T-347-16

Tutelas 2016

           T-347-16             

Sentencia T-347/16    

ACCION DE TUTELA PARA OBTENER REINTEGRO LABORAL-Procedencia   excepcional    

ACCION DE TUTELA PARA OBTENER REINTEGRO LABORAL-Improcedencia por   existir otro medio de defensa judicial y no acreditarse perjuicio irremediable    

Referencia: expediente   T-5.394.218    

Asunto:    Acción de tutela instaurada por el señor Daniel contra la Dirección   Ejecutiva Seccional de Administración Judicial del Valle del Cauca    

Magistrado Ponente:    

LUIS GUILLERMO GUERRERO PÉREZ    

Bogotá DC, treinta (30)   de junio de dos mil dieciséis (2016)      

La Sala Segunda de Revisión de la Corte Constitucional, integrada por los   Magistrados Alejandro Linares Cantillo, Gabriel Eduardo Mendoza Martelo y Luis   Guillermo Guerrero Pérez, quien la preside, en ejercicio de   sus competencias constitucionales y legales, específicamente las previstas en   los artículos 86 y 241.9 de la Constitución Política y 33 y siguientes del   Decreto 2591 de 1991, ha pronunciado la siguiente:    

SENTENCIA    

En el proceso de revisión de los fallos   de tutela adoptados por la Sala de Familia del Tribunal Superior del Distrito   Judicial de Cali y la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia,   correspondientes  al trámite de la acción de amparo constitucional impetrada por   el señor Daniel contra la Dirección Ejecutiva Seccional de Administración   Judicial del Valle del Cauca.    

I. ANTECEDENTES    

1.1. Cuestión previa    

Como se verá más adelante, la presente   acción tiene por objeto la protección de los derechos fundamentales de un señor,   entre cuyos hechos relevantes se invocan datos sensibles relacionados con su   salud[1].   Por dicha razón, y en aras de proteger su privacidad, se emitirán respecto de   este caso dos copias del mismo fallo, diferenciándose en que se sustituirán los   nombres reales en aquella copia que se publique en la Gaceta de la Corte   Constitucional.    

1.2. Hechos relevantes    

1.2.1. El señor Daniel afirma   haber trabajado para la Rama Judicial desde el año 2004, de forma interrumpida y   en provisionalidad, en diferentes cargos y despachos judiciales.    

1.2.2. En relación con lo anterior, el   accionante destaca que el 29 de julio de 2011 se creó el Juzgado X de   Descongestión de Cali[2],   el cual entró en funcionamiento el 1 de septiembre del año en cita, con el fin   de que operara mientras se mantuvieran las medidas tendientes a descongestionar   la Rama Judicial. Con posterioridad, en el año 2015, fue nombrado en   dicho juzgado como secretario nominado en provisionalidad[3] y como   sustanciador[4].    

1.2.3. En cumplimiento de las labores   propias del último de los mencionados cargos, el accionante sufrió un accidente   laboral el 9 de septiembre de 2015, al intentar transportar un expediente   demasiado pesado. Dicho incidente fue reportado a la Administradora de Riesgos   Laborales, Positiva ARL, la cual diagnosticó “contractura muscular de hombro   izquierdo”.    

1.2.5. La Nueva EPS le diagnosticó   “lumbago no especificado” y ordenó las siguientes incapacidades médicas: (i)   a cargo de la ARL, del 9 al 10 y del 23 a 27 de septiembre de 2015; y (ii) a   cargo de la EPS, del 28 septiembre al 6 de octubre, del 7 al 29 de octubre, y   del 30 al 28 de noviembre de 2015.    

1.2.6. Durante el tiempo que el actor se   encontraba incapacitado, en particular, el 31 de octubre de 2015,   se dieron por concluidas las medidas que originaron la creación del Juzgado X  de Descongestión de Cali, por lo que también finalizaron las vinculaciones   laborales de quienes allí laboraban. Sin embargo, dichas medidas fueron   restablecidas el pasado 3 de noviembre[5],   pese a lo cual, según se alega, se procedió a nombrar nuevamente a todos los   funcionarios de dicho despacho, con excepción del peticionario.    

1.3. Solicitud de amparo constitucional    

Con fundamento en los hechos descritos, el accionante instauró la presente   acción de tutela  contra la Dirección Ejecutiva Seccional de Administración Judicial del Valle del   Cauca,   con el propósito de que se amparen sus derechos fundamentales al mínimo vital, a   la salud y a la seguridad social, los cuales estima vulnerados con la decisión   de no volverlo a vincular al cargo que venía desempeñando, luego de que se   restablecieran las medidas de descongestión, pese a encontrarse incapacitado.    

Por lo anterior, solicitó que se ordene a   la entidad demandada mantener su vínculo con el Juzgado X de   Descongestión de Cali o con otro juzgado, reanudando el pago de salarios y   cotizaciones a la seguridad social, hasta tanto su salud mejore.    

