T-270-09

Tutelas 2009

    Sentencia     T-  270-09   

Referencia: expediente T-2133262.  

Acción  de tutela instaurada por Cecilia del  Carmen  Noguera  Peña en representación de su menor hija Aneth Cristina Acuña  Noguera, contra Coomeva EPS.   

Procedencia: Juzgado Sexto Penal Municipal de  Barranquilla.   

Magistrado Ponente:  

Dr. Nilson Pinilla Pinilla.  

Bogotá, D. C.,  abril trece (13) de dos  mil nueve (2009).   

La  Sala  Séptima  de Revisión de la Corte  Constitucional,  integrada  por los Magistrados Nilson Pinilla Pinilla, Humberto  Antonio  Sierra  Porto  y  Jorge  Iván  Palacio  Palacio,  en  ejercicio de sus  competencias constitucionales y legales ha proferido la siguiente   

SENTENCIA  

en la revisión del fallo único de instancia  proferido  por  el  Juzgado  Sexto Penal Municipal de Barranquilla, dentro de la  acción   de   tutela  instaurada  por  Cecilia  del  Carmen  Noguera  Peña  en  representación  de  su menor hija Aneth Cristina Acuña Noguera, contra Coomeva  EPS.   

El   expediente   llegó   a   la   Corte  Constitucional  por  remisión  que  hizo  el  mencionado  despacho judicial, en  virtud  de  lo ordenado por el artículo 31 del Decreto 2591 de 1991. La Sala de  Selección  Nº  12  de  la Corte, el 12 de diciembre de 2008, eligió el asunto  para revisión.   

I. ANTECEDENTES.  

A.   Hechos   y  relato  contenido  en  la  demanda.   

La señora Cecilia del Carmen manifestó que  su  hija  Aneth Cristina Acuña Noguera, nacida el 24 de marzo de 1993 (f. 9 cd.  inicial),  se  encuentra  afiliada  a  Coomeva  EPS  y  padece  de  “un  prolapso  moderado, displacía con i.m. severa”     que     le     está    afectando    el    corazón.   

Agregó que el médico tratante le ordenó la  práctica     de     un     “test     de     mesa  basculante”,  pero  la  EPS  se  niega a realizarlo,  argumentando  que  no  se  encuentra  contemplado  en  el  Plan  Obligatorio  de  Salud.   

En  consecuencia,  solicita la práctica del  examen,  ordenado  por el médico tratante, ya que la falta de este “pone   en  peligro  su  vida”,  y  no  cuentan   con   los   medios   económicos   para  asumir  el  costo (f. 3 ib.).   

B.  Documentos  relevantes  cuya  copia obra  dentro del expediente.   

1.  Tarjeta  de  identidad de la menor Aneth  Cristina Acuña Noguera (f. 5 ib.).   

2. Orden de Servicio de Coomeva EPS suscrita  en  diciembre  4 de 2007, expedida por un médico Cardiólogo Electrofisiólogo,  ordenándole   a   la   menor   un   “test  de  mesa  basculante” (fs. 6 y 7 ib.).   

3.  Registro  Civil  de  Nacimiento de Aneth  Cristina  Acuña  Noguera,  sentado  en la Notaría  Segunda del Circulo de  Barranquilla (f. 8 ib.).   

C. Sentencia única de instancia.  

Mediante fallo de marzo 4 de 2008, el Juzgado  Sexto  Penal  Municipal  de  Barranquilla  no concedió el amparo solicitado por  Cecilia  del  Carmen  Noguera Peña, quien actúa en representación de su menor  hija   Aneth   Cristina   Acuña   Noguera,   al   considerar  que  “la  madre  de la menor no acudió al Comité Técnico Científico  a  solicitar  los  medicamentos  no  POS,  ni  allegó  al expediente formato de  negación  de  servicios”, con lo cual encontró ese  despacho  demostrado  que  a  la  menor  no  se  le ha vulnerado ningún derecho  fundamental (f. 13 ib). Esta decisión no fue impugnada.   

Conviene  advertir  que  el  juzgado ordenó  oficiar  a  Coomeva EPS, remitiéndole copia de la demanda para que ejerciera el  derecho  de  defensa, pero la entidad no dio respuesta a dicho requerimiento (f.  12 ib.).   

II.    CONSIDERACIONES   DE   LA   CORTE  CONSTITUCIONAL   

Primera. Competencia.  

Esta  Corte  es  competente para decidir, en  Sala  de  Revisión, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 86 y 241,  numeral   9°,   de   la   Constitución,   y  31  a  36  del  Decreto  2591  de  1991.   

Segunda. Lo que se debate.  

La  Sala determinará si existe vulneración  de  los derechos fundamentales a la salud y la vida de  la  menor Aneth Cristina Acuña Noguera de 16 años, al  negarle   Coomeva  EPS  la  autorización  del  examen  denominado  “Test  de  mesa  basculante”, ordenado  por   el   médico  tratante,  argumentando  la  entidad  que  no  se  encuentra  contemplado en el POS.   

Tercera.  Protección  constitucional  a los  menores.    

El   artículo   44  de  la  Constitución  Política,  con fundamento en los derechos  allí consagrados, los tratados  internacionales    ratificados    por    Colombia1  y  las  leyes  que regulan la  materia,  establecen  el deber del Estado de proteger a los niños de toda forma  de  maltrato y explotación, así como su obligación de asistir y garantizar su  desarrollo    armónico    e   integral   en   el   ejercicio   pleno   de   sus  derechos.   

El  Estado  colombiano  se  comprometió  a  garantizar   el   ejercicio   de   los  derechos  que  allí  se  enuncian,  sin  discriminación  alguna  por  motivos  de  raza, color, sexo, idioma, religión,  opinión  política  o  de  otra  índole,  origen  nacional o social, posición  económica,  nacimiento  o  cualquier  otra  condición  social, reconociendo la  necesidad  de  adoptar  diferentes medidas tendientes a proteger la maternidad y  la  niñez.  Igualmente,  se  reconoció  que  los menores por su vulnerabilidad  física  y  mental  requieren de una protección especial por lo que los países  tomarán  todas  las  medidas  necesarias para garantizar que los menores estén  protegidos contra toda forma de discriminación.   

Con fundamento en las normas constitucionales  indicadas    anteriormente,   así   como   en   los   múltiples   instrumentos  internacionales   ratificados   por   el   Estado  colombiano  al  respecto,  la  jurisprudencia  de esta corporación ha sostenido que el amparo reforzado de los  sujetos  de especial protección constitucional, parte del reconocimiento que el  Constituyente  de  1991  hizo  de  la  desigualdad formal y real a la que se han  visto sometidos históricamente.   

En   reiterada  jurisprudencia2,  la Corte se  ha  pronunciado sobre la necesidad de garantizar de manera efectiva y prevalente  el  ejercicio  de  los derechos a quienes son sujetos de la protección especial  en  los  términos  de  las  normas antes señaladas. Así se ha estimado que la  especial  protección  constitucional a los menores se entiende reforzada cuando  padecen    algún    tipo   de   discapacidad   física   o   mental3. En efecto, al  respecto se ha dicho que:   

“es claro que en  los  casos en que está de por medio la salud de un niño, independientemente de  la  edad  que  tenga, por el sólo hecho de ser un menor tiene derecho a recibir  una  atención adecuada y de forma regular por parte de las entidades que tienen  a  su  cargo esa función, sin dilaciones injustificadas, pues, de lo contrario,  se  vulneran  los  derechos  fundamentales  del niño al no permitirle el acceso  efectivo  a  la  prestación  del servicio de salud que demanda.” 4   

Así, no cabe duda que el Estado debe brindar  protección    prevaleciente    a    los    derechos    fundamentales   de   los  niños.   

Cuarta.  Acceso  a  los  servicios  que  se  requieran,  incluidos  y  no  incluidos  dentro  del  Plan Obligatorio de Salud.  Reiteración de jurisprudencia.   

4.1  El derecho a la salud contempla, por lo  menos,  el  acceso  a  los  servicios indispensables para conservar la salud, en  especial  aquéllos  que comprometan la vida digna y la integridad personal; tal  acceso  depende,  en principio, de si el servicio requerido está incluido en el  Plan Obligatorio de Salud, al cual la persona tiene derecho.   

