T-540-09

Tutelas 2009

    Sentencia T-540-09  

DERECHO    A    LA    SALUD-Fundamental autónomo   

DERECHO  A  LA  SALUD DEL INTERNO-Preservación por el Estado   

DERECHO  A  LA SALUD DEL INTERNO-Suministro de gotas para los ojos y lentes monofocales   

Referencia: expediente T-2.252.972  

Acción  de Tutela instaurada por José Luís  Montañez   Flórez   en   contra  de  la  Penitenciaria  Nacional  de  Acacías  Meta.   

Magistrado Ponente:  

Dr. JORGE IGNACIO PRETELT CHALJUB  

Bogotá  D.C.,  seis (6) de agosto de dos mil  nueve (2009).   

La  Sala  Sexta de Revisión de tutelas de la  Corte  Constitucional,  conformada por los magistrados  Jorge  Ignacio  Pretelt  Chaljub  -quien  la  preside-, Nilson Pinilla Pinilla y  Humberto    Antonio   Sierra   Porto,   en   ejercicio   de   sus   competencias  constitucionales   y  legales,  y  específicamente  de  las  previstas  en  los  artículos  86  y 241 numeral 9° de la Constitución Política, ha proferido la  siguiente   

SENTENCIA  

En  el  proceso  de revisión de la Sentencia  proferida  el  veintisiete  (27)  de febrero de dos mil nueve (2009) por la Sala  Penal  del  Tribunal  Superior  de  Distrito  Judicial de Villavicencio, la cual  confirmó  la sentencia del dieciséis (16) de enero de dos mil nueve (2009) del  Juzgado  Penal  del  Circuito  de  Acacías  (Meta),  en  cuanto negó la tutela  incoada   por   el   señor  José  Luis  Montañez  Flórez  en  contra  de  la  Penitenciaría Nacional de Acacías-Meta.   

     

1. ANTECEDENTES     

De acuerdo con lo dispuesto en los artículos  86  de  la  Constitución  Política  y  33 del Decreto 2591 de 1991, la Sala de  Selección  Número  Cinco  de la Corte Constitucional escogió, para efectos de  su revisión, la acción de tutela de la referencia.   

De  conformidad  con  el  artículo  34  del  Decreto  2591  de  1991,  esta  Sala  de Revisión procede a dictar la Sentencia  correspondiente.   

     

1. SOLICITUD     

El  señor José Luis Montañez Flórez pide  que  el juez de tutela proteja su derecho a la salud en conexidad con el derecho  a  la  vida  digna,  presuntamente  vulnerado  por  la  Dirección y el Área de  Sanidad  del Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Acacías –EPCA-, por cuanto requiere con urgencia  una   consulta   médica  de  optometría  y  oftalmología.   Sustenta  su  solicitud en los siguientes hechos y argumentos de derecho:   

     

1. Hechos y argumentos de derecho     

     

1. El  accionante  fue trasladado el día 18 de Agosto de 2008  de  la  Penitenciaría  de  Alta  y  Mediana  Seguridad  de  Girón-Santander  a  la  Penitenciaría  Nacional  de Acacías-Meta, de donde proviene con una enfermedad  infecciosa grave en los ojos.     

     

1. En  razón al problema de salud que lo aqueja, el  29  de  Septiembre  de  2008,  solicitó a la oficina del Área de Sanidad de la  Cárcel  de  Acacías que adelantara los trámites respectivos para ser atendido  en     consulta     por     un     médico     optómetra     que    trate    su  enfermedad.     

     

1. Afirma que nunca tuvo una respuesta oportuna a su  petición  y que por este motivo elevó nueva solicitud ante el Área de Sanidad  del  Centro  Penitenciario, con el mismo resultado, es decir, no hubo respuesta.     

     

     

1. TRASLADO     Y     CONTESATACIÓN     DE    LA  DEMANDA     

El Juez Penal del Circuito  de  Acacías  avocó el conocimiento de la tutela y corrió traslado de la misma  al   Director   y   Jefe   de   Sanidad   de   la   Penitenciaría  Nacional  de  Acacías-Meta.   

El Director explicó que  el  interno  estuvo en consulta el 11 de Diciembre de 2008 con medicina general,  que  ordenó  su valoración por optometría y oftalmología y en la misma fecha  asistió a consulta con el optómetra.   

Afirma   además  que  respecto  a  la  valoración  oftalmológica  se  realizaron  gestiones  con  la  Clínica  de  Cirugía  Ocular  para la programación de la cita. Por esa razón  solicita   sea   negada   la   tutela   por   estar   frente  a  un  hecho   superado.   

     

1. PRUEBAS DOCUMENTALES.     

     

1. Documentos      obrantes      dentro      del  expediente.     

    

1. Copia  de  la Petición de asistencia médica de fecha 06 de octubre  de  2008,  elevada  por  el  accionante  a la Oficina del Área de Sanidad de la  Penitenciaría Nacional de Acacías.     

    

1. Copia  de  un  escrito  que  recuerda  las  peticiones de asistencia  médica  fechado el 27 de octubre de 2008, por parte del accionante a Oficina de  Sanidad de la Penitenciaría Nacional de Acacías-Meta.     

    

1. Copia de la historia clínica del accionante.     

    

1. Copia  de  Resolución  No. 13868 del 28 de noviembre de 2008, donde  el  INPEC  asignó  una partida presupuestal de $2.750.000, para la adquisición  de  lentes  y  monturas  para  los  internos  del  establecimiento carcelario de  Acacías.      

    

1. Copia   del   Oficio   No.2401  de  la  Oficina  de  Sanidad  de  la  Penitenciaría  Nacional  de  Acacías-Meta,  dirigido a la Clínica de Cirugía  Ocular  donde  solicita  una  cita  con especialistas para el señor José Luís  Montañez Flórez.     

     

1. Documentos    allegados   por   el   accionante   a   la   Sala   de  Revisión.     

1)            Copia  de  la  Petición  de fecha 04 de  febrero  de  2009 dirigida a la Oficina de Sanidad de la Penitenciaría Nacional  de   Acacías   Meta,   con  la  que  se  solicita  la  entrega  de  los  lentes  monofocales.   

     

“me  permito  comunicarle  que  verificada  su  historia  clínica  se  constató  que el día  11/12/08  le fueron formuladas unas gafas; es preciso señalar que este elemento  también  le  fue  formulado a muchos internos más, en consecuencia actualmente  se  están  adelantando las gestiones administrativas con la División Salud del  INPEC  para  la asignación de los recursos económicos, debo informar que en la  vigencia  anterior  en  dos  oportunidades  fue  situada partida, por lo que fue  posible  realizar  la  compra  de  dichos  elementos  a  varios internos de este  establecimiento.”   

     

1. Copia  de  la  Petición  elevada  por  el  accionante y dirigida al  Tribunal  Superior  de Distrito Judicial de Villavicencio en la cual solicita el  envío  de  todo  el proceso de tutela  de la referencia y así mismo copia  del  fallo de segunda instancia, todo ello para efectos de su eventual Revisión  por la Corte Constitucional.     

     

1. DECISIONES JUDICIALES     

     

1. FALLO  DE  PRIMERA  INSTANCIA – JUZGADO PENAL DEL CIRCUITO DE ACACÍAS.     

Mediante  sentencia  proferida el dieciséis  (16)  de  enero  de  dos  mil  nueve  (2009),  el  Juzgado Penal del Circuito de  Acacías  (Meta) negó la protección del derecho a la salud en conexidad con la  vida  digna.  Para  sustentar su determinación el juzgado expuso las siguientes  consideraciones:   

El   Juez   de   instancia  precisó  que,  confrontados  los medios probatorios aportados al expediente, quedaba demostrado  que  el establecimiento carcelario de esa localidad desde el ingreso del interno  al  penal  ofreció  la  atención  médica  necesaria  para  la valoración por  oftalmología  y  por  lo tanto esto no podría ser visto como una omisión a la  prestación  del  servicio,  teniendo  en cuenta que las citas para este tipo de  consultas  médicas no las otorga el establecimiento carcelario, sino la entidad  con  la cual se tenga el convenio, que en este caso corresponde a la Clínica de  Cirugía  Ocular;   señaló  el señor Director que la entidad ya realizó  todas  las  gestiones  administrativas  correspondientes  para  que se le preste  esta   atención, encontrándose a la espera de que la clínica programe la  cita.   

Aduce  el  fallador  que por la atención en  optometría,  le  fue  ordenado el uso de lentes, cuya asignación está a cargo  de  la  Óptica  Meta,  según  lo  convenido  con  la entidad y de acuerdo a la  asignación  presupuestal  radicada  el  2  de  diciembre  de  2008;  bajo estas  circunstancias,   se  puede  predicar  que los hechos que dieron lugar a la  presunta  vulneración  del  derecho  a la salud reclamada por el accionante han  cesado  y  por  lo  tanto dejan sin sustento la pretensión, dado que la entidad  carcelaria  gestionó  los trámites respectivos para la atención especializada  solicitada  por  el  afectado,  de donde se concluye el cumplimiento a favor del  interno  del  derecho  de recibir por parte del Estado la atención médica para  conjurar  el problema que le afecta.   

Advierte, finalmente, a la entidad carcelaria  que  de  ser falsas sus atestaciones estaría incursa en la violación de normas  penales  pero  también  legitimaría  al accionante para impetrar nuevamente la  acción  constitucional en defensa del derecho; y, además, insta a la autoridad  carcelaria  a  seguir  cumpliendo  con  su  deber  de  prestar  los servicios de  salud   requeridos  por el interno hasta que recupere su visión sana y por  esa   vía   acceda   a   una  mejor  calidad  de  vida.       

     

1. IMPUGNACIÓN   DEL  FALLO  DE  PRIMERA  INSTANCIA.     

Una  vez  notificada la decisión de primera  instancia,   el   demandante   la   impugnó   con   base   en   las  siguientes  opiniones:   

Resalta  el  apelante que mientras sufre las  consecuencias  de  su  aflicción  visual,  no  se  le ha dado solución alguna;  además,  se  refiere a las pruebas aportadas por los funcionarios, mediante las  cuales  solicitaron  al  juez  de tutela negar el amparo del derecho fundamental  reclamado  por  el  interno,  calificándolas  de  engañosas e inciertas.    

Aduce  que  anexó  con  veracidad todos los  soportes  pertinentes a la acción de tutela para que fuera estudiado a fondo su  caso  y  cita  un aparte de la Sentencia T-522/92 de la H. Corte Constitucional,  el cual contiene lo siguiente:   

“El interno está  en  la  obligación  de  velar por su integridad personal y solicitar asistencia  médica  cuando  la  necesite y el Estado y el INPEC están en la obligación de  custodiarle  y  de  velar  por  este  derecho  (la  atención a la salud) y de ,  devolver  a la persona en el estado físico en que lo recibió sin perjuicio del  transcurso natural del tiempo. ”   

Menciona que para el 11 de diciembre de 2008  la  Dra.  Liliana Caro B. (Optómetra de la Clínica Ocular de Villavicencio) le  formuló  unas  gotas  y  unos  lentes  monofocales,  pero  estos no le han sido  entregados  por las autoridades encargadas dentro de la entidad carcelaria, como  tampoco   la   cita   médica   oftalmológica   solicitada   por   la  referida  médica.   

     

1. SENTENCIA        DE       SEGUNDA       INSTANCIA       –  SALA  PENAL DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE  DISTRITO JUDICIAL DE VILLAVICENCIO.     

A   través   de  Sentencia  proferida  el  veintisiete  (27)  de febrero de dos mil nueve (2009) la Sala Penal del Tribunal  Superior     de     Distrito    Judicial    de    Villavicencio,    confirmó    la    sentencia    de   primera   instancia.  En  sustento  de  esta  determinación  consideró  lo siguiente:   

Sostiene  el  ad  quem  que  la  tutela  debe  ser negada, por cuanto la  inquietud   formulada   por   el   actor,   en   relación  con  la  consulta  y  valoración   por  optometría  y  oftalmología, ya fue resuelta de manera  positiva, según lo informado por el Director del EPCA.    

Atendiendo al caso particular, estima que el  accionante   buscaba  con  la  tutela  ser  atendido  por  un  optómetra  y  un  oftalmólogo  y  ya fue llevado a consulta para valoración de especialistas, el  11  de  diciembre  de  2008  por  el  primero,  y el 28 de enero de 2009, por el  segundo;  igualmente,  el  Director  del  centro  carcelario informó que le fue  entregado    el   medicamento   ordenado   por   el   oftalmólogo   (gotas   de  carboximeticelulisa),  dando  a  entender  que  la  pretensión de la demanda se  encontraba   satisfecha,   situación   por  la  cual   la  tutela  resulta  improcedente.   

     

     

1. COMPETENCIA Y OPORTUNIDAD     

La  Sala Sexta de Revisión de Tutelas de la  Corte  Constitucional, en desarrollo de las facultades  conferidas  en  los  artículos  86  y 241, numeral 9°, de la Constitución, es  competente  para  revisar  los  fallos de tutela adoptados en el proceso de esta  referencia.  Además,  procede la revisión en virtud de la selección realizada  por  la  Sala  correspondiente  y del reparto verificado en la forma establecida  por el reglamento de la Corporación.   

     

1. PROBLEMA JURÍDICO     

El  señor  José  Luís  Montañez Flórez  acude  al  juez  de tutela para solicitar protección para su derecho a la salud  en  conexidad  con  el  derecho  fundamental  a  la  vida  digna,  presuntamente  vulnerados  por  la  Dirección  y  el  Área  de  Sanidad  del  Establecimiento  Penitenciario  y Carcelario de Acacías –EPCA-,  aduciendo  que  requiere  con  urgencia consulta médica con  Optometría y Oftalmología.    

Para  resolver  la  controversia  la  Sala  abordará  los  siguientes  asuntos:  i)  La  salud  como derecho fundamental de  aplicación  directa; ii) La especial sujeción de los reclusos exige del Estado  la protección de su salud.   

     

1. La     salud     como    derecho    fundamental    de    aplicación  directa     

En   reiteradas  ocasiones,  durante  los  últimos  años  esta  Corporación  enfatizó la garantía por parte del Estado  del  derecho  a  la  salud,  en  vista  de las constantes situaciones y reclamos  presentados  respecto a su efectivo cumplimiento, puesto que en la gran mayoría  de  los  casos  los  accionantes se vieron afectados a causa de la inobservancia  por  parte  de las entidades prestadoras del servicio, en temas recurrentes como  la  negación  de  un medicamento o la realización de  tratamientos.   Recientemente,    ésta    Corte   en   la   Sentencia   T-   760-081  se refirió,  en  forma  general,  a la necesidad de dar a los ciudadanos acceso preferente al  servicio  de salud, teniéndose éste como un derecho fundamental de aplicación  directa,  cuya  protección  no  sólo se logra invocándolo como derecho conexo  con  el  derecho  fundamental  a  la  vida  digna  (como se venía estableciendo  anteriormente),  sino  estatuyendo  que  en  ciertas  circunstancias  goza de un  carácter   “autónomo”.    De  dicha  Sentencia,  se  destaca  lo  siguiente:   

“Al  respecto  la  Corte  señaló en la  sentencia  T-859  de 2003 que el derecho a la salud es  un     derecho     fundamental,     ‘de    manera   autónoma’,  cuando se puede concretar en una garantía subjetiva derivada de  las  normas que rigen el derecho a la salud, advirtiendo que algunas de estas se  encuentran  en  la Constitución misma, otras en el bloque de constitucionalidad  y  la mayoría, finalmente, en las leyes y demás normas que crean y estructuran  el  Sistema  Nacional  de  Salud, y definen los servicios específicos a los que  las       personas       tienen       derecho.2     Concretamente,     la  jurisprudencia  constitucional ha señalado que el acceso a un servicio de salud  que  se requiera, contemplado en los planes obligatorios, es derecho fundamental  autónomo.  En  tal  medida,  la  negación  de  los  servicios  de  salud  contemplados  en  el  POS  es  una  violación del derecho  fundamental  a  la  salud, por tanto, se trata de una  prestación    claramente   exigible   y   justiciable   mediante   acción   de  tutela.3  La  jurisprudencia  ha señalado que la calidad de fundamental de  un  derecho  no  depende  de  la  vía  procesal  mediante la cual éste se hace  efectivo.4”   

En  la misma Sentencia, se hace aclaración  expresa  de  las  vías por  las cuales la Corte estableció que se protege  el  derecho  a la salud, haciendo énfasis en su carácter de fundamental.   Respecto de lo cual señala lo siguiente:   

“El  derecho  a  la  salud es un derecho  constitucional  fundamental. La Corte lo ha protegido por tres vías. La primera  ha  sido  estableciendo  su  relación de conexidad con el derecho a la vida, el  derecho  a  la integridad personal y el derecho a la dignidad humana, lo cual le  ha  permitido a la Corte identificar aspectos del núcleo esencial del derecho a  la  salud  y  admitir  su  tutelabilidad;  la  segunda  ha  sido reconociendo su  naturaleza  fundamental en contextos donde el tutelante es un sujeto de especial  protección,  lo  cual ha llevado a la Corte a asegurar que un cierto ámbito de  servicios  de  salud  requeridos  sea  efectivamente garantizado; la tercera, es  afirmando  en  general  la  fundamentalidad  del  derecho  a  la salud en lo que  respecta  a  un ámbito básico, el cual coincide con los servicios contemplados  por  la  Constitución,  el  bloque  de  constitucionalidad, la ley y los planes  obligatorios  de  salud,  con  las extensiones necesarias para proteger una vida  digna”   

Así pues, la jurisprudencia constitucional  superó  la concepción indicada por muchos años, según la cual, la salud solo  adquiere  carácter  de  fundamental  estando  en  conexidad  con otros derechos  fundamentales,   y   en  la  actualidad  lo  protege  como  derecho  fundamental  ‘autónomo’.5  La  Corte también consideró  explícitamente  que  el  derecho  a  la  salud  es  fundamental y tutelable, en  aquellos  casos  en  los  que la persona que requiere el servicio de salud es un  sujeto de especial protección constitucional.   

     

1. La   especial   sujeción  de  los  reclusos  exige  del  Estado  la  protección de su salud.     

“Por  la salud del interno debe velar el  sistema  carcelario, a costa del tesoro público, y la atención correspondiente  incluye,   también   a   su   cargo,   los   aspectos  médicos,  quirúrgicos,  hospitalarios  y  farmacéuticos,  entre  otros.  Los derechos fundamentales del  preso  resultarían  gravemente  violados  por  la  negligencia estatal en estas  materias,  así  como  por  la  falta de cuidado y asistencia requeridos para la  prevención, conservación y recuperación de su salud.”   

Respecto  al problema de salud, esta Corte,  en la misma sentencia consideró lo siguiente:   

”  Es  notorio  que  si,  a  la  luz de la  Constitución  (art.  49),  la  atención de la salud y el saneamiento ambiental  son  servicios públicos a cargo del Estado y que, si a todas las personas está  garantizado  por la Carta el acceso a los servicios de promoción, protección y  recuperación   de   aquélla,   conforme   a   los  principios  de  eficiencia,  universalidad  y  solidaridad,  las circunstancias de un importante sector de la  población,  compuesto  por los presos, ameritan que el Estado Social de Derecho  aplique  con carácter urgente el artículo 13 de la Constitución, que le manda  promover  las  condiciones  para  que  la  igualdad sea real y efectiva, adoptar  medidas  en  favor de grupos discriminados o marginados y proteger especialmente  a  aquellas  personas  que  por  su  condición económica, física o mental, se  encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta.   

Como  resulta  de  las  varias  sentencias  proferidas  por  esta  Corte,  son  inoficiosos los llamados de los presos a las  autoridades  carcelarias  para  que  se  los trate médicamente con la rapidez y  eficacia  que su situación de salud, muchas veces desesperante, demanda, con el  consiguiente daño a sus derechos fundamentales.   

En  general  se  observa  negligencia  y  constante  omisión  en el cumplimiento de los deberes que la Constitución y la  ley imponen a las unidades de atención médica.”   

Finalmente, dentro de la citada sentencia, y  en  vista  de  la  falla que presentaba el sistema de salud respecto de  la  población   carcelaria,   ésta   Corte,   impartió   una   orden  terminante:   

“Cuarto.  ORDENASE   al  Instituto  Nacional  Penitenciario  y  Carcelario  “INPEC” que, en coordinación con los ministerios de Hacienda, Salud  y  de  Justicia  y  del  Derecho  y con el Departamento Nacional de Planeación,  inicie,  a  más tardar dentro de las cuarenta y ocho (48) horas siguientes a la  notificación  de  esta Sentencia, los trámites administrativos, presupuestales  y  de  contratación  que  sean  indispensables  para  constituir  o convenir un  sistema  de seguridad social en salud, bajo la modalidad subsidiada, que deberá  estar  operando  plenamente en un término que no podrá exceder del 31 de marzo  de  1999  y  que  cobije  a la totalidad de los centros de reclusión del país,  para detenidos y condenados”   

En  razón  de  lo  anterior,  se buscó la  efectividad  en  el  cumplimiento  de los derechos que debe garantizar el Estado  colombiano,  adoptando  una decisión que fue más allá de lo pretendido por el  actor   en   dicha   sentencia,  dando  los  lineamientos  para  la  entrada  en  funcionamiento   de   un   sistema   de   salud   aplicable   a   la  población  carcelaria.   

     

1. DEL CASO CONCRETO     

Teniendo   en   cuenta   las   anteriores  consideraciones  y observado el caso particular, esta Corte entra a analizar las  diferentes situaciones que se presentan.   

Dentro  del  expediente  se  observa que la  Penitenciaría  Nacional  de  Acacías-Meta en su posición de garante frente al  derecho  a la salud del recluso el señor JOSE LUIS MONTAÑEZ FLOREZ, manifiesta  haber  dado  curso  a  su solicitud de atención médica para el problema visual  que   le   afecta   y  así  mismo  llevarlo  a  consulta  con  el  médico  del  establecimiento,  situación  que  por  parte  del  recluso  es confirmada en el  escrito  en  que sustenta la apelación ante el H. Tribunal de Distrito Judicial  de Villavicencio, dentro del cual argumenta lo siguiente:   

“…el  suscrito Montañez obtuvo visita  médica  en  el  penal  con  el  médico optómetra y con el médico del penal y  posteriormente,  con  el  médico de medicina legal de Villavicencio-Meta, donde  los  cuales  no  me resolvieron de fondo mi problemática de salud infecciosa en  los  ojos  que  me  aqueja.   Cabe resaltar que en fecha 11 de diciembre de  2008   la  Doctora  LILIANA  CARO  B.  (Optómetra  de  la  Clínica  Ocular  de  Villavicencio)  me  formuló  unas  “gotas” y unos lentes monofocal para mis  vistas,  pero  estos,  a la fecha los funcionarios del Área de Sanidad no me lo  han  otorgado,  como  tampoco  la  cita  médica  oftalmología formulado por la  referida Dra. Liliana”(sic).   

De  donde  se puede concluir que la solicitud  del   recluso  para  que  fuera  atendido  en  consulta  médica  fue  cumplida,  situación  en  la cual coinciden tanto el Establecimiento Penitenciario como el  accionante.   En  vista  de  esto el juez de tutela en primera instancia ha  resuelto  negar  la  tutela  bajo  el  argumento  de  encontrarse  frente  a una  situación  superada,  puesto  que  la  entidad  ya  había  realizado todas las  gestiones  administrativas  correspondientes  para  que  se  le  prestara  dicha  atención,  aduciendo  posteriormente  que los hechos generadores de la presunta  vulneración  del  derecho  a  la  salud reclamado por el actor habían cesado y  concluyendo  con  la  advertencia  a  la  Penitenciaría  que  de ser falsas sus  atestaciones  estaría incursa en la violación de normas penales, pero también  legitimaría    al    accionante    para    impetrar   nuevamente   la   acción  constitucional.   El  ad  quem   en  su  decisión  no dista mucho de lo anterior, pues confirma el  fallo  del  ad  quo  y previene a la Penitenciaría para que, si no lo ha hecho,  proceda  de  inmediato al suministro de  las gafas recetadas al accionante,  situación  en  la  cual  no  se  imparte  ninguna orden, puesto que es una mera  prevención,   dejando   la   decisión   final   a   voluntad   de   la   parte  accionada.   

Cabe  resaltar  que  dentro de los documentos  aportados  por  parte del accionante para la revisión de la presente tutela, se  encuentra  el Oficio No. 0343 fechado el 12 de febrero de 2009, mediante el cual  el  Centro  Carcelario  responde  a  una  petición  elevada  por  el accionante  solicitando  la  entrega  de  las gafas, porque aunque ya habían sido recetadas  por  los  médicos especialistas, estas no le fueron entregadas. En respuesta el  centro  carcelario  (ver  acápite  de pruebas), aduce que se están adelantando  las  gestiones  administrativas  con  la  división  de  salud del INPEC para la  asignación  de  recursos económicos.  Lo anterior deja al descubierto una  clara  contradicción de afirmaciones presentadas dentro del expediente, pues si  bien  la Penitenciaría de Acacías mencionó que mediante Resolución No. 13868  de  fecha  28/11/08  el  INPEC  le  asignó partida presupuestal por un valor de  $2.750.000  para la adquisición de lentes y monturas para los internos, en nada  coincide  con  lo contenido en el Oficio No. 0343 referido anteriormente, puesto  que   en   este   último   manifiesta   estar   “adelantando   las  gestiones  administrativas”  para  la  asignación  de  la partida presupuestal.  Es  entonces  notoria  la  ambigüedad  de   escritos  con  los  que  el centro  Penitenciario    maneja    la   situación   del   accionante.      