1.4. Contestación de la demanda e   intervenciones en el proceso    

En providencia del 10 de noviembre de   2015, la Sala de Familia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cali   admitió la acción y ordenó notificar a la Dirección Ejecutiva Seccional de   Administración Judicial del Valle del Cauca. De igual manera, dispuso la   vinculación de la Sala Administrativa del Consejo Seccional de la Judicatura del   Valle, del Juzgado X de Descongestión de Cali y de Positiva ARL. Luego, a   través de auto del 18 de noviembre de 2015, vinculó a la Nueva EPS y al   funcionario que reemplazó al accionante durante su incapacidad y que,   posteriormente, fue nombrado de manera definitiva en el cargo.    

1.4.1. Contestación de la Dirección   Ejecutiva Seccional de Administración Judicial del Valle del Cauca    

En memorial fechado el 11 de noviembre de   2015, la entidad demandada referenció todos los cargos ocupados por el   accionante en la Rama Judicial y señaló las incapacidades que le fueron   reportadas. Asimismo, manifestó que el nombramiento del peticionario terminó en   el momento en el cual finalizaron las medidas de descongestión que originaron la   creación del Juzgado X de Descongestión de Cali. A pesar de que este   último fue restablecido días después, era facultad de la nominadora nombrar o no   al actor en el cargo que venía desempeñando. Finalmente, señaló que se han   seguido realizando los aportes a seguridad social del accionante, por lo que la   respectiva EPS deberá continuar reconociendo las incapacidades, hasta tanto   ellas se presenten.    

1.4.2. Intervención de la Sala   Administrativa del Consejo Seccional de la Judicatura del Valle del Cauca    

En escrito del 11 de noviembre de 2015,   la Sala Administrativa del Consejo Seccional de la Judicatura del Valle del   Cauca sostuvo que entre sus funciones no se encuentran las relacionadas con   nombrar o remover a funcionarios de sus cargos, pues ello depende del juez   nominador. Añadió que en relación con el pago de salarios y demás prestaciones   se encarga la Dirección Ejecutiva Seccional. En consecuencia, respecto de los   hechos narrados en la demanda, concluyó que no se encuentra legitimada por   pasiva en la presente acción.    

1.4.3. Intervención de la Juez Segunda   Administrativa de Descongestión de Cali    

La Juez Segunda Administrativa de   Descongestión de Cali, como autoridad nominadora, señaló que el desempeño   laboral del accionante en los cargos que ocupó dentro de dicho despacho fue   deficiente. Por lo demás, consideró que la continuidad de las medidas de   descongestión no implica que deban continuar en los cargos los mismos   funcionarios, pues ello depende de las exigencias del servicio. Esta última   circunstancia, en el caso particular, le impedía nombrar a una persona que   estaba imposibilitada para trabajar.    

1.4.4. Intervención de Positiva ARL    

La Administradora de Riesgo Laborales   manifestó que no ha vulnerado derecho fundamental alguno al accionante, pues en   relación con el accidente laboral que sufrió, se le brindó toda la atención que   requirió. Añadió que no es su responsabilidad el pago de salarios u otras   prestaciones.    

1.4.5. Intervención del funcionario que   reemplazó al accionante durante su incapacidad y que, posteriormente, fue   nombrado de manera definitiva en el cargo    

En escrito del 19 de noviembre de 2015,   el funcionario en mención señaló que fue nombrado mediante Resolución No. 15 del   1 de octubre de 2015, en el cargo de sustanciador del Juzgado X  de   Descongestión de Cali, con el objeto de cubrir la incapacidad médica del   accionante. De igual forma, indicó que ejerció dicho cargo hasta el 31 de   octubre del año en cita, cuando concluyeron las medidas de descongestión.   Posteriormente, en Resolución No. 18 del 4 de noviembre de 2015, fue nombrado de   forma definitiva en el mismo cargo, una vez se restablecieron las citadas   medidas.    

1.4.6. Intervención de la Nueva EPS    

El 24 de noviembre de 2015, la Nueva EPS   señaló que ha asumido todos los servicios médicos que ha requerido el accionante   durante su afiliación y que éste se encuentra activo como cotizante de tal   entidad. Finalmente, alegó la falta de legitimación por pasiva, teniendo en   cuenta que no le asiste responsabilidad alguna frente a las pretensiones y   hechos que originaron la acción.    

1.5. Pruebas   relevantes aportadas al proceso    

1.5.1. El accionante acompañó con la   demanda los siguientes elementos de juicio:    

– Resonancia magnética nuclear de hombro   izquierdo del 13 de octubre de 2015, en la que se concluye que padece de una “tendinosis,   cambios inflamatorios inespecíficos en articulación acromioclavicular”.    