La jurisprudencia constitucional ha señalado  que    toda    persona    tiene   dere­cho  a  que  se  le  garantice  el  acceso  efectivo a los servicios  médicos               con­tem­plados  dentro  del POS, por lo cual no brindarle los medicamentos allí incluidos, o no  permitir  la  realización  de los procedimientos e intervenciones amparadas por  el   plan,  constituye  una  vulneración  al  derecho  a  la  salud5,    que  reiteradamente ha sido considerado como fundamental.   

Teniendo  en  cuenta  que,  de  acuerdo a la  regulación                  vigente6,   corresponde   al   médico  tratante  solicitar  al  Comité  Técnico  Científico  la autorización de los  servicios  de  salud  no  incluidos  dentro  del plan obligatorio respectivo, es  decir,  la  realización  de  un  trámite  al interior del Sistema de Salud, la  jurisprudencia  constitucional considera que una EPS viola el derecho a la salud  de  una  persona,  cuando  se  le niega el acceso al servicio con base en que el  usuario  no  ha  presentado la solicitud al Comité.7   

En la sentencia T-760 de julio 31 de 2008, M.  P.    Manuel   José   Cepeda   Espinosa,   se   afirmó   que   “‘las   EPS   no  pueden  imponer  como  requisito   de  acceso  a  un  servicio  de  salud  el  cumplimiento  de  cargas  administrativas  propias  de la entidad’.8  En  tal  sentido,  cuando  una EPS niega  servicios  de  salud a una persona que tiene derecho a ellos, porque no realizó  un  trámite  que  le  corresponde  realizar  a  la propia entidad, irrespeta su  derecho  a  la  salud,  puesto  que  crea  una barrera para acceder al servicio.  Dentro  del presente proceso la Defensoría manifestó que este es un obstáculo  del cual se quejan frecuentemente los usuarios.”   

Ahora bien, como el derecho a la salud no es  ilimitado,  el  Comité  Técnico  Científico  no está obligado a autorizar de  manera  automática  cada  solicitud  del  médico tratante. De tal forma, si se  alude  a  un  tratamiento  estético o a otro que no sea realmente indispensable  para  la  salud  y  esté  razonablemente  excluido  del POS, el correspondiente  Comité  Técnico Científico podrá invocarlo para negar la solicitud y el juez  de   tutela   habrá   de   hacer   lo   propio,   respetando   los  precedentes  constitucionales.   

4.2.  Según  el  artículo 42 del precitado  Decreto  2591 de 1991, numeral 2°, la acción de tutela procede contra acciones  u  omisiones de particulares, cuando éstos tienen a su cargo la prestación del  servicio público de salud.   

Quinta.     Análisis     del     caso  concreto.   

La  señora  Carmen  Cecilia  Noguera Peña,  presentó  acción  de  tutela  al  considerar  que la EPS accionada vulnera los  derechos  fundamentales  de  su menor hija Aneth Cristina Noguera Peña a la que  le   fue   diagnosticado   “un  prolapso  moderado,  displacía   con   i.m.   severa”,   al   negar  la  autorización  para  realizar el examen “test de mesa  basculante”  formulado  por  el  médico  adscrito a  dicha entidad, por encontrarse fuera del POS.   

El   médico  tratante  de  la  menor,  le  diagnosticó  prolapso  moderado,  displacía con i.m, ordenándole el examen de  test  de mesa basculante, que de acuerdo con la literatura científica “El (TMB)  permite  realizar  el  diagnóstico  de  síncope vasovagal en pacientes con  síncope        de        causa        desconocida.” Sirve  para                        determinar el  tratamiento    correcto    de    cualquier    patología   y es  imprescindible                        para  realizar  el                        diagnóstico etiológico  del                          síncope, y  “permite  caracterizar  los  componentes  cardioinhibidor  y  vasodepresor de la respuesta  vasovagal,   lo   que   puede   ser  de  ayuda  en  la  selección  inicial  del  tratamiento.” Por  último, “la  realización  de ensayos clínicos controlados con el TMB puede permitir conocer  la   efectividad  real  de  los  distintos  fármacos  en  pacientes  con        síncope        vasovagal.”        9   

Otro    pronunciamiento    científico  enseña10:   

“El test  de  mesa                        basculante    es    una   prueba  diagnóstica  para  pacientes que han tenido pérdida de conciencia (síncope) o  sospecha  de ella. Nos  permite desencadenar episodios vasovagales en pacientes  predispuestos  y,  es  actualmente, la prueba más rentable para el diagnóstico  del síncope neuromediado.   

