarse no podrían ingresar  al  régimen  de  ahorro  individual, salvo que aceptaran cotizar en él durante  500 semanas.   

(…)  Además,  si  la  persona decide de  todos  modos  ingresar al régimen de ahorro individual, entonces puede hacerlo,  pero  deberá  cotizar al menos 500 semanas, lo cual muestra que la prohibición  no  es  absoluta  sino  condicionada y armoniza con la filosofía que orienta el  régimen  de  ahorro  individual,  pues  esa cotización suplementaria es la que  permite  que  la  persona  que decide trasladarse conforme un capital suficiente  para  obtener  una  pensión  digna. Nótese además que, como lo destaca uno de  los  intervinientes,  esa  disposición  protege  la  estabilidad financiera del  sistema  sin  afectar  a  los  trabajadores  de  menores  recursos.  En  efecto,  diferentes  cálculos  técnicos muestran que los empleados de salarios mínimos  requieren  mucho  más  de mil semanas para lograr acumular el capital necesario  para  obtener  una  pensión mínima en el régimen de ahorro individual, por lo  que el traslado en el fondo no les es favorable”.   

31  T-084 de 2006   

32 MP  Álvaro Tafur Galvis.   

33  Conforme    al    principio    de    equidad,    la    autoridad    “(…)   está en la tarea de aplicar la norma legal al caso  concreto  y   debe tener en cuenta las circunstancias propias del mismo, de  manera  que  la voluntad del legislador se adecue a los distintos matices que se  presentan en la vida real”   

34  “(…) la equidad permite al operador jurídico y a  la  autoridad judicial, evaluar la razonabilidad de las categorías generales de  hechos  formuladas por el legislador, a partir de las situaciones particulares y  concretas  de  cada caso.  En este sentido, la equidad se introduce como un  elemento  que  hace  posible  cuestionar e ir más allá de la igualdad de hecho  que  el legislador presupone. La equidad permite al operador jurídico reconocer  un  conjunto  más  amplio  de  circunstancias en un caso determinado. Dentro de  dichas  circunstancias, el operador escoge no sólo aquellos hechos establecidos  explícitamente  en  la  ley  como premisas, sino que, además, puede incorporar  algunos   que,   en   ciertos   casos  “límites”,  resulten  pertinentes  y  ponderables,    y    permitan    racionalizar    la    igualdad   que   la   ley  presupone”   

35  “(…)  la  equidad  actúa  como  un  elemento  de  ponderación,  que  hace posible que el operador jurídico atribuya y distribuya  las  cargas  impuestas  por  la norma general, proporcionalmente, de acuerdo con  aquellos  elementos  relevantes,  que  la  ley  no considera explícitamente. La  consecuencia  necesaria de que esta ley no llegue a considerar la complejidad de  la  realidad  social,  es que tampoco puede graduar conforme a ésta los efectos  jurídicos  que  atribuye  a  quienes  se  encuentren  dentro de una determinada  premisa  fáctica contemplada por la ley. Por ello, la  equidad  –al hacer parte  de  ese  momento  de  aplicación  de  la  ley  al  caso  concreto-  permite una  graduación  atemperada  en  la  distribución  de  cargas  y  beneficios  a las  partes.   En  este  sentido,  el  operador,  al  decidir,   tiene   en   cuenta   no  las  prescripciones  legales,  sino   los   efectos   concretos   de   su   decisión   entre  las  partes.” (Subrayas fuera  de texto)   

36  T-084 de 2006   

37  Ibídem. Énfasis fuera de texto.   

38  T-084  de  2006,  que  reitera  los  criterios  de las sentencias T-518 de 1998,  SU-837 de 2002 y C-1547 de 2000.   

39  “ARTÍCULO  61.  PERSONAS  EXCLUIDAS  DEL  RÉGIMEN  DE  AHORRO INDIVIDUAL CON  SOLIDARIDAD.   Están   excluidos   del   Régimen   de  Ahorro  Individual  con  Solidaridad:   

a . (..)  

b.  Las personas que al entrar en vigencia  el  sistema  tuvieren  cincuenta  y  cinco  (55)  años  o  más de edad, si son  hombres,  o  cincuenta  (50)  años  o  más  de edad, si son mujeres, salvo que  decidan  cotizar  por  lo  menos  quinientas (500) semanas en el nuevo régimen,  caso  en  el  cual  será  obligatorio  para  el  empleador efectuar los aportes  correspondientes.”   

