T-554-09

Tutelas 2009

    Sentencia       T-554-09   

Referencia: expediente T-2283055  

Acción de tutela instaurada por Elide Isabel  Sanabria Medina contra Briton Med Colombia Ltda.   

Magistrado  Ponente:   

Dr. LUIS ERNESTO VARGAS SILVA   

Bogotá,  D.C.,  diecinueve (19) de agosto de  dos mil nueve (2009).   

La  Sala  Tercera  de  Revisión  de la Corte  Constitucional    integrada   por   los   Magistrados  LUIS  ERNESTO  VARGAS  SILVA,  MAURICIO  GONZÁLEZ  CUERVO  y GABRIEL EDUARDO MENDOZA MARTELO, en ejercicio de sus  competencias  constitucionales  y legales, específicamente las previstas en los  artículos  86  y  241  numeral  9 de la Constitución Política y en el Decreto  2591 de 1991, profiere la siguiente:   

SENTENCIA   

Dentro del proceso de revisión de los fallos  dictados  por  el Juzgado Dieciséis Civil Municipal de Bucaramanga y el Juzgado  Noveno  Civil  del  Circuito  de  la misma ciudad, que resolvieron la acción de  tutela  promovida por Elide Isabel Sanabria Medina contra la sociedad Briton Med  Colombia Ltda.   

I. ANTECEDENTES  

El   3   de  febrero  de  2009,  Elide  Isabel  Sanabria Medina interpuso  acción  de  tutela  ante  el Juzgado Dieciséis Civil Municipal de Bucaramanga,  contra  la  sociedad  Briton  Med  Colombia Ltda., por considerar vulnerados sus  derechos  fundamentales  a  la  vida  digna,  al  mínimo  vital, a la seguridad  social, a la salud y a la estabilidad laboral reforzada.   

Fundamentó  su  acción  en  los  siguientes   

1. Hechos  

1.1 La accionante indica que en marzo de 2004,  mediante  un  contrato  de  trabajo  a  término  indefinido,  se  vinculó a la  sociedad  Briton  Med  Colombia  Ltda. para desempeñar el cargo de vendedora de  material médico y quirúrgico.   

1.2  Señala  que  en  octubre  de  2007, su  médico  tratante  adscrito  a  Cafesalud E.P.S. le diagnosticó cáncer de mama  “en parte no especificada”.   

1.3   Afirma  que  en  consideración  del  diagnóstico   anotado,   se   encuentra   sometida  a  un  tratamiento  médico  oncológico.  En  este  sentido,  señala que su médico tratante le ha ordenado  varias incapacidades médicas desde esa fecha.   

1.4  Manifiesta  que a pesar de su estado de  salud  y  de  la necesidad de recibir tratamiento médico, el 9 de mayo de 2008,  el  representante  legal  de Briton Med Colombia Ltda., señor Cristian Mantilla  Leiva,  le  informó:  “Conforme  a la legislación  laboral  y  debido  a  la falta de cumplimiento a (sic)  las  funciones  de  su  cargo, y haber abandonado sus  labores,  hemos  decidido  dar  por  terminado  unilateralmente  el  contrato de  trabajo a partir del 17 de abril del año en curso.”   

1.5  Explica  que  como  consecuencia  de su  desvinculación  laboral,  se  produjo  su  desafiliación del Sistema de Salud.   

1.6  Por  último,  precisa  que debido a la  terminación  de  su  contrato  de  trabajo,  no  posee los recursos económicos  suficientes para costear los servicios de salud que necesita.   

2. Solicitud de tutela  

Por lo anterior, Elide Isabel Sanabria Medina  solicitó  ante  el  juez  de  tutela  ordenar a la sociedad Briton Med Colombia  Ltda.  que  efectúe su reintegro a esa empresa, a fin de que pueda conservar su  afiliación  al  Sistema  de  Salud  y  recibir  el tratamiento prescrito por su  médico tratante.   

3. Trámite de instancia  

3.1  La  acción de tutela fue tramitada ante el Juzgado Dieciséis Civil  Municipal  de Bucaramanga, el cual, mediante auto del día 4 de febrero de 2009,  ordenó su notificación a Briton Med Colombia Ltda.   

Respuesta de la sociedad Briton Med Colombia  Ltda.   

3.2  Mediante  escrito  del 13 de febrero de  2009,  Briton  Med  Colombia  Ltda., actuando por intermedio de su representante  legal,  señor  Cristian  Mantilla Leiva, solicitó al juez de tutela denegar el  amparo invocado.   

3.3 Para fundamentar su petición, la sociedad  accionada  indicó  que  la  terminación  del contrato suscrito se debió a que  tuvo  conocimiento  de  que  la  accionante  no  sólo trabajaba para Briton Med  Colombia  Ltda.,  sino  también  para  la  empresa  Alliance  Solutions  MD. Al  respecto,  precisó:  “A  la  señora  Elide Isabel  Sanabria  Medina  se  le  despidió  por  justa causa, ya que ella se encontraba  trabajando     para    la    empresa    Alliance  Solutions  MD  de propiedad de su compañero sentimental,  como  vendedora.  Anexo  facturas de las ventas No. 39125, 39253, 39371 donde le  demostramos   [que]   los  pedidos  que  ella  hizo  a  la empresa Dimesan Ltda. de propiedad de mi hermano  Jhon    Mantilla    Leiva,    [eran]    para   venderlos   a   nombre   de  la  empresa  de  su  compañero  sentimental,  incumpliendo  con  la  lealtad y al contrato de trabajo que tenía  conmigo de vincular clientes a mi firma.”   

3.4  De otro lado, señaló que el despido se  produjo  el  17 de abril de 2008, fecha en la cual la actora no se encontraba en  periodo de incapacidad laboral.   

4.  Pruebas  relevantes  que  obran  en  el  expediente   

* Copia  de la carta dirigida el 9 de mayo de  2008  por  Cristian  Mantilla  Leiva, representante legal de Briton Med Colombia  Ltda., a Elide Isabel Sanabria Medina (folios 4 y 37, cuaderno 2).     

    

* Copia  de  incapacidades médicas expedidas  por  Saludcoop  E.P.S.  a  favor  de Elide Isabel Sanabria Medina (folios 5 y 6,  cuaderno 2).     