Por  otro  lado, la Penitenciaría argumenta,  basándose  en la Sentencia T-261/99, proferida por esta Corte, que el derecho a  la  salud  solo es fundamental “cuando entre éste y  los  derechos  a la vida y a la integridad personal exista una relación de  conexidad”,  solicitando  así  que  sea  negado  el  amparo de tutela.   

Por  esta razón es necesario referirse a los  últimos  pronunciamientos  jurisprudenciales  en  materia de salud por parte de  esta  Corte,  teniendo en cuenta lo expuesto en las consideraciones del presente  fallo  donde  se  hace  ver  que,  conforme a la jurisprudencia, el derecho a la  salud  es  fundamental de manera autónoma, sin necesidad de tener una relación  de  conexidad  con el derecho a la vida y a la integridad personal; por lo tanto  la  tesis  de la conexidad ya  no   es   necesaria  como  requisito  para  proteger  y  garantizar  el  derecho  fundamental a la salud.    

Aclarado  el  punto  y  volviendo  al  caso  concreto,  si  bien es cierto que la Penitenciaría de Acacías-Meta prestó los  servicios  de salud solicitados por el accionante, al ser examinado por el   médico  general  y  por  el  especialista,  esta situación no demuestra que se  hubiera  cumplido  en  su  totalidad  lo  ordenado por los médicos, es decir la  entrega  de  las gotas para los ojos y de los lentes monofocales recetados, pues  la  protección  del  derecho  a  la  salud  no se agota con la simple atención  médica  o el diagnóstico sino que se debe cumplir con el tratamiento indicado,  pues  en  caso  contrario  se estaría frente a una prestación insuficiente del  servicio,      atentando     contra     el     principio     de     integralidad  que  se aplica en relación  con el derecho fundamental a la salud.   

Se  hace  constar,  además,  que  en ningún  momento  la  Penitenciaría  aporta  documentos que demuestren la entrega de los  medicamentos  (gotas  y lentes monofocales) al interno, lo cual hace suponer que  a  pesar  de  las prevenciones hechas por los jueces de instancia, ésta no tuvo  mayor  diligencia en hacer efectiva dicha entrega.  En este orden de ideas,  se  deduce que el accionante aún no ha recibido en su totalidad el tratamiento,  ya  que la mera atención en la consulta médica no es pretexto para afirmar que  su  situación  de  salud  ha  sido  atendida  y además que debido a ello ya no  padece de problemas visuales.   

Por las razones expuestas, la Corte revocará  las  sentencias objeto de revisión que negaron el amparo solicitado, precisando  que  no basta con el sólo acceso a los servicios de salud, sino que también se  debe    dar    cumplimiento    total    a    lo   prescrito   por   el   médico  especialista.   

     

1. DECISION     

En   merito  de  lo  expuesto,  la  Corte  Constitucional,  administrando justicia en nombre del pueblo y por mandato de la  Constitución,   

RESUELVE  

Primero.-    CONCEDER    por  las  razones  expuestas  el amparo del derecho fundamental a la  salud   de   José   Luis   Montañez  Flórez  y,  en  consecuencia  REVOCAR   las sentencias proferidas  en  este caso por el Juzgado Penal del Circuito de Acacías (Meta) y por la Sala  Penal  del  Tribunal  Superior de Distrito Judicial de Villavicencio que negaron  el  amparo de tutela promovida por el señor José Luis Montañez Flórez contra  la  Dirección  de  la Penitenciaría Nacional de Acacías y el Área de Sanidad  de la Penitenciaría de Acacías.   

Segundo.-  ORDENAR  al  Establecimiento  Penitenciario  de  Mediana  Seguridad  y  Carcelario  de  Acacías  –  Meta que en el término de cuarenta y  ocho  (48)  horas  a  partir  de  la notificación de esta providencia proceda a  entregar  de  manera efectiva las gotas de carboximetilcelulisa para los ojos de  uso  permanente  y las lentes monofocales ordenados por el médico especialista,  de conformidad con las consideraciones hechas en esta providencia.   

Tercero.-  Por  la  Secretaría,  líbrese  la  comunicación de que trata el  artículo 36  del Decreto 2591 de 1991.   

Cópiese,   notifíquese,   comuníquese,  publíquese en la Gaceta de la Corte Constitucional y cúmplase.   

