T-461-09

Tutelas 2009

    Sentencia T-461/09  

(Bogotá DC, julio 13 de 2009)  

DERECHO   FUNDAMENTAL   DE   LA   PERSONA  JURIDICA- Reiteración de jurisprudencia   

MEDIO  DE  DEFENSA  JUDICIAL  Y  ACCION  DE  TUTELA-Procedencia   

ACCION  DE  TUTELA CONTRA ACTO ADMINISTRATIVO  GENERAL-Carácter       excepcional/ACCION  DE  TUTELA  CONTRA  ACTO  ADMINISTRATIVO GENERAL-Requisitos exigidos para que sea procedente la tutela   

El ámbito propio para tramitar los reproches  de   los   ciudadanos  contra  las  actuaciones  de  la  administración  es  la  Jurisdicción  Contenciosa Administrativa, quien está vinculada con el deber de  guarda  y  promoción de las garantías fundamentales. Es en este contexto donde  demandados  y  demandantes pueden desplegar una amplia y exhaustiva controversia  argumentativa  y  probatoria,  teniendo  a su disposición los diversos recursos  que  la  normatividad  nacional  contempla.  El  recurso  de  amparo sólo será  procedente,  en  consecuencia, cuando la vulneración de las etapas y garantías  que  informan  los  procedimientos administrativos haya sido de tal magnitud que  los  derechos  fundamentales  de  los  asociados  no  cuenten  con otro medio de  defensa  efectivo.  El  amparo  constitucional  como  sucede  para  el  caso  de  protección  de  los  derechos  fundamentales, es subsidiario y residual, lo que  implica  que  si  la  persona tiene a su alcance un medio de defensa efectivo o,  habiendo  contado  con  el  mismo,  de manera negligente lo ha dejado vencer, la  tutela  devendrá  improcedente.  Para esta Sala de Revisión no existe la menor  duda  sobre  la  improcedencia de la acción de tutela en el presente caso, dado  que  en  ella  se  plantea  una  discusión  que  debe  ser resuelta por el juez  administrativo  y  no  por  el  juez  constitucional,  pues la inconformidad del  demandante  se  refiere  a  una  decisión administrativa de carácter general y  abstracto, proferida por la Secretaria de Ambiente de Bogotá.   

Referencia: Expediente T-2.204.119  

Accionante: Sociedad Comercial Ultradifusión  Ltda.   

Accionado:  Alcaldía  Mayor  de Bogotá D.C.  -Secretaría Distrital de Ambiente-.   

Fallos  objeto  de  revisión:  Sentencia del  Juzgado  15 Civil del Circuito de Bogotá D.C., del 10 de diciembre del 2008 que  revoca  la  Sentencia  del Juzgado 13 Civil Municipal de Bogotá D.C., del 31 de  octubre del 2008.   

Magistrados  de la Sala Quinta de Revisión:  Mauricio  González  Cuervo,  Jorge  Ignacio  Pretelt  Chaljub  y Nilson Pinilla  Pinilla.   

Magistrado   Ponente:  Mauricio  González  Cuervo.   

I. ANTECEDENTES.  

1. Demanda de tutela.  

1.1.  Derechos  fundamentales  vulnerados:  efectividad  de  los  derechos  (art.  2 C.P.), petición (art. 23 C.P.), debido  proceso  (art.  29 C.P.), derecho a interponer acciones públicas (art. 40 C.P.)  y acceso a la administración de justicia (art. 229 C.P.).   

1.2.  Hecho vulnerador: omisión de publicar  en   el  Registro  Distrital  la  Resolución  No.  0927  del  30  de  abril  de  2008.   

1.3.   Pretensiones:  i)  se  ordene  a  la  Secretaría  Distrital  de  Ambiente  de  Bogotá  a  publicar  en  el  Registro  Distrital  la  Resolución  No.  0927  de  2008,  proferida  por  el  Secretario  Distrital   de   Ambiente;  ii)  se  ordene  a  la  demandada  expedir  un  acto  administrativo  en el que señale que carecen de eficacia jurídica todas y cada  una  de  las  decisiones  adoptadas en la parte resolutiva de la Resolución No.  0927  del 30 de abril de 2008, por no haber sido publicadas; (iii) se establezca  un  nuevo  cronograma  para  las solicitudes de registro de vallas y se disponga  que  son  inválidos  todos  los  desarrollos  administrativos  que hayan podido  cumplirse al amparo de la resolución no publicada.   

–  El  artículo  43  del C.C.A., establece:  “Deber   y   forma   de   publicación.  Los   actos   administrativos   de   carácter   general  no  serán  obligatorios  para  los  particulares  mientras  no  hayan sido publicados en el  Diario   Oficial,  o  en  el  diario,  gaceta o boletín que  las  autoridades  destinen a ese objeto, o en  un periódico de amplia circulación en el territorio dónde sea  competente  quien  expide  el  acto”.  Ahora  bien, el  artículo  7º  de  la  Ley  962  de 2005, autoriza la publicación de los actos  administrativos  generales en los medios electrónicos, pero sin perjuicio de la  obligación   legal  de  publicarlos  en  el  Diario  Oficial  (léase  Registro  Distrital).  Dice  así, la precitada norma: “Artículo  7°.  Publicidad electrónica  de   normas   y  actos  generales  emitidos  por  la  administración  pública.  La   Administración   Pública   deberá   poner   a  disposición  del  público,  a  través  de  medios  electrónicos,  las leyes,  decretos   y   actos   administrativos   de   carácter   general  o  documentos de interés público relativos  a   cada  uno  de  ellos,  dentro  de  los  cinco  (5)  días  siguientes  a  su  publicación,  sin  perjuicio  de la obligación legal de publicarlos en el Diario  Oficial.”   1  (Equivalente  al Registro Distrital).   

– De las normas legales citadas, concluye que  la  Resolución  No.  0927/08,  en  cuanto  no  fue  publicada  en  el  Registro  Distrital,  tiene  tres (3) graves problemas a saber:  no está vigente, es  ineficaz  y  la  publicación  se  puede  hacer por otro medio, pero no sanea la  actuación.2   

–  Como  sustento  de  la  violación de los  derechos   fundamentales,   plantea   entre   otras   consideraciones,   que  la  publicación  en  el  Registro  Distrital  de la Resolución 0927/08,  hace  parte  del  debido  proceso  contenido  en los artículos 5 y 6 el Acuerdo 03 de  1987  del  Concejo Distrital. Además, al no haber sido publicada la resolución  en  comento  los  plazos  establecidos  en  ella  rigen  y  en  consecuencia, la  accionada  tiene  derecho  a  que  la Secretaría Distrital de Ambiente habilite  nuevos  plazos  para ejercer el derecho de petición relacionado con el registro  de  vallas  publicitarias.  La  falta  de publicación de la Resolución 0927/08  viola  el  derecho  a  controlar  el  poder  público  y  a  interponer acciones  públicas,  pues  la  vocación  para  presentar  una  acción de simple nulidad  contra  el  acto  general  y  abstracto  que  se tiene es un imposible jurídico  mientras no esté publicado el mismo.   

–  Sobre  la  inexistencia  de  otra vía de  defensa  judicial,  argumenta  que la acción de nulidad no procede porque ésta  exige  que  el  acto  haya sido publicado.  Además como la Resolución No.  0927/08  es general y abstracta sería altamente improbable que se admitiera una  demanda  de  nulidad  y  restablecimiento  del  derecho  por  las mismas razones  expuestas  anteriormente,  es  decir,  falta  de  publicación.  Una  demanda de  reparación    directa,    sería   simplemente   indemnizatoria;   su   alcance  estrictamente  pecuniario,  cuando  el interés jurídico de la demandada apunta  al   ejercicio   de  derechos  constitucionales  como  son  el  debido  proceso,  petición,  derecho  a  interponer acciones públicas y acceso a la justicia. La  acción  de  controversias contractuales,  no tendría relación alguna con  el tema tratado.   

2.  Respuesta  de la Secretaría Distrital de  Ambiente.   

La  Alcaldía  Mayor  de  Bogotá  D.C., dio  respuesta  a  la  acción de tutela de la referencia a través de la Secretaría  Distrital  de  Ambiente,  donde solicita se deniegue el amparo con fundamento en  las siguientes consideraciones:   

2.1.   La   acción  de  tutela  contra  la  Resolución  No.  0927  de 2008, no puede prosperar por dirigirse contra un acto  administrativo  de carácter abstracto, que está investido de la presunción de  legalidad.   

2.2.  La  Administración dio cumplimiento al  requisito  de  publicidad  del  acto  administrativo,  mediante  las  siguientes  actuaciones:  i)  Publicación  de  la  Resolución N. 0927 de 2008 el día 9 de  mayo  de  2008 en la página web de la entidad, tal como lo certifica el Jefe de  la   Oficina  Asesora  de  Planeación  Corporativa3,     mediante     Memorando  2008IE20079;  ii)  publicación  de la Resolución en la edición del 11 de mayo  de  2008  del periódico “El Tiempo”; iii) Publicación de la Resolución en  la    edición    del    12    de    mayo   de   2008   del   periódico   “El  Espectador”.   

2.3.  Así  mismo,  existe  notificación por  conducta   concluyente,   pues   la   propia  entidad  accionante  ha  efectuado  actuaciones  ante  Distrital  de  Ambiente,  con  el  fin de dar cumplimiento al  contenido   de   la   Resolución  N.  0927  de  2008.  En  efecto,  la  empresa  ULTRADIFUSION  LTDA.,  presentó  las  siguientes  solicitudes  tendientes  a la  legalización   de   la   publicidad  exterior  visual  mediante  vallas,  así:   

Para   la   zona  1:              24  solicitudes.              

Para   la   zona  2:                25  solicitudes  

Para   la   zona  3:              20  solicitudes.               

Para   la   zona  4:        33   solicitudes.  

Para   la   zona  5:                21  solicitudes             

Para   la   zona  6:            40  solicitudes.  

Total ciento sesenta y  tres     (163)     solicitudes     de     vallas4   

.  

2.4.  Precisa  que  es  imperioso aceptar el  avance  tecnológico,  incluyendo  la  manera  de  hacer  efectivos los mandatos  legales  relacionados  con  la  publicación  de  los  actos  administrativos de  carácter  general  y abstracto con el fin de dar celeridad a las actuaciones en  beneficio  de  los  particulares, lo que para el caso sub exámine, se concretó  mediante  la  inserción de la Resolución No. 0927 de 2008 en la página web de  la Secretaría Distrital de Ambiente.   

2.5. Asevera que la parte accionante pretende  dar  una  interpretación  eminentemente subjetiva y equivocada del artículo 43  del   C.C.A.,   pues   dicha   norma   permite  que  la  publicación  del  acto  administrativo  se  efectúe también en un periódico de amplia circulación en  el  territorio  donde  sea  competente quien lo expide. Y el acto administrativo  objeto  de  esta  tutela,  se  publicó  en  los Diarios “El Tiempo” y “El  Espectador”   los   días   once   (11)   y   doce   (12)  de  mayo  de  2008,  respectivamente.   

2.6.  No  se  puede  invocar  una  presunta  violación  al  debido proceso derivado de la falta de publicidad y conocimiento  de  un  acto administrativo, cuando el propio demandante ha iniciado y tramitado  163  actuaciones administrativas para dar cumplimiento al mismo. Cuando además,  las  actuaciones  derivadas  de la Resolución 0927 de 2008 se han tramitado con  el  cumplimiento  de  las formalidades y requisitos previstos en la legislación  vigente,  garantizando  el  derecho  de defensa y los principios de publicidad y  contradicción.   

2.7.  Los  derechos  a  controlar  el  poder  público,  a  interponer  acciones públicas, así como el acceso a la justicia,  que   invoca   la  parte  demandante  como  derechos  fundamentales,  no  están  contemplados  como  tales  en  la  Carta  Política.  La  acción  de  tutela se  estatuyó  para la protección exclusiva de los derechos esenciales. Igualmente,  no  aparece  prueba  alguna  sobre  su  violación  y  mediante  la impugnación  correspondiente  del  acto  administrativo, no queda supeditado a la voluntad de  la   Administración,   pues   se   concretan   ante   la   autoridad   judicial  correspondiente.   

2.8. Advierte, que el fundamento legal para la  expedición  de  la  Resolución  No.  0927  de  2008,  aparece  en su epígrafe  (artículos  65 y 66 de la Ley 99 de 1993, el artículo 15 del Acuerdo N° 19 de  1996  y  el  artículo  3°  del  Decreto  Distrital No. 561 de 2006). Este acto  administrativo,    se    emitió   con   el   objeto   de   tomar   “medidas  especiales  dentro  del  Estado  de Prevención o Alerta  Amarilla,  en materia del registro ambiental de Publicidad Exterior Visual en el  Distrito   Capital   y  las  consideraciones aparecen allí claramente plasmadas”.   

2.9. La Resolución No. 0927 de 2008, goza de  la  presunción de legalidad derivada de la Ley y de la reiterada jurisprudencia  del Consejo de Estado.   

2.10. La acción de tutela solo procede cuando  el  afectado  no cuente con otro medio de defensa judicial, salvo que se utilice  como  mecanismo transitorio para evitar un perjuicio irremediable, perjuicio que  no  está demostrado en el presente caso.  Y el accionante cuenta con otros  medios  de  defensa  judicial,  como es el de acudir ante la jurisdicción de lo  Contencioso  Administrativo  para intentar la revisión de la legalidad del acto  administrativo mencionado.   

3. Hechos  

3.1.  El   Secretario  Distrital  de  Ambiente  de  Bogotá,  expidió  la  Resolución  0927  de   2008,  por  la  cual “se  toman  unas  medidas  especiales  dentro  del Estado de Prevención o  Alerta Amarilla, en materia del registro  ambiental  de  Publicidad  Exterior  Visual  en  el  Distrito Capital, declarado  mediante  Decreto 459 de 2006,  prorrogado    por   el   Decreto   515   de 2007”.   

3.2. La Secretaría Distrital de Ambiente ha  omitido        hasta        el        momento5  la obligación de publicar la  Resolución  0927/08  en  el Registro Distrital, no obstante de que han pasado 4  meses  desde  cuando  el acto fue expedido. Además, la Secretaría Distrital de  Ambiente  ejecutó  el cronograma de solicitudes de registro de vallas en fechas  hoy pasadas.   

3.3. Los artículos 5º y 6º del Acuerdo 03  de 1987, proferido por el Concejo Distrital, señalan:   

“Artículo 5°.- Con  el  fin  de  que  la  opinión  pública pueda informarse sobre el manejo de los  asuntos  públicos distritales, y pueda ejercer eficaz control sobre la conducta  de  las  autoridades  distritales, la Alcaldía Mayor, deberá editar una gaceta  permanente  en  la cual se publique todos los actos administrativos del Distrito  que  según  la  Ley deban publicarse para que produzcan efectos jurídicos y en  especial    los   siguientes,   en   diferentes   y   claramente   especificados  capítulos:   

(..)  

“f)  Los  actos  de  la  Alcaldía  Mayor,  de  las Secretarías, de las  Juntas  o  Consejos  Directivos  y  de los Gerentes o Directores de las Empresas  Descentralizadas  que  creen  situaciones  jurídicas impersonales u objetivas o  que tengan alcance e interés general;” Subrayado extratextual.   

“Artículo 6°.- Los  actos  a  que  se  refieren  los literales a, c, f, y g, del artículo anterior,  sólo regirán después de su publicación”.   

3.4.  En  el  proceso de la referencia obran  entre   otras   documentos,  los  siguientes:  Pruebas  aportadas  por  el accionante: -Copia de la Resolución  No.   0927/086,  expedida  por  la  Secretaría  Distrital de Ambiente.- Copia del  Certificado  expedido  por la Subdirectora de la Imprenta Distrital donde consta  que   la   Resolución   No.   0927/08,   no   fue   publicada  en  el  Registro  Distrital.7  –  Acuerdo  Distrital No. 03 de abril 21 de 1987. – Certificado de  existencia    y    representación    de   Ultradifusión   Ltda.   Pruebas   aportadas   por   el  accionado:  -Certificación  expedida  por  la accionada en la que consta la fecha en que se  insertó  en  la  página  web  la  Resolución No. 0927 de 2008 expedida por la  Secretaría   Distrital   de  Ambiente  -Fotocopia  de  la  publicación  de  la  resolución  efectuada  en  los  Diarios  El  Espectador y El Tiempo-. Memorando  radicado  SDA 2008IE20192 del 23-10-2008, procedente de la Oficina de Control de  Emisiones  y  Calidad  del Aire (OCECA), en donde consta que ULTRADIFUSIÓN LTDA  presentó  163  solicitudes  de  registro  para  la  autorización de vallas, en  cumplimiento   a   la   Resolución   927  de  20088.   

4.     Decisiones    objeto    de  revisión.   

4.1. Primera Instancia (Sentencia del Juzgado  13 Civil Municipal de Bogotá del 31 de octubre del 2008).   

4.1.1. Señala que tanto los actos generales  y  abstractos  como  los de contenido particular deben ser dados a conocer a los  administrados  por las autoridades que los producen, de acuerdo con la ley y los  principios  de  transparencia  y  publicidad (art. 209 de la C. P.). En armonía  con  lo expuesto, el Código Contencioso Administrativo consagra la notificación de los actos administrativos  de  carácter  particular y la publicación  para  los actos administrativos generales y abstractos. Sobre esta  última  modalidad,  el  artículo  43  del  C.C.A., ordena la inserción de los  actos  administrativos  (decretos,  resoluciones, ordenanzas, acuerdos etc.), en  el  “Diario  Oficial”, en  las  gacetas  o  boletines  destinados  para  el efecto o en un diario de amplia  circulación  del  lugar de competencia de la autoridad que expide el Acto. Así  entonces,  los  pronunciamientos  generales  y  abstractos de la administración  únicamente  serán  obligatorios para los particulares una vez sean publicados.   