    

* Copia de la “Certificación de afiliación  cotizante”  expedida  el  9  de junio de 2008 por Cafesalud E.P.S., a favor de  Elide Isabel Sanabria Medina (folios 7 y 38, cuaderno 2).     

    

* Copia del “Certificado de incapacidades”  expedido  el  4  de  noviembre  de  2008  por Cafesalud E.P.S., a favor de Elide  Isabel Sanabria Medina (folios 8, 9, 40 y 41, cuaderno 2).     

    

* Copia  del tratamiento médico prescrito el  23  de  abril de 2008 por el médico oncólogo Jesús Solier Insuasty Enríquez,  a Elide Isabel Sanabria Medina (folios 11 y 42, cuaderno 2).     

    

* Copia  del tratamiento médico prescrito el  27  de  marzo de 2008 por el médico oncólogo Jesús Solier Insuasty Enríquez,  a Elide Isabel Sanabria Medina (folios 12 y 43, cuaderno 2).     

    

* Copia  del tratamiento médico prescrito el  21  de  enero de 2008 por el médico oncólogo Jesús Solier Insuasty Enríquez,  a Elide Isabel Sanabria Medina (folios 13 y 44, cuaderno 2).     

    

* Copia  del tratamiento médico prescrito el  15  de  febrero  de  2008  por  el  médico  oncólogo  Jesús  Solier  Insuasty  Enríquez,   a   Elide   Isabel  Sanabria  Medina  (folios  14  y  45,  cuaderno  2).     

    

* Copia  del tratamiento médico prescrito el  10  de  diciembre  de  2007  por  el  médico  oncólogo  Jesús Solier Insuasty  Enríquez,   a   Elide   Isabel  Sanabria  Medina  (folios  15  y  46,  cuaderno  2).     

    

* Copia  del tratamiento médico prescrito el  15  de  octubre  de  2007  por  el  médico  oncólogo  Jesús  Solier  Insuasty  Enríquez,   a   Elide   Isabel  Sanabria  Medina  (folios  16  y  47,  cuaderno  2).     

    

* Declaración  juramentada  rendida el 10 de  febrero  de  2009 ante el Juzgado Dieciséis Civil Municipal de Bucaramanga, por  Isabel Sanabria Medina (folios 22 a 24, cuaderno 2).     

    

* Copia  de  las facturas de venta No. 39125,  39253  y  39371,  expedidas  por  la sociedad Dimesan Ltda. a nombre de Alliance  Solutions MD (folios 26 a 28, cuaderno 2).     

    

* Copia   de   las  incapacidades  médicas  expedidas  por  Saludcoop  E.P.S.  a favor de Elide Isabel Sanabria Medina, para  los  períodos  del  2  al  16  de abril de 2008 y del 18 al 29 de abril de 2008  (folios 29 y 30, cuaderno 2).     

    

* Copia de la incapacidad médica expedida por  Saludcoop  E.P.S.  a favor de Elide Isabel Sanabria Medina, para el período del  15 al 29 de mayo de 2008 (folio 35, cuaderno 2).     

II.  LAS SENTENCIAS QUE SE REVISAN   

1. Sentencia de primera instancia  

1.1 En sentencia del 17 de febrero de 2009, el  Juzgado  Dieciséis  Civil Municipal de Bucaramanga declaró la improcedencia de  la acción de tutela interpuesta.    

1.2  Para ello, el juez de instancia sostuvo  que  de  conformidad  con  lo  dispuesto  en  el numeral 1° del artículo 6 del  Decreto  2591  de  1991, la presente acción de tutela no satisface el requisito  de  subsidiariedad,  pues  existen otros medios de defensa judicial para obtener  la  protección  constitucional  invocada.  Al  respecto, señaló: “…del   escrito  de  tutela  se  desprende  que  la  accionante  pretende  a  través  de  este  mecanismo excepcional que se ordene a la entidad  demandada  Briton  Med  Colombia  Ltda.,  el  reintegro  a su puesto de trabajo,  derecho  que  no  es  precisamente  de  índole  constitucional y por ende no se  encuentra  dentro de la órbita del juez constitucional; es así como al existir  otro  medio  eficaz  de  defensa  judicial  para  ventilar dicho asunto, dado el  carácter  residual  de la tutela, el escenario judicial idóneo para dirimir el  conflicto planteado es el de la jurisdicción laboral”.   

1.3  En  igual  sentido,  consideró  que la  acción   interpuesta   tampoco  satisface  el  requisito  de  inmediatez,  pues  “la  accionante,  a  pesar  de haber sido despedida  desde  el  17  de  abril  del año 2008, solamente hasta el día 3 de febrero de  2009  [es  decir], 9 meses y  17  días  después,  acudió  a  la jurisdicción constitucional, de lo cual se  infiere la inexistencia de un perjuicio irremediable.”   

2.  Impugnación  de  Elide  Isabel Sanabria  Medina   

2.1  Mediante  escrito  del 23 de febrero de  2009,  la  accionante  solicitó  ante  el  juez  de  instancia revocar el fallo  adoptado, y en su lugar, conceder la tutela interpuesta.   

2.2  Al  sustentar  la  impugnación,  con  relación  al  argumento  relativo  al  supuesto incumplimiento del requisito de  inmediatez,   la  actora  aclaró:  “…me  permito  precisar  que  si  yo no había acudido al juez constitucional anteriormente fue  porque  la  empresa  Briton  Med  Colombia  Ltda., a través de su representante  legal,    desde    la    fecha    [de]   mi  despido  injusto,  ha  hecho acercamientos con el propósito de  conciliar  una posible indemnización porque conocen claramente la injusticia de  que  fui  víctima  y  más  sabiendo  de la patología que padezco, sin embargo  nunca  hubo  una  propuesta  que efectivamente cese el comportamiento, y ante mi  grave  situación  económica  y  sin otra alternativa, me vi en la necesidad de  interponer la presente acción.”   

3. Sentencia de segunda instancia  

3.1 En sentencia del 27 de marzo de 2009, el  Juzgado  Noveno  Civil  del Circuito de  Bucaramanga confirmó la decisión  adoptada  el  17 de febrero de 2009 por el Juzgado Dieciséis Civil Municipal de  la  misma ciudad, mediante la cual se declaró la improcedencia de la acción de  tutela.   

