T-552-09

Tutelas 2009

    SENTENCIA T-552-09  

(Agosto 6, Bogotá D.C.)  

ACCION      DE      TUTELA     CONTRA  PARTICULARES-Procedencia  excepcional  para  pago  de  salarios   

ACCION      DE     TUTELA-Parámetros  que  deben  cumplirse  para la procedencia excepcional  del pago de salarios   

ACCION DE TUTELA-Pago  de salarios atrasados por violación al mínimo vital   

Referencia: Expediente T-2.233.185.  

Accionante:    Yasmira    Estela   Solano  Carmona.    

Accionado:     Municipio     de    San  Jacinto.   

Fallo  objeto  de  revisión:  sentencia del  Juzgado   Promiscuo  Municipal  del  Municipio  de  San  Jacinto,  Bolivar.  (no  impugnada).   

Magistrados  de la Sala Quinta de Revisión:  Mauricio  González  Cuervo,  Jorge  Ignacio  Pretelt  Chaljub  y Nilson Pinilla  Pinilla.    

Magistrado   Ponente:  Mauricio  González  Cuervo.   

I. ANTECEDENTES.  

1. Demanda y pretensión  

     

1. Elementos de la Demanda     

–       Derechos      fundamentales  invocados:   La  accionante  interpuso  acción de tutela en contra el Municipio de San Jacinto, Bolívar, al  considerar  que  éste  ha  vulnerado  sus  derechos fundamentales al trabajo en  condiciones dignas y justas, al salario y al mínimo vital.   

–  Conducta  que causa la vulneración: El no  pago  de  salarios por parte de la entidad accionada desde el 14 de noviembre de  2006  al  31  de  diciembre de 2007, tiempo durante el cual se dice que cumplió  las  funciones  correspondientes  al cargo de Auxiliar Promotor de la Secretaria  de Desarrollo Comunitario.   

–  Pretensión:  Solicita  que se ordene a la  entidad accionada el pago de los salarios adeudados.   

1.2. Fundamento de la pretensión  

La  accionante  fundamenta su pretensión con  las siguientes afirmaciones y medios de prueba:   

1.2.1.  La  peticionaria,  en  el  escrito de  acción  de  tutela,  manifestó que el Municipio de San Jacinto le adeuda todos  los  meses  de  trabajo durante el tiempo que laboró en la Alcaldía del mismo.  Para probar lo anterior aportó:   

– Copia del Decreto 120 del 14 de noviembre de  2006,  expedido por el Alcalde Municipal de San Jacinto, en el que se decreta el  nombramiento  de  la  señora  Yasmira  Estela  Solano  Carmona,  en el cargo de  Auxiliar    Promotor,   Código   407,   Grado   041.   

–  Copia  del  Acta  de  posesión de Yasmira  Estela  Solano  Carmona  en  el  cargo  de Auxiliar Promotor, proferida el 14 de  noviembre  de  2006 y firmada por la accionante, el señor alcalde del Municipio  de  San  Jacinto  y el señor Secretario del Interior2.   

–  Copia  de  la  certificación  del  31  de  diciembre   de   2007,   expedida  por  el  Alcalde  Municipal  de  San  Jacinto  –Bolívar-,  en  la  que  consta  que:  (i)  la  señora  Yasmira  Estela  Solano  Carmona,  laboró en la  Alcaldía  del  Municipio, en el cargo de Auxiliar Promotor de la Secretaría de  Desarrollo  Comunitario,  desde  el  14  de  noviembre  de  2006  hasta el 31 de  diciembre  de  2007;   (ii)  tenía  una asignación mensual de setecientos  treinta  y  cuatro  mil  seiscientos  cuarenta y ocho mil pesos ($734.648.00); y  (iii)  a  la  fecha  de  expedición  de  la  certificación se le adeudaban los  salarios  de  los meses de noviembre y diciembre de 2006, y los meses de enero a  diciembre  de  2007,  para  un  total  de  nueve  millones  ochocientos tres mil  novecientos      dos      pesos      ($9.803.902)3.   

1.2.2. Sostuvo que es madre cabeza de familia,  tiene  cuatro  menores de edad y una persona de la tercera edad a su cargo. Para  probar lo anterior anexó:   

–  Copia  de  la  constancia  expedida por el  Personero  Municipal  de  San  Jacinto,  el  19  de noviembre de 2008, en la que  informa  que  la  accionante  compareció  a su despacho para manifestar que sus  hijos  Álvaro  y  Alberto  Alfaro  Solano,  Edeimer García Solano y su sobrina  Nicolle   Peralta   Solano,   dependen   económicamente   de   ella4    .    

– Copia de los registros civiles de nacimiento  de    los    tres    hijos    de    la   accionante5.   

1.2.3. Adujo que debido a la grave situación  económica,  por  el  constante  y  prolongado  incumplimiento  del  pago de sus  salarios  se  ha  endeudado  en  las tiendas del pueblo y en los colegios de sus  hijos.  Manifiestó  también  que  adeuda  servicios públicos y préstamos que  tuvo  que  solicitar,  los  cuales  no  ha podido pagar a pesar que ha empeñado  electrodomésticos y joyas. Para corroborar lo anterior adjuntó:   

– Copia de dos cuentas de cobro, de fechas 1°  y  19  de  septiembre  de 2007, en las que se facturan alimentos por un valor de  $107.800      y      $196.300,      cada      una6.   

– Copia de una letra de cambio, de fecha 26 de  septiembre  de 2007, girada a favor de la accionante, por un valor de trecientos  mil            pesos            ($300.000)7.   

–  Certificaciones de dos créditos, a nombre  de  la  accionante, de fechas 16 de mayo y 7 de octubre de 2007, por un valor de  doscientos   mil  pesos  ($200.000)  cada  uno,  los  cuales  se  encuentran  en  mora8.   

– Copia de crédito obtenido en Distribuciones  Educativas   por   la   compra   de   textos   escolares,   por   un   valor  de  $370.0009.   

1.2.4.  Señaló  que  tomó  en arriendo una  fotocopiadora  para  ayudarse en los gastos una vez fue declarada insubsistente,  pero  debido  a  su  incumplimiento en el pago de las cuotas del arriendo, se la  retiraron.  Por lo que en el momento de presentar la acción de tutela no cuenta  con  ningún  ingreso  para  mantener  a  su  familia.  Así,  requiere de forma  inmediata  que  se  protejan  sus derechos y se le ordene a la entidad accionada  hacer  los  pagos correspondientes a los salarios adeudados. Para sustento de lo  anterior aportó junto con el escrito de la acción de tutela:   

–  Copia  del  contrato  de  arriendo  de una  máquina  fotocopiadora  por  el  valor  de  $2´400.000 anuales, que se debían  pagar  durante  el  tiempo  de  duración  del  contrato,  un año, en cuotas de  $200.000                   mensuales10.   

–  Copia  de  la carta del arrendatario de la  máquina  de  fotocopiado  en  la  que le advierte a la accionante que debido al  incumplimiento  en  los  pagos  de  las  cuotas  mensuales,  se  le retirará la  máquina,   fechada  el  11  de  noviembre  de  200811.   

2.     Respuesta    de    la    entidad  accionada.   

El  alcalde  del  municipio  de  San Jacinto,  señor  Joaquín  Ismael  Guete  Herrera,  mediante  escrito  dio respuesta a la  presente  acción  de  tutela.  Señaló que en efecto la accionante prestó los  servicios  al  municipio,  en  calidad de Auxiliar Promotor de la Secretaría de  Desarrollo  Comunitario,  desde  el  14  de  noviembre  de  2006  hasta el 31 de  diciembre de 2007.   

Advirtió  que  la acción de tutela no es el  mecanismo  judicial  idóneo para solicitar el pago de las acreencias laborales,  en  tanto  que  la accionante puede iniciar “un proceso ejecutivo laboral o un  proceso ordinario”.   

Manifestó que el municipio no ha afectado los  derechos  fundamentales  de  la  accionante  con  el  no  pago de las acreencias  laborales;  de  haber sido así, la señora Solano debió haber recurrido a este  mecanismo  en  el  momento  que  se  encontraba  trabajando. Para fundamentar lo  anterior,  dentro  del  escrito  hizo referencia a las sentencias T-068 de 2001,  T-052 de 1994, T-552 de 2004 y SU-995 de 1999.   

Finalmente,  solicitó al juez constitucional  no  conceder  las pretensiones solicitadas por la accionante en tanto que cuenta  con  otro  mecanismo  judicial y con los documentos aportados no se prueba de la  vulneración al mínimo vital.   

3.  Decisión  de tutela objeto de revisión:  fallo   del   Juzgado   Promiscuo   Municipal   de  San  Jacinto,  Bolívar  (no  impugnada).   

Mediante sentencia del 16 de enero de 2009, el  juez  de  instancia  negó  el  amparo considerando que la accionante no acudió  dentro  del  término  establecido  a  presentar  la demanda ejecutiva laboral o  contractual  para solicitar el pago de los salarios dejados de percibir. Sostuvo  que  la  acción  de  amparo  tiene carácter residual y no procede para revivir  términos.  Adujo  que  “El  actor cuenta con otros  medios  de  defensa judicial para protegerse de la conculcación de sus derechos  fundamentales,   como   lo  es  solicitar  directamente   ala  (sic.)   administración  el  pago  de  sus acreencias o el proceso ejecutivo contractual  previsto   en   la   Ley   80   de   1993   en  su  artículo  32”.   

II. CONSIDERACIONES.  

1. Competencia.  

La  Sala  es competente para la revisión del  presente  caso,  con fundamento en los artículos 86 y 241.9 de la Constitución  Política  y  33 a 36 del Decreto 2591 de 1991,  y en cumplimiento del Auto  del  23 de abril de 2009 de la Sala de Selección de Tutela Número Cuatro de la  Corte Constitucional.   

2. Cuestión de constitucionalidad.  

La  Sala  de  Revisión  determinará  si  la  acción  de  tutela  es  procedente para reclamar el pago de los salarios de una  trabajadora  que ha dejado de percibir éstos desde hace dos años, para lo cual  deberá   establecer   si   se   está   vulnerando   el   derecho   al  mínimo  vital.   

Con el fin de abordar este problema jurídico,  la  Sala  reiterará  el  precedente  constitucional  sobre la procedencia de la  acción  de  tutela  para  la  obtención  del  pago  de  acreencias laborales y  seguidamente    verificará   si   existe   o   no   violación   en   el   caso  concreto.   

3.  Requisito  de  inmediatez  para  la  procedencia  de  la  acción de  tutela.   

3.1. Reiteración jurisprudencial.  

Debe  recordarse  como  doctrina  de  esta  Corporación  que  la procedibilidad de la acción de tutela depende también de  su   interposición   oportuna.  Así  la  Corte  ha  precisado  que12:   

“Tal  y  como  lo  ha  expuesto  de forma  reiterada  esta Corporación, la procedibilidad de la acción de tutela exige su  interposición  dentro  de  un  plazo razonable, oportuno y justo, de tal manera  que  la acción no se convierta en un factor de inseguridad jurídica, premiando  con  ello  la  inactividad  de  los  interesados en el ejercicio oportuno de los  recursos, la negligencia y la desidia.    

En  efecto,  si con la acción de tutela se  busca    la    protección    inmediata  de los derechos constitucionales fundamentales, cuando quiera que  estos  resulten  violados  o  amenazados  por  la  acción  u  omisión  de  las  autoridades  públicas,  es  imprescindible  que su ejercicio tenga lugar dentro  del  marco  de  ocurrencia  de  la  amenaza  o  violación  de los derechos. Una  percepción  contraria  a  esta interpretación, desvirtúa el alcance jurídico  dado  por  el Constituyente a la acción de tutela y deja sin efecto el objetivo  de  garantizar por esa vía judicial la protección actual, inmediata y efectiva  de tales derechos.”   

3.2.  La  inmediatez  en  el  caso concreto.   

3.2.1.  Desde  esta  óptica,  el  hecho  de  haberse  interpuesto la acción de tutela dos años después de haberse iniciado  la  conducta  violatoria  del  Municipio  de  San  Jacinto  -el  no  pago de los  salarios-,  impediría  otorgar el amparo. Sin embargo, de las pruebas que obran  en  el  expediente  se  desprende  que la acción fue interpuesta en un término  prudencial  respecto  del  momento  en que inició la vulneración al derecho al  mínimo  vital  de  la  señora  Yasmira  Estela  Solano Carmona y de su núcleo  familiar.  Toda  vez que la accionante desde el momento que no obtuvo su salario  hasta  que finalizó su vinculación laboral con la alcaldía empezó a adquirir  prestamos  para  suplir sus necesidades básicas, como las de su familia, y así  hizo  que  su mínimo vital no se viera afectado de forma inmediata. Una vez fue  desvinculada  de  la alcaldía, la accionante acudió a un nuevo oficio de donde  derivaba  su  sustento  y  el  de  su  familia.  Como se encuentra probado en el  expediente  la  accionante  alquiló  una máquina fotocopiadora, el alquiler de  ésta  era  pagado por cuotas mensuales, las cuales no pudo cumplir debido a las  múltiples  deudas que tenía que cancelar, deudas que se originaron para suplir  la  falta  de  sus salarios. Lo anterior demuestra que solo fue hasta el momento  en   que  le  retiraron  la  fotocopiadora,  como  consecuencia  de  una  crisis  económica  que  le  impidió  atender sus necesidades básicas generadas por el  endeudamiento,  que  realmente vio afectado su mínimo vital y el de su familia,  lo que deterioró su calidad de vida.   

3.2.2.  En conclusión la actora, en el caso  bajo  estudio,  ejerció  la acción de tutela dentro del marco de ocurrencia de  la  violación  a  su  derecho  al  mínimo  vital.  Toda  vez que la accionante  interpuso  la demanda de tutela sólo unos días después de habérsele retirado  la  fotocopiadora  por  el  no  pago  de las cuotas del alquiler, momento en que  considera  que  su derecho al mínimo vital se encuentra gravemente afectado, en  tanto  que  no tiene ningún oficio de donde derivar su sustento y no cuenta con  dinero  para  cancelar  las deudas que se vio obligada a adquirir por el no pago  de sus salarios.   

4.  El  derecho  de  percibir su salario y la  garantía de subsistencia digna de suya y de su familia.   

4.1.       Reiteración       de  jurisprudencia.   

4.1.1.  La  Corte  Constitucional  de manera  reiterada  ha  manifestado  que  la  tutela  tiene  un  carácter  subsidiario y  residual,  en  atención  a  que  está  concebida  como  un  mecanismo judicial  previsto  ante  la inexistencia de mecanismos procesales para el amparo integral  del        objeto        de        protección13.  No  obstante  lo anterior,  también  se  ha  considerado  la  acción  de tutela como un mecanismo judicial  supletorio  de  los mecanismos ordinarios, en aquellas situaciones en las cuales  se  encuentre acreditada la amenaza o violación de los derechos fundamentales a  la  vida,  salud,  mínimo  vital  y  dignidad  humana  de  quienes  reclaman su  pago14.  Lo anterior, en tanto que la Corte ha sostenido que el salario es  la    contraprestación    que    recibe    el    trabajador    por   la   labor  desempeñada15  y su no pago le genera, en la mayoría de los casos, una crisis de  ingreso  que  le  impide atender sus necesidades y las de su familia. El derecho  al  pago  oportuno  del  salario  es,  como  lo ha afirmado la Corte, un derecho  fundamental  que,  como  tal,  merece  protección a través del mecanismo de la  tutela.   Al   respecto  en  la  sentencia  SU-995  de  1999  esta  Corporación  sostuvo:   

“De acuerdo con la  jurisprudencia  de la Corte Constitucional, el derecho de todos los trabajadores  al  pago  oportuno  de  su  remuneración  salarial,  es  una  garantía  que  no  se  agota  en  la  simple  enunciación  de  un deber surgido de la relación laboral, sino que se trata de  un  verdadero  derecho  fundamental.  La cumplida cancelación del salario está  íntimamente  ligada  a  la  protección  de  valores  y principios básicos del  ordenamiento  jurídico,  que  velan por la igualdad de los ciudadanos, el ideal  de  un orden justo, el reconocimiento de la dignidad humana, el mínimo material  sobre  el  cual  puede  concretarse el libre desarrollo de la personalidad, y se  realiza  el  amparo  de  la  familia  como  institución básica de la sociedad.   