Hasta épocas  relativamente  recientes  el  diagnóstico  del  síncope vasovagal  y de otros  síncopes   neurológicamente   mediados  se  realizaba  principalmente  por  la  historia clínica y mediante un proceso de exclusión de otras causas.   

En  1986,  se publicó  por   primera  vez,  la  utilización  del  test  de  mesa  basculante  para  el  diagnóstico   del   origen   vasovagal  en  pacientes  con  síncope  de  causa  desconocida.  Posteriormente,  su  uso  se ha generalizado, con el empleo de una  gran  variedad  de protocolos en cuanto a la angulación, tiempo de basculación  o  uso de diferentes fármacos para provocación. En 1989 se introdujo el empleo  de  isoproterenol  intravenoso y, más recientemente, nitroglicerina intravenosa  o  sublingual (el llamado protocolo italiano, protocolo abreviado que emplea 400  microgramos   de  nitroglicerina sublingual). En nuestra unidad de arritmias de  la  Fundación  Hospital de Alcorcón  el protocolo del Test de Mesa Basculante  que   utilizamos   es   con   nitroglicerina  sublingual  en  spray.”   

Teniendo   en   cuenta   lo  anterior,  de  conformidad  con  la  jurisprudencia  constitucional y a partir de los conceptos  anteriormente  citados, esta Sala de Revisión entra a determinar si   el   examen   denominado  “test  de  mesa  basculante”,  que  se  encuentra  excluido  del  Plan  Obligatorio  de Salud, cumple con los requisitos  para  ser  autorizado  e inaplicar al efecto las normas legales o reglamentarias  que regulan las exclusiones del POS.   

a)  La  falta  del  examen  prescrito por el  médico  tratante  para  determinar  el  diagnóstico de la enfermedad (prolapso  moderado,  displacía  con  i.m severa) padecida por la menor, pone en riesgo su  vida   según   la   afirmación   de  la  madre  al  indicar  que  “le   esta   afectando  el  corazón”.  Aspecto  que  no  fue  controvertido  por la EPS accionada, ni por el Juzgado de  instancia.   

b)  La  incapacidad  económica de la actora  para  costear  el  examen  de su menor hija no fue discutida por Coomeva EPS, ni  por  el  Juzgado  de instancia, además la entidad demandada no dio respuesta al  requerimiento  hecho  por el Juez de conocimiento por lo cual, en desarrollo del  principio  de  buena  fe,  se  tendrá  por  cierto lo expuesto en el escrito de  tutela,  al  decir  “que  carecemos  de los recursos  económicos  para  cancelar  dicho  examen” (f. 3 cd.  inicial).   

c)  El  médico  especialista que ordenó el  reclamado   examen   denominado   “test   de   mesa  basculante”,  se  encuentra  adscrito a Coomeva EPS.  (f. 6 ib).   

Analógicamente  puede  recordarse  que  en  sentencia  T-253  de  marzo  10 de 2008, M. P. Humberto Antonio Sierra Porto, de  esta  misma Sala de Revisión, al estudiar el caso de una señora de 71 años de  edad,  que  solicitó  la  autorización por parte de SANITAS  EPS, para la  práctica  del examen “mesa basculante”, en esa oportunidad concluyó:   

“ha  sido  la  Corte enfática en rechazar  argumentos  encaminados  a  sostener que un examen de diagnóstico formulado por  el  médico  tratante  no  se  puede efectuar por cuanto no está incluido en el  Plan  Obligatorio  de Salud, ya que es el médico tratante quien, de conformidad  con  las  circunstancias  particulares  de  cada  paciente,  define  cuál es el  tratamiento  que  ha de seguirse o el examen diagnóstico que debe efectuarse de  modo  que la entidad prestadora de salud no puede negarse a practicarlo sobre la  base    de    aspectos    económicos,   administrativos   o   de   conveniencia  institucional.”   

Para  concluir,  al cumplirse en el presente  caso  a  cabalidad las condiciones exigidas para proteger el derecho fundamental  a  la salud de la paciente, corresponde revocar el fallo proferido en marzo 4 de  2008  por  el  Juzgado  Sexto  Penal  Municipal  de Barranquilla, que denegó el  amparo solicitado.   

En  su  lugar,  se  concederá  la  tutela,  ordenando  a  Coomeva  EPS,  por conducto de su representante legal o quien haga  sus  veces, que si todavía no lo ha realizado, en el término de las cuarenta y  ocho  (48)  horas  siguientes  a  la notificación de esta sentencia autorice la  práctica  del examen test de mesa basculante, y lo que requiera en la medida en  que  lo  disponga  el respectivo médico tratante, dando oportuno cumplimiento a  la  atención  integral  que  debe  prestarle  a  la menor Aneth Cristina Acuña  Noguera.   

III. DECISIÓN  

En  mérito de lo expuesto, la Sala Séptima  de  Revisión  de  la Corte Constitucional, administrando justicia en nombre del  pueblo y por mandato de la Constitución,   

RESUELVE  

Primero: REVOCAR la  sentencia  proferida  en marzo 4 de 2008 por el Juzgado Sexto Penal Municipal de  Barranquilla,  que  negó  el  amparo  solicitado por Cecilia del Carmen Noguera  Peña  en representación de su menor hija Aneth Cristina Acuña Noguera, contra  Coomeva   EPS.   En   su   lugar  se  dispone  TUTELAR  los   derechos  de  la  menor  a  la  salud  y  a  la  vida.   

Segundo: ORDENAR, a  Coomeva  EPS, por conducto de su representante legal o quien haga sus veces, que  si  no  lo  ha  realizado aún, en el término de las cuarenta y ocho (48) horas  siguientes  a  la  notificación de esta sentencia autorice el examen denominado  test   de   mesa  basculante,  que  requiere  la  menor  Aneth  Cristina  Acuña  Noguera.   

Tercero:   Por  Secretaría  General, LÍBRESE  la  comunicación  a  que  se  refiere  el  artículo  36  del  Decreto  2591 de  1991.   

Notifíquese,  comuníquese,  publíquese  e  insértese en la Gaceta de la Corte Constitucional. Cúmplase.   

NILSON PINILLA PINILLA  

Magistrado  

Magistrado  

JORGE IVÁN PALACIO PALACIO  

Magistrado  

MARTHA SÁCHICA DE MONCALEANO  

Secretaria General  

    

1  Artículo  10°  del  Pacto  Internacional  de  Derechos  Económicos Sociales y  Culturales,  ratificado  por  Colombia  mediante  la ley 74 de 1968,   artículo   1°  de  la  Convención  Americana   de   Derechos  Humanos  ratificada  por  Colombia  en  julio  17  de  1973,  artículo 2° de la  Convención  sobre  los  Derechos  del  Niño,  ratificada por Colombia el 28 de  enero de 1991.   

2 T-907  de  septiembre 17 de 2004, M. P. Manuel José Cepeda Espinosa; T-754 de julio 14  de  2005,  M.  P.  Jaime  Araújo  Rentaría;  T-307  de abril 19 de 2006, M. P.  Humberto Antonio Sierra Porto.   

3 T-443  de  mayo  10  de 2004, M. P. Clara Inés Vargas Hernández; T-244 de marzo 17 de  2005,  M.  P.  Alfredo  Beltrán  Sierra;  T-170 de marzo 9 de 2007, M. P. Jaime  Córdoba Triviño; T-201 de marzo 15 de 2007, M. P.   

Humberto Sierra Porto; T-695 de septiembre 6  de   2007,   M.  P.  Manuel  José  Cepeda  Espinosa.   

4 T-417  de mayo 24 de 2007, M. P. Álvaro Tafur Galvis   

5  T-736  de  agosto 5 de 2004, M. P. Clara Inés Vargas  Hernández.   

6  Artículo 4° de la Resolución 2933 de 2006.   

7 T-760  de julio 31 de 2008, M. P. Manuel José Cepeda Espinosa   

8 T-976  de  septiembre 23 de 2005, M. P.  Manuel José Cepeda Espinosa.   

9  Revista Española de Cardiología.   

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