4.1.2.  Con  fundamento  en  lo expuesto, el  Despacho  Judicial  considera  que  la  Resolución  0927  de  2008 se encuentra  vigente,  así  como  los  pronunciamientos que la modifican, en razón a que si  bien  no se publicaron en el Registro Distrital, conforme al Acuerdo 03 de 1987,  sus   puntos   más  importantes  fueron  publicados  en  un  diario  de  amplia  circulación  del  lugar de competencia de la autoridad respectiva, diario “El  Espectador”  del 12 de mayo  de  2008,  conforme  lo ordena el Art. 43 del C.C.A. que establece: “Los   actos   administrativos  de  carácter  general  no  serán  obligatorios  para  los  particulares  mientras  no  hayan sido publicados en el  Diario  Oficial,  o en el diario, gaceta o boletín que las autoridades destinen  a  ese  objeto, o en un periódico de amplia circulación en el territorio donde  sea  competente  quien  expide  el  acto  (..)”.  Tal  norma,  prima  sobre  el Acuerdo 087 de 1987, por ser de mayor jerarquía.   Así,  la  publicación de los actos administrativos de acuerdo al C.C.A., puede  realizarse:  en  el diario oficial, en el órgano de difusión particular, en un  diario  de amplia circulación del lugar de competencia de la autoridad, sin que  esta   última   opción   esté   condicionada   a   la  no  existencia  de  la  segunda.   

4.1.3. Por tanto, aunque exista un órgano de  difusión  de  circunscripción  especial  como  es el Registro Distrital, si la  autoridad  respectiva  realiza  la  publicación  del  acto administrativo en un  diario   de   amplia  circulación,  el  acto  administrativo  será  válido  y  vinculante,  dado  que  es  al  legislador  a  quien  le corresponde definir las  condiciones  de  validez  de  los  actos  de  la administración y no al Concejo  Distrital.  El  C.C.A.  contempla  las  opciones  de  publicación  de los Actos  Administrativos  Generales,  diario  oficia1,  gaceta particular o diario; no es  posib1e  que  una autoridad diferente al legislador reste fuerza vinculante a un  pronunciamiento,  en  contravía  de  lo  normado  en  el código aplicable a la  materia,  máximo  cuando  el  mismo no distingue, ni da prelación a uno u otro  medio de publicación.   

El  legislador, en ejercicio de la cláusula  general  de  competencia  de  la cual es titular (art. 150 C.P.), puede diseñar  mecanismos  distintos  a la publicación, atendiendo la naturaleza y especificas  características  de  los  diferentes  actos  administrativos;  en consecuencia,  atender  la  reclamación  de  la  sociedad  actora, significaría que aunque el  legislador  contemple  un  mecanismo  de  publicación  diferente  a los tres ya  mencionados,  los  actos  proferidos  por  una  autoridad distrital y publicados  conforme  el  Art.  443  del C.C.A. no tendrían validez por no insertarse en el  Registro,  conclusión  que  no  se  compadece con el principio de celeridad que  debe  imperar en la administración pública y en la prevalencia de la Ley sobre  los actos de autoridades locales.   

4.1.4.   En   conclusión,   los   actos  administrativos     generales     y     abstractos    por    disposición    del  legislador   (art.  43  del  C.C.A.),  admiten  tres  formas  concretas  de publicidad: su publicación en el  diario  oficial, su publicación en una gaceta o cualquier otro medio oficial de  divulgación  y  su  publicación en un diario de amplia circulación, cuestión  que  en  asunto de marras se cumplió con la publicación realizada en el diario  EL  ESPECTADOR, el 12 de mayo  de 2008 .   

4.2. Impugnación.  

4.2.2.  Se  pregunta, si un Juez distinto del  Contencioso  Administrativo,  tiene  competencia  para  inaplicar  actos  administrativos vigentes, que no han  sido  ni  anulados  ni suspendidos provisionalmente, tal como es el Acuerdo 3 de  1987  que  es  norma  vigente  expedida  por  el  Concejo Distrital que está en  armonía   con   los   artículos  1°  y  5°  literal  f)  de  la  Ley  57  de  1985.   

4.2.3.  A  ese respecto sostiene que el fallo  impugnado  toma  partido  por  el  artículo  43  del  C.C.A., que supuestamente  permite  la alternativa de la publicación de actos administrativos generales en  periódicos  de  amplia  circulación.  La  postura  simplista  de  la sentencia  consiste  en  aplicar el artículo 43 del C.C.A e inaplicar el Acuerdo Distrital  No.  03  de  1987,  norma  que  no  autoriza sino la publicación en el Registro  Distrital.   

4.2.4.  Al  obrar  así, la sentencia recurre  implícitamente   a  la  figura  de  “excepción  de  ilegalidad”,  para  inaplicar  el  Acuerdo No. 03 de  1987.  Tal tesis, se aparta del postulado sentado en la sentencia C-037 de 2000,  según  el  cual,  ninguna  autoridad  distinta  al  juez  contencioso, tiene la  facultad  de decidir que un Acuerdo Distrital es ilegal. La llamada “excepción    de    ilegalidad”   se  circunscribe  a  la  posibilidad  que  tiene  un juez administrativo  de inaplicar, dentro del trámite de una  acción  sometida  a  su conocimiento, un acto administrativo que resulta lesivo  del  orden  jurídico  Superior.  Sostiene  que  con  la aplicación que hace la  sentencia  impugnada del artículo 43 del C.C.A., se viola la ley sustancial por  interpretación  errónea  de  dicha  norma, en la medida que supone   que  dicha  preceptiva  legal  permite  cumplir  el principio de la publicidad de los actos administrativos de carácter  general  con  la publicación  parcial  en un diario que no es oficial, así mismo, no  interpreta  la  Ley -art. 43  C.C.A.-,  en concordancia con lo preceptuado en el artículo 1º de la Ley 57 de  1985.   El  artículo  43  del  C.C.A.,  que  permitía  la  alternativa  de  la  publicación  en  periódicos  de  amplia  circulación  está modificado por el  artículo  1º  de  la  Ley 57 de 1987, que suprimió la posibilidad de usar los  periódicos    comerciales    para    publicar    los    actos   administrativos  generales.   

4.2.5.  Se  presenta denegación de justicia,  por  cuanto  la  sentencia  impugnada  no  contestó el punto relacionado con la  imposibilidad   jurídica   de   demandar   los   actos  no  publicados,  porque  procesalmente  se  exige  la  constancia  de publicación (art. 139 C.C.A), y no  cree  que  el  juez contencioso aceptaría la publicación de la Resolución No.  927  de  2008,  en  un  periódico  comercial a sabiendas de que existe Registro  Distrital.   

4.3.   Segunda  Instancia.  (Sentencia del Juzgado 15  Civil del Circuito de Bogotá D.C., del 10 de diciembre del 2008)   

Revoca la sentencia dictada por el Juzgado 13  Civil Municipal con fundamento en las siguientes consideraciones:   

4.3.1.  Sostiene  que  el segmento citado del  artículo  43  del  C.C.A., se halla modificado por normas posteriores (art. 1º  Ley 57 de 1985)9   

, que en manera alguna prevé la publicación  de  los  actos  administrativos  generales en periódicos; todo lo contrario, se  prevé  la publicación de tales actos en los “respectivos Diarios, Gacetas, o  Boletines oficiales”.   

4.3.2. Como no resulta pertinente recurrir al  artículo  43  del  C.C.A., que autorizaba la publicación de actos generales en  periódicos  comerciales,  tampoco  es  factible  enfrentar  esta  norma  con el  artículo   5°   del   Acuerdo  03  de  1987,  como  lo  hace  el  a   quo,   para   derivar  de  allí  una  pretendida  prevalencia de la norma “superior” que no es tal por cuanto esta  fue  modificada  por  la  Ley 57 de 1985 que solo permite la publicación de los  actos generales en órganos oficiales.   

         

4.3.3.  Al  inaplicar  el  Acuerdo  Distrital  03/87,    el    juez   de   instancia,   recurre   a   la  llamada  “excepción  de  ilegalidad”,  por supuesta prevalencia del artículo  43  del  C.C.A.,  pero la utilización de esa figura supone la inaplicación del  Acuerdo  03/87,  que  es  de  exclusivo  resorte  del juez contencioso. No puede  ningún  juez  distinto al contencioso desconocer los actos administrativos, que  ninguna      autoridad      haya      declarado      nulos      o     suspendido  provisionalmente.   