– Consulta por ortopedia traumatología a   la que acudió el accionante el 30 de octubre de 2015, en la que se reseña   “dolor lumbar crónico”.    

– Certificado de las siguientes   incapacidades del año 2015: (i) 9 al 10 de septiembre; (ii) 7 al 14 de   octubre; (iii) 15 al 29 de octubre y (iv) 30 de octubre al 28 de noviembre.    

– Copia de la historia clínica de la   Nueva EPS con fecha del 30 de octubre de 2015, en la que se registra “Lumbago   no especificado”.    

– Copias de la historia clínica de la IPS   “Ergos Health” del 29 de septiembre y 14 de octubre de 2015, con reporte de   “trauma en hombro izquierdo por tracción”.    

1.5.2. Una vez admitida la acción de   tutela, el accionante envió un escrito a la Sala de Familia del Tribunal   Superior del Distrito Judicial de Cali, a través del cual aportó los siguientes   documentos:    

– Transcripción de una conversación vía   chat  entre el accionante y la Juez Segunda Administrativa de Descongestión de Cali,   en la cual esta última señala que no puede nombrarlo en el cargo que venía   desempeñando por encontrarse incapacitado.    

 – Copia de la historia clínica en la   cual se observa un diagnóstico de “VIH positivo”, el cual, según afirma, fue   previamente conocido por la Juez Segunda Administrativa de Descongestión de   Cali, circunstancia que pudo motivar la decisión de no renovar su nombramiento.    

1.5.3. La Dirección Ejecutiva Seccional   de la Administración Judicial del Valle del Cauca aportó las siguientes pruebas:    

– Oficio suscrito por la Juez Segunda   Administrativa de Descongestión de Cali dirigido al área de talento humano de la   Administración Judicial del Valle del Cauca, con fecha del 28 de septiembre de   2015, en el cual comunica las incapacidades médicas reportadas por el   accionante.    

– Certificado de aportes al sistema de   protección social entre los períodos que van desde enero hasta septiembre de   2015.    

– Reporte de afiliación activa como   cotizante del actor.    

1.5.4. La Juez Segunda Administrativo de   Descongestión de Cali acompañó las siguientes pruebas:    

– Oficio suscrito por la Coordinadora del   Área de Recursos Humanos de la Dirección Ejecutiva de la Seccional de   Administración Judicial del Valle del Cauca, con fecha del 3 de noviembre de   2015, en el cual informa del accidente laboral sufrido y reportado por el   funcionario[6].    

– Formato de informe para accidente de   trabajo del empleador o contratante, en el que se reporta el accidente padecido   por el accionante.[7]    

– Oficio suscrito el 5 de octubre de 2015   por el funcionario que reemplazó al actor, en el cual informa que al asumir el   cargo encontró trabajo represado.    

– Resolución No. 12 del 1 de septiembre   de 2015, por medio de la cual se acepta la renuncia del peticionario al cargo de   secretario y se le nombra como sustanciador.    

– Oficio suscrito el 15 de septiembre de   2015 por la funcionaria que reemplazó al accionante en el cargo de secretario,   en el cual igualmente informa que al asumir el cargo encontró trabajo represado.    

1.5.5. Finalmente, la ARL Positiva   presentó copia del formulario de dictamen para la determinación del origen del   accidente, en el cual se consigna el diagnóstico de “contractura muscular   hombro izquierdo” de origen “profesional”.    

II. SENTENCIAS OBJETO DE REVISIÓN    

2.1. Primera instancia    

En sentencia del 20 de noviembre de 2015,   la Sala de Familia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cali negó el   amparo solicitado, al considerar que las medidas de descongestión terminaron el   31 de octubre de 2015, y si bien posteriormente el 3 de noviembre del año en   cita se dispuso su restablecimiento, como no se trató de una prórroga, es claro   que durante ese tiempo los despachos judiciales cesaron su actividad y hubo   lugar a realizare nuevos nombramientos.    

En consecuencia, a juicio del a-quo,   dicha circunstancia habilitaba a la juez nominadora para designar a funcionarios   distintos a los que se encontraban vinculados al momento de la finalización de   la descongestión. Por lo demás, consideró que no estaban en riesgo sus derechos   a la salud y a la seguridad social, por cuanto la administración judicial   continuó pagando los aportes respectivos.    

2.2. Impugnación    

En escrito del 24 de noviembre de 2015,   el accionante impugnó la decisión de primera instancia, aduciendo que dado su   grave estado de salud no tenía la posibilidad de vincularse a un nuevo trabajo,   por lo que su mínimo vital se veía afectado y, en consecuencia, requería que se   le amparara su derecho a la estabilidad laboral reforzada.    