[…]  

No  puede  olvidarse  que  la  figura de la  retribución  salarial  está  directamente relacionada con la satisfacción del  derecho  fundamental  de las personas a la subsistencia, reconocido por la Corte  Constitucional  como emanación de las garantías a la vida (Art. 11 C.P.), a la  salud  (Art.  49 C.P.), al trabajo (Art. 25 C.P.), y a la seguridad social (Art.  48 C.P.).   

[…]  

Además,  no  puede  perderse de vista que,  como  la  mayoría  de garantías laborales, el pago oportuno de los salarios es  un  derecho  que  no  se  agota  en  la satisfacción de las necesidades de mera  subsistencia  biológica  del  individuo,  pues  debe  permitir  el  ejercicio y  realización  de los valores y propósitos de vida individuales ya comentados, y  su  falta  compromete el logro de las aspiraciones legítimas del grupo familiar  que  depende  económicamente  del  trabajador.   Alrededor  del trabajo se  desarrolla  una  compleja dinámica social que está ligada a la realización de  proyectos  de  vida  digna y desarrollo, tanto individuales como colectivos que,  por  estar  garantizados por la Carta Política como fundamento del orden justo,  deben  ponderarse  al  momento  de  estudiar  cada  caso  particular16”.   

4.1.2.  La Corte ha determinado que la falta  de  pago puntual y completo del salario, imposibilitan al trabajador atender sus  necesidades  básicas  de  carácter  personal  y  familiar  lo  que  implica la  violación  del  mínimo  vital,  el  cual  se  ha  entendido  como “los  requerimientos  básicos  indispensables  para  asegurar la  digna  subsistencia de la persona y de su familia, no solamente en lo relativo a  la  alimentación  y  vestuario  sino  en  lo  referente  a  salud,  educación,  vivienda,   seguridad   social   y   medio   ambiente,   en  cuanto  a  factores  insustituibles  para la preservación de una calidad de vida que, no obstante su  modestia,    corresponda   a   las   exigencias   más   elementales   del   ser  humano.”17  Tal  vulneración  al  derecho  al  mínimo vital puede evitarse o  subsanarse  a  través del amparo tutelar, por cuanto el desorden administrativo  o  los  malos  manejos  presupuestarios  que  puedan conducir a una cesación de  pagos  no  deben  ser  soportados  por  el  trabajador  o su familia18.   

4.1.3.  En relación con el incumplimiento en  el  pago  de  salarios  y la consecuente vulneración del derecho fundamental al  mínimo   vital,  esta  Corporación  ha  señalado  las  siguientes  hipótesis  fácticas  mínimas  que  se  deben cumplir para que proceda el reconocimiento y  pago   de   los  salarios  por  el  juez  de  tutela19:   

“1)  Que  exista  un incumplimiento en el  pago   del  salario  al  trabajador  que  por  su  parte  ha  cumplido  con  sus  obligaciones laborales;   

2)  Que  dicho incumplimiento comprometa el  mínimo  vital  de  la persona, esto se presume cuando: (i) el incumplimiento es  prolongado           o           indefinido20  (la  no  satisfacción  de  este  requisito  lleva  a  que  no  se pueda presumir la afectación del mínimo  vital,  la  cual  deberá  ser  probada  plenamente  por  el demandante para que  proceda  la  acción  de  tutela);  (ii)  el  incumplimiento  es  superior a dos  meses,21  salvo  que  la persona reciba como contraprestación a su trabajo  un             salario            mínimo22.   

3) La presunción de afectación del mínimo  vital  debe  ser  desvirtuada  por  el  demandado o por el juez, mientras que al  demandante   le   basta   alegar   y  probar  siquiera  sumariamente23  que  el  incumplimiento   salarial   lo   coloca   en   situación  crítica,24  dada  la  carencia  de  otros  ingresos  o  recursos diferentes al salario que le permitan  asegurar           su          subsistencia25.   

4) Argumentos económicos, presupuestales o  financieros  no  son razones que justifiquen el incumplimiento en el pago de los  salarios      adeudados      al      trabajador26.  Lo anterior no obsta para  que  dichos  factores sean tenidos en cuenta al momento de impartir la orden por  parte  del  juez  de  tutela tendiente a que se consigan los recursos necesarios  para hacer efectivo el pago.”   