4.3.4.  El  Concejo  Distrital  tiene  plena  autonomía  administrativa para estatuir que los actos administrativos generales  se  publiquen  en  la  gaceta  distrital  y  autorizar  que éste sea el órgano  oficial  para  publicar  tales  actos.  En  tal  medida  no se puede desechar la  aplicación  de un Acuerdo 03/87, dado que: a) no ha sido anulado: b) no ha sido  suspendido  provisionalmente;  c). no ha incurrido en ninguna de las causales de  pérdida de fuerza ejecutoria previstas en el artículo 66 del CCA.   

4.3.5. No haber sido publicada formalmente la  Resolución  0927  de  2008 de la Secretaría Distrital de Ambiente, implica que  carece  de  fuerza  vinculante,  no  es  oponible,  no está vigente y cualquier  persona  natural  o  jurídica está habilitada para pedir el amparo solicitado,  que se concede tal como fue solicitado.   

4.3.6. En el presente caso, la Resolución No  0927   de   2008    señaló   en   su   artículo  9°;  que  “La   presente   resolución   rige   a  partir  de  la  fecha  de  publicación”.  De  ahí entonces que la resolución  en  comento  rige  solo a partir de la fecha de publicación, por ende, a partir  de  ésta  se  vuelve  obligatoria  para todos los asociados o destinatarios, es  decir,  sus  disposiciones surten efectos a partir de la publicación; pero para  que  tenga eficacia, debe ser publicada conforme lo ordena la ley o normatividad  respectiva,  de  lo  contrario el acto no ha empezado a regir, en otras palabras  es    la   promulgación   de   la   resolución,   que   debe   realizarse   en  Diarios, Gacetas o Boletines  oficiales  todos los actos gubernamentales y administrativos, para que tenga esa  eficacia.   

4.3.7. La publicación en “El Espectador”  o  “El  Tiempo”,  o la página Web no pueden dar por satisfecho el requisito  formal  de  publicación  pues ello va en contravía de la seguridad jurídica y  en   ese   orden   de   ideas,  la  Secretaría  Distrital  de  Ambiente,  obró  ostensiblemente  contraria  a  lo  dispuesto en la normatividad legal, y con ese  proceder  arbitrario  vulneró no sólo el derecho al debido proceso, sino a los  otros derechos alegados por la parte accionante.   

4.3.8 Consecuente con lo expuesto, el Ad Quem,  revoca  en  su  integridad el fallo de tutela de primera instancia, y ampara los  derechos  fundamentales de la accionante al debido proceso, petición, derecho a  interponer  acciones  públicas,  y  el  libre  acceso  a  la Administración de  Justicia,  que  se  concretan en la declaratoria de ineficacia de la Resolución  0927  de  2008  de  la Secretaría Distrital de Ambiente, lo que conduce a dejar  sin  efecto los actos particulares, y concretos que prematuramente se expidieron  sin  que hubiera todavía entrado en vigencia la citada resolución por falta de  publicación.   

Para  la efectividad de ese fallo se ordena a  la  Secretaría  Distrital  de  Ambiente,  que  en  el  término  de  48  horas,  siguientes  a  la  notificación  del  fallo de tutela publique íntegramente la  Resolución No. 0927 de 2.008 en la Gaceta Distrital.   

II.  CONSIDERACIONES.  

1. Competencia  

La  Sala  es competente para la revisión del  caso,  con fundamento en los artículos 86 y 241.9 de la Constitución Política  y  33 a 36 del Decreto 2591 de 1991, en cumplimiento del Auto del 19 de marzo de  2009,  proferido  por  la Sala de Selección de Tutelas Número Tres de la Corte  Constitucional.   

2.  El Problema Jurídico.  

La parte actora considera que se han vulnerado  los  derechos  fundamentales  que  se  invocan en la demanda, con la omisión de  publicar  la  Resolución  No.  0927  de  2008  en el Registro Distrital. En tal  medida,  pretende se ordene a la Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá el  cumplimiento  de  dicho  requisito  y  publique  el  acto administrativo por él  dictado  a través de ese medio; así como se ordene a la demandada a expedir un  acto  administrativo  mediante  el  cual  se  disponga  que  carecen de eficacia  jurídica  todas  y  cada una de las decisiones adoptadas en la parte resolutiva  de  la  Resolución  No.  0927  del  30  de  abril  de  2008,  por no haber sido  publicadas,  y  se  establezca  un  nuevo  cronograma  para  las  solicitudes de  registro  de  vallas;  igualmente, que el mismo acto disponga que son inválidos  todos  los  desarrollos  administrativos que hayan podido cumplirse al amparo de  la resolución no publicada.   

Para  tal fin, esta Sala de Revisión deberá  previamente  analizar,  si  se  cumplen  los  requisitos  exigidos  para que sea  procedente  la  acción  de  tutela,  de ser afirmativa la respuesta, entrará a  estudiar  si  se  vulneraron  los  derechos  fundamentales  que  se aducen en la  demanda  como  vulnerados.  Con  tal  propósito,  la Sala se referirá a: i) la  jurisprudencia  que  existe  sobre  los  derechos  fundamentales de las personas  jurídicas,    ii)    la  procedencia  de acciones de tutela cuando existe otro medio de defensa judicial,  iii)  los  requisitos  exigidos para que sea procedente el amparo constitucional  frente  un  acto  administrativo  de  carácter general, iv) para luego entrar a  analizar el caso concreto.   

3.1.    Jurisprudencia   sobre   derechos  fundamentales de la persona jurídica.    

3.1.1.  El  artículo 86 de la Constitución  Política  consagra  la  acción  de  tutela  como  un  mecanismo excepcional de  protección   de   los   derechos  fundamentales  de  las  personas,  sin  hacer  distinción  entre  naturales  y  jurídicas,  lo  cual  conlleva que la persona  jurídica,  nacional  o  extranjera,  pública o privada, es titular de derechos  fundamentales10  y que puede acudir a la acción de tutela para su protección dada  su    condición    de    sujeto    de    derecho11.   

3.1.2.  Entre los derechos fundamentales que  le  asisten  a  la  persona  jurídica  están  entre  otros,  los  de igualdad,  inviolabilidad   de   domicilio,   petición;   debido   proceso,   libertad  de  asociación,  acceso  a  la  administración  de  justicia  y el derecho al buen  nombre  etc.  Sin embargo, no todos los derechos fundamentales pueden predicarse  de  la  persona jurídica, pues algunos de ellos se refieren exclusivamente a la  persona  humana  y no les es dable exigir el amparo: por ejemplo el derecho a la  vida,  la  prohibición  de  la  desaparición  forzada, tratos o penas crueles,  inhumanos  o  degradantes  o  el  derecho  a  la intimidad familiar.12 Tampoco son  titulares   del   derecho   a  la  dignidad  humana13,   ni de los derechos a  la    intimidad    personal    y   a   la   honra,   los   cuales   “solamente  se reconocen al ser humano, pues son atributos propios  de  éste,  inherentes  a  su  racionalidad,  inalienables,  imprescriptibles  y  connaturales    con    el    reconocimiento   de   su   dignidad”.14    

3.2. Carácter subsidiario  y excepcional del amparo constitucional   

3.2.1. El carácter subsidiario y excepcional  de  la  acción (art. 86 de la C.P.), implica que ésta sólo puede ser ejercida  frente  a  la  violación de un derecho fundamental,  cuando no se disponga  de  otro  mecanismo  de  defensa judicial, o en el evento en que aún existiendo  otro  medio  de  protección ordinario sea necesario decretar el amparo en forma  transitoria  para evitar que se produzca un perjuicio irremediable, el cual debe  estar  debidamente  acreditado  en  el  proceso  respectivo.  En armonía con lo  anterior,  el  artículo  6  del  Decreto  2591  de  1991  establece como causal  de   improcedencia  del  amparo la existencia de otros recursos judiciales,  salvo  que éste se utilice como mecanismo transitorio, o que el medio ordinario  no sea eficaz para proteger el derecho fundamental.   

3.2.2.  Así  lo  ha  expresado  la Corte en  diversas  oportunidades, cuando invocando su carácter residual de la acción de  tutela,  ha  señalado  enfáticamente  su  improcedencia  ante la existencia de  otros  recursos  judiciales  para  la protección de los derechos fundamentales,  que  se  alegan comprometidos. En tal sentido la Corte en la sentencia T-1089 de  2004,  dijo: “no es propio de la acción de tutela el  de  ser  un  medio o procedimiento llamado a remplazar los procesos ordinarios o  especiales,  ni  el  de ordenamiento sustitutivo en cuanto a la fijación de los  diversos  ámbitos  de competencia de los jueces, ni el de instancia adicional a  las   existentes,   ya  que  el  propósito  específico  de  su  consagración,  expresamente  definido  en  el  artículo  86  de la Carta, no es otro que el de  brindar  a  la  persona  protección efectiva, actual y supletoria en orden a la  garantía de sus derechos constitucionales fundamentales.”   