2.3. Segunda instancia    

En sentencia del 28 de enero de 2016, la   Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia confirmó el fallo de   primera instancia. Al respecto, argumentó que no hay lugar a la protección   reclamada, en la medida en que la desvinculación del funcionario obedeció una   causal objetiva ajena a la voluntad de la juez nominadora, como lo fue la   terminación de las medidas de desconges-tión. Adicionalmente, señaló que el   restablecimiento de las mismas no generaba el derecho a que los antiguos   funcionarios fueran nombrados nuevamente, pues ello dependía de las necesidades   del servicio.    

Por lo anterior, concluyó que no se   vulneraron los derechos al mínimo vital, a la salud y a la seguridad social del   peticionario, pues la decisión adoptada tiene respaldo en el ordenamiento   jurídico, aunado a que se continuaron realizando los aportes que demanda el   sistema de protección social. Finalmente, en todo caso, sostuvo que no se   evidenció que la nominadora conociera que el actor presentara diagnóstico de VIH   positivo, lo que excluye la estabilidad laboral reforzada que se alega.    

III. REVISIÓN POR PARTE DE LA CORTE   CONSTITUCIONAL    

3.1. Competencia    

Esta Sala es competente para revisar las   decisiones proferidas en la acción de tutela de la referencia, con fundamento en   lo previsto en los artículos 86 y 241.9 de la Constitución Política. El   expediente fue seleccionado por medio de Auto del 11 de marzo de   2016   proferido por la Sala de Selección Número Tres.    

3.2. Actuaciones en sede de revisión    

3.2.1. En Auto del 20 de mayo de 2016,   una vez consultada la base de datos del Registro Único de Afiliados –RUAF–, se   pudo constatar que el accionante presenta afiliaciones activas al Sistema   General de Seguridad Social, a través de las siguientes entidades: Nueva EPS,   Colpensiones y Positiva ARL. Por tal razón, se libró oficio a dichas entidades   para que aportaran la siguiente informa-ción: (i) si el actor se encuentra como   cotizante activo; y en caso de que la respuesta al anterior requerimiento fuese   positiva, (ii) que indicara quién o qué entidad figura como su empleador, y   (iii) cuál es su ingreso base de cotización al sistema.    

3.2.2. Frente a tal requerimiento, en escrito del 10 de junio de 2016, se   recibió respuesta del Vicepresidente Jurídico de Colpensiones, quien señaló que   el peticionario “se encuentra afiliado al Régimen de Prima Media con   Prestación Definida administrado por Colpensiones desde el 1 de enero de 2011   como activo cotizante”. Adicionalmente indicó que como actual empleador   figura “la Administración Judicial Seccional de Cali (…) con [un] Ingreso   Base de Liquidación de $ 3.373.000” pesos.    

3.2.3. Por último, el 13 de junio de 2016, la Coordinadora del Área de Talento   Humano de la Dirección Seccional Ejecutiva de Administración Judicial del Valle   del cauca, certificó que a la fecha el accionante se encuentra vinculado como   oficial mayor en el Juzgado Y Municipal de Cali, desde el pasado 1 de   marzo de 2016.    

3.3. Problema jurídico y esquema de   resolución    

            

A partir de las circunstancias fácticas   que dieron lugar al ejercicio de la acción de tutela y de las decisiones   adoptadas por los respectivos jueces de instancia, esta Corporación debe   determinar si se configura una violación de los derechos al mínimo vital, a la   salud y a la seguridad social del accionante, como consecuencia de la decisión   adoptada por la Juez Segunda Administrativa de Descongestión de Cali, por virtud   de la cual decidió no vincularlo nuevamente al cargo que venía   desempeñando, luego de que se restablecieran las medidas de descongestión, pese   a que –en su criterio– las condiciones particulares del caso lo hacían acreedor   del derecho a la estabilidad laboral reforzada    

Como se observa de lo expuesto, el amparo que se propone se vincula con una   solicitud de reintegro, en la que se invoca la existencia de una incapacidad al   momento en que se terminó el vínculo, y se agrega la ocurrencia de un posible   acto discriminatorio, por el hecho de ser diagnosticado con VIH positivo. Por   ello, el tema primordial de análisis de esta providencia, es el correspondiente   a la   procedencia excepcional de la acción de tutela para solicitar el reintegro, con   ocasión de la existencia de otros medio de defensa judicial que permiten lograr   la satisfacción de la misma pretensión.    

3.4. Procedencia excepcional de la acción   de tutela para solicitar el reintegro laboral. Del principio de subsidiariedad    

3.4.1. La acción de tutela se encuentra   concebida como un mecanismo ágil y sumario para la protección judicial de los   derechos fundamentales (CP art. 86), la cual sólo está llamada a proceder   cuando el afectado no disponga de otro medio de defensa judicial, analizado   tanto desde la perspectiva formal de su existencia, como desde la órbita   material de su idoneidad y celeridad para brindar un amparo efectivo, pues se   entiende que –por regla general– todos los jueces de la República están   investidos de autoridad para asegurar su protección. Este mandato ha sido   identificado por la jurisprudencia como el principio de subsidiaridad,   cuyo propósito es el de preservar el reparto de competencias atribuido por la   Constitución y la ley a las diferentes autoridades judiciales, en desarrollo de   los principios de autonomía e independencia de la actividad judicial[8].    