3.2 Para sustentar su decisión, reiteró los  argumentos  expuestos  por el juez de tutela de primera instancia, en el sentido  de   señalar   que   la   presente  acción  no  satisface  los  requisitos  de  subsidiariedad e inmediatez.   

III.  CONSIDERACIONES  Y  FUNDAMENTOS  DE  LA  CORTE.   

1. Competencia  

De  conformidad  con  lo  establecido  en los  artículos  86  y 241-9 de la Constitución Política y 31 a 36 del Decreto 2591  de  1991  y  con  la  selección y el reparto efectuados el 11 de junio de 2009,  esta    Sala    es   competente   para   revisar   las   decisiones   judiciales  mencionadas.   

2. Problema jurídico  

2.1  De  acuerdo  con  los  hechos expuestos,  corresponde   a   la  Corte  determinar  si  la  sociedad  Briton  Med  Colombia  Ltda.  vulneró  el  derecho  fundamental  a la estabilidad laboral reforzada de Elide Isabel Sanabria Medina,  al  efectuar la terminación unilateral de su contrato de trabajo a pesar de sus  graves  padecimientos  de salud y de no contar con el permiso de las autoridades  laborales correspondientes.   

2.2  Para dar solución al problema jurídico  planteado,  la  Sala reiterará el criterio jurisprudencial de esta Corporación  relativo  al   derecho  a  la  estabilidad  laboral reforzada de quienes se  encuentran   en  circunstancia  de  debilidad  manifiesta  o  indefensión  como  resultado del deterioro de su estado de salud.   

2.3  Con  base  en  lo anterior, esta Sala de  Revisión  estimará  si  se  deben amparar los derechos fundamentales invocados  por  Elide Isabel Sanabria Medina y, por tanto, revocar las sentencias de tutela  proferidas  el  17  de febrero de 2009 por el Juzgado Dieciséis Civil Municipal  de  Bucaramanga  y  el  27  de  marzo  de  2009  por el Juzgado Noveno Civil del  Circuito de la misma ciudad, dentro del presente trámite.   

3.  El  derecho  fundamental a la estabilidad  laboral  reforzada  de  quienes  se  encuentran  en  circunstancia  de debilidad  manifiesta o indefensión. Reiteración de jurisprudencia   

3.1   De   conformidad   con   el  artículo  13  de la Constitución Política, el Estado tiene la  obligación  de  proteger  de  manera  especial  el  ejercicio  del derecho a la  igualdad   de   “aquellas   personas  que  por  su  condición  económica,  física  o  mental,  se encuentren en circunstancias de  debilidad  manifiesta.”  De este modo, la misma norma  constitucional  establece  que  el  Estado  es  responsable de         sancionar       “los   abusos   y  maltratos  que  contra  ellas  se  cometan.”   

En   igual  sentido,  con  relación  a  la  protección  que  el Estado debe a quienes en virtud de sus condiciones físicas  se  encuentran  en  una  situación de debilidad o indefensión, el artículo 47  Constitucional  establece que “El Estado adelantará  una  política  de  previsión,  rehabilitación  e integración social para los  disminuidos  físicos,  sensoriales  y  síquicos,  a  quienes  se  prestará la  atención especial que requieran.”   

Así  mismo, en concordancia con el artículo  53  Superior  según  el  cual  entre  los principios mínimos fundamentales que  deben  orientar  las  relaciones  laborales  se  encuentran la estabilidad en el  empleo  y  la  garantía  de  la  seguridad  social, el artículo 54 de la Carta  dispone  que  “Es  obligación  del Estado y de los  empleadores  ofrecer  formación  y  rehabilitación  profesional  y  técnica a  quienes  lo  requieran.  El Estado debe propiciar la reubicación laboral de las  personas  en  edad  de trabajar y garantizar a los minusválidos el derecho a un  trabajo   acorde   con  sus  condiciones  de  salud1.”   

3.2  En virtud de las normas constitucionales  señaladas,  la Corte ha sostenido que en el marco de las relaciones de trabajo,  la  protección  especial  a  quienes por su condición  económica,  física  o  mental,  se  encuentran  en circunstancias de debilidad  manifiesta  o indefensión, implica la titularidad del  derecho    fundamental    a   la   estabilidad   laboral   reforzada2, esto es, (i)  el  derecho  a  conservar  el  empleo;  (ii)  a no ser despedido en razón de un  padecimiento  de  salud;  (iii)  a  permanecer en él hasta que se configure una  causal  objetiva  que  amerite  la  desvinculación  laboral;  y  (iv)  a que el  inspector  de trabajo o la autoridad que haga sus veces, autorice el despido con  base  en  la  verificación  previa de dicha causal, a fin de que el mismo pueda  ser           considerado           eficaz3.   

Al respecto, en la sentencia C-531 de 2000, al  analizar  la  constitucionalidad  del  artículo  26  de  la Ley 361 de 1997 que  dispone  la  prohibición  de  despedir  a  un  trabajador  discapacitado sin la  autorización    del    inspector    de    trabajo4,  la Corte indicó5:   

“El ámbito laboral constituye, por consiguiente, objetivo  específico  para  el  cumplimiento de esos propósitos proteccionistas, en aras  de  asegurar  la  productividad  económica de las personas discapacitadas, así  como   su  desarrollo  personal.  De  ahí  que,  elemento  prioritario  de  esa  protección  lo  constituya una ubicación laboral acorde con sus condiciones de  salud  y  el  acceso  efectivo  a  los  bienes  y  servicios  básicos  para  su  subsistencia  y  el  sostenimiento  de  su  familia (C.P., arts. 54 y 334), para  todos aquellos que se encuentren en edad de trabajar.   

Para  la  consecución  de  esos  fines, la  efectividad  del  ejercicio  del  derecho al trabajo, como ocurre para cualquier  otro  trabajador,  está  sometida  a  la  vigencia  directa  en  las relaciones  laborales   de   unos  principios  mínimos  fundamentales  establecidos  en  el  artículo  53  de  la Carta Política. Cuando la parte  trabajadora  de  dicha  relación  está conformada por un discapacitado, uno de  ellos  adquiere  principal prevalencia, como es el principio a la estabilidad en  el  empleo,  es  decir  a permanecer en él y de gozar de cierta seguridad en la  continuidad  del  vínculo  laboral  contraído,  mientras  no exista una causal  justificativa  del  despido,  como consecuencia de la  protección  especial  laboral  de la cual se viene hablando con respecto a este  grupo de personas.   

Tal seguridad ha sido identificada como una  “estabilidad   laboral   reforzada”   que   a   la  vez  constituye  un  derecho  constitucional, igualmente predicable de otros grupos  sociales  como  sucede  con las mujeres embarazadas y los trabajadores aforados,  (…).” (Subraya fuera del texto original).   

3.3   Ahora   bien,   de   acuerdo  con  la  jurisprudencia  constitucional,  la  protección laboral reforzada en comento no  sólo    se   aplica   a   quienes   tienen   la   calidad   de   inválidos   o  discapacitados6.   Por   el   contrario,  en  criterio  de  esta  Corporación,  la  estabilidad  laboral reforzada se hace extensiva a todos los trabajadores que se  encuentren  en  una  situación  de debilidad manifiesta como consecuencia de la  grave   afectación   de   su   estado   de   salud7.   

En  efecto, en la sentencia T-198 de 2006, la  Corte precisó:   

“Aquellos  trabajadores  que  sufren  una  disminución  en  su  estado de salud durante el  transcurso  del  contrato  laboral,  deben ser considerados como personas que se  encuentran  en  situación  de debilidad manifiesta, razón por la cual frente a  ellas  también  procede  la  llamada  estabilidad  laboral  reforzada,  por  la  aplicación   inmediata   de   la  Constitución.  La  protección  legal  opera por el sólo hecho de encontrarse la persona dentro de  la  categoría  protegida,  consagrando  las  medidas de defensa previstas en la  ley.  Por su parte, el amparo constitucional de las personas en circunstancia de  debilidad  manifiesta  permite  al  juez  de  tutela  identificar  y ponderar un  conjunto  más  o  menos amplio y variado de elementos fácticos para deducir la  ocurrencia  de  tal  circunstancia  y  le  da un amplio margen de decisión para  proteger  el  derecho  fundamental amenazado o restablecerlo cuando hubiera sido  vulnerado.    En   materia   laboral,   la  protección  especial  de  quienes  por  su  condición física  están  en  circunstancia  de  debilidad  manifiesta  se extiende también a las  personas  respecto  de  las  cuales esté probado que su situación de salud les  impide  o  dificulta  sustancialmente  el  desempeño  de  sus  labores  en  las  condiciones  regulares, sin necesidad de que exista una calificación previa que  acredite   su   condición   de   discapacitados   o  de  invalidez.” (Subraya fuera del texto original).   

Así,  en  aplicación  del  derecho  a  la  estabilidad   laboral  reforzada,  todo  trabajador  que  se  encuentre  en  una  situación  de debilidad manifiesta como resultado de la grave afectación de su  estado  de salud, tiene derecho a permanecer en su lugar de trabajo hasta que se  configure  una  causal  objetiva  que amerite la desvinculación laboral, causal  que,  en  todo  caso, deber ser  previamente verificada por el inspector de  trabajo  o  la  autoridad que haga sus veces. En este sentido, se reitera que el  derecho  a  la  estabilidad  laboral  reforzada  es una consecuencia de la grave  afectación   del   estado   de   salud   del  trabajador,  afectación  que  no  necesariamente  se  deriva del estado de invalidez o discapacidad declarado así  por la autoridad competente.    

3.4  En  virtud  de  lo anterior, la Corte ha  dicho  que  si  el  juez  constitucional  comprueba  que  el  despido  o  la  no  renovación  del  contrato  de  trabajo  de  una persona cuya salud se encuentra  afectada  seriamente,  se  produjo  sin  la  autorización  de  la autoridad del  trabajo,  deberá  presumir  que  la  desvinculación  laboral  es  una  consecuencia de los padecimientos de  salud            del            trabajador8.  De  ser así, de conformidad  con  la  jurisprudencia  de  esta  Corporación, el juez deberá concluir que se  causó  una  grave  afectación  de  los  derechos fundamentales del accionante,  conceder  el  amparo  invocado,  declarar la ineficacia del despido y ordenar su  reintegro   a   un   cargo   acorde   con   su  situación  especial9.   

Al  respecto,  en  la  sentencia  T-449  de  200810, la Corte concluyó:     

“[S]i   el  juez  constitucional  logra  establecer  que  el  despido  o  la  terminación del contrato de trabajo de una  persona  discapacitada  se  produjo  sin  previa autorización de la Oficina del  Trabajo,  deberá  presumir  que  la  causa  de  ésta  es  la  circunstancia de  discapacidad   que  aquel  padece  y  que  bien  puede  haber  sobrevenido  como  consecuencia  de  la  labor  desempeñada en desarrollo de la relación laboral.  Por  lo  tanto,  el  juez  estará  en  la  obligación de proteger los derechos  fundamentales  del peticionario, declarando la ineficacia del despido, obligando  al  empleador  a  reintegrarlo y de ser necesario reubicarlo, y en el caso de no  haberse  verificado  el pago de la indemnización prevista por el inciso segundo  del  artículo  26  de  la  Ley  361  de  1997,  deberá  igualmente condenar al  empleador al pago de la misma.”   

3.5  En  suma,  en  virtud  del  derecho a la  estabilidad  laboral reforzada, el trabajador que se encuentre en una situación  de  debilidad  manifiesta  como  resultado  de  la grave afectación de su salud  tiene  derecho  a  conservar  su  trabajo;  a  no  ser despedido en razón de su  situación  de  vulnerabilidad;  a  permanecer en él hasta que se configure una  causal  objetiva  que  amerite  su desvinculación laboral; y a que dicha causal  sea  previamente verificada y consentida por la autoridad laboral competente. De  este  modo,  para efectos del fallo de tutela, el despido que se produzca sin el  lleno  de los requisitos legales y jurisprudenciales indicados será ineficaz, y  por  tanto, el juez de amparo deberá conceder la protección invocada y ordenar  el  reintegro  del  trabajador  a  un  cargo  acorde  con  su  estado  de salud.   

4. Estudio del caso concreto  

4.1  Con  base  en  las  consideraciones  y  fundamentos  expuestos  anteriormente, esta Sala de Revisión determinará si la  sociedad   Briton   Med  Colombia  Ltda.  vulneró  el  derecho fundamental a la estabilidad laboral reforzada  de  Elide  Isabel  Sanabria Medina, al efectuar la terminación unilateral de su  contrato  de trabajo a pesar de sus graves padecimientos de salud y de no contar  con el permiso de las autoridades laborales correspondientes.   

4.2  Para  resolver  el presente caso, en las  consideraciones  generales de esta sentencia la Sala concluyó que en virtud del  derecho  fundamental  a  la  estabilidad  laboral  reforzada, el trabajador cuyo  estado  de  salud  se encuentre gravemente deteriorado tiene derecho a conservar  su  trabajo  y  a  no  ser despedido en razón de sus padecimientos; así como a  permanecer  en  él  hasta  que  se configure una causal objetiva que amerite su  desvinculación  y  a  que  dicha  causal  sea  estudiada  y  consentida  por la  autoridad laboral competente.   

4.3   En   concordancia  con  el  criterio  jurisprudencial  expuesto,  como  pasará  a demostrarse, la presente acción de  tutela  es procedente y debe prosperar en relación con la pretensión de tutela  relativa  al  reintegro de Elide Isabel Sanabria Medina a la sociedad Briton Med  Colombia Ltda.   

4.3.1 En primer lugar, esta Sala debe precisar  que  no  comparte  las  decisiones  de los jueces de instancia, en el sentido de  considerar  que  la  presente  acción  es  improcedente  por incumplimiento del  requisito  de  subsidiariedad  previsto  en  el  numeral 1° del artículo 6 del  Decreto 2591 de 1991.   

Por  el  contrario,  en sentir de la Sala, la  acción  de  tutela  instaurada  es  procedente,  toda  vez  que  a aunque en el  presente  caso  existen  otros  medios  de defensa judicial para controvertir la  decisión  de  Briton  Med  Colombia  Ltda.  de dar por terminado el contrato de  trabajo  suscrito  con  la  accionante,  a  luz de los hechos que fundamentan la  acción  interpuesta,  dichos  medios no son idóneos para proteger los derechos  invocados11.   

En  efecto,  se  encuentra  probado  que  la  accionante  se  encuentra  en  circunstancia  de  debilidad  manifiesta, pues su  estado  de  salud está seriamente comprometido como consecuencia del cáncer de  mama  que  la  aqueja  desde  hace  dos años. Así mismo, de conformidad con el  escrito  de  tutela -hecho que no fue desvirtuado por la sociedad accionada-, se  encuentra  probado  que  la  terminación  de su contrato de trabajo implicó la  grave  afectación  de  sus  derechos fundamentales a la seguridad social y a la  salud,  debido a que se produjo su desafiliación del Sistema de Salud y, en esa  medida, no ha recibido la atención médica que requiere.   

En  este  sentido,  a juicio de la Sala, las  actuales  condiciones  de  la actora son razones suficientes para estimar que la  exigencia  de  adelantar  un  proceso judicial ante la jurisdicción ordinaria a  fin  de  obtener  su  reintegro  a  la  sociedad  accionada,  no  es razonable y  proporcionada  si  se  tiene  que su cumplimiento derivaría en la prolongación  injustificada  de  su  situación  de  vulnerabilidad. Es por ello que esta Sala  concluye  que  debido a dicha situación en que se encuentra la accionante, dado  al  carácter  sumario de la acción de amparo frente a los medios ordinarios de  defensa  judicial,  en  el  presente  caso  la acción de tutela es el mecanismo  judicial  idóneo  y  eficaz  para  resolver  la  protección  de  los  derechos  invocados.   

De este modo, queda demostrado que la acción  incoada  por Elide Isabel Sanabria Medina contra la sociedad Briton Med Colombia  Ltda. sí satisface el requisito de subsidiariedad.   

4.3.2  En  segundo  lugar, en atención a la  jurisprudencia  de  esta  Corporación,  la Sala tampoco comparte el criterio de  los  jueces  de  instancia  según  el  cual  la  presente  acción de tutela no  satisface  el  requisito de inmediatez, toda vez que transcurrieron más de ocho  meses  entre el momento en que se produjo el despido de la accionante y la fecha  de interposición de la acción.    

En  efecto,  de  acuerdo  con  el precedente  jurisprudencial   de   la   Corte  en  esa  materia12, en  aras  de  garantizar la eficacia y prevalencia de los derechos fundamentales, la  acción  de  tutela  será  procedente en todos aquellos casos en que a pesar de  que  haya  transcurrido  un  extenso espacio de tiempo  entre  el  hecho que generó la vulneración y la presentación de la acción de  tutela,  se  demuestre  que  (i)  la  afectación  de los derechos fundamentales  permanece  en  el  tiempo  y,  por  tanto,  la situación desfavorable en que se  encuentra  el  accionante  es  continúa  y  actual;  y  (ii)  la  situación de  indefensión  y  vulnerabilidad  del  actor  convierte  en  desproporcionada  la  exigencia    relativa   al   uso   de   los   medios   ordinarios   de   defensa  judicial.   

Entonces,  en aplicación de lo expuesto, la  Sala  estima  que  la  presente  acción de tutela sí satisface el requisito de  inmediatez,  pues está demostrado que las actuales condiciones de la actora son  razones  suficientes  para  estimar  que  la  exigencia  de adelantar un proceso  judicial  ante  la  jurisdicción  ordinaria  a fin de obtener su reintegro a la  sociedad  accionada,  no  es  razonable  y  proporcionada  si  se  tiene  que su  cumplimiento  derivaría  en  la prolongación injustificada de su situación de  vulnerabilidad.  Igualmente,  porque a pesar de su delicado estado de salud y de  la   urgencia  de  recibir  tratamiento  médico,  su  situación  de  desempleo  ocasionó  su  actual  desafiliación  del  Sistema  de Salud, circunstancia que  permite  concluir que la afectación de sus derechos fundamentales no ha cesado,  continúa  y  es actual y, que por tanto, se hace indispensable la intervención  del juez de tutela.   

Así, la Sala concluye que la acción incoada  por  Elide  Isabel  Sanabria Medina contra la sociedad Briton Med Colombia Ltda.  sí satisface el requisito de inmediatez.   