3.2.3.  Lo anterior por cuanto, la acción de  tutela   no   se  erige  en  instancia  adicional  de  los  procesos  judiciales  contemplados  por el ordenamiento jurídico para la definición y resolución de  los  conflictos legales. En igual sentido, esta Corporación ha reiterado que en  materia  de  amparo judicial de los derechos fundamentales, la acción de tutela  es  el  último  mecanismo  judicial  para  su  defensa,  al que puede acudir el  afectado  por su violación o amenaza sólo después de ejercer infructuosamente  todos  los  medios  de defensa judicial ordinario, o ante la inexistencia de los  mismos15.   

3.3.  Carácter excepcional de la acción de  tutela contra actos de la administración.   

3.3.1.  Por  ser  la  acción  de tutela un  mecanismo   subsidiario   o   residual  para  la  protección  de  los  derechos  fundamentales,  cuando  se  trata de controvertir judicialmente decisiones de la  administración   pública   la   regla  general  la  constituyan  las  acciones  contenciosas  administrativas.  Lo  afirmado encuentra sustento en el inciso 3º  del      artículo      86      de     la     CP16,   en   armonía   con  lo  dispuesto  en el numeral primero del artículo 6º del Decreto 2591 de 1991, que  establece:  “La acción de tutela no procederá: 1º  Cuando  existan  otros  recursos  o  medios  de  defensa  judiciales,  salvo que  aquélla  se  utilice  como  mecanismo  transitorio  para  evitar  un  perjuicio  irremediable.  La  existencia  de dichos mecanismos será apreciada en concreto,  en  cuanto  a  su eficacia, atendiendo las circunstancias en que se encuentre el  solicitante”.   

3.3.2.   Paralelo   a   lo   anterior,  la  jurisprudencia17  ha  estimado que la acción  de  tutela  no  constituye  un  medio  alternativo  que  pueda ser empleado para  reemplazar  las  demás acciones judiciales, dado que de aceptarse esa tesis, se  desconocería   la   estructura  jurisdiccional  del  Estado,  las  competencias  asignadas  a  cada  uno  de  sus  órganos.  Por  lo tanto, esta acción tampoco  resulta  procedente  cuando  el  titular  del  derecho amenazado o vulnerado, ha  contado  con la posibilidad de ejercer las acciones ordinarias o especiales ante  las   autoridades   jurisdiccionales   creadas  para  conocer  de  los  litigios  originados  en actos de la administración. Sobre el particular dijo la Corte en  la       sentencia      T-214      de      200418, lo siguiente:   

“Aunque el derecho  al  debido proceso administrativo adquirió rango fundamental, ello no significa  que  la tutela sea el medio adecuado para controvertir este tipo de actuaciones.  En  principio,  el  ámbito propio para tramitar los reproches de los ciudadanos  contra  las  actuaciones  de  la administración es la jurisdicción contenciosa  administrativa  quien está vinculada con el deber de guarda y promoción de las  garantías               fundamentales19.  Es  en este contexto donde  demandados  y  demandantes pueden desplegar una amplia y exhaustiva controversia  argumentativa  y  probatoria,  teniendo  a su disposición los diversos recursos  que  la  normatividad  nacional  contempla.  El  recurso  de  amparo sólo será  procedente,  en  consecuencia, cuando la vulneración de las etapas y garantías  que  informan  los procedimientos administrativos haya sido de tal magnitud, que  los  derechos  fundamentales  de  los  asociados  no  cuentan  con otro medio de  defensa                   efectivo20.  El recurso de amparo, como  sucede  en  la hipótesis de protección de todos los derechos fundamentales, es  subsidiario  y residual, lo que implica que si la persona cuenta con un medio de  defensa  efectivo  a  su  alcance  o,  habiendo  contado con el mismo, de manera  negligente  lo  ha  dejado  vencer, la tutela devendrá improcedente. En caso de  existir  otro  medio  de  defensa, procede la tutela como mecanismo transitorio,  para  evitar  un  perjuicio irremediable”.21   

Así    entonces,    atendiendo    las  características  propias  de  la  acción de tutela22, no está permitido utilizar  este  mecanismo  para  controvertir  decisiones  administrativas respecto de las  cuales  el interesado no ejerció en tiempo las acciones judiciales respectivas.  Tampoco   es   procedente   su  ejercicio  para  someter,  nuevamente,  ante  la  administración,  situaciones  respecto  de las cuales se ha agotado el trámite  propio  de la vía gubernativa y, cuando además, por negligencia del interesado  ha  transcurrido  un  período  extenso  que  haría  improcedente el amparo por  desconocimiento del principio de inmediatez.   

3.3.3. Ahora bien, sobre las características  del  perjuicio irremediable que hagan procedente el amparo, esta Corporación ha  señalado  que  el  perjuicio  ha  de  ser  inminente, urgente y grave. Sobre el  particular en la Sentencia T-225 de 1993, se dijo:   

“A).El  perjuicio  ha  de  ser  inminente:  “que  amenaza o está por  suceder  prontamente”.   Con  lo  anterior  se diferencia de la expectativa  ante  un  posible  daño  o  menoscabo,  porque  hay  evidencias fácticas de su  presencia  real  en  un  corto  lapso,  que  justifica  las  medidas prudentes y  oportunas  para  evitar algo probable y no una mera conjetura hipotética.   Se  puede  afirmar  que,  bajo  cierto  aspecto,  lo inminente puede catalogarse  dentro  de  la  estructura  fáctica,  aunque  no  necesariamente  consumada. Lo  inminente,  pues,  desarrolla  la  operación  natural de las cosas, que tienden  hacia  un  resultado  cierto,  a no ser que oportunamente se contenga el proceso  iniciado.   Hay  inminencias  que  son  incontenibles:  cuando es imposible  detener  el  proceso  iniciado.  Pero hay otras que, con el adecuado empleo  de  medios  en  el momento oportuno, pueden evitar el desenlace efectivo. En los  casos  en  que,  por ejemplo, se puede hacer cesar la causa inmediata del efecto  continuado,  es  cuando  vemos  que  desapareciendo  una  causa  perturbadora se  desvanece  el  efecto.   Luego  siempre  hay  que  mirar la causa que está  produciendo la inminencia.   

B).  Las  medidas  que  se  requieren  para  conjurar  el  perjuicio irremediable han de ser urgentes, es decir, como calidad  de  urgir,  en  el sentido de que hay que instar o precisar una cosa a su pronta  ejecución   o   remedio   tal   como  lo  define  el  Diccionario  de  la  Real  Academia.   Es  apenas  una adecuación entre la inminencia y la respectiva  actuación:  si  la  primera  hace relación a la prontitud del evento que está  por   realizarse,   la   segunda  alude  a  su  respuesta  proporcionada  en  la  prontitud.   Pero además la urgencia se refiere a la precisión con que se  ejecuta  la  medida,  de  ahí  la  necesidad  de ajustarse a las circunstancias  particulares.   Con  lo  expuesto  se  verifica  cómo  la  precisión y la  prontitud señalan la oportunidad de la urgencia.   

C). No basta cualquier perjuicio, se requiere  que  éste sea grave, lo que equivale a la gran intensidad del daño o menoscabo  material  o  moral  en  el  haber  jurídico de la persona. La gravedad obliga a  basarse  en  la importancia que el orden jurídico concede a determinados bienes  bajo  su  protección,  de  manera  que  la  amenaza a uno de ellos es motivo de  actuación  oportuna  y  diligente por parte de las autoridades públicas. Luego  no  se  trata  de  cualquier  tipo de irreparabilidad, sino sólo de aquella que  recae  sobre un bien de gran significación para la persona, objetivamente. Y se  anota   la   objetividad,   por  cuanto  la  gravedad  debe  ser  determinada  o  determinable,  so  pena  de  caer  en  la indefinición jurídica, a todas luces  inconveniente.   

D). La urgencia y la gravedad determinan que  la  acción  de  tutela  sea  impostergable,  ya que tiene que ser adecuada para  restablecer   el  orden  social  justo  en  toda  su  integridad.   Si  hay  postergabilidad  de  la  acción,  ésta  corre  el  riesgo  de ser ineficaz por  inoportuna.   Se  requiere  una  acción en el momento de la inminencia, no  cuando  ya haya desenlace con efectos antijurídicos.  Se trata del sentido  de  precisión  y  exactitud de la medida, fundamento próximo de la eficacia de  la   actuación   de   las   autoridades   públicas   en   la  conservación  y  restablecimiento  de  los  derechos  y  garantías  básicos  para el equilibrio  social.   

De acuerdo con lo que se ha esbozado sobre el  perjuicio  irremediable,  se  deduce que hay  ocasiones en que de continuar  las  circunstancias de  hecho en que se encuentra una persona, es inminente  e  inevitable  la  destrucción  grave  de  un bien jurídicamente protegido, de  manera  que  urge  la protección inmediata e impostergable por parte del Estado  ya    en    forma    directa    o    como    mecanismo   transitorio.”   