Precisamente, a nivel normativo, el   artículo 86 del Texto Superior establece que “[e]sta acción solo procederá   cuando el afectado no disponga de otro medio de defensa judicial”. De igual   forma, el Decreto 2591 de 1991, “por el cual se reglamenta la acción de   tutela”, dispone en el artículo 6 que la misma no procederá “cuando   existan otros recursos o medios de defensa judiciales”.   Esto significa que, como mandato general, la acción de tutela no es procedente   cuando quien la interpone cuenta con otra vía de defensa judicial para ventilar   el asunto y lograr su protección.    

Ahora bien, en concordancia con los mandatos de la   Constitución, el mismo artículo 6 del Decreto 2591 de 1991 establece dos   excepciones a la regla general de improcedencia. La primera de ellas, consignada   igualmente en el artículo 86 del Texto Superior[9],   hace referencia a que la acción de tutela procederá también cuando, a pesar de   la existencia de otros medios de defensa judicial, ésta se utilice como   mecanismo transitorio para evitar un perjuicio irremediable[10].   Y, la segunda, determina que, bajo la misma hipótesis expuesta, la tutela   resulta procedente cuando los otros mecanismos de defensa no sean eficaces para   brindar un amparo de forma integral, dadas las circunstancias especiales del   caso y la situación en la que se encuentra el solicitante[11].    

Así lo sostuvo la Corte   en la Sentencia SU-961 de 1999[12], al considerar que, “en cada   caso, el juez está en la obligación de determinar si las acciones disponibles le   otorgan una protección eficaz y completa a quien la interpone. Si no es así, si   los mecanismos ordinarios carecen de tales características, el juez puede   otorgar el amparo de dos maneras distintas, dependiendo de la situación de que   se trate. La primera posibilidad es que las acciones ordinarias sean lo   suficientemente amplias para proveer un remedio integral, pero que no sean lo   suficientemente expeditas para evitar el acontecimiento de un perjuicio   irremediable. En este caso será procedente la acción de tutela como mecanismo   transitorio, mientras se resuelve el caso a través de la vía ordinaria”[13].  La segunda posibilidad es que las acciones comunes no sean   susceptibles de resolver el problema de forma idónea y eficaz, circunstancia en   la cual es procedente conceder la tutela de manera definitiva, como mecanismo   directo de protección de los derechos fundamentales[14].    

Respecto de este último   punto, este Tribunal ha entendido que el mecanismo   ordinario previsto por el ordenamiento jurídico para resolver un asunto no es   idóneo, cuando, por ejemplo, no permite   resolver el conflicto en su dimensión constitucional o no ofrece una solución   integral frente al derecho comprome-tido. En este sentido, esta Corporación ha   dicho que: “el requisito de la idoneidad   ha sido interpretado por la Corte a la luz del principio según el cual el juez de tutela debe dar prioridad a la realización de los   derechos sobre las consideraciones de índole formal[15].   La aptitud del medio de defensa ordinario debe ser analizada en   cada caso concreto, teniendo en cuenta, las características procesales del   mecanismo, las circunstancias del peticionario y el derecho fundamental   involucrado”[16]. En todo caso, cuando el amparo se solicita frente a un sujeto de especial protección constitucional (v.gr. una   persona de la tercera edad; un niño, niña o adolescentes; una mujer embarazada o   en período de lactancia; una persona inválida o en situación de discapacidad),   el juicio de procedencia de la acción de tutela debe hacerse menos riguroso[17].    

3.4.2. En lo que se refiere a las   solicitudes de reintegro laboral, esta Corporación ha reiterado en numerosas   ocasiones que en principio la acción de tutela no resulta procedente para   resolver controversias derivadas de las relaciones de trabajo[18], en   virtud de la existencia de mecanismos judiciales ordinarios ante la Jurisdicción   Laboral o la Jurisdicción Contencioso Administrativa, según sea la naturaleza de   la vinculación jurídica del demandante. Sobre el   particular, en la Sentencia T-400 de 2015[19],   se manifestó que    

“[D]entro del ordenamiento jurídico colombiano, existe una diversidad de   mecanismos de defensa para salvaguardar los derechos laborales (competencia   asignada a la jurisdicción laboral o contencioso administrativa laboral según el   caso). Como consecuencia, la Corte Constitucional ha manifestado que la acción   de tutela, en principio, no resulta procedente para resolver controversias que   surjan de la relación trabajador-empleador, como en el caso del reintegro   laboral  y/o el pago de prestaciones económicas.”[20]    

Así, por ejemplo, en el caso de vínculos   laborales entre particulares regidos por el Código Sustantivo del Trabajo, las   controversias relacionadas con reintegros se deben resolver en la Jurisdicción   Laboral a través de una demanda ordinaria; mientras que, en lo que atañe a las   relaciones laborales que se originan entre una entidad del Estado y un servidor   público, estos debates –por lo general– se deben solucionar en la Jurisdicción   Contencioso Administrativa, a través del medio de control que corresponda para   el efecto, es decir, en   estos asuntos existe una alternativa judicial distinta a la tutela, mediante la   cual se puede desplegar todo el debate probatorio necesario para determinar si   hubo o no una decisión ajustada a derecho por parte de empleador[21].    