JORGE IGNACIO PRETELT CHALJUB  

Magistrado  

NILSON PINILLA PINILLA  

Magistrado  

HUMBERTO ANTONIO SIERRA PORTO  

Magistrado  

MARTHA     VICTORIA     SÁCHICA     DE  MONCALEANO   

Secretaria General  

    

1  T-760-08 M.P. Dr. Manuel José Cepeda Espinosa.   

2 En la  sentencia  T-859  de  2003  (MP Eduardo Montealegre Lynett) se dice al respecto:  “Así     las    cosas,    puede    sostenerse    que    tiene    naturaleza  de  derecho  fundamental, de  manera  autónoma,  el  derecho  a recibir la atención de salud definidas en el  Plan  Básico  de  Salud,  el Plan Obligatorio de Salud y el Plan Obligatorio de  Salud  Subsidiado –Ley 100  de  1993  y  sus  normas  complementarias -, así como respecto de los elementos  derivados  de  las  obligaciones  básicas  definidas en la Observación General  N°14.  Lo  anterior  por  cuanto  se  han  definido los contenidos precisos del  derecho,  de  manera  que  existe  un derecho subjetivo claro a favor de quienes  pertenecen     a     cada     uno     de     los     subsistemas    –contributivo,  subsidiado,  etc.-. La  Corte  ya  se  había  pronunciado  sobre  ello al considerar el fenómeno de la  transmutación  de los derechos prestacionales en derechos subjetivos. || 13. La  naturaleza  de  derecho  fundamental  que  tiene  el  derecho  a la salud en los  términos  del  fundamento  anterior, implica que tratándose de la negación de  un  servicio,  medicamento o procedimiento establecido en el P.O.S., se estaría  frente  a  la  violación  de  un  derecho fundamental. No es necesario, en este  escenario,  que  exista  amenaza  a  la  vida  u  otro derecho fundamental, para  satisfacer  el primer elemento de procedibilidad de tutela: violación o amenaza  de  un derecho fundamental.” Esta decisión ha sido reiterada, entre otras, en  las  sentencias  T-060 de 2007 (MP Humberto Antonio Sierra Porto), T-148 de 2007  (MP Humberto Antonio Sierra Porto).   

3 Esta  decisión  ha  sido  reiterada  en varias ocasiones, entre ellas en la sentencia  T-076  de  2008  (MP  Rodrigo  Escobar  Gil),  T-631  de 2007  (MP Humberto  Antonio  Sierra Porto), T-837 de 2006 (MP Humberto Antonio Sierra Porto) en este  caso  la  Corte consideró que “(…) tratándose de  la  negación  de  un  servicio,  medicamento  o procedimiento establecido en el  P.O.S.,  se  estaría  frente  a  la  violación  de  un derecho fundamental. En  consecuencia,  no  es  necesario,  que  exista  amenaza a la vida u otro derecho  fundamental,  para satisfacer el primer elemento de procedibilidad de la acción  de  tutela (…)”. En este caso se tuteló el acceso  de  una  persona  beneficiaria  del  régimen  subsidiado  a  servicios de salud  incluidos  en  el  POSS (Histerectomía Abdominal Total y Colporrafia posterior)  pero  cuya  cuota  de  recuperación  no podía ser cancelada por el accionante.   

4 Corte  Constitucional,  sentencia  T-016  de 2007 (MP Antonio Humberto Sierra Porto) se  autorizó  la  práctica  de  la  cirugía  plástica  ordenada  por  el médico  cirujano,  con  el  propósito  de  extraer  el  queloide  que  tenía  la menor  beneficiaria  de  la  tutela  en el lóbulo de su oreja izquierda, aun cuando la  función   auditiva   de   la   menor  no  se  veía  afectada.  Para  la  Corte  “[n]o  se  trata  de  una  cirugía  cosmética  o  superflua  sino  de  una  intervención  necesaria  y urgente recomendada por el  médico  cirujano  y  relacionada  con  la  posibilidad  de superar problemas de  cicatrización   que   presenta   la   niña.  (…)  de  manera que pueda recuperar su apariencia normal y  restablecer       de       manera       integral       su      salud.”   

5 Así  por  ejemplo,  en  la  sentencia  T-845  de 2006 (MP Jaime Córdoba Triviño) se  resolvió   “(…),  tutelar  la  salud  como  derecho  fundamental  autónomo  (…)”.     

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