3.3.4. En relación a la prueba del perjuicio  irremediable,  ha  señalado esta Corporación que la existencia de otros medios  de  defensa  judicial  hace  más  exigente  la  carga  probatoria del actor. La  Sentencia T-257 de 2006 dijo:   

“La  facultad  de  ejercer  las  acciones  contencioso  administrativas,  acompañada de la posibilidad de solicitar que se  decrete   la   suspensión   provisional   del   acto   impugnado,  hace  más  cuidadoso  y  exigente  el  examen  frente al evento de  conceder  la tutela como mecanismo transitorio, pues la  persona  interesada  además  de  contar  con  un  mecanismo de defensa judicial  ordinario,  tiene  a  su favor el derecho de formular una petición excepcional,  eficaz   y   de   pronta   solución,   como  la  de  suspensión  temporal  del  acto”. (Subrayado dentro del texto)   

3.3.5. De igual manera la Corte ha establecido  los  requisitos para que proceda la tutela contra actos administrativos y éstos  son  los  siguientes:  “(1) Que se produzca de manera  cierta  y  evidente  sobre  un derecho fundamental; (2) que de ocurrir no exista  forma  de  reparar  el  daño  producido  al  mismo;  (3)  que su ocurrencia sea  inminente;  (4)  que resulte urgente la medida de protección para que el sujeto  supere  la  condición de amenaza en la que se encuentra; y, (5) que la gravedad  de  los hechos, sea de tal magnitud que haga evidente la impostergabilidad de la  tutela  como  mecanismo  necesario para la protección inmediata de los derechos  constitucionales           fundamentales”23   

3.3.6.  Sobre el ejercicio indiscriminado de  la  acción  de  tutela contra actos de la administración cuando proceden otros  mecanismos  judiciales  de  defensa,  este  Tribunal24  ha advertido las siguientes  consecuencias:   

“(…) la paulatina sustitución de los  mecanismos   ordinarios   de   protección   de   derechos  y  de  solución  de  controversias  por el uso indiscriminado e irresponsable de la acción de tutela  entraña  (i)  que  se  desfigure el papel institucional de la acción de tutela  como  mecanismo  subsidiario  para la protección de los derechos fundamentales,  (ii)  que  se  niegue  el papel primordial que debe cumplir el juez ordinario en  idéntica  tarea,  como  quiera  que  es  sobre  todo éste quien tiene el deber  constitucional   de   garantizar  el  principio  de  eficacia  de  los  derechos  fundamentales     (artículo     2     Superior)25  y  (iii)  que  se abran las  puertas  para  desconocer  el  derecho  al  debido  proceso  de  las  partes  en  contienda,   mediante  el  desplazamiento  de  la  garantía  reforzada  en  que  consisten  los  procedimientos  ordinarios  ante la subversión del juez natural  (juez  especializado)  y  la  transformación de los procesos ordinarios que son  por   regla   general   procesos   de   conocimiento  (no  sumarios)26.   

3.3.7.  Así entonces, tratándose de actos  administrativos  presuntamente  transgresores  de los derechos, el legislador ha  previsto  los  medios  idóneos ante la jurisdicción contencioso administrativa  para  obtener  la  simple nulidad o la nulidad y el restablecimiento del derecho  (arts.      84      y      85     del     C.C.A)27  de  las  decisiones  de  la  administración,   en   donde   además,   se  puede  solicitar  la  suspensión  provisional28  del acto tal y como lo prevé el artículo 152 ibídem29.   

4.  Del caso concreto.  

4.1.  Para resolver el problema jurídico  planteado  en  esta  ocasión,  la  Sala  debe  tener  presente lo dispuesto por  artículo  6º  del   Decreto  2591  de  1991,  el  cual al referirse a las  causales  de  improcedencia  de  la  tutela,  señala  específicamente  en  sus  numerales 1º y 5º, que la acción de tutela no procederá:   

(..)  

5.   Cuando   se  trate  de  actos  de  carácter  general,  impersonal  y abstracto.”   

No  obstante  lo dicho, cabe aclarar que el  artículo  8º  del  Decreto 2591 de 1991 estipula que la acción de tutela  procede  aún  cuando el afectado disponga de otro medio de defensa judicial, si  se  utiliza  como  mecanismo transitorio, para evitar un perjuicio irremediable.   

4.2.   De  las  normas  citadas  y  la  jurisprudencia  a  la  que  se  hizo  mención en la parte considerativa de esta  providencia,  se  deduce  que  en  materia  de  acción  de  tutela contra actos  administrativos,  la  regla general es la improcedencia. Lo anterior por cuanto,  el   juez   de   tutela   no  puede  entrar  a  sustituir  al  juez  Contencioso  Administrativo,  arrogándose  la  facultad  de  decidir  sobre la legitimidad o  ilegitimidad  de  un  acto  de  la  administración.30   

4.3.  En el caso que se analiza, se observa  que  la Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá expidió la Resolución No.  0927   del   30   de   abril   de  2008,  por  medio  de  la  cual  “se   toman   unas   medidas   especiales  dentro  del  Estado  de  Prevención    o   Alerta  Amarilla,  en materia del registro ambiental de Publicidad Exterior Visual en el  Distrito   Capital,  declarado  mediante  Decreto  459  de  2006,  prorrogado  por  el Decreto 515      de     2007”.     Ahora  bien,  la entidad accionada en su escrito de contestación de  la  demandada,  sostiene  que  dio  publicidad  al  acto administrativo acusado,  mediante  las  siguientes actuaciones: i) publicación de la Resolución N. 0927  de  2008  el día 9 de mayo de 2008 en la página web de la entidad, tal como lo  certifica  el  Jefe  de  la  Oficina  Asesora  de  Planeación  Corporativa; ii)  publicación  de  la  Resolución  en  la  edición  del  11 de mayo de 2008 del  periódico  “El  Tiempo”; iii) publicación de la resolución en la edición  del  12  de mayo de 2008 del periódico “El Espectador”. Igualmente informa,  que  en  cumplimiento  de  lo  dispuesto  en  la Resolución N. 0927 de 2008, la  empresa   ULTRADIFUSION   LTDA.,   radicó  163  solicitudes,  tendientes  a  la  legalización  de  la  publicidad exterior visual mediante vallas, para seis (6)  zonas  de  la  ciudad de Bogotá. No obstante la actuación anterior desplegada,  la  Sociedad  Comercial  Ultradifusión  Ltda.,  instaura el 16 de septiembre de  2008,  acción  de  tutela  contra  la  Alcaldía  Mayor de Bogotá -Secretaría  Distrital   de   Ambiente-,   argumentando   la  vulneración  de  los  derechos  fundamentales  a  la  efectividad  de  los  derechos, petición, debido proceso,  derecho  a  interponer  acciones  públicas  y  acceso  a  la administración de  justicia,  los  cuales,  encuentra conculcados con la omisión de publicar en el  Registro   Distrital   (Gaceta   Oficial)   el   acto   administrativo  acusado.   

4.4.  De  los hechos narrados y las pruebas  obrantes  en  el  proceso, se colige que el desacuerdo de la sociedad demandante  es  frente  a  una  decisión administrativa de índole general o impersonal, la  cuál  como  se  indicó  antes,  puede  ser  discutida  ante  la  Jurisdicción  Contenciosa  Administrativa. Aparte de lo anterior, se advierte que para el caso  concreto  la  accionada se dio por enterada del acto administrativo en la medida  que  la  accionada radicó ante la Secretaría Distrital de Ambiente un total de  163  de  solicitudes  entre  los  días  19  y  22  de  mayo de 200831   

y  en  cumplimiento de lo ordenado por la  Resolución N. 0927 del 30 de abril de 2008.   

4.5.  De  igual manera, debe recalcarse que  como   se   manifestó   antes,   cuando   un  supuesto  afectado  con  un  acto  administrativo  tiene a su alcance otro medio de defensa judicial, la acción de  tutela  se  torna  improcedente, salvo que esté probado que hay un perjuicio  irremediable y se demuestre que  ese  otro  medio de defensa judicial no es suficiente para impedir que tal hecho  ocurra.  Sobre  este  punto cabe mencionar además, que según la jurisprudencia  de  esta  Corporación,  para  determinar  el perjuicio irremediable, éste debe  cumplir    con    los    requisitos   de   necesidad,   urgencia,   gravedad   e  inminencia32.  De  allí,  que  los  derechos  a  proteger  deben  ser  claros y  objetivos   y  estar  sujetos  a  una  amenaza  capaz  de  ocasionar  perjuicios  irreparables  o,  cuando  estos  ya  se  ocasionaron,  pero la situación tienda  agravarse con el trámite ordinario previsto en el ordenamiento.   

4.6.  Confrontado  lo  dicho  con  el  asunto  sometido  a  consideración,  se  estima  que  para  el  caso no se configura un  perjuicio    irremediable    que    justifique    entrar    al   fondo   de   la  controversia.   En   tales  condiciones  y  con  fundamento en lo expresado anteriormente, la Sala considera  que  el  amparo  debe  negarse,  pues  la  misma  está  dirigida a controvertir  decisiones  administrativas  de  carácter general e impersonal y en donde no se  encuentra  acreditada  la  inminencia  de un perjuicio irremediable. Sostener lo  contrario  equivaldría  avanzar  sobre  la validez de la Resolución No. 927 de  2008  y  sus  efectos,  desconociendo  el carácter subsidiario y residual de la  acción   de   tutela  y  de  contera  la  autonomía  e  independencia  de  los  funcionarios   judiciales  competentes  para  dilucidarlas,  establecida  en  el  artículo 230 del ordenamiento constitucional.   

Como  se  mencionó  antes, el ámbito propio  para  tramitar  los  reproches  de  los  ciudadanos contra las actuaciones de la  administración  es  la  Jurisdicción  Contenciosa  Administrativa, quien está  vinculada   con   el   deber   de   guarda   y   promoción  de  las  garantías  fundamentales33.  Es  en  este  contexto  donde  demandados  y  demandantes  pueden  desplegar  una  amplia  y  exhaustiva  controversia  argumentativa y probatoria,  teniendo  a  su  disposición los diversos recursos que la normatividad nacional  contempla.  El recurso de amparo sólo será procedente, en consecuencia, cuando  la  vulneración  de  las  etapas  y  garantías que informan los procedimientos  administrativos  haya sido de tal magnitud que los derechos fundamentales de los  asociados   no   cuenten   con   otro  medio  de  defensa  efectivo.  El  amparo  constitucional  como  sucede  para  el  caso  de  protección  de  los  derechos  fundamentales,  es  subsidiario  y  residual,  lo  que implica que si la persona  tiene  a  su  alcance  un  medio  de defensa efectivo o, habiendo contado con el  mismo,   de   manera  negligente  lo  ha  dejado  vencer,  la  tutela  devendrá  improcedente34.   

4.7. Respecto del argumento planteado por el  apoderado  judicial  de la empresa accionante en el sentido de que no tiene otra  vía  diferente a la acción de tutela para su reclamo, pues considera que está  imposibilitado  para  presentar  las  acciones  contenciosas  de  que tratan los  artículos    84    y    siguientes   del   Código   Contencioso   –ya   que   el  acto  acusado  no  fue  publicado  en  el  Registro Distrital-, se recuerda que si bien el artículo 139  del  C.C.A.,  al  referirse  a la demanda y sus anexos en efecto señala, que el  actor  deberá acompañar a la demanda una “copia del  acto   acusado,   con  las  constancias  de  su  publicación,  notificación  o  ejecución,    si    son   del   caso”,    también  contempla   la  posibilidad,  según  la cual “cuando la publicación se haya hecho  por  otros  medios”  se podrá anexar copia del acto  administrativo   que   tendrá   que   venir   autenticada  por  el  funcionario  correspondiente.  Adicionalmente  el  mismo  artículo  139  del  C.C.A., dispone que “Cuando  el  acto  no ha sido publicado o se deniega la copia o la  certificación  sobre  su  publicación,  se  expresará así en la demanda bajo  juramento,  que  se  considerará prestado por la presentación de la misma, con  la  indicación de la oficina donde se encuentre el original o del periódico en  que  se  hubiere  publicado, a fin de que se solicite por el Ponente antes de la  admisión de la demanda”.   

4.8.  En  conclusión  y  de acuerdo con lo  afirmado  anteriormente,  para  esta  Sala  de Revisión no existe la menor duda  sobre  la improcedencia de la acción de tutela en el presente caso, dado que en  ella  se plantea una discusión que debe ser resuelta por el juez administrativo  y  no  por  el  juez  constitucional,  pues  la  inconformidad del demandante se  refiere  a  una  decisión  administrativa  de  carácter  general  y abstracto,  proferida  por  la  Secretaria  de Ambiente de Bogotá. En ese orden de ideas la  Sala  revocará  la  sentencia  proferida en segunda instancia por el Juzgado 15  Civil  del Circuito de Bogotá, el 10 de diciembre del 2008 dentro de la acción  de tutela propuesta por la sociedad accionante.   

III. DECISIÓN.  

En  mérito de lo expuesto, la Sala Quinta de  Revisión  de  la  Corte  Constitucional,  administrando  justicia en nombre del  pueblo y por mandato de la Constitución,   

RESUELVE:  

Primero.-  REVOCAR,  por  la razones expuestas en la presente providencia, la decisión proferida por  el  Juzgado 15 Civil del Circuito de Bogotá D.C., del 10 de diciembre del 2008,  dentro   de   la  acción  de  tutela  interpuesta  por  la  Sociedad  Comercial  Ultradifusión  Ltda.,  contra  la  Alcaldía  Mayor de Bogotá D.C.-Secretaría  Distrital de Ambiente-.   

Segundo.-  Líbrense  las  comunicaciones  de que trata el artículo 36 del Decreto 2591 de 1991, para  los efectos allí contemplados.   

Notifíquese, comuníquese, publíquese en  la Gaceta de la Corte Constitucional y cúmplase.   

MAURICIO GONZÁLEZ CUERVO  

Magistrado Ponente  

JORGE IGNACIO PRETELT CHALJUB  

NILSON PINILLA PINILLA  

Magistrado  

MARTHA   VICTORIA  SÁCHICA  DE  MONCALEANO   

Secretaria General  

    

1  Subrayado adicionado.   

2 Sobre  los  problemas  que en criterio del apoderado judicial de la demandada, conlleva  la  no  publicada  en el Registro Distrital la Resolución No. 0927/08, se dijo:   

1.)  “No  está  vigente.   Ello  quiere  decir  que  la  Resolución  0927/08,  a  la  fecha  de  radicación  de  esta acción de tutela no  rige.  Por  ende,  la  decisión que  adoptó   en   materia   de   declarar   el   silencio   negativo,  pretendiendo  sacudirse  de  una competencia que la ley le obliga a  mantener.  de  conformidad  con  el  artículo  60  del  CCA., todavía no rige.  Tampoco rige por el momento la decisión de negar las  solicitudes  de  registro  de  vallas,  adoptada  en  el  artículo  2°  de  la  Resolución  No.  0927/08. Finalmente, no son válidos los plazos, hoy vencidos,  que  había  establecido  la  Resolución que se comenta en materia solicitud de  registro  de  vallas  (“Artículo  4°.  PROCEDIMIENTO  PARA  LAS SOLICITUDES DE  REGISTRO DE VALLAS COMERCIALES”).   

La  conclusión  se impone: mientras el acto  general  no  esté  publicado  no  ha  entrado  a  regir.  Por lo tanto, ninguna  decisión  que  de allí se desprenda es válida. Como  la  sociedad  que  represento  hace  parte  de  la  generalidad  de  potenciales  interesados  en  el  tema  propio  de  la  Resolución  no publicada. ella tiene  derecho al amparo solicitado.   

2).-  Es ineficaz.  La  Secretaría  Distrital  de  Ambiente  actuó  sin  competencia     ratione    temporis    al  poner  en  marcha  la  Resolución  0927/08  ya que ésta, como  matriz  desencadenante de sus actuaciones, se quedó en un conato (sic.) de acto  administrativo  al  faltarle  el  elemento vinculante para todos los integrantes  del  cuerpo  social,  entre  ellos  la sociedad que represento, como es el de su  publicación en el Registro Distrital. [..]   

3.- La publicación  puede  hacerse pero no sanea. La Secretaría Distrital  de  Ambiente  está  obligada  a  publicar la Resolución 0927/08 en el Registro  Distrital,  como  corresponde.  De  lo  contrario  seguirá  cohabitando  con la  grosera  violación  de  las  leyes  y  de  la Constitución persistiendo en una  omisión que conculca los derechos fundamentales de mi mandante.   

Empero, el día que lo haga, compelido por la  orden  judicial  que  espero  se   ­imparta,  ello  no  tendría  el  alcance de imprimir validez a los  actos  administrativos  y a las actuaciones administrativas adelantadas hasta el  momento al amparo de dicho acto.”   

3  Suscrito por el ingeniero Juan Carlos Roncancio Cháves.   

4  Lo  anterior  se  prueba con la certificación expedida por el Jefe de la Oficina de  Control  de Emisiones y Calidad del Aire (OCECA), de la Secretaría Distrital de  Ambiente, Ingeniero EDGAR FERNANDO ERAZO CAMACHO.   