Sin embargo, de manera   excepcional,   la jurisprudencia de este Tribunal ha contemplado la viabilidad del amparo   constitucional para obtener el reintegro de un trabajador, en   aquellos casos en que se encuentra inmerso en una situación de debilidad   manifiesta, con la capacidad necesaria de impactar en la realización de sus   derechos al mínimo vital o a la vida digna[22].   En este escenario, la situación particular que rodea al peticionario impide que   la controversia sea resuelta por las vías ordinaras, requiriendo de la   procedencia de la acción de tutela, ya sea para brindar un amparo integral o   para evitar la ocurrencia de un perjuicio irremediable en su contra.    

3.5. Caso concreto    

3.5.1. En el caso bajo estudio, en desarrollo de una política de descongestión,   el Consejo Superior de la Judicatura dispuso la creación del Juzgado X de   Descongestión de Cali en el año 2011. De acuerdo con lo expuesto en la demanda,   el accionante fue nombrado en provisionalidad en dicho despacho a partir del 7   de abril de 2015, inicialmente ocupando el cargo de secretario y luego de   sustanciador. Con posterioridad, las medidas de descongestión concluyeron el 31   de octubre de 2015, por lo cual se dieron por terminados los nombramientos   existentes en los juzgados que fueron creados para tal fin.    

A pesar de ello, el 3 de noviembre del año en cita fueron restablecidas dichas   medidas y los nominadores procedieron a designar de nuevo a sus funcionarios.   Según alega el accionante, en el juzgado que trabajaba se reintegraron a todos   los servidores preexistentes, con excepción de él, pese a encontrarse en uso de   una incapacidad médica por una afección lumbar decretada por la EPS. Además de   lo anterior, en un escrito enviado al juez de primera instancia[23], el actor   igualmente señaló que fue diagnosticado con VIH, suceso que pudo ser tenido en   cuenta para eludir su nombramiento.    

Como consecuencia de lo expuesto, el accionante le pide al juez de tutela que   ordene a la entidad demandada, esto es, a la Dirección Ejecutiva Seccional de   Administración Judicial del Valle del Cauca, que proceda a restablecer su   nombramiento, ya que –en virtud de su estado de incapacidad– no le ha sido   posible encontrar un nuevo trabajo que le permita asegurar su mínimo vital y los   derechos a la salud y a la seguridad social, en aras de continuar con los   tratamientos requeridos por su condición médica.    

3.5.2. Como previamente se advirtió, por regla general, dada su naturaleza de   mecanismo subsidiario de defensa judicial, la acción de tutela no es procedente   para ventilar asuntos relacionados con reintegros laborales, pues para ello   existen las acciones pertinentes ante la Jurisdicción Ordinaria Laboral o la   Jurisdicción Contencioso Administrativa. No obstante y de manera   excepcional,   se ha dispuesto la viabilidad del amparo constitucional, en aquellos casos en   que el accionante se encuentra inmerso en una situación de debilidad manifiesta,   con la capacidad necesaria de impactar en la realización de sus derechos al   mínimo vital, a la salud o a la vida digna.    

En el asunto sub-judice, el artículo 125 de la Ley 270 de 1996 dispone   que:  “tienen la calidad de funcionarios los Magistrados de las Corporaciones   Judiciales, los Jueces de la República y los Fiscales. Son empleados las demás   personas que ocupen cargos en las Corporaciones y Despachos Judiciales y en los   órganos y entidades administrativas de la Rama Judicial”. En virtud de lo   anterior, en la medida en que el actor se encontraba vinculado a la Rama   Judicial como sustanciador del Juzgado X de Descongestión de Cali, se   entiende que tenía la calidad de empleado público y, por ende, sujeto a una   relación legal y reglamentaria con el Estado.    