En cuanto a esta última hipótesis, la Corte  Constitucional  también ha considerado que no existe una razón suficiente para  dejar  de  pagar  los  salarios  de  los  trabajadores, por cuanto éstos se ven  afectados      en      su      mínimo      vital27,  así  que  la  carencia de  recursos   presupuestales,   las   dificultades   financieras,   la  insolvencia  económica  del  empleador  o  cualquier  otra razón no justifica el no pago de  salarios.  Inclusive  esta  Corporación ha afirmado que tampoco el empleador se  releva  de esa responsabilidad cuando se encuentra en algún trámite concursal,  concordato   o   acuerdo   de   recuperación   de   negocios   o   en  concurso  liquidatorio28.   

4.2. El caso concreto.  

4.2.1. En el caso concreto está demostrado,  dentro  de  las  pruebas  que  constan  en  el  expediente  de  tutela,  que  la  peticionaria  trabajó  para la Alcaldía del Municipio de San Jacinto, desde el  14  de  noviembre  de  2006 hasta el 31 de diciembre de 2007, y que durante este  periodo  nunca  se  le  cancelaron  los  respectivos  salarios.  Es  decir  a la  accionante le adeudan 14 meses de salarios.   

4.2.2. La accionante manifiesta que es madre  cabeza  de  familia,  afirmación que soporta con una declaración juramentada y  los  registros  civiles  de  sus  hijos.  Sostiene  que para poder sobrevivir ha  tenido  que endeudarse, así como lo corroboran las cuentas de cobro, las letras  de  cambio  y  las certificaciones de dos créditos, que fueron generadas, en su  mayoría,  durante el año 2007 y acudir a otros oficios, tal como lo refleja el  alquiler de la maquina fotocopiadora.   

4.2.3.  Probado  lo  anterior,  la  Sala  de  Revisión  estudiará  si  en  el  caso  concreto  se cumplen con las hipótesis  mínimas  requeridas  por  la  jurisprudencia  de  la  Corte para que proceda la  acción de tutela en este tipo de casos:   

(i)  En  el  presente  asunto,  así como lo  manifestó  la  accionante  y  las  pruebas  aportadas  por  la misma, y como lo  admitió  la  entidad  accionada, la señora Yasmira Estela Solano Carmona   laboró  en  la  Alcaldía del Municipio de San Jacinto desde el 14 de noviembre  de  2006  hasta  el  31  de diciembre de 2007, sin que hasta la fecha se le haya  cancelando sus salarios.   

(ii) En el caso bajo estudio el incumplimiento  es  prolongado e indefinido y de igual forma el incumplimiento es superior a dos  meses  de  salario,  requisitos que se requieren para que se presuma de plano la  vulneración  al  mínimo  vital.  Además  la  accionante  presenta  diferentes  documentos  que  prueban el endeudamiento al que tuvo que acudir y el oficio que  ejercía    con    la    fotocopiadora    que   alquiló   hasta   que   se   la  retiraron.   

(iii) La afectación al mínimo vital alegada  por  la  accionante  no  fue  desvirtuada por el accionante. En la respuesta del  Municipio  de  San Jacinto, éste se limitó a sostener que la acción de tutela  era  improcedente  porque existían otros mecanismos judiciales a los que podía  acudir,  pero  no  desvirtuó  las pruebas de la demandante en las que demostró  las  múltiples  deudas, debidamente acreditas, que le ha generado el no pago de  salarios y la situación de madre cabeza de familia.   

(iv)  De igual forma la entidad accionada no  adujó  ningún  argumento  que  justifique  el incumplimiento en el pago de los  salarios  adeudados  a la accionante, y aunque lo hubiere hecho, como se anotó,  no hay razón que explique el incumplimiento del pago de salarios.   