5  La  demanda  de  tutela se presentó el 16 de septiembre de 2008 (fls.84-91 cuaderno  1º)   

6 Ver  folio 73.   

7 Ver  folio 70   

9  ARTICULO  1º.  La Nación, los Departamentos y los Municipios incluirán en sus  respectivos  Diarios.  Gacetas  o Boletines oficiales  todos  los actos gubernamentales y administrativos que  la  opinión  deba  conocer  para  informarse  sobre  el  manejo  de los asuntos  públicos  y para ejercer eficaz control sobre la conducta de las autoridades; y  los  demás  que según la ley deban publicarse  para que produzcan efectos  jurídicos.   

10 Ver,  por  ejemplo, sentencias SU-182 de 1998, T-300 de 2000, SU-1193 de 2000 y T-1658  de 2000.   

11Sentencia  T-377  de  2000,  M.P.  Alejandro  Martínez  Caballero.   

12  Sentencia T-377 de 2000-   

13  Sentencia T-472 de 1996.   

14  Sentencia T-275 de 1995.   

15 Ver  entre  muchas otras, las sentencias T-1151 de 2004, T-066, T-068, T-109, T-613 y  T-685 de 2005.   

16 El  artículo   86  de  la  Carta  dispone  que  la  acción  de  tutela   “sólo  procederá cuando el afectado no disponga de otro  medio  de  defensa  judicial,  salvo  que  aquella  se  utilice  como  mecanismo  transitorio  para evitar un perjuicio irremediable”.   

17Sobre  el  carácter  residual  de  la  acción de tutela se pueden  consultar,  entre  otras,  las sentencias T-771 de 2004, T- 1277 de 2005, T-1112  de 2005, T-255 de 2007.   

18  Sentencia T- 214 de 2004 MP: Eduardo Montealegre Lynett.   

19 En  la  SU-544  de  2001  MP: Eduardo Montealegre Lynett, esta Corporación indicó:  “La  acción  de tutela como mecanismo transitorio únicamente opera cuando se  amenaza  un  derecho  fundamental y el juez tiene la posibilidad de adoptar  una  medida  temporal  de protección, para evitar un perjuicio irremediable. En  materia  de  debido  proceso  administrativo, salvo que se trate de una serie de  hechos  concatenados,  resulta  en  extremo difícil sostener que una persona se  enfrenta  a  un  posible  perjuicio  irremediable en razón al peligro de que el  derecho  se  viole.  La  Corte no descarta la posibilidad, sin embargo, para que  proceda,   resulta   necesario  que  la  administración  no  haya  adoptado  la  decisión,  pues  en  tal  caso, se estará frente a una violación y no ante la  puesta en peligro del derecho.”   

20 Ver  las  sentencias  T-045  de  1993  MP:  Jaime Sanín Greiffenstein, T-480 de 1993  MP :  José  Gregorio Hernández, T-554 de 1993 MP : Hernando Herrera Vergara,  T-142 de 1995 MP: Carlos Gaviria Díaz.   

21 Ver  entre  otras,  las  sentencias  T-468 de 1992 MP: Simón Rodríguez Rodríguez y  Jaime  Sanín  Greiffenstein , T-145 de 1993 MP: Eduardo Cifuentes Muñoz, T-225  de  1993  MP:  Vladimiro  Naranjo  Mesa,  SU-1193  de  2000 MP: Alfredo Beltrán  Sierra, T-751 de 2001 MP: Clara Inés Vargas Hernández.   

22  Excepcionalidad y subsidiaridad.   

23 Ver  sentencias  C-359  de  2006,  T-771  de  2004,   T-600  de 2002 y SU 086 de  1999.   

24 Ver  Sentencias T-255 y T-1017 de 2007.   

25  Sentencia T-249 de 2002.   

26  Sentencia C-514 de 2003.   

27  Sobre  el  particular, en sentencia T-1031 de 2003 esta Corporación27 ha sostenido:   

“De manera previa la Corte advierte que la  acción  de nulidad y restablecimiento del derecho se constituye en un mecanismo  judicial  idóneo  para  garantizar la protección de los derechos presuntamente  vulnerados   por   la   Administración,  más  aún  cuando  en esa instancia se puede solicitar y obtener  la  suspensión  provisional  de  ciertos actos administrativos desde el momento  mismo de la admisión de la demanda.   

“Al   respecto   la   Corte,  en  varias  oportunidades,   ha   precisado  que  la  suspensión  provisional  es  un  mecanismo  no menos importante y efectivo que la acción de  tutela,  el  cual  se concibe como medida cautelar cuando una entidad vulnera en  forma manifiesta los derechos del administrado.   

“Lo  que  ha  querido  el  legislador  al  reglamentar   el   mecanismo   de   la   suspensión  provisional,  ha  sido precisamente ofrecer a los particulares un medio eficaz y  oportuno,  que  se  materialice  desde  la  admisión  misma de la demanda, para  evitar   que   sus   derechos   sean  vulnerados  de  manera  flagrante  por  la  administración”.27 (Subraya la Sala).   

28  Sentencia  T-127  de  2001:  “(…)  la  suspensión  provisional de los actos  administrativos  es  trámite  que  se  ubica  como una de las medidas que deben  solicitarse  antes  de  que sea admitida la demanda que se formule en contra del  acto  correspondiente;  es  concebida  como  medida  cautelar  en  presencia  de  excepcionales  casos  en  los  que  la  vulneración  de  normas  superiores sea  manifiesta,  y  como  tal  es  cuestión  previa  a decidir en el trámite de la  acción   que  se  adelanta.  Así  las  cosas,  esta  posibilidad  judicial  resulta  ser  un trámite pronto, y por lo mismo no menos  eficaz  que  la vía de la tutela”.  (Negrillas  fuera del original).   

29  Código   Contencioso   Administrativo.  Artículo  152.  “Procedencia  de  la  suspensión.  El  Consejo  de  Estado  y  los tribunales administrativos podrán  suspender     los     actos     administrativos    mediante    los    siguientes  requisitos:   

1.  Que  la medida se solicite y sustente de  modo  expreso  en la demanda o por escrito separado, presentado antes de que sea  admitida.  2. Si la acción es de nulidad, basta que haya manifiesta infracción  de  una  de  las  disposiciones  invocadas  como  fundamento  de  la  misma, por  confrontación   directa   o  mediante  documentos  públicos  aducidos  con  la  solicitud.  3.  Si  la  acción es distinta de la de nulidad, además se deberá  demostrar,  aunque  sea  sumariamente,  el  perjuicio que la ejecución del acto  demandado causa o podría causar al actor”.   

30  Sobre  el  particular  se  dijo en la Sentencia T-203 de 1993, lo siguiente: “De  las  precedentes  consideraciones  se  infiere  que,  ante  acciones instauradas  respecto  de  actos  administrativos,  el  juez  de  tutela  no  puede asumir la  facultad  que  le  confiere la norma mencionada como una autorización de la ley  para  sustituir al Contencioso Administrativo en la definición sobre la validez  de  aquellos,  ni  suponer  que  podría suspenderlos provisionalmente pues ello  representaría  invadir el ámbito constitucional de dicha jurisdicción”.    

31 Las  solicitudes  de  legalización de vallas fueron presentadas los días 19, 20, 21  y 22 de mayo de 2008 (folios 42-90 cuaderno 4).   

32  Sentencia  T-599  de  2002:  “(…)  es  importante  reiterar  que  en  múltiples oportunidades esta Corporación ha indicado que el  único  perjuicio  que  habilita  la  procedencia  transitoria  de la acción de  tutela  es aquel que cumple las siguientes condiciones: (1) se produce de manera  cierta  y  evidente  sobre  un derecho fundamental; (2) de ocurrir no existiría  forma  de  reparar  el  daño  producido;  (3)  su  ocurrencia es inminente; (4)  resulta  urgente  la  medida  de  protección  para  que  el  sujeto  supere  la  condición  de amenaza en la que se encuentra; y, (5) la gravedad de los hechos,  es  de  tal  magnitud  que  hace evidente la impostergabilidad de la tutela como  mecanismo   necesario   para   la   protección   inmediata   de   los  derechos  constitucionales fundamentales”.   

33 En  la  SU-544  de  2001,  esta  Corporación  indicó: “La acción de tutela como  mecanismo  transitorio  únicamente  opera  cuando  se  amenaza un derecho   fundamental  y  el  juez  tiene la posibilidad de adoptar una medida temporal de  protección,  para  evitar  un  perjuicio  irremediable.  En  materia  de debido  proceso  administrativo, salvo que se trate de una serie de hechos concatenados,  resulta  en  extremo  difícil sostener que una persona se enfrenta a un posible  perjuicio  irremediable  en  razón  al  peligro  de que el derecho se viole. La  Corte  no  descarta  la  posibilidad,  sin  embargo,  para  que proceda, resulta  necesario  que  la  administración  no  haya adoptado la decisión, pues en tal  caso,  se  estará  frente  a  una violación y no ante la puesta en peligro del  derecho.”   

34 Ver  sentencias  T-772, T-514 y T-418 de 2003, T-596, T-754 y T-873 de 2001, C-426 de  2002 entre otras.     

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