4.3.3  Ahora bien, con relación al problema  jurídico  planteado,  de conformidad con los hechos que fundamentan la presente  acción,  en  marzo  de 2004, la accionante se vinculó a la sociedad Briton Med  Colombia  Ltda.  para  desempeñar  el  cargo de vendedora de material médico y  quirúrgico,  mediante  un contrato de trabajo a término indefinido13.  En  este  orden  de  ideas,  se  encuentra  probado  que  en  octubre  de 2007, su médico  tratante   adscrito   a   Cafesalud  E.P.S.  le  diagnosticó  cáncer  de  mama  “en    parte    no    especificada”14  y  que   por  esta  razón  desde  esa  fecha está sometida a un tratamiento  oncológico      para      su      recuperación15.    Adicionalmente,    se  encuentra   acreditado   que   su   médico   tratante  le  ha  ordenado  varias  incapacidades   médicas  debido  a  su  delicado  estado  de  salud16.   

Así  mismo,  de conformidad con las pruebas  que  obran  en el expediente, está demostrado que a pesar de su estado de salud  y  de  la  necesidad  de  conservar  su afiliación al Sistema de Salud a fin de  recibir   el   tratamiento   médico  señalado,  el  9  de  mayo  de  2008,  el  representante  legal  de  Briton  Med  Colombia  Ltda., señor Cristian Mantilla  Leiva,  le  informó  a  la  actora:  “Conforme a la  legislación  laboral  y  debido  a  la  falta  de  cumplimiento  a (sic)  las funciones de su cargo, y haber  abandonado  sus  labores,  hemos  decidido  dar por terminado unilateralmente el  contrato  de  trabajo  a  partir  del 17 de abril del año en curso.17”  En  este  mismo sentido, se encuentra probado que como  consecuencia  de  su  desvinculación  laboral, se produjo su desafiliación del  Sistema             de             Salud18  y  que,  por  tanto,  no ha  podido  recibir  la  atención  médica  que  requiere  para  su  recuperación.   

De  otro  lado,  esta  Sala  encuentra que de  acuerdo   con   lo  sostenido  por  la  sociedad  accionada  en  el  escrito  de  contestación  de  la  acción,  el despido de la actora obedeció a su supuesta  vinculación  laboral  a la empresa Alliance Solutions MD, vinculación que a su  juicio  vulneraba  “la  lealtad  y  el  contrato de  trabajo”  suscrito  con  Briton  Med  Colombia Ltda.   

Sin embargo, esta Sala encuentra que no existe  prueba  de  que  tal  situación  hubiese sido alegada por la sociedad accionada  ante  la  autoridad  laboral  correspondiente,  a  fin  de  obtener  el  permiso  requerido  para  efectuar  el  despido  de  la  trabajadora.  De  ahí  que,  en  aplicación  de  los fundamentos normativos de esta sentencia, la Sala considere  admisible  presumir que en este caso la desvinculación laboral de la accionante  es  una  consecuencia  de  los  graves  padecimientos  de  salud que la aquejan,  decisión  que  no  se  compadece  con  la  protección  debida  a  sus derechos  fundamentales,  particularmente,  a  su  derecho  fundamental  a  la estabilidad  laboral reforzada.    

Al  respecto,  nótese  que  para  efectos de  determinar  la  eficacia  de  un  despido en estos casos, resulta irrelevante si  éste  se  efectuó  o  no  por  fuera de un periodo de incapacidad laboral. Por  ello,  aunque  no  exista  una  incapacidad  debidamente ordenada por el médico  tratante,  es  igualmente  ineficaz el despido de un trabajador en circunstancia  de  debilidad  manifiesta por su delicado estado de salud, si no se acredita una  causal  objetiva  de  despido  y  la autorización del inspector de trabajo o la  autoridad que haga sus veces.   

De  ahí  que,  se  pueda  concluir que será  ineficaz  el  despido  de  un trabajador gravemente enfermo cuando no se reúnan  los  requisitos  señalados, sin importar si dicho despido se produjo o no en un  período de incapacidad ordenado por su médico tratante.    

4.4  Dado  lo anterior, en atención a que se  encuentra  demostrado  que  la  sociedad  Briton  Med Colombia Ltda.  vulneró  el  derecho  fundamental  a la  estabilidad  laboral  reforzada  de Elide Isabel Sanabria Medina, al efectuar la  terminación  unilateral  de  su  contrato  de  trabajo  a  pesar  de sus graves  padecimientos  de  salud  y  de  no  contar  con  el  permiso de las autoridades  laborales  correspondientes, esta Sala revocará las decisiones de instancia que  declararon  la  improcedencia  de  la  acción  de  tutela, concederá el amparo  invocado  y  ordenará  a  la  sociedad Briton Med Colombia Ltda. que dentro del  término  de  las  48  horas  siguientes  a  la notificación de esta sentencia,  efectúe su reintegro a un cargo acorde con su estado de salud.   

Para  el  cumplimiento  de  esta  orden,  la  sociedad  Briton  Med Colombia Ltda. deberá reintegrar  a  la accionante a un cargo de igual o mayor jerarquía  al  que  venía desempeñando antes de su desvinculación laboral, de tal manera  que   sus   labores  no  interfieran  con  la  recuperación  de  su  estado  de  salud.   

IV. DECISIÓN  

En mérito de lo expuesto, la Sala Tercera de  Revisión  de  la  Corte  Constitucional,  administrando  justicia en nombre del  pueblo, y por mandato de la Constitución Política,   

RESUELVE:  

Primero.- REVOCAR la  decisión  adoptada  el  diecisiete  (17)  de  febrero  de  2009  por el Juzgado  Dieciséis  Civil  Municipal  de  Bucaramanga  y el veintisiete (27) de marzo de  2009  por  el  Juzgado  Noveno  Civil  del  Circuito  de Bucaramanga, dentro del  trámite  de  la  acción  de  tutela  instaurada  por  Elide   Isabel  Sanabria  Medina  contra  Briton  Med  Colombia  Ltda.  y,  en su lugar, CONCEDER la  tutela de los derechos fundamentales a la vida digna, al mínimo  vital,  a  la seguridad social, a la salud y a la estabilidad laboral reforzada.   

Segundo.-  ORDENAR a  la  sociedad  Briton  Med  Colombia Ltda. que dentro de las cuarenta y ocho (48)  horas  siguientes  a  la  notificación de esta sentencia, efectúe el reintegro  laboral   de   Elide  Isabel  Sanabria  Medina  a  un  cargo  acorde    con   sus   actuales   condiciones   de   salud   y  de  conformidad  con  la  parte motiva de esta sentencia. Para el  cumplimiento  de  esta  orden judicial, el reintegro se deberá hacer a un cargo  de  igual  o  mayor  jerarquía  al  que  Elide  Isabel  Sanabria  Medina venía  desempeñando,   de   tal   manera   que  sus  labores  no  interfieran  con  la  recuperación de su estado de salud.   

Tercero.-   DÉSE  cumplimiento   a   lo   dispuesto  en  el  artículo  36  del  Decreto  2591  de  1991.   

Notifíquese, comuníquese, publíquese en la  gaceta de la Corte Constitucional y cúmplase.   

LUIS ERNESTO VARGAS SILVA  

Magistrado Ponente  

MAURICIO GONZÁLEZ CUERVO  

Magistrado  

GABRIEL EDUARDO MENDOZA MARTELO  

Magistrado  

MARTHA     VICTORIA     SÁCHICA    DE  MONCALEANO   

Secretaria General  

1  Al  respecto,  se  puede consultar el Convenio 159 de la Organización Internacional  del  Trabajo,  incorporado  en  el  ordenamiento  jurídico  interno mediante la  Ley  82 de 1988.   

2  Véanse  las  sentencias  T-992 de 2008, T-976 de 2008, T-953 de 2008, T-1083 de  2007, T-661 de 2006, T-530 de 2005, T-309 de 2005 y T-689 de 2004.   

3 Sobre  el  contenido  del  derecho  a la estabilidad laboral reforzada, en la sentencia  T-962  de  2008, la Corte señaló: “Al respecto, la  Corporación  ha  precisado  que  a  la  luz de la Constitución Política y las  normas  que  regulan la materia, en el marco del derecho fundamental al trabajo,  a   los   disminuidos   físicos   les  asiste  tres  derechos  esenciales:  (i)  tener  las  mimas  oportunidades  para  acceder  a un  empleo  y  gozar  de todos los beneficios que se desprenden de la ejecución del  contrato       de       trabajo      (Sentencia  T-513  de  2006,  M.P.  Álvaro  Tafur  Gálvis);  (ii)  permanecer en él mientras no se configure una causal  objetiva  que justifique su desvinculación (Sentencia  C-531   de   2000,   M.P.   Álvaro   Tafur   Gálvis);   y  (iii)  desempeñar  trabajos  y  funciones  acordes con sus condiciones de  salud  que  le  permitan  acceder  a  los  bienes y servicios necesarios para su  subsistencia  (Sentencias  T-504  de 2008 y T-1040 de  2001).”     (Subraya     fuera     del     texto  original).   

4 Ley  361   de   1997,   artículo   26:   “En  ningún  caso  la limitación de una persona, podrá ser motivo  para  obstaculizar  una  vinculación laboral, a menos que dicha limitación sea  claramente  demostrada  como  incompatible e insuperable en el cargo que se va a  desempeñar.  Así  mismo,  ninguna  persona  limitada podrá ser despedida o su  contrato  terminado  por razón de su limitación, salvo que medie autorización  de  la  oficina  de  Trabajo. || No obstante, quienes  fueren  despedidos  o su contrato terminado por razón de su limitación, sin el  cumplimiento  del  requisito  previsto en el inciso anterior, tendrán derecho a  una   indemnización  equivalente  a  ciento  ochenta  días  del  salario,  sin  perjuicio  de  las  demás prestaciones e indemnizaciones a que hubiere lugar de  acuerdo   con  el  Código  Sustantivo  del  Trabajo  y  demás  normas  que  lo  modifiquen,     adicionen,     complementen     o    aclaren.”    (Subraya fuera del texto original).   

5  En  esta  oportunidad,  la  Corte  declaró  la exequibilidad de  la expresión  “salvo  que  medie  autorización  de  la  oficina de  Trabajo”,  contenida  en el inciso 1°. del artículo  26  de  la Ley 361 de 1997. Igualmente, declaró la exequibilidad del inciso 2°  del  mismo  artículo,  “bajo el supuesto de que en  los  términos  de  esta  providencia  y debido a los principios de respeto a la  dignidad  humana,  solidaridad  e  igualdad (C.P., arts. 2o. y 13), así como de  especial  protección  constitucional  en  favor  de  los  disminuidos físicos,  sensoriales  y síquicos (C.P., arts. 47 y 54), carece  de  todo  efecto  jurídico  el  despido  o  la terminación del contrato de una  persona  por  razón de su limitación sin que exista autorización previa de la  oficina  de Trabajo que constate la configuración de la existencia de una justa  causa  para  el  despido  o terminación del respectivo contrato.”  (Subraya  y  negrilla  fuera del texto  original).   

6 Por  ejemplo,   en   la   sentencia   T-263  2009,  la  Corte  tuteló  los  derechos  fundamentales  al  mínimo vital, la estabilidad laboral reforzada, el trabajo y  la  seguridad social de una trabajadora que padecía cáncer de mama. A pesar de  su  estado  de  salud,  su  empleador  dio  por terminado el contrato de trabajo  suscrito,  con base en la culminación del período convenido para el efecto. En  esa  oportunidad,  al  estimar  que  se  encontraba  establecido  que  la actora  padecía  serios  problemas de salud y que no existía prueba de que la presunta  causal  objetiva  de  desvinculación  hubiese  sido verificada por la autoridad  laboral  competente,  la Corte resolvió: “ORDENAR a  la  empresa  de  servicios  temporales Acción S.A. que dentro de las cuarenta y  ocho  (48)  horas  siguientes  a la notificación de esta sentencia, efectúe el  reintegro  laboral  de la accionante a un cargo acorde  con  sus actuales condiciones de salud, de acuerdo con  lo  prescrito  por  su  médico tratante y de conformidad con la parte motiva de  esta  sentencia.  ||  En  cumplimiento  de  esta orden judicial, el reintegro se  deberá  hacer  a  un  cargo  de  igual  o mayor jerarquía al que la accionante  venía  desempeñando.  En  tal  sentido,  Acción S.A. deberá darle la primera  opción  laboral que surja como resultado de la ejecución de cualquier contrato  de  prestación  de servicios de esa empresa y otra persona natural o jurídica,  y  en  caso  de  no  existir  dichos contratos, deberá contratarla dentro de la  misma   empresa,   de   tal  manera  que  sus  labores  no  interfieran  con  la  recuperación de su estado de salud.”   