5. Razón de la decisión.  

5.1.  La Sala encontró procedente la acción  tutela,  pese  a  haberse  presentado dos años después de iniciada la conducta  vulnerante  por  parte  de  la  entidad  accionada:  el  no  pago puntual de los  salarios;  toda  vez  que se encontró demostrada la vulneración continuada del  derecho  fundamental  al  mínimo vital hasta el propio momento de presentación  de  la  demanda  de amparo constitucional. En suma, es la violación del derecho  al  mínimo  vital  -o  a  la  subsistencia  digna-  lo  que permite que, pese a  tratarse  de  una  reclamación  de  carácter  laboral,  pueda  ser  objeto  de  protección     por    el    juez    de    tutela.29   

5.2.  En  conclusión,  se  ordenará  a  la  entidad  accionada  que  proceda  a cancelar los salários y demás prestaciones  adeudadas,  y así, cese la conducta que dio lugar a la vulneración del derecho  invocado.   

III. DECISIÓN.  

En  mérito de lo expuesto, la Sala Quinta de  Revisión  de  la  Corte  Constitucional,  administrando  justicia en nombre del  pueblo y por mandato de la Constitución,   

RESUELVE:  

Primero.- REVOCAR la  decisión  proferida  por  el 16 de enero de 2009 Juzgado Promiscuo Municipal de  San  Jacinto,  y  en  su  lugar  tutelar  el  derecho  al  mínimo  vital  de la  señora  Yasmira Estela Solano Carmona.    

Segundo.  ORDENAR al  Alcalde  del  Municipio de San Jacinto que en el término de las cuarenta y ocho  (48)  siguientes  a  la notificación de esta providencia proceda a cancelar los  salarios  y  prestaciones  sociales  dejados de pagar a la señora  Yasmira  Estela  Solano  Carmona, quien laboró en el cargo de Auxiliar Promotor, Código  407,  grado  04  de la alcaldía, entre el 14 de noviembre de 2006  y el 31  de diciembre de 2007.   

Tercero. ORDENAR  que  por  Secretaria General  de  la  Corte  se  remita  el  expediente  al Juzgado Promiscuo Municipal de San  Jacinto,  quien  se encargará de vigilar el cumplimiento de la Sentencia.    

Cuarto.         Por  Secretaría,  líbrese  la  comunicación  prevista  en  el  artículo  36 del Decreto 2591 de  1991.   

Notifíquese, comuníquese, insértese en la  Gaceta de la Corte Constitucional y cúmplase.   

MAURICIO GONZÁLEZ CUERVO  

Magistrado Ponente  

JORGE IGNACIO PRETELT CHALJUB  

Magistrado  

NILSON PINILLA PINILLA  

Magistrado  

MARTHA VICTORIA SÁCHICA MÉNDEZ  

Secretaria General  

    

1 Ver  folio 8 del cuaderno de pruebas #1 del expediente.   

2 Ver  folio 9 del cuaderno de pruebas #1 del  expediente.   

3 Ver  folio 6 del cuaderno de pruebas #1 del expediente.   

4 Ver  folio 10 del cuaderno de pruebas #1 del  expediente   

5 Ver  folios    del    11    al    14   del   cuaderno   de   pruebas   #1   del   expediente.   

6 Ver  folio 16 del cuaderno de pruebas #1 del  expediente   

8 Ver  folios 18 y 19 del cuaderno de pruebas #1 del  expediente.   

9 Ver  folio 37 del cuaderno de pruebas #1 del  expediente   

10 Ver  folio 26 del cuaderno de pruebas #1 del  expediente.   

11 Ver  folio 28 del cuaderno de pruebas #1 del  expediente.   

12  Cfr. Corte Constitucional.  Sentencia T-834 de 2005 M.P. Clara Inés Vargas Hernández.   

13 Ver  Sentencias  T-432  de  2002,  M.P.  Dr. Jaime Córdoba Triviño; T- 408 de 2002,  M.P.  Dra. Clara  Inés Vargas Hernández; SU-646 de 1999, M.P. Dr. Antonio  Barrera   Carbonell,   T-   632   de   2004,   M.P.  Dr.  Marco  Gerardo  Monroy  Cabra.   

14  Corte   Constitucional,   Sentencias  T-606/99,  T-240/01,  T-242/01,  T-346/04,  T-505/04 y T-853 de 2008.   

15 Ver  las  sentencias  T-081 del 24 de febrero de 1997 (M.P. José Gregorio Hernández  Galindo) y T-295 del 20 de marzo de 2001.   

16  Cfr.  Corte  Constitucional.  Sentencia   SU-995 del 9 de diciembre de 1999  (M.P. Carlos Gaviria Díaz).   

17  Corte   Constitucional,  Sentencia  T-011/98.  M.P:  José  Gregorio  Hernández  Galindo.   

18  Corte  Constitucional,   Sentencia T-816 de 2003. M.P: Rodrigo Escobar Gil.   

19  Corte  Constitucional,  Sentencia T-148 de 2002. M.P : Manuel José Cepeda  Espinosa.   

20Corte  Constitucional,  Sentencia  T-725 de 2001, M.P. Jaime Araujo  Rentería:  “Sobre  la  afectación  del  mínimo vital  o de subsistencia ha  dicho    la    Corte,    en    reiterada    jurisprudencia,   que   éste  se  presume afectado, cuando la suspensión en el pago  del  salario  se  prolonga indefinidamente en el tiempo, de  tal  suerte  que  se  coloca  al  trabajador  y  a  su familia en una situación  económica  crítica  que afecta sus derechos fundamentales y que hace necesaria  la  intervención  rápida y eficaz del juez de tutela para restablecer su goce,  correspondiéndole  al  demandado  la demostración de  que  el  peticionario de la tutela cuenta con otros ingresos o recursos, con los  cuales   pueda   atender   sus   necesidades  primarias  vitales  y  las  de  su  familia” (subrayas fuera de texto).   

21  Corte  Constitucional,  Sentencia  T-795  de  2001,  M.P.  Manuel  José  Cepeda  Espinosa:  “(L)a  Corte  ha  establecido  una  presunción  de afectación del  mínimo  vital  cuando  la suspensión en el pago del  salario  es  prolongada  o indefinida, salvo que se trate del incumplimiento de  hasta  dos  salarios mínimos  mensuales” (subrayas  fuera de texto).    

22  Corte  Constitucional,  Sentencias T-241 de 2000, M.P. José Gregorio Hernández  Galindo y T-1026 de 2000 M.P. Alejandro Martínez Caballero.   

23  Corte  Constitucional,  Sentencia  T-795  de  2001,  M.P.  Manuel  José  Cepeda  Espinosa:  “(L)a Corte ha precisado que si se afirma que el derecho al mínimo  vital   está siendo vulnerado y ello se demuestra indiciariamente, corresponde  al  juez de tutela determinar si en efecto se configura dicha vulneración. Ello  se  desprende  de  la  especial  función  asignada  al  juez  de garantizar los  derechos fundamentales.”   

24  “La  acción  de  tutela  procede  sólo  para proteger el mínimo vital  del  accionante,  esto  es,  “para  evitar  que  el trabajador sufra una situación  crítica  económica  y  psicológica”,  sentencias  SU-342  de 1995, T-019 de  1997, T-081 de 1997, T-261 de 1997.   

25  Corte  Constitucional, Sentencia T-683 de 2001, M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra:  “En  efecto,  si  hay  elementos  de  juicio  que  indican  que  el trabajador  tiene  otros  ingresos  que  le  permiten  subsistir  dignamente   sin   el   salario,   la   tutela  no  puede  prosperar.” (subrayas fuera de texto)   

26  Corte   Constitucional,   Sentencia   T-035   de   2001,   M.P.  Cristina  Pardo  Schlesinger.   

27  Cfr.  Corte Constitucional.  Sentencias  SU-995  de  1999,  ya  citada,  y T-505 del 25 de mayo de 2004 (M.P.  Rodrigo Escobar Gil).   

28  Cfr.  Sentencia  T-660  de  2004 M.P. Jaime Córdoba Triviño.   

29  Cfr. Corte Constitucional.  Sentencias  T-170  de  1998  M.P.  Fabio  Morón Díaz, T-511 de 1998  M.P.  Vladimiro  Naranjo  Mesa,  T-759  de  1998  M.P. Antonio Barrera Carbonell,  T-045  de  1999  M.P.  Alfredo Beltrán Sierra, T-162 de 2004 M.P. Álvaro Tafur  Galvis y T-916 de 2004 M.P. Alfredo Beltrán Sierra, entre otras.     

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