Desde esta perspectiva, al tratarse de un conflicto laboral entre un empleado   público y la entidad estatal que lo vinculó, la jurisdicción llamada a resolver   la controversia sería la contencioso administrativa, tal como se dispone en el   numeral 4 del artículo 104 de la Ley 1437 de 2011. En efecto, según la norma en   mención, a la Jurisdicción Contencioso Administrativa le compete la definición   de los procesos “relativos a la relación legal y reglamentaria entre los   servidores públicos y el Estado, y la seguridad social de los mismos, cuando   dicho régimen esté administrado por una persona de derecho público”. En   consecuencia, es claro que frente a la pretensión invocada existe otro medio de   defensa judicial que torna, en principio, improcedente a la acción de tutela.    

3.5.3. Una vez confirmada la existencia de otro mecanismo judicial, es necesario   analizar si, pese a ello, existe una situación urgente de vulnerabilidad o   amenaza que amerite la intervención inmediata del juez constitucional, en   especial como ocurre con el asunto bajo examen, con el fin de proteger los   derechos al mínimo vital, a la salud y a la seguridad social.    

Sobre el particular, según la información que se recopiló en sede de revisión,   se observa que a la fecha el accionante se encuentra vinculado desde el 1 de   marzo de 2016 como oficial mayor en el Juzgado Y Municipal de Cali, con   un ingreso base de cotización de $ 3.373.000 pesos. De igual manera, aparece   vinculado al Sistema General de Seguridad Social y Riesgos Laborales a través de   Colpensiones, la Nueva EPS y Positiva ARL.    

Lo anterior permite concluir que en la actualidad el señor accionante cuenta con   un salario, producto del ejercicio de su función como empleado de la Rama   Judicial, que le permite proveer su mínimo vital y, además, asegurar la   protección de sus derechos a la salud y a la seguridad social. En este sentido,   no observa esta Sala que el peticionario se encuentre en una situación de   debilidad manifiesta o de extrema vulnerabilidad, que amerite la procedencia   excepcional de la acción de tutela como mecanismo para ventilar una controversia   laboral.    

Por lo demás, no se observa que la referencia que se realiza al diagnóstico de   VIH tenga la entidad suficiente para suscitar un debate en términos de   discriminación, pues el mismo fue realizado en el año 2006, esto es, dos años   con posterioridad a su ingreso a la Rama Judicial y casi nueve años antes de que   haya sido nombrado en el Juzgado X  de Descongestión de Cali, sin que en   ningún momento dicha situación haya impedido o  imposibilitado su permanencia en   la Rama, como ocurre con su actual designa-ción como oficial mayor desde el mes   de marzo de 2016.    

En consecuencia, esta Sala concluye que la presente acción de tutela es   improcedente por no satisfacer el requisito de subsidiariedad, motivo por el   cual se revocará la decisión de segunda instancia que denegó el amparo. No   obstante, se advierte al actor que esta decisión no es óbice para que inicie la   acción respectiva ante la jurisdicción administrativa.    

IV. DECISIÓN    

En mérito de lo expuesto, la Sala Segunda de Revisión de la Corte   Constitucional, administrando justicia en nombre del pueblo y por mandato de la   Constitución,    

RESUELVE    

PRIMERO.- REVOCAR la sentencia   proferida el 28 de enero de 2016 por la Sala de Casación Civil de la   Corte Suprema de Justicia,   que a su vez confirmó la decisión adoptada el 20 de noviembre   de 2015 por   la Sala de Familia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cali, en la   cual se negó la protección invocada. En su lugar, DECLARAR IMPROCEDENTE   la acción de tutela formulada por el señor Daniel contra la Dirección   Ejecutiva Seccional de Administración Judicial del Valle del Cauca.    

SEGUNDO.- Por   Secretaría General, LÍBRENSE las comunicaciones a que se refiere el   artículo 36 del Decreto 2591 de 1991.    

Notifíquese, comuníquese y cúmplase.    

LUIS GUILLERMO GUERRERO PÉREZ    

Magistrado    

ALEJANDRO LINARES CANTILLO    

Magistrado    

GABRIEL EDUARDO MENDOZA MARTELO    

Magistrado    

MARTHA VICTORIA SÁCHICA MÉNDEZ    

Secretaria General    

[1] Ley   1581 de 2012, art. 5; y Decreto 1377 de 2013, art. 3    

[2]   Acuerdo PSAA11-8376 de 2011 del Consejo Superior de la Judicatura.    

[3] El 7 de abril de   2015.    

[4] El 1 de   septiembre de 2015.    

[5]   Acuerdo PSAA15-10404 de 2015 del Consejo Superior de la Judicatura.    

[6] Este   documento también fue allegado al proceso por la Dirección Ejecutiva Seccional   de la Administración Judicial del Valle del Cauca.    

[7] Este   documento también fue allegado al proceso por la Dirección Ejecutiva Seccional   de la Administración Judicial del Valle del Cauca.    

[9] El artículo 86   del Texto Superior, en el aparte pertinente, consagra que: “Esta acción sólo   procederá cuando el afectado no disponga de otro medio de defensa judicial,   salvo que aquélla se utilice como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio   irremediable”.    

[10] En el mismo   sentido, el artículo 6 del Decreto 2591 de 1991 establece que: “Causales   de improcedencia de la tutela. La acción de tutela no procederá: 1.- Cuando   existan otros recursos o medios de defensa judiciales, salvo que aquéllas se   utilice[n]como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio irremediable.   (…)”    

[11] En este punto,   la última de las normas en cita señala que: “Causales de improcedencia de   la tutela. La acción de tutela no procederá: 1.- Cuando existan otros   recursos o medios de defensa judiciales, (…). La existencia de dichos medios   será apreciada en concreto, en cuanto a su eficacia, atendiendo las   circunstancias en que se encuentra el solicitante”. Énfasis por fuera del   texto original.    

[12] M.P. Vladimiro   Naranjo Mesa.    

[13] La   jurisprudencia constitucional ha establecido que la acción de tutela procede   como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio irremediable, cuando se   presenta una situación de amenaza de vulneración de un derecho fundamental   susceptible de concretarse y que pueda generar un daño irreversible. Este amparo   es eminentemente temporal, como lo reconoce el artículo 10 del Decreto 2591 de   1991, en los siguientes términos: “En el caso del inciso anterior, el juez   señalará expresamente en la sentencia que su orden permanecerá vigente sólo   durante el término que la autoridad judicial competente utilice para decidir de   fondo sobre la acción instaurada por el afectado”. Para determinar la   configuración de un perjuicio irremediable, en criterio de este Tribunal, deben   concurrir los siguientes elementos: (i) el perjuicio   ha de ser inminente, esto es, que está por suceder; (ii) las medidas que   se requieren para conjurarlo han de ser urgentes, tanto por brindar una   solución adecuada frente a la proximidad del daño, como por armonizar con las   particularidades del caso; (iii) el perjuicio debe ser grave, es decir,   susceptible de generar un detrimento transcendente en el haber jurídico (moral o   material) de una persona; y la (iv) respuesta requerida por vía judicial debe   ser impostergable, o lo que es lo mismo, fundada en criterios de   oportunidad y eficiencia a fin de evitar la consumación de un daño antijurídico   irreparable.   En desarrollo de lo expuesto, en la Sentencia T-747 de 2008, se consideró que   cuando el accionante pretende la protección transitoria de sus derechos   fundamentales a través de la acción de tutela, tiene la carga de “presentar y   sustentar los factores a partir de los cuales se configura el perjuicio   irremediable, ya que la simple afirmación de su acaecimiento hipotético es   insuficiente para justificar la procedencia la acción de tutela.”     

[14] Véanse, además,   las Sentencias T-179 de 2003, T-500 de 2002, T-135 de 2002, T-1062 de 2001,   T-482 de 2001, SU-1052 de 2000, T-815 de 2000, T-418 de 2000, T-156 de 2000,   T-716 de 1999, SU-086 de 1999,              T-554 de 1998, T-384 de 1998 y T-287 de 1995.    

[15] Véase, entre   otras, las Sentencias T-106 de 1993 y T-100 de 1994.    

[16] Sentencia T-705   de 2012, M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub.    

[17] Al respecto, en   la Sentencia T-836 de 2006 M.P. Humberto Sierra Porto, esta Corporación expuso   que: “(…) en estos casos la lesión a sus derechos fundamentales tiene un   efecto particularmente severo en la medida en que estos sujetos se encuentran   previamente en una especial condición de desamparo (…)”.    

[18] Ver,   entre otras, las Sentencias T-400 de 2015, T-663 de 2011 y T-864 de 2011.    

[19] M.P.   Gloria Stella Ortiz Delgado    

[20]   Énfasis por fuera del texto original.    

[21]  Particularmente, el artículo 2 del Código de Procedimiento Laboral dispone que:  “La jurisdicción ordinaria, en sus especialidades laboral y de seguridad   social conoce de: 1. Los conflictos jurídicos que se originen directa o   indirectamente en el contrato de trabajo”. Por su parte, el artículo 104 del   CPACA establece que: “La jurisdicción de lo contencioso administrativo está   instituida para conocer, además de lo dispuesto en la Constitución Política y en   leyes especiales, de las controversias y litigios originados en actos,   contratos, hechos, omisiones y operaciones, sujetos al derecho administrativo,   en los que estén involucradas las entidades públicas, o los particulares cuando   ejerzan función administrativa. Igualmente conocerá de los siguientes procesos:   4. Los relativos a la relación legal y reglamentaria entre los servidores   públicos y el Estado, y la seguridad social de los mismos, cuando dicho régimen   esté administrado por una persona de derecho público.”    

[22] Ver,   entre otras, las Sentencias T-576 de 1998, T- 198 de 2006, T-663 de 2011, T-864   de 2011 y T- 400 de 2015.    

[23]   Escrito del 17 de noviembre de 2015.

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