En el mismo sentido, en la sentencia T-337 de  2009,  la  Corte  tuteló  los  derechos  fundamentales a la estabilidad laboral  reforzada,  la  salud,  la  seguridad  social, el trabajo, el mínimo vital y la  vida  digna  de  una  trabajadora  que  padecía asma ocupacional. A pesar de su  estado  de  salud y de la necesidad de recibir tratamiento médico, así como de  la  subsistencia  de  las  causas  que  dieron origen a la relación laboral, su  empleador  le  informó  que  no  renovaría  su  contrato  de  trabajo. En esta  oportunidad,  al estimar que dicha decisión vulneraba el derecho fundamental de  la  actora  a  la  estabilidad  laboral  reforzada, esta Corporación resolvió:  “ORDENAR a la sociedad Creaciones La Baronesa Ltda.  que  dentro  de  las cuarenta y ocho (48) horas siguientes a la notificación de  esta  sentencia,  efectúe  el  reintegro  laboral  de  la accionante a un cargo  acorde   con  sus  actuales  condiciones  de  salud,  de acuerdo con lo prescrito por su médico tratante y  de  conformidad  con  la  parte  motiva de esta sentencia. || En cumplimiento de  esta  orden  judicial, el reintegro se deberá hacer a un cargo de igual o mayor  jerarquía  al  que  la  accionante  venía desempeñando, de tal manera que sus  nuevas    funciones   no   interfieran   con   la   recuperación   de   su   de  salud.”   

7 Este  criterio  encuentra  respaldo en lo previsto en el numeral 1° del artículo 1°  del  Convenio  159 de la Organización Internacional del Trabajo, incorporado en  el   ordenamiento   jurídico   interno   mediante  la  Ley   82  de  1988:  “A  los  efectos del presente convenio, se entiende  por   “persona  inválida”  toda   personas  cuyas  posibilidades  de  obtener  y  conservar  un empleo adecuado y de progresar en el mismo queden substancialmente  reducidas  a  causa de una deficiencia de carácter físico o mental debidamente  reconocida.”   (Subraya  fuera del texto original).   

8  Véanse  las sentencias T-518 de 2008, T-521 de 2008, T-1219 de 2005 y T-1040 de  2001.   

9 Una  orden  en  igual sentido fue dada por esta Corporación en la sentencia T-962 de  2008.  En  esta  oportunidad,  la  Corte tuteló los derechos fundamentales a la  vida  digna,  la  salud,  el  trabajo y el mínimo vital de una mujer que había  sido  despedida  de  su  trabajo,  a  pesar  de que padecía serios problemas de  salud.  La  cooperativa de trabajo asociado para la cual trabajaba justificó el  despido  en  que,  dada la imposibilidad de dar cumplimiento a la recomendación  de   reubicación   efectuada   por   su  médico  tratante,  la  actora  debía  renunciar. Así, al estimar  que  la  accionante  tenía derecho a la estabilidad laboral reforzada, la Corte  resolvió:    “ORDENAR  a     la  Cooperativa  de  Trabajo  Asociado de  Maquila  y  Logística,  Maquilcoop, que dentro de las  cuarenta  y  ocho  (48)  horas  siguientes a la notificación de esta Sentencia,  efectúe  la  reubicación  laboral  de Maribel Bermúdez Mosquera en un trabajo  acorde  con  su  estado  de  salud,  de  acuerdo con lo prescrito por su médico  tratante   y   de  conformidad  con  la  parte  motiva  de  esta  sentencia.  En  cumplimiento  de  esta  decisión  judicial,  el reintegro se deberá hacer a un  cargo  de  igual  o  mayor jerarquía al que la accionante venía desempeñando.  Para  ello,  Maquilcoop  debe  darle  la  primera opción laboral que surja como  resultado  de  la ejecución de cualquier contrato de prestación de servicio de  trabajo  asociado  celebrado  entre  la  cooperativa  y  otra  persona natural o  jurídica,  y en caso de no existir dichos contratos, deberá contratarla dentro  de  la  misma  cooperativa,  de tal manera que sus labores no interfieran con la  recuperación de su estado de salud.”   

10 En  esta    oportunidad,    la    Corte    Constitucional   señaló:   “En   mérito  de  lo  expuesto,  puede  concluirse  que  Grandes  Superficies  de  Colombia “Carrefour” desconoció los derechos fundamentales  al  trabajo, salud y seguridad social de la señora Luz Marina Vargas Poloche al  haberle  terminado  unilateralmente  y  sin justa causa el contrato de trabajo a  término  fijo  que  se  venía  desarrollando por más de tres (3) años sin el  cumplimiento  del  requisito  establecido  por  la  Ley 361 de 1997, e impedirle  seguir  cotizando  al  Sistema General de Seguridad Social en Salud para obtener  el  cubrimiento  integral  de  las  intervenciones  quirúrgicas requeridas para  contrarrestar  las  dolencias  generadas  por  una  CONDROMALACIA  DE  LA ROTULA  DERECHA  y  un  SINDROME  DEL  TUNEL DEL CARPO BILATERAL, por parte de Famisanar  E.P.S Ltda.”   

11  Sobre  la  procedibilidad  de  la acción de tutela por ineficacia de los medios  ordinarios  de defensa judicial, se puede consultar las sentencias T-297 de 2009  y T-765 de 2008.   

12  Véanse,  por  ejemplo,  las  sentencias T-672 de 2007, T-158 de 2006 y T-051 de  2006.   

13  Cfr.   Folios  22  a  25,  cuaderno 2.   

14  Cfr.  Folio  22,  cuaderno  2.   

15  Cfr.  Folios 11 a 16 y 42 a  47, cuaderno 2.   

16  Cfr. Folios 5, 6, 8, 9, 29,  30, 35, 40 y 41, cuaderno 2.   

17  Cfr.   Folios  4  y  37,  cuaderno 2.   

18  Cfr. Folios 7 y 8, cuaderno  2.     

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