40     “Artículo    18.    Bonos  pensionales  para  personas que deban cotizar 500 semanas. Las personas a que se  refiere  el  literal  b)  del  artículo  61  de  la Ley 100 de 1993 tendrán la  obligación  de  cotizar  quinientas  (500)  semanas  en  el nuevo régimen y no  podrán  negociar  el  bono  pensional  para solicitar pensión o devolución de  saldos,  de  conformidad con el artículo 66 de la Ley 100 de 1993, antes de las  quinientas (500) semanas mencionadas.”   

41  Modificó el artículo 21 del Decreto 1474 de 1997.   

42  Decreto  1513  de  1998: “Artículo 28. El   artículo   21   del   Decreto   1474   de   1997  quedará  a  así:  Las  personas  cobijadas por el literal b) del  artículo  61  de  la  Ley  100  de  1993, deberán cotizar por lo menos durante  quinientas  (500)  semanas  en  el  nuevo régimen y no podrán negociar el bono  pensional  para solicitar pensión o devolución de saldos de conformidad con el  artículo  66  de  la  Ley 100, mientras mantengan una  vinculación   laboral  con  algún  empleador  o  puedan  seguir  cotizando  en  condición   de  independientes.  De  lo  contrario,  deberán  manifestar  bajo  juramento  su imposibilidad de cotizar.” [negrilla y subrayado fuera de texto]   

43 De  igual  manera  el  artículo final del Decreto número  3798  de  2003  establece  “Artículo 19. Vigencia y  derogatorias.  El  presente decreto rige a partir de la fecha de su publicación  y deroga las disposiciones que le sean contrarias.”   

44  Decreto    número    3798    de   2003  de  diciembre  26.  DIARIO  OFICIAL N.  45416. AÑO CXXXIX. pag. 151.   

45  Sentencia  C-  789  de  2002  M.P.  Rodrigo  Escobar Gil. En esta oportunidad la  Corte,  para efectos de fundamentar la exequibilidad condicionada de los incisos  4°  y  5°  del artículo 36 de la Ley 100 de 1993, distinguió el derecho “a  la  pensión”,  el  cual  se  adquiere  cuando  se  cumplen los requisitos que  permiten  acceder  a la prestación, del derecho “al Régimen pensional” que  confiere  a  los afiliados el derecho a mantener las condiciones previstas en el  mismo.   

46  En  este sentido señaló la Sentencia C-789 de 2002,  lo siguiente:   

“Conforme    al   principio   de  proporcionalidad,  el  legislador  no puede transformar de manera arbitraria las  expectativas  legítimas que tienen los trabajadores respecto de las condiciones  en   las   cuales   aspiran   a  recibir  su  pensión,  como  resultado  de  su  trabajo.   Se  estaría desconociendo la protección que recibe el trabajo,  como   valor  fundamental  del  Estado  (C.N.  preámbulo,  art.  1º),  y  como  derecho-deber  (C.N.  art.  25).  Por  lo  tanto,  resultaría  contrario a este  principio  de  proporcionalidad,  y violatorio del reconocimiento constitucional  del  trabajo,  que  quienes han cumplido con el 75% o más del tiempo de trabajo  necesario  para  acceder  a  la pensión a la entrada en vigencia del sistema de  pensiones,  conforme al artículo 151 de la Ley 100 de 1993 (abril 1º de 1994),  terminen   perdiendo   las  condiciones  en  las  que  aspiraban  a  recibir  su  pensión.”   

47  Tiene más de 67 